2008-2010
Espero que hayan prestado atención, es la última vez...
...que se va a oír mientras yo sea gobernador.
No quiero que se vuelva a insultar al rey, ¿está claro?
-Por supuesto.
-Espero que un Ejército unido cambie esta basura por la cabeza...
...del responsable de este incidente.
-Tarde o temprano, daremos con él, señor gobernador.
O se han juntado muchos muertos de hambre para comprar ese trasto,...
...o esa mujer que habéis liberado no es...
...la única manzana podrida aquí.
-Creo que las cosas van a cambiar, Fernando.
Y me alegro profundamente.
...tiene visita.
Su i...
...iba a dar paso al himno nacional. Está cerca.
No le va a quedar más remedio. El rey tendrá que marcharse.
-Disculpad, Adriana pregunta si vas a comer aquí hoy.
-Voy a ver si Pedro ha terminado ya la tarea.
Salvador... -Buenos días, Vicenta.
-Pasa, por favor.
-Tengo noticias de Agustín.
¿Por qué le ha dicho eso a mi padre?
Es su socio, no lo entiendo.
No son amigos.
¿Conoces a Alicia Santibáñez?
Me interesé por su casa de modas.
Las criadas hicieron comentarios sobre ella,...
...ella era...
Iré a montar esta tarde.
Van diciendo por ahí que se cayó del caballo...
...y se desnucó.
Lo sé.
Por lo que él denunciaba desde su periódico:
Porque solo se cumple la ley de unos pocos.
Y esto tiene que cambiar, Encarna, tiene que cambiar.
Tenemos que hacer que esto cambie.
Na...
...Un...
-Lo que nos faltaba.
-¿Qué pasa ahora? -Marcelina,...
...que olvida que hay cárcel.
Estaban hablando de política. -Mientras solo hablen...
-Contra el rey.
-Qué manía les ha entrado. -Y como está la situación...
...las palabras pueden ser muy peligrosas.
¿Tú qué escondes ahí?
-¿Eh? Nada. -¿Cómo que nada?
-¡Nada! -Déjame ver.
-¡Nada! -¡Déjame ver qué escondes!
¿Estás aprendiendo a leer?
-Y a escribir.
Me enseña Marcelina en sus ratos libres.
No te parece mal, ¿verdad?
-Pero ¿cómo me va a parecer mal?
Si está muy bien, pero que muy bien, Adelina.
-¡Adelina!
¡Adelina!
-¿Qué pasa?
¡Ay!
¡Mi niña, Dios mío!
-Unos vendedores la encontraron. Parece que la han atacado.
-¿Quién?
-Eh...
-Tranquila.
No lo llegué a ver, tía.
-Tranquila.
Pero...
...¿tú no notaste si era...
...un hombre, o un animal?
-Tenía mucho pelo en la cara,...
...estaba muy sucio,...
...pero ropa llevaba.
Aunque toda rota, no sé...
-Entonces,...
...¿era un hombre?
-Sí, creo que sí.
No sé.
-¿Te hizo algo, Rosalía?
Quiero decir... ¿Te forzó a hacer algo...
...que tú no quisieras? -No.
-¡Rosalía!
Rosalía...
-Tranquilo, ya está.
-Ya estoy aquí, eh. Tu Pío ya está aquí.
-Dios mío,...
...pasé mucho miedo, mi amor.
-Te prometo que...
...el que te ha hecho esto lo va a pagar.
Te lo juro.
¿Qué haces tú aquí?
-¿Y tú? ¿No sabes que no es seguro estar en el bosque...
...a estas horas?
-Date la vuelta.
-Yo no trabajo para tu padre, no acepto órdenes de nadie.
-No es una orden, date la vuelta.
¿Dónde está? -¿El qué?
Mi ropa.
-¿Para qué querría ropa de señorita?
-No tiene gracia, ¿dónde está?
-No sé dónde está.
-Caminaba por el bosque, escuché ruidos, pensé que eran...
...furtivos y me acerqué. -Entonces,...
...¿quién la ha cogido?
¿Qué haces?
-Tendrás que secarte, ¿no?
¿O te quieres congelar?
Nunca te había visto tan guapa. -¿Qué haces aquí?
¿Cómo no me habías avisado?
Es una visita formal. Pensé que no tenía por qué hacerlo.
Isabel, la verdad es que me ahogo sin ti.
-Fernando, todo se complica. -Pero te necesito tanto...
-Fernando,...
...menos mal que has venido. ¿Qué hacemos con esos exaltados?
¿Esperan que nos quedemos quietos?
-Al menos, ha sido algo pacífico. -¿Pacífico?
¿Y si en vez de un gramófono hubiera sido un tirador?
No es una broma, Fernando.
-Me ha sido imposible detenerla.
-Está bien, Dolores.
-¿Quieres tomar algo?
-No ha venido a tomar el té, ¿verdad?
-¡Encarna!
-Eso no.
-¿No has leído el periódico? Fue un accidente.
Ten cuidado, Encarna,...
...puede que un día tu apellido no te saque de la cárcel.
¡Saliste de la cárcel porque hicimos un trato!
Espero que sepas cumplirlo y te mantengas alejada.
-Ya es suficiente.
Yo acompañaré a la señora a la salida. Encarna,...
...por favor.
-Pero ¿cómo se atreve?
¿Por qué decía esas cosas?
-Está loca, querida, completamente loca.
Será mejor que esperes a que caiga un poco la luz.
Te será más fácil evitar explicaciones.
-¿Y tú qué hacías por aquí?
-Digamos que a veces es más seguro el bosque que la ciudad.
-Lo dices por lo que pasó en el acto del gobernador.
Te vi.
-¿Y te parece mal?
-Yo no entiendo de política.
-¿No entiendes, o no quieres entender?
-Acabo de llegar a esta ciudad.
-¿Tú crees que tu padre te quiere?
-Pues claro que me quiere. ¿Por qué me preguntas eso?
-Durante años, nadie supo de tu existencia.
Y él te ha mantenido lejos. Yo a eso...
...no lo llamo querer.
-Tiene una forma de entender la vida...
-Que choca con la de mucha gente honrada.
-¿Hablas por ti, o por ellos? -Tu padre...
...es incapaz de comprender...
...que hay gente que también tiene derecho a un futuro.
-En mi caso, tiene derecho.
Es mi padre.
-No le debes nada, Carlota.
No tienes por qué agachar la cabeza. -¡Yo sé muy bien lo que quiero!
-¿Estás segura?
Y también sé lo que quieres tú. -¿Ah, sí?
¿Qué es?
-Conquistar a la hija del marqués.
Esa es una hazaña mejor que hacer fracasar el acto del gobernador.
-¿Qué estás diciendo?
-Que puede que lleve poco tiempo en esta ciudad,...
...que tú tengas más experiencia que yo, pero no soy tonta.
¿Me has mandado llamar?
Asustada. Se ha ido con Pío. Parece que no ha sido nada grave.
Encarna,...
...no me asuste, ¿qué pasa?
Espero que sepas lo que haces.
Te pones en peligro a ti, a tu propio hijo y a toda la familia.
No,...
...no creo que sepas lo que haces.
Pedro, pero ¿qué haces aquí? ¿Eso qué es?
¿Qué escondes ahí? Pedro,...
Pero si no te iba a regañar.
Gracias.
Y deja de temblar. Consigues que hasta yo me ponga nervioso.
-Lo siento, es por la tormenta. Las noches así me dan miedo.
-Querido, por las noticias que tengo, tu primer día como gobernador...
...no ha sido demasiado tranquilo.
-Nada que no se pueda controlar.
-Déjanos solos.
-Qué mala eres.
-Ya me conoces.
-Espero que no te haya seguido nadie. -No soy estúpido.
-Lo sé.
Pero Gonzalo es más astuto de lo que crees.
-No tanto.
Seguí la pista de los nombres y he llegado hasta Barcelona.
-¿Y?
-Estuvo trabajando para los condes de Villaescusa...
...como mayordomo.
Luego, su pista se pierde en Madrid.
¿Nunca te habló de esos condes?
-Nunca.
-Entonces, estamos en una vía muerta.
-No.
¿No lo ves?
Gonzalo siempre negó haber vivido en Madrid.
Me reí el día que dijo que viajó...
...allí por una cuestión de negocios. -Te mintió.
-Exacto, conocía Madrid. Fingía no haber estado nunca.
Él esconde su pasado, que está en Madrid.
-Una ciudad demasiado grande: será como buscar una aguja en un pajar.
-No.
Tenemos contactos.
Y todo el tiempo del mundo.
Ahora, no hay que perder la paciencia.
Me despertó la tormenta.
Las noches así me dan miedo.
Cuando estaba en el convento y había tormenta, no podía dormir.
Me he pasado toda la noche encomendándome...
Cuidado, que el camión es casi nuevo...
...y las botellas tienen que llegar. -Conduce tú.
Tranquila,...
...mujer. No es la primera vez ni la última que hablas a esa gente.
Di lo que pensamos todos.
Para ti sí.
Vamos, Encarna, si solo tienes que hablar.
Yo tengo que repartir el aguardiente.
Olvídate,...
...el secreto mejor guardado.
-Dejadlo ya, ¿no?
-Pues no debe de ser guapa.
-Mi vida es mía y no tengo por qué dar explicaciones. ¿Estamos?
-Estamos. -A ver si es verdad.
-Menudas pulgas.
-Y sí, es muy guapa.
-¿Rubia, o morena?
¿Ya?
-No me apetece tocar más.
Los indios tenían miedo del pelo rubio.
Pensaban que tenía que ver con el sol,...
...con su Dios.
A mí me parece un regalo del cielo.
¿Por qué no damos un paseo?
¿Hace un calor sofocante y la brisa del mar se agradece?
-No puedo.
-¿No puedes? -No.
¿Por qué no permitís que os acompañe? Así conoceré la mina Márquez.
¿Crees que eso me de miedo?
Gonzalo me ha dicho que estás muy volcada con la mina.
Me consta.
Siento mucha curiosidad por ver cómo te desenvuelves en ese ambiente.
Porque eres una mujer.
Marqués,...
...sus inversiones han excedido cualquier aval.
Y menos como está todo: el gobierno sin cabeza,...
...y posibles elecciones ya mismo.
La única opción sería recortar gastos.
La minería no es el mejor negocio.
Y las inversiones de su familia no están colocadas de la mejor manera.
Yo no...
Es la ley.
Hoy no hay partida.
Salvador está de reparto, trabajar es lo primero.
-¿Un camión? ¿Quién lo iba a decir?
-De segunda mano, para uno nuevo, no nos llegaba.
-Llegará, hasta para cambiaros de casa.
-De momento, podríamos alquilarla. Ya he visto una...
...cerca del mercado con tres habitaciones.
-Y espero que vengan los niños.
Amalia tenía razón, sabía que llevarías a su hijo por buen camino.
No estaría de más...
...que de vez en cuando fuera algún donativo a la Iglesia.
-Pero, padre, ¿y los vinos que no le cobro?
-Anda, descarada, ponme un poco más...
...antes de irte.
Contigo al frente no me extraña que este negocio vaya tan bien.
-Que Dios le oiga.
A mí no me hace gracia, ¿qué quieres que te diga?
-Pío ahora vive en la ciudad y tú con él.
-Se pasa la vida con los civiles buscando a la bestia.
¿Y si le pasa algo?
-Ojalá su ayuda sirva para encontrarlo pronto.
A Pío no le quedaría mal el uniforme de Guardia Civil.
-Ni hablar.
-¿Por qué? -Porque no.
Además, todos llevan bigote.
-Pues a mí con bigote o sin él.
-¿Os habéis enterado?
-¿Qué ha pasado? -Otra mujer atacada en el camino.
-Es el mismísimo demonio.
Ya está. -Muy bien, Adela.
Pues ahora léelo.
-La...
...niña...
...boni...
...ta...
...de...
...los...
...ojos...
...gr...
Gran...
...des.
-Muy bien, Adela. -Sí.
-Pero bonita es con be.
-Ay, con be, Adelina, no seas burra.
-También con be.
-¿Cómo? -Burra.
Tú no eres burra, porque acabas de aprender a leer y a escribir.
-Y todo gracias a ti, Marcelina.
Tú...
¿Tú crees que yo algún día...
...podré leer novelas? -Pues claro que sí, Adela.
-En este país llegará el día en que todos lean y escriban.
Y no haya que hacer nada especial para celebrarlo.
-Te refieres a la república.
-A la república.
Y con el esfuerzo de todos y todas, Adela, ya lo verás.
-Buenos días.
-Hola, ¿ha llegado ya Pedro?
-Sigue en casa de los Quirós, con su amigo Arturo.
-Teníamos que haber empezado la lección.
-Nadie me dijo que no le dejara ir. -Entonces, no aprende lo que debe.
-¿Quieres tranquilizarte?
Tampoco pasa nada porque...
...el niño se divierta un poco.
-Esto no está bien, Vicenta.
-¿Qué quieres que haga?
¿Mando a la Guardia Civil? -Pues no.
Pero... -Si vieras la ilusión que le hacía.
Me fue imposible decirle que no.
Su madre tampoco lo hubiera hecho.
A ver, léeme un poco.
-¿Sí? -Sí.
-La...
...niña...
...bo... ni... ta...
Bonita con be.
-Muy bien, Adelita.
¿No crees que para casi seis meses debería ser más grande?
-No creo que vayan a fijarse tanto. -Tu padre no vive para otra cosa.
-Tampoco es un experto.
-Cada vez que me descuido, está intentando tocarme la tripa...
...para ver si nota alguna patada de Alvarito.
-¿Alvarito? El niño se llamará Hugo.
-¿Y si es una niña?
-Entonces, será la niña de mis ojos y la malcriaré.
-Tengo miedo de que esto no salga bien.
-Solo quedan tres meses.
-¿Crees que sabré?
¿Seré una buena madre?
-Isabel,...
...eres una gran mujer,...
...una gran esposa...
...y serás una gran madre, no me cabe la menor duda.
San Sebastián, aquí al lado.
Republicanos de todo pelaje se unen para buscar la caída del rey.
Y nadie hace nada. -Les protege la ley.
-Qué vergüenza. -Pero es así.
Se ha convocado un mitin en Las Ventas, Madrid.
-Mi problema no son los mítines de Madrid, son los de mi provincia.
-Cuatro gatos. -Suficientes si no se les para...
...a tiempo.
-Como dice Fernando, la ley les protege.
-¿La ley? Quizá nos iría mejor si fuésemos más puntillosos...
...en su cumplimiento,...
...¿no crees? -Bueno,...
...la ley está para cumplirla.
-Este incidente no me va amargar el día.
-Señores, voy a hacer oficial...
...mi compromiso.
-Gobernador, qué callado se lo tenía.
-¿Quién es la afortunada?
Seguir una pista de hace más de 15 años no es fácil.
-"Pero no sé,"...
...busque en hoteles, casas de huéspedes...
Debe de haber dejado algún registro de su nombre.
-Tenemos lo nos facilitó. -"Viajó desde Barcelona".
Quizá nombrara a los Villaescusa.
Quizá alguien los conoció y puedan tener información sobre Gonzalo.
-Es un nombre común.
-Demasiado común para reparar en él.
Pero es imposible que no haya dejado ninguna pista de su paso por Madrid.
-Le prometo que si la dejó, la encontraremos.
Adelina,...
...Adelina, ¿te pasa algo?
-¿Aquí pone tabacos?
-Sí.
-¡Ay,...
...Justiño, qué alegría tengo por saber leer!
Y todo gracias a tu Marcelina, ¿eh?
-Que no se te olvide eso.
-¡Voy a contárselo a Vicenta!
-¿Y ahora qué ha hecho este?
-Cuando llegué, me llamó dictadora.
¿De dónde se habrá sacado eso? -Ha salido a la madre.
Bueno, mujer,...
...no le des importancia, son cosas de niños.
-No sé qué hacer, Adela.
-Pues habla con Encarna.
-¿Cuándo?
Cuando la pillo, me dice que lo arregle con Vicenta.
-Habladlo las dos, a ver qué sacáis.
-Justo,...
...que el problema es Vicenta. Le consiente todo al niño.
-Claro, el problema siempre es Vicenta.
Porque es dura, porque es blanda...
-¿Tú no has oído nunca eso de que la virtud está en el término medio?
-Ahora han cambiado los papeles.
Tú eres la mala, y Vicenta, la buena. ¿Qué se lleva mejor?
-El problema no es ya si Vicenta o yo.
Lo que me preocupa es el niño.
El niño.
La hija del marqués. -¿Y de qué se extraña?
Y el promotor de ese matrimonio, él mismo.
Gonzalo no da puntada sin hilo. -¿Qué os parece?
-Pues que para ti me parece pequeña.
Y para el niño, poco varonil.
-No es varonil ni femenino, de eso se trata.
-Pero una cosa, o la otra.
Si no, no se la a poner nadie. -Hugo, no bromees.
-Perdóname, querida.
Es muy original.
-Es el color que se lleva en París.
-Isabel,...
...¿puedo?
-Se lo ruego. -Por favor.
Isabel,...
...se ha movido.
Me ha dado una patadita.
-Claro,...
...es lo usual.
-Otra. -¿Te encuentras bien, Isabel?
Solo un poco mareada.
-Voy a buscara Freire. -No, necesita...
...un ginecólogo. -¿Ahora?
-Lo que necesita es que vayamos a la habitación.
Te echas un momentito. -Sí.
-No se preocupe, padre,...
...ya le ayudo yo.
Oh, casi me muero. -Ha sido fantástico.
Hugo, yo no puedo más, esto es un sinvivir.
-¿De qué te quejas? Nauseas, pataditas...
-He estado a punto de desmayarme.
-Estupendo. -Aún no sé cómo hemos salido de esta.
-¿Sabes por qué?
Porque nada es más fácil que creer lo que uno quiere creer. Te quiero.
-Cuando me acuerdo de la cara de tu pobre padre,...
La cara que ha puesto...
Cuidado con el niño. -¡Ay, la patadita!
-Ay.
¿Te ha hecho daño?
El gobernador desconfía de esos mítines.
Sabes que no le tiembla la mano.
Yo creo que hay que ser discretos.
Todos estamos involucrados.
Vaya,...
...no sabía que se dudaba de mí.
¿De verdad lo sabes?
Déjalo, no te preocupes. No he hecho otra cosa que cumplir con mi deber.
No es algo que...
...vaya a asustarme ahora.
No sé si el capitán se quedará a cenar.
A lo mejor, al final, no cena nadie. En fin, así vienen las cosas.
¿Querías lago, Justo?
-Quería saber qué te pasa con Pedro. -Te manda Marcelina, ¿no?
-Si sabe que hablo de esto contigo me mata.
¿Por qué antes llevabas...
...al niño bien recto y ahora le dejas hacer?
-Porque antes me metía donde no me llamaban. No paraban de recordármelo.
-Ah. Y eso te ha ofendido tanto que has decidido jugar a la contra.
Hasta que te pidan perdón, ¿no? -Que no, Justo, que no,...
...Pedro tiene madre y maestra para educarse....
...sin el ogro de Vicenta enfrente.
-Hablas como si el niño te diera igual.
-Pero ¿cómo puedes decirme eso, Justo?
-No te importa malcriarle.
Aunque luego eso le pueda perjudicar en su vida.
-¿Qué tengo yo, Justo?
Tú tienes a Marcelina;...
...Encarna, a Pedro.
Victoria, a su marido y a su hija. Hasta Adelina tiene a Rosalía,...
...y ella, a Pío.
¿Y qué me queda a mí?
Los recuerdos solo.
Pablo nunca morirá porque vive en mi corazón.
Y yo quiero vivir en el de Pedro.
No digas que no me preocupa.
Esta familia es lo único que me importa.
Es mi única razón para seguir adelante.
-Por eso mismo, Vicenta, no puedes seguir así.
Los niños crecen, y de mayores...
...saben lo que seo hizo por ellos.
Por eso Pablo y Victoria te han querido tanto.
-Voy a seguir con esto. -Vicenta,...
...tú nunca vas a estar sola.
Sin el camión, hubiésemos tardado días en hacer lo que hemos hecho.
-Por eso nos ha costado lo que nos ha costado.
-Es una inversión, como dicen los señores.
-Ya era hora de que invirtiéramos en nosotros.
-Te voy a dar todo lo que siempre has soñado.
Habrá algo que quieras, ¿no?
-Sí.
Una casa.
-Una casa...
-Y un dormitorio con un armario con luna.
-Y una habitación de niño.
-Niños...
-Tres por lo menos, ¿no?
-¿Qué le pasa a ese?
-Mal de amores.
-¿Y quién es ella?
-A saber.
¿Necesita algo, padre?
¿Esta noche cenará conmigo?
Como quiera.
Claro, padre.
¿Por qué tendría que ir mal?
Buenas. -¿Tú qué haces aquí?
-¿Está tu seño? -No, salió a montar con la señora.
-Mejor. -El señor no quiere verte por aquí.
-Vengo a traer esto a los mozos, está por debajo del precio de venta.
Una botella es para ti.
-¿Qué voy a hacer yo con una botella de aguardiente?
-No sé, eso ya es cosa tuya.
¿No?
Llévasela y dile que ya haremos cuentas.
Adiós, mujer.
-¿Qué haces aquí?
¿Cómo has entrado?
Si mi padre... -Tu padre no está.
He estado pensando sobre lo que me dijiste en el bosque,...
...y quiero que sepas una cosa:
este palacio y tu padre no me interesan lo más mínimo,...
...no busco nada con la hija,...
...y mucho menos quiero un trofeo.
Te quiero a ti sea cual sea tu nombre.
Solamente quería que lo supieras.
No lo volveré a hacer.
-A ver, ven aquí.
Ven aquí.
Ay...
A ver, Pedro, escúchame.
Tienes que obedecer a Marcelina y ser responsable en los estudios,...
...¿entiendes?
Si haces lo que te digo,...
...tú y yo podemos tener este pequeño secreto.
-¿Me lo darás si te lo pido?
-Sí, pero no siempre. Porque yo no quiero que te duela la tripa,...
...ni que se te pongan los dientes malos.
A ver...
Toma.
¿Qué se dice?
-Muchas gracias.
Vicenta, te quiero mucho.
-Anda, a la cama.
Hala.
Le digo que está descansando.
Él no quiere verla a usted.
¿Es de su agrado?
-Quizás un poquito más ceñido.
-¿Más? Sí, sí...
-Es un vestido de fiesta. Tampoco va a ir usted como si fuera a misa.
-Cuando es posible que dentro de nada tengo una fiesta con el gobernador.
-¿Ah, sí?
¿Qué se celebra?
-¿No se ha enterado? Que se ha comprometido...
...con la señorita Carlota, la hija del marqués.
-¿Con la hija del marqués?
¿Está usted segura?
-Por supuesto.
No hay enemigo pequeño, querido Hugo.
-¿Cree que son más peligrosos de lo que parecen?
-Aún estamos a tiempo de pararlo.
No podemos dejar que ellos ocupen el lugar que no les corresponde.
He dado órdenes precisas para que esto no ocurra.
Mejor atajar la enfermedad a tiempo,...
...antes de que se convierta en una plaga.
¿Qué hay?
-Hagan el favor de bajar.
-¿Ocurre algo?
-¿No me ha oído?
Un control rutinario, señora.
No le importará que echemos un vistazo, ¿no?
-Solo llevamos aguardiente.
-¿No sabes contestar a lo que se le pregunta?
Vamos.
¿Necesita algo, padre?
Esa mujer no es buena para usted.
Padre.
Pues parece ser...
...que no solo transportaban aguardiente.
De todos modos, lo requisamos para ver qué opina...
...Gobernación Civil.
¿Y tú tienes licencia para transportar licores?
Bajad esas cajas.
¿Es de contrabando? -Lo fabricamos nosotros.
-Espero que por lo menos pagues los impuestos por eso.
Y dame los papeles del trasto,...
...que creo que aquí no hay nada que vaya en orden.
...a la autoridad! ¿Tienes lo papeles que te he pedido?
Ya sabéis lo que tenéis que hacer.
¡Basta ya!
-Ya saben que, si no están de acuerdo,...
...la ley les permite denunciarnos en el cuartelillo.
Ha sido una labro costosa, pero estoy satisfecho.
Espero que Carlota también lo esté.
Alfonso VII, nada menos que el emperador,...
...dio el primer señorío De Castro.
Claro, que hasta el siglo XVII no fue un marquesado.
No creo que muchos en este país puedan presumir de sangre.
Esto lo empezó mi padre.
Llegó a ser su obsesión. Y ese amor a la familia ha sabido transmitirlo...
...a su hijo.
Mira, Carlota.
Para mí,...
...esto nos une más que cualquier iglesia o ley.
Esta es mi sangre,...
...la sangre que corre por todos los Castro.
Y que nos une.
Cada vez es más difícil besarte.
Y me parece que no es precisamente por el tamaño de tu tripa.
-Todo está cambiando, Fernando.
-Isabel, el niño nacerá y todo volverá a ser igual que antes.
-No,...
...el niño estará aquí y Hugo será su padre.
No sabes cómo ha cambiado en casa.
-¿Me estás diciendo que ya no me quieres?
-No, no es eso.
Pero es que siento que esta es una oportunidad para recuperar mi vida.
-¿Y yo qué? -Tu tampoco eres feliz.
-Porque no puedo tenerte todo el tiempo,...
-Eso no podemos cambiarlo.
¿No crees que deberíamos intentar vivir como Dios manda?
-¿Es eso lo que deseas?
Sabes que haría cualquier cosa por ti.
Incluso lo que más daño pueda hacerme.
¿Puedo darte un beso?
El último,...
...el que siempre llevaré conmigo.
Desgraciados...
Sois como animales,...
...traidores.
¿Vas a hacer algo?
La quiere para vengarse de Gonzalo. No les importa, solo está en medio.
¿Vas a casarte? -No creí que llegara a esto.
-¿Le quieres?
Son todas unas putas, padre.
Una putas...
En toda guerra hay inocentes. -En la mía no.
¡Ah!
Mañana al amanecer. Tú y yo solos, sin testigos.
Tras el boicot del acto presidido por el gobernador, Alonso de Castro y los prohombres comienzan a tomar represalias contra los rebeldes.
Histórico de emisiones: 21/12/2009
Añadir comentario ↓
Desde esta semana estoy teniendo problemas para ver las series y los programas desde Alemania. Es que no lo podremos ver más? Lo único q me permitía darme una alegría y estar más cerca de España...
Me encanta esta serie pero lamentablemente uno no puede confiar en que podrá ver el (los) capítulos completo(s). Hagan algo por favor. Gracias.
El video se para apenas comienza en le minuto 1:59!!!!!!!!
La misma historia que ocurre una y otra vez: no se puede ver el video. Arreglarlo por favor. Gracias.