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Muy bien, gracias, Salva.
Fue un pintor asturiano que quedó huérfano muy pronto.
Con varios hermanos y tuvo que buscarse la vida.
Fue un trabajador,
un obrero de la pintura y eso repercutió en el tratamiento
y en la mirada que tuvo sobre la sociedad
de cambio de siglo en finales del XIX y principios del XX.
Claro, es que no era un pintor privilegiado,
no tenía ningún favor.
Quería ser pintor de corte,
pero se convirtió en el fondo en algo extraordinario
que es el pintor de la clase obrera.
Porque lo que es lo que te propongo hoy es simplemente es ver otra cosa
distinta de la que hemos visto estos días,
que no son reyes, no son mitos, no son dioses, es trabajadores,
son trabajadores y son migrantes también.
Que a lo largo de este siglo y medio hemos visto
que están muy relacionados.
Y eso es, digamos que la justificación
de haber elegido este cuadro precisamente
que es un cuadro, que te pone los pelos de punta
porque realmente parece que estás allí.
Es un cuadro que tiene que ver
mucho con los inicios del fotoperiodismo,
tiene que ver con el cine y tiene que ver
con la denuncia de una situación
por la que está atravesando Asturias a finales del siglo XIX
y es un cuadro que no se ha visto nunca en un museo.
es el final de la tradición de la pintura,
de historia de este país tan propia de este país que digamos,
se remata desde las grandes leyendas
y de los grandes acontecimientos de la pintura oficial.
Se rematan en...
En una escena sincera y una escena triste
y una clase sin privilegios.
que pinta este cuadro ya en su edad madura
y lo pinta en su estudio de Gijón
y lo presenta a la Exposición Nacional de Bellas Artes
de 1908 y es premiado con la segunda medalla.
O sea, fue muy bien recibido,
fue muy bien recibido y él tenía esa predilección
por salir a la calle,
como hacen los fotoperiodistas
y captar los problemas de su sociedad,
de ese momento económico tan complicado.
No, no, claro.
Y por eso también me gustaría plantearte hoy,
cuándo decidimos que un documento se convierta en arte.
Si quieres te lo enseño.
La primera imagen para enlazar con esa cuestión.
Vamos a la primera imagen.
Luego ya recuperaremos el cuadro original.
Del que vamos a hablar.
Esto es Arguineguín, ¿no?
Ahora mismo es la crisis
que está sufriendo Europa
por una crisis de las fronteras
y la avalancha de personas que buscan
un nuevo futuro en una tierra prometedora.
Bueno, vamos a ver que el destino
o digamos la salida de origen ha cambiado.
Esta es otra de las fotografías, 2014, Massimo Sestini.
Desde el helicóptero de la Guardia Marina italiana
retrata a una barcaza de migrantes que lleva a la deriva cinco días
y estaba 25 kilómetros de la costa italiana.
Han pasado entre esta foto y la pintura apenas un siglo
y vemos que los flujos migratorios siguen siendo lo mismo.
Ya estamos en el cuadro.
En las crónicas que nos hablan de este momento en Asturias
nos dicen que hay un hay un barco de vapor
que cruza el Atlántico a América,
que es donde en 1840 y 1850 salen 300 mil asturianos
jóvenes estudiantes de entre 10 y 18 años,
con destino al Nuevo Mundo a hacer una nueva vida.
Bueno, ese barco al que se están subiendo,
que podría ser ese vapor que del que te hablo.
El Cordouan. Pasaban 35 días de trayecto.
La comida era una patata guisada al almuerzo.
Pero lo de lentejas repartido entre 25 personas por la noche.
Todos dormían en la cubierta.
O sea, vemos que las situaciones son dramáticas.
Bueno,
el cuadro en cuanto le premian en 1908 va al Ayuntamiento
de Las Palmas de Gran Canaria en 1909.
A los pocos meses se hace ese reparto.
Es propiedad del Museo del Prado,
pero no llega a estar nunca en el Museo del Prado
y cuelga de las escaleras
del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria,
donde ahora mismo estamos viendo
el epicentro de esa crisis humanitaria.
Y curiosamente, es un cuadro
que no se ha enseñado nunca en un museo.
Pero no es el único que tiene.
No es el único que tiene alejado de los museos.
Este detalle.
Vamos a ver a lo largo de otros cuadros
de los que los que comentaremos este detalle es esencial.
La infancia y la mujer subiendo. O sea que no hay ninguna distinción.
Todo el mundo quiere salir de un lugar donde,
donde apenas hay oportunidades.
Y dibuja el drama.
A mí me impresiona, desde luego, la mirada de este señor.
Este hombre es increíble y la figura
que vemos aparecer por aquí que porta como una hamaca.
Sí, como para dormirlo,
llevarse el apoyo y el descanso en el vapor totalmente atestado.
Porque la escalera que sube son dos diagonales que se cruzan.
La escalera que sube está abarrotada de gente.
Como decía, vamos a ver la siguiente imagen.
Como decía, es un hombre.
Es un pintor preocupado por la clase trabajadora.
Esto es una procesión de pescadores en el Día de Acción de Gracias
que va a rendir homenaje a la Virgen.
No está bien claro que advocaciones,
pero son pescadores que han sobrevivido un naufragio,
porque esa era la tradición. Ves que llevan,
que portan los restos de la barca que supuestamente ha naufragado
y ellos han sobrevivido.
Entonces caminan hacia ese lugar con los restos portando los restos.
Y de nuevo la figura protagonista
es la mujer con ese con ese pañuelo
amarillo totalmente espectacular.
Vamos a verla en primer plano. La siguiente imagen.
Ahí lo tenemos.
Este cuadro está en el Museo de Bellas Artes
de Asturias, en Oviedo.
Es también de un tamaño y una dimensión increíble.
Y aquí pierde, evidentemente, la fuerza del color.
Pero hay que ir a este museo,
como hay que ir a todos los museos de todas las comunidades autónomas
a ver qué se custodia.
Porque al final muchas veces nos quedamos en el Museo del Prado,
en el Museo Reina Sofía, los grandes nombres.
Pero hay cada joya hay, cada museo estatal...
Vamos a ver la siguiente imagen que he elegido
porque en España no era
y Álvarez-Sala no era el único que estaba pintando.
Angiolo Tommasi, 1896, diez años antes,
una década antes de que Ventura pintara a sus Emigrantes,
fíjate en una salida, lo mismo, la misma escena.
Pero en el puerto de Livorno están esperando
a que llegue el barco para subirse ahí
y subirse a él y partir a otra tierra.
También a América.
Se supone que estos irían a Estados Unidos.
Claro.
La migración de Asturias sale hacia Argentina y hacia Cuba.
Y la migración de Canarias.
Entonces, sobre todo salía a Venezuela,
pero luego también cambió el destino.
En Cuba, en medio de todo eso,
tienes que tener en cuenta que España
pierde las últimas colonias de ultramar
y entra en una depresión el país
y en una crisis de identidad absoluta.
De alguna manera, todo eso también
está reflejado en los cuadros
que hemos visto de Álvarez-Sala,
de esa falta de celebración,
porque parece que no hay nada que celebrar.
Hay mucho que reivindicar.
Eso era España en ese momento.
Y de nuevo, fíjate Tommasi
también una década antes, la protagonista,
una mujer y la infancia,
que nadie se libra de la precariedad
y muy pocos son los privilegiados.
Entonces ellos se dedicaron a retratar una realidad,
a denunciar.
Una realidad que luego que luego les rechazó.
Porque estos cuadros y estos pintores en realidad permanecen
muy ocultos dentro de la historia del arte
y de los manuales de la historia del arte.
Si ahora mismo sacáramos aquí un libro
que se dedicara a la pintura española
desde 1900 hasta finales del XX.
Como tantos otros.
Vamos a pasar de imagen.
Y ahora nos vamos a ir a un cómic
del año 2006 dibujado por Shaun Tan.
Es un poco... Es un libro espectacular.
No hay diálogos
absolutamente mudo y las imágenes se repiten.
Es verdad que se inspira mucho en la migración
que llega a Estados Unidos.
Pero fíjate. Es que una y otra vez.
¿En qué momento?
¿En qué momento convertimos un documento en una obra de arte?
Pasamos a la siguiente imagen.
En este viaje que hemos hecho porque la historia del arte
nos permite viajar en el tiempo y en el espacio.
Hemos ido de Gran Canaria y ahora estamos en Asturias.
En el Museo de Bellas Artes de Asturias también encontraron
hace unos años dos historiadores,
una caja no en el Museo de Bellas Artes.
Ahí se enseñó rostros como el de este trabajador,
1500 fichas de una antigua
Real Fábrica Asturiana,
que en los años 30 el capataz,
José Zamora se dedicó a retratar,
por petición de la fábrica,
los convulsos años 30 asturianos a fichar a todos los trabajadores.
Esa caja de mil quinientas fichas había permanecido completamente
escondida en el archivo de la empresa.
Y estos dos historiadores hallan la caja
y son fichas pequeñitas de este tipo de retratos
de plano americano de tres cuartos con todos los trabajadores,
y se convierte en ese momento en un documento artístico,
no solamente en un documento social de todas las fichas.
Lo curioso que hizo José Zamora,
la única que no queda es la suya propia,
que arrancó, se supone él mismo.
¿Los que hemos estado viendo en una obra de arte,
qué tiene que ocurrir para que la mirada se transforme?
Yo creo que la máquina que transforma
los documentos en arte es el museo.
En el momento en el que las fotos
que hemos visto de la migración contemporánea
entren a los museos, ya podremos ver.
Claro, primero está la sociedad y es el retrato de ese momento.
Y luego ya, efectivamente, la firma, el expertizaje,
la posteridad la ofrece el museo de todo lo que sea,
todo lo que pasa por el picadillo museográfico,
ya tendremos que considerarlo como una obra de arte.
La UNESCO incluye la música dentro
del denominado Patrimonio Cultural Inmaterial.
Sin embargo,
una definición más completa de patrimonio musical
debería abarcar manifestaciones
y elementos tanto materiales como inmateriales.
Podríamos empezar por la música escrita,
partitura que nos han llegado desde la antigüedad en soportes
que van desde la piedra hasta el papel.
Gracias a esas partituras ha llegado hasta nosotros
la música de los grandes compositores,
desde Mozart a Beethoven.
Desde Juan Sebastián Bach a nuestro Manuel de Falla.
Existen también fuentes escritas que no contienen notas musicales,
pero sí nos aportan valiosa información
sobre el fenómeno musical a lo largo de la historia.
Por otra parte, los instrumentos musicales
también son un patrimonio,
el organológico del que tenemos vestigios antiquísimos,
incluso prehistóricos.
Y cuando no disponemos de los instrumentos originales,
contamos con el valioso testimonio de la imagen,
de las imágenes,
de las de los instrumentos musicales que aparecen en pinturas,
esculturas, grabados, etcétera.
La música de tradición oral,
patrimonio inmaterial por excelencia,
constituyen un tesoro arraigado en lo más hondo
de la identidad de los pueblos.
Finalmente, existe un patrimonio sonoro y audiovisual,
que se remonta a los elementos de la música mecánica
pianolas, cajas de música, pasa por la fonografía
a finales del siglo XIX
y llega hasta el fenómeno actual de la grabación digital.
Es importante preservar,
estudiar y difundir nuestro patrimonio musical,
porque la música forma parte esencial
del ser humano y de la sociedad.
Eso es. eso es.
Vamos a empezar el año viendo cómo nos comunicamos
y cómo podemos hacer que nuestra comunicación
sea más fluida, menos fluida...
O por qué a veces se quiebra un poco, ¿no? ¿Por qué?
Porque esto lo hacemos de forma espontánea.
Es verdad que sabemos hablar, sabemos comunicarnos,
sabemos comportarnos en principio, entonces.
Pero sin embargo,
hay algunas claves que podemos entender
para comprender cómo funciona.
Bueno, pues vamos a empezar por el principio,
¿qué es comunicarse?
Entonces vamos a ir a la definición
del Diccionario de la Real Academia Española y vamos a buscar.
Buscamos "comunicar".
Bueno, ya sabemos.
RAE punto es, tenemos toda la información está accesible.
Esto es, sí, es una maravilla.
Entonces, bueno, la primera información que tenemos
es que comunicar viene del latín "communicare"
y "communicare" significa compartir información.
Es decir, que ya tenemos
una primera idea de qué necesitamos compartir.
Tenemos ya esto en la cabeza, por lo menos.
De hecho comunicare viene de "communist", de "común",
de hacer común, de genera, público, etcétera.
Entonces ya eso nos da una primera idea
de qué la comunicación implica...
Efectivamente, efectivamente.
Pero bueno, si vamos a las definiciones, bueno,
hay muchas acepciones del verbo comunicar.
Vamos a quedarnos sobre todo con estas tres.
Comunicar significa descubrir,
manifestar o hacer saber a alguien algo.
Es decir, como tú decías, implica que haya otra persona.
Conversar, tratar con alguien de palabra o por escrito,
es decir,
con alguien de nuevo y transmitir señales
mediante un código común entre el emisor y el receptor.
Efectivamente, efectivamente.
O sea que con estas ideas
de emisor y receptor vamos a recordar,
aunque muchos alumnos ya lo saben
perfectamente en sus clases de lengua,
de filología y de periodismo.
Vamos a recordar cuál es
el esquema básico de la comunicación.
Bueno, pues la comunicación necesita estos elementos básicos.
Necesita primero un emisor, es decir,
una persona que emite un mensaje.
Ese mensaje le llega a un receptor
que es la persona que recibe ese mensaje.
Esto es lo básico.
Sin embargo, ese mensaje necesita un código.
Pues eso, si hablas chino
o si hablas español.
Eso es. No te puedes entender.
Pero un código también puede ser un lenguaje de gestos,
o un morse o el braille.
Hay muchos códigos diferentes.
Un código en el que se escribe
o se traduce o se genera este mensaje.
Este mensaje va por un canal determinado, pues el aire, el wifi,
un folio.
Tenemos un canal determinado.
Y lo importante,
una de las cuestiones más importantes
es que el emisor y el receptor comparten un mismo contexto.
Si no estamos en una misma situación o en un mismo contexto,
algo va a fallar porque no se va a poder producir
o no se va a comprender del todo nuestro mensaje.
O sea que este es el esquema básico.
Pero lo que vemos ahí, desde luego,
es que tenemos un emisor y un receptor,
y ya hemos visto con la definición
que tenemos esta idea de compartir,
de hacer que dos personas estén implicadas.
Por lo menos dos personas estén implicadas en este,
en este acto de la comunicación.
Porque efectivamente,
el emisor y el receptor no es que el emisor
sea una parte activa y el receptor una parte pasiva.
Los dos están implicados y los dos
tienen un papel activo, diferente, pero activo.
Si no me estuvieras asintiendo ahora mismo,
yo no sabría que la comunicación está funcionando.
Entonces tenemos estas dos personas, por lo menos dos,
que están de forma activa participando
en la comunicación y que participan
de lo que se llama el principio de cooperación.
O sea que esto ya a mí me encanta,
porque por lo menos la comunicación exige cooperar.
es que tiene que ser así y si no, no funciona.
El principio de cooperación que lo formuló
Herbert Paul Grice en el año 1975.
Esto pertenece a una parte de la lingüística
que se llama pragmática.
Y la pragmática lo que sirve es para estudiar el lenguaje
en relación con los usuarios del lenguaje
o con las condiciones
en las que se establece una comunicación.
Es una parte concreta de la lingüística que me apasiona,
me parece que nos explica mucho, cómo somos.
Entonces, el principio de cooperación,
pues dice básicamente
que la comunicación exige cooperación
y se basa en estas cuatro máximas: la máxima de cantidad,
la máxima de cualidad, de relación y de modalidad.
Ahí estamos.
Efectivamente.
Efectivamente vamos a ir con la cantidad.
Lo que dice la máxima de cantidad,
lo que dice es que debemos dar la información justa y necesaria.
Es algo lógico, pero a veces...
A veces nos enrollamos mucho
o a veces incluso omitimos información.
Cuando hacemos esto,
lo que estamos haciendo es que la comunicación
se pierda, se quiebre.
Porque si me enrollo mucho, llega un momento
en que dejas de escucharme
o si omito información vas a pensar que te estoy ocultando información.
Es decir, que debemos decir la información justa y necesaria,
ni más ni menos, ésta es la máxima cantidad,
la máxima de cualidad.
O también se llama en algunos sitios la máxima de calidad.
Tiene que ver, pues eso, cómo damos la información.
La información quedamos tiene que ser verídica, es decir,
no podemos dar datos falsos,
no podemos mentir y además tampoco debemos decir algo
de lo que no tengamos pruebas, o sea,
ni siquiera medio verdad, medio mentira.
O sea que eso...
Efectivamente.
Y las fake news son un ejemplo de esto, pero bueno,
deberíamos respetar esta máxima, porque si no, si yo te miento,
vas a pensar que soy una embustera
y por tanto la comunicación se quiebra exactamente igual
que si damos más o menos información de la necesaria.
Tenemos estas dos máximas que debemos cumplir
para que nuestra comunicación sea por lo menos coherente
y válida y fluida.
Por otro lado, tenemos la máxima de relación, es decir,
debemos decir cosas que estén relacionadas,
sean relevantes con el tema.
Si me enrollo demasiado
o si saco tres temas de un solo tema,
la otra persona no me puede seguir.
para eso nos comunicamos,
para que nuestro mensaje llegue del emisor al receptor.
O sea que tenemos también la máxima de relación.
Y por último, tenemos la máxima de modalidad,
es decir, cómo digo mi mensaje.
En este sentido debemos ser claros y ordenados,
debemos ser breves y además debemos evitar la ambigüedad.
Esto es lo que dice la máxima de modalidad,
porque si no somos claros,
si no somos ordenados o si nos enrollamos.
Y si no somos capaces de sintetizar,
o si somos ambiguos provocamos en el otro, que se despiste,
que no nos siga, que no nos crea...
pero en realidad así funciona en general, o sea,
lo hacemos de una forma espontánea.
Lo que es cierto es que a veces nos preguntamos
¿por qué con estas personas
nos comunicamos mejor y con estas no?
Hay muchos factores, por supuesto,
pero entre ellos está que se respete o no el principio de cooperación.
Y que no es algo que tengamos que estudiar.
Es que nos sale natural
y cuando no nos sale natural nos esforzamos para ello,
de una forma instintiva.
Vale, pues al lado del principio de cooperación tenemos
lo que se llama el principio de cortesía
esbozado por Geoffrey Leech,
el lingüista Geoffrey Leech, en el 83.
Y bueno, es verdad que el principio de cortesía
está a medio camino
entre la lingüística y la psicología.
O sea que tenemos ahí...
Eso es. Pero.
Pero es indispensable un principio de cortesía para poder comunicarnos
y que la comunicación efectivamente sea fluida y adecuada.
Entonces el principio de cortesía se basa
también en cuatro máximas: la máxima de tacto
y generosidad, la de aprobación y modestia,
la de acuerdo y la de simpatía.
La máxima de tacto y generosidad dice que debemos minimizar el coste
y maximizar el beneficio para el otro.
Es decir, que si yo hablo contigo,
a ti te tiene que costar poco trabajo seguir mi conversación
o querer mantenerte en la conversación.
Y te tienes que sentir,
que te aporta mucho beneficio esa conversación.
¿Cómo se hace eso?
Pues si yo dentro de mi discurso.
Te hago cumplidos. Te alabo.
Sin pasarnos. Porque entonces entraríamos en el terreno de...
Nos tildarán de pelotas y se quebraría la comunicación.
Pero dentro de esto debemos respetar la máxima de tacto y generosidad.
También debemos respetar la de aprobación y modestia.
Es decir, debemos minimizar la desaprobación del otro
y salvar la imagen del interlocutor.
Si yo te desapruebo, posiblemente
no me quieras seguir escuchando mucho más.
Y también al mismo tiempo, minimizar el elogio de uno mismo.
Es decir, si tú me estás escuchando, cómo me alabo vas a acabar...
la comunicación, perdemos el principio de cooperación
y perdemos el principio de cortesía.
Por otro lado, tenemos la máxima de acuerdo.
Es decir, debemos minimizar el desacuerdo,
pues evitar las quejas.
Si hacemos peticiones, deben ser amables.
Tenemos que ser asertivos en nuestra manera de comunicarnos.
Minimizar el desacuerdo entre los hablantes.
Y por último, tenemos lo que se llama
la máxima de simpatía,
que consiste en minimizar la antipatía.
Es decir, por ejemplo, si yo me burlo de ti o te insulto,
o hago bromas constantemente, bromas de mal gusto,
resulto antipática y por tanto la conversación no va,
no va a acabar en buen...
Claro.
Efectivamente, es mucho mejor entonces.
Estas son las máximas y los dos principios,
el de cooperación y el de cortesía,
que funcionan para que nos podamos comunicar bien.
La red de Ciudades es una asociación de municipios, de gobiernos locales,
aúna ayuntamientos que o bien ya estaban
impulsando políticas de alimentación sostenible
y saludable o querían empezarla,
sobre todo con la oleada del Pacto de Milán
sobre políticas alimentarias urbanas
de 2015 y que quieren empezar a intercambiar experiencias,
recursos, aprendizajes.
Madrid es una de las ciudades firmantes del Pacto de Milán,
que es el Pacto de Políticas Urbanas Alimentarias
y que reúne a ciudades de todo el mundo.
Y luego esto en el ámbito nacional,
se traslada también a la red de ciudades por la agroecología.
¿Todo esto para qué?
Básicamente es para asegurar y hacer esfuerzos,
progresar hacia una alimentación,
sistemas alimentarios saludables y sostenibles en las ciudades.
La red agroecológica estatal nos permite estar un poco informados
tanto en el aspecto normativo como técnico,
para de alguna forma
luego trasladarlas a nuestros propios agricultores
para que puedan aplicarlas en sus explotaciones
y hacer sus huertas, por decirlo alguna manera, más competitiva.
-Formamos parte de una veintena de ayuntamientos.
Los sistemas alimentarios locales. Yo creo que son transformadores.
A veces parece que no tenemos casi competencias,
pero esta red nos está haciendo ver que tenemos mucho potencial,
porque no es lo mismo que una ciudad,
se reúna con un ministerio, con la Comisión Europea,
que un conjunto de ciudades como estamos haciendo ahora.
Los compromisos que adquieren las ciudades,
que participan en redes, que apuestan por la agroecología,
pues tienen un claro convencimiento
de que hay que promover políticas activas desde la producción,
la distribución, la intermediación,
la comercialización y el consumo que puedan
estrechar sus relaciones en la proximidad
y en una producción más ecológica y sostenible.
Y esos compromisos se trasladan
en las distintas ciudades con actuaciones diferentes.
El Parque de Agroecológico es un proyecto que surgió en 2012.
Es un proyecto del municipio del Ayuntamiento
de Rivas-Vaciamadrid
y el objetivo que tiene es el de fomentar,
el de apoyar a pequeños productores agroecológicos.
Por un lado, facilita el acceso a la tierra a los agricultores.
Los agricultores aquí acceden a una superficie entre una hectárea
y cuatro hectáreas de terreno,
como un alquiler de 200 euros al año para una parcela de regadío
y apoya también con asistencias técnicas empresariales
y agroecológicas a los productores que lo necesitan.
No solo hay que apoyar una agricultura, digamos,
certificada ecológica,
sino que hay que apoyar también a la economía local
y a los pequeños productores
a través de canales cortos de comercialización.
Es la manera que tiene el pequeño agricultor
de poder quedarse con un poquito más de margen de venta de los productos.
Uno de los retos que tenemos como sociedad ahora mismo
es el relevo generacional en la agricultura.
Uno de los limitantes que tiene la gente en Madrid,
que trata de empezar un proyecto y no tiene historia agrícola,
no tiene tradición en su familia,
es la dificultad que tiene por falta de conocimientos.
Desde el parque intentamos suplir la falta de conocimientos
con la asistencia técnica ecológica que les aportamos.
-El campo no es profesión fácil.
La agricultura es muy complicada y sobre todo,
dependemos mucho del clima.
El cambio climático nos está afectando cada vez más.
Pero aquí en Madrid tenemos un gran mercado
y la verdad es que si tienes
un buen producto de huerta y sabes defenderlo
y el sabor es auténtico, de la huerta, al final se vende.
Yo creo que el sector agrícola es uno de los más importantes.
Ya hemos visto en el confinamiento que casi todo para
pero la agricultura tiene que seguir adelante
porque la gente tiene que comer.
Lo que queremos es que la agricultura ecológica
avance un poco más
y gente come productos químicos y son sanos.
Es un trabajo duro, más que hierba mala,
brota de ellas y queremos poner algún tipo de cooperativa.
Y estamos con ellos. Alberto está dando el 100 %.
Hay muchas empresas de aquí del parque que son cooperativas
y también hacemos asesorías
agronómicas desde la instalación del riego.
Asesoramos también con temas de salud vegetal.
Vemos con ellos qué productos ecológicos podemos utilizar
y ayudamos también a hacer compras conjuntas
tanto de materiales como de fitosanitarios
entre las parcelas del parque.
Principalmente la diferencia entre una ganadería ecológica
y una que no lo es el hábitat y la alimentación del ganado.
Son productos que no están,
no llevan ningún tratamiento fitológico,
es todo producto natural.
Estando dentro del parque agroecológico
cooperamos un poco entre unos y otros.
Yo, por ejemplo,
como tengo los animales y hay gente
que a lo mejor si no cultiva toda la parcela,
pues a mí me lo dicen.
Yo les cultivo abono verde y entonces ellos ganan,
que tiene su parcela limpia de hierbas y yo
pues me beneficio en el sentido
de que también cojo pasto, para las vacas.
La red de ciudades
estamos trabajando en desarrollar distintos marcos legislativos
en cuanto a una ley
de protección de suelos de alto valor agrológico.
Es decir, este territorio, el Parque de Agroecológico de Rivas
es un equipamiento básico
y se debe proteger la función ecológica
pero sobre todo productiva,
de producir alimentos de calidad cerca de las ciudades.
Es importante y viene de recomendaciones
de la Comisión Europea.
El blindar el uso sostenible del suelo para producción agraria.
La verdad se caracteriza principalmente
por tener una tradición hortelana
y agrícola muy, muy arraigada al municipio.
Pues el Ayuntamiento de Fuenlabrada, a través de su gobierno
desde hace ya prácticamente una década, se ha preocupado,
por decirlo de alguna manera,
por preservaresa actividad e incluso fortalecerla
mediante la reserva en su Plan General
de Ordenación Urbana de estos suelos donde están ubicadas las huertas,
para, de alguna forma también, preservarla de esa amenaza
de lo que es la especulación inmobiliaria.
-Bueno, no vamos mal, pero sí que hay poco.
-Hablamos, gracias.
Yo ya me bajo para abajo.
-Hemos formado una cooperativa
y viendo que esto
sí que iba hacia adelante y pues para emprender nosotras
también como mujeres
y como el proyecto nos gusta, pues por eso.
-Estamos en el mercadillo, digamos,
uno de los mercadillos que pone a disposición el Ayuntamiento
para la venta ambulante de productos
y en concreto en el puesto que tenemos a disposición
de productos de la huerta local del parque agrario,
pero lo que se está intentando es inducir a estos agricultores
a que, se dirijan hacia una agricultura
mucho más medioambiental, podríamos decir, o ecológica.
Es verdad y cierto que todavía solo contamos con una huerta
que cuenta con esa certificación,
pero trabajamos en esa línea conjuntamente con ellos,
para que de alguna manera adapten
sus explotaciones a huertas un poco más sostenibles.
Hemos puesto en marcha
lo que se llama una huerta experimental,
que digamos que funciona como una especie de laboratorio.
-Intentamos ayudar, en la medida de nuestras posibilidades,
al agricultor local, pues...
desde ayudas técnicas,
saber qué productos pueden utilizar,
cómo rellenar un cuaderno de campo
o simplemente trasladando toda la información
que vamos sacando aquí en la huerta experimental.
-Pues la idea que tenemos aquí es saber
si podemos producir lo más sano posible que se pueda,
o sea, retirar todos los productos químicos
y el reto es que tengamos la misma...
digamos, el mismo volumen de producción
y que tenga viabilidad económica que en lo convencional.
-El cambio fundamental de que tengamos una institución
que haya decidido apostar por mantener
o preservar una zona agrícola en el municipio es muy importante.
En el tiempo que llevo aquí,
he visto cómo hemos cambiado del riego por aspersión
al riego por goteo,
cómo se ha ido minimizando el uso de pesticidas químicos...
Pues son cosas que teniendo la finca experimental
o incluso orientando parte,
aunque sea una pequeña parte de la producción de las otras fincas
para la distribución local,
ayuda a que ellos también tomen conciencia
de que no solamente tienen es vía
de comercialización que es Mercamadrid,
sino que hay posibilidades de mejorar sus condiciones
y que sus explotaciones sean viables.
-En cada municipio, sin duda, se trabaja con las entidades
que elige cada municipio.
Hay asociaciones de vecinos, asociaciones de consumo...
Cada vez más estamos trabajando
con asociaciones para la asistencia social,
que trabajan, por ejemplo,
con bancos de alimentos, etcétera.
A nivel estatal, sobre todo,
el Consejo de Organizaciones Sociales
se compone, sobre todo, de organizaciones de ámbito estatal
y hay desde organizaciones ambientalistas,
ONG para el desarrollo,
universidades que están trabajando en alimentación sostenible,
organizaciones agrarias también.
-El Ayuntamiento de Valladolid,
movimientos sociales y la Universidad.
Entendíamos que había ya un germen en Valladolid muy importante,
hablando de consumo ecológico y, por ejemplo,
había grupos de consumo,
había ya también muchísimas organizaciones dedicadas
a esto y lo que hicimos fue crear la estrategia alimentaria.
Y uno de los primeros frutos precisamente fue este ecomercado,
poner en común todos los esfuerzos de los productores
para que se visibilicen sus productos
y la gente pueda adquirirlos a buen precio.
Pero también estamos dando pasos para que la compra pública
sea precisamente a productores locales en los lugares
que dependen del Ayuntamiento; hablo, por ejemplo,
de escuelas infantiles,
los comedores escolares que no dependen del Ayuntamiento
durante el curso escolar, pero en verano tenemos un programa
para llegar a las familias más necesitadas.
Por ejemplo, que esos productos vengan
de productos ecológicos y de cercanía
en vez de grandes cadenas de producción.
En España se destinan 2.000 millones de euros al año
también en compra de alimentos para compra pública,
para bancos de alimentos, para un montón de cosas,
es como... esto tiene que ser una herramienta
para fomentar las producciones locales
y para fomentar el empleo local de calidad
en actividades sostenibles.
También dentro de la estrategia alimentaria,
otra cosa que tenemos previsto es hacer un banco de tierras
en el que queremos involucrar a los pueblos
de alrededor de Valladolid,
pero también a cualquier pueblo que tenga tierras fértiles
que estén en desuso.
De lo que se trata es de que esas tierras vuelvan otra vez
a su uso primigenio, que es la agricultura,
preferiblemente la ecológica,
y también sirvan para fijar población
y para fomentar el empleo en la provincia.
En Valladolid tenemos cuatro huertos urbanos
con un total de 183 plazas
y están destinados a personas en desempleo.
Tenemos otros cuatro huertos comunitarios
que normalmente los trabajan asociaciones de vecinos
o asociaciones de padres; tienen una orientación más
para asociaciones de tipo comunitario
y luego tenemos también huertos para personas mayores.
Los huertos empezaron como una iniciativa social
para ayudar a las personas en desempleo,
pero en estos momentos también forman parte
de la estrategia alimentaria de Valladolid,
porque hemos iniciado el camino
para cambiar el modelo alimentario de la ciudad.
Queremos conseguir que en Valladolid la gente cada vez se alimente mejor.
Ni punto de comparación a comprarlo en una frutería...
ni punto de comparación.
Y yo, por ejemplo, los tomates no me gustaban
y desde que tuve huerto empecé a comerlos.
No sabíamos absolutamente nada,
la primera vez que plantamos calabacines,
todo el mundo nos decía: "Plantad calabacines que salen solos",
y los plantamos y: "Cuándo salen".
"Todos son machos lo que tenéis".
No sabíamos que había machos y hembras de calabacines.
-Mi trabajo es como asesora en cultivos ecológicos,
en cultivos hortícolas,
y tenemos varios proyectos en esta zona.
Y, bueno, pues hacemos durante todo el año,
hacemos diferentes formaciones y actividades
para que todos los hortelanos aprendan cómo funcionan
los cultivos ecológicos.
-También tenemos dentro del programa de huertos
otro, el de los huertos escolares,
que en estos momentos tenemos más de la mitad
de los centros escolares públicos de Valladolid
tienen un huerto escolar.
Está funcionando muy bien y los chavales creo
que están aprendiendo mucho sobre agroecología
y sobre cuidado del medio ambiente.
-Yo creo que otro reto fundamental es la educación a la ciudadanía.
No podemos seguir con este mantra
de que los productos ecológicos son más caros.
-En Valladolid, hemos creado una asociación
que se llama VallaEcolid, que estamos productores,
elaboradores y tiendas para poder acercar el producto
en común y poder juntar gastos para hacer el transporte más barato.
-Otro de los dos proyectos o dos patas que están incluidas
dentro de la estrategia alimentaria y de nuestra asociación
es la puesta en marcha de un centro de acopio
y distribución y de un obrador comunitario.
El centro de acopio y distribución, lo que va a hacer es almacenar
y captar todos los productos producidos
y elaborados en nuestra ciudad y en nuestra región
en un mismo centro logístico
para poder distribuir en conjunto a toda la región.
Y el obrador comunitario es algo
también unido a este centro de acopio,
que será una incubadora de empresas agroecológicas
donde ellas podrán elaborar y transformar todos sus productos.
-El obrador comunitario tiene por finalidad desarrollar
unas instalaciones que, por su costo e inversión,
sería imposible desarrollar por productores
con escasa capacidad económica.
En ese sentido, nos hemos implicado;
teníamos unas instalaciones que son necesarias adaptar
y ahí estamos.
En esta zona es donde facilitamos espacios también
para la comercialización de la producción de proximidad,
lo que se denomina kilómetro cero
de producción hortofrutícola típica de la zona
y en la época en la que se produce.
Y, finalmente, como último proyecto de desarrollo,
es el que hemos realizado
para la reducción del despilfarro alimentario.
Tiene por finalidad,
fundamentalmente a través de unas técnicas sofisticadas
que no utilizan ningún conservante,
alargar la vida de los productos hortofrutícolas,
aprovechando excedentes o productos
que no tienen unas excepcionales condiciones
para su conversación,
pero que son perfectamente aptas para consumo,
desarrollándose purés, "smoothies", zumos, fruta cortada, etcétera.
-También necesitamos que otras administraciones
de escala superior, autonómica o nacional,
apoyen, porque los municipios tienen competencias muy limitadas.
Nos parece muy importante impulsar una ley estatal
sobre el derecho a la alimentación.
Creemos que en estos momentos más que nunca es importante
que el Estado sea garante del acceso
de toda la población a la alimentación adecuada,
sostenible y saludable,
también adaptada a los patrones culturales
de todas las culturas que conviven en nuestro territorio.
El secretario general de Naciones Unidas sacó,
a principios de mes, un documento en el que planteaba
que era importante, en relación con los aprendizajes
de la COVID, situar, regular, proteger
los sistemas alimentarios locales frente a riesgos también vinculados,
por supuesto, con el cambio climático.
La apuesta de trabajar en la agricultura ecológica es
porque hay que concienciar a la gente de cuidar
el medio ambiente y también de que se cuiden ellos mismos.
El consumo de fitosanitarios también está demostrado
que afecta a la salud
y es una manera de cambiar el modelo.
-En Europa se gastan 2.000 millones de euros al año
en gastos sanitarios relacionados con la mala alimentación.
Entonces la buena alimentación pasa a ser una solución.
-Fomentemos una mayor ingesta de verduras y frutas
que, en general, somos la mayoría de la población
deficitaria en Madrid y todos los expertos indican
que debemos aumentar esa cantidad
de verduras y frutas en nuestra dieta.
Tenemos a veces alimentos que recorren 5.000 kilómetros
o más para llegar a nuestro mercado, a nuestra mesa,
y eso evidentemente el impacto que tiene en términos de emisiones
y de transporte y en términos de la calidad del producto
que viene a esa larga distancia y los tratamientos
para que llegue en condiciones al menos aparentes de buena calidad,
es negativo y por eso se fomentan, a nivel del Ayuntamiento
y de la Comunidad de Madrid,
acciones para activar los productores
y su conexión y su llegada
y su presencia en los mercados municipales,
y eso abarca multitud de acciones:
Hay ayudas tanto por la vía de ceder espacios
o fechas directamente para la venta directa
de esos productos
como ayudas para promoción de los propios productores.
Sea por, digamos, identificar sus productos como de proximidad,
facilitarles canales, conexión con los mercados,
con Mercamadrid y la presencia de esos productos idealmente
en los circuitos más generales
y que lleguen al mayor número población posibles.
Hay un proyecto que desarrolla el área de desarrollo urbano,
el área de urbanismo, que llaman "barrios productores"
y es básicamente en los espacios interbloque
de muchas promociones de vivienda en barrios y distritos,
generalmente, de la periferia de Madrid,
aunque varían también las circunstancias,
utilizar esos espacios entre bloque para activar la economía
y activar la producción de proximidad,
utilizándolos como proyecto estrella,
uno de ellos para huertos urbanos, para agricultura urbana,
mediante proyectos que presentan vecinos,
asociaciones o pequeñas empresas.
Otras acciones son las redes de huertos comunitarios urbanos
que hay en la ciudad, que son más de 50 huertos,
que tiene una superficie de unas 60 hectáreas a fecha de hoy
y continúa aumentando;
Y el huerto en el que estamos aquí hoy.
Este huerto es un aula ambiental.
Básicamente aquí lo que hacemos es una línea de trabajo con colegios
para hacer actividades dentro del desarrollo curricular,
relacionadas con el medio ambiente.
Con la Red de Huertos, la relación que tenemos
son colaboraciones concretas.
No estamos dentro de la Red de Huertos,
simplemente porque también pertenecemos al Ayuntamiento
y nos parece más interesante
que la red salga de proyectos vecinales.
Nosotros aquí lo que hacemos es crear un vivero
para que de aquí salen...
sacan personas que comiencen otros proyectos fuera,
que eso sea lo interesante.
-En Madrid tenemos 55 huertos comunitarios,
está previsto hacer otros ocho más en un próximo proyecto
y hay más peticiones;
La idea es a largo plazo, hasta dentro de cuatro años,
llegar a los 70 huertos comunitarios.
Además, hay 34 huertos en centros municipales,
centros de mayores, centros culturales, bibliotecas
y luego tenemos más de 190 huertos en colegios
e institutos de Madrid.
O sea, casi 300 huertos urbanos.
Los huertos comunitarios empezaron a partir del 2011/2012,
grupos vecinales, grupos de consumo...
Hubo un proceso de negociación con el Ayuntamiento
y, a partir de 2014,
se consiguió hacer iniciar el programa
construyendo los huertos en unos sitios acondicionados
con su agua, con su acometida de agua,
vallado, su tierra vegetal...
No se utilizan pesticidas ni abonos de síntesis.
La producción es prácticamente
para el autoconsumo de los huertanos,
pero hay huertos que, por su condición socioeconómica,
sí repartían a comedores sociales de los barrios que estaban al lado.
Desde que empezó la COVID,
lo que se ha hecho en casi todos los huertos
que tenían producción, se han cedido a comedores sociales
a través del Banco de Alimentos
o de asociaciones vecinales para fines solidarios.
-Hay realidades muy concretas de cada ciudad,
pero hay una coincidencia de vocación y de compromiso
por abrir otros modelos de sistema alimentario
que puede implementar cada ciudad en sus políticas alimentarias.
La importancia de cómo se alimentan nuestros vecinos
y cómo la relación de la ciudad
con el campo se puede hacer más equilibrada y más justa también.
(Música)
(Música)
"Las primeras señas de identidad de Ibírico
nos lo mostraban perdido en sus laberintos,
sin deseo alguno de encontrarles una salida.
Y en Ibírico, ese inconfesable deseo
no era otro que el de eternizarse
en los infinitos instantes de esa suma siempre imposible.
Escapa a nuestro entendimiento,
pero eso sí, está ahí,
recordándonos que lo objetivo
para todo creador es un siendo indescifrable,
nunca una realidad palpable.
Cabe preguntarse qué busca Ibírico a través de sus laberintos
de irregulares cuadrados negros.
Sencillamente reencontrarse,
pero esa búsqueda de sí mismo la va anotando con formas
que le pertenecen, como pintor que es,
de igual manera que otros la notan con palabras.
Fija para no olvidar,
para recordarse a través de esas callejuelas
de formas informales de su infancia.
Todo ello y más que uno no llega a adivinar está en sus obras,
en unas obras convertidas en interrogantes,
pues sus laberintos son eso, solo eso,
una interrogación que se afana
angustiosamente por encontrar una respuesta.
Y las respuestas nos empiezan a aparecer,
o al menos eso creemos,
a través de unos signos que se sobreponen al cuadro,
a la manera de misteriosas señales que anuncian
o deben de anunciarnos nuevas salidas a nuevos horizontes.
Eso pensamos, o mejor, eso sentimos ante las obras
del siempre esotérico Ibírico.
Al igual que Lautréamont, Ibírico concede al misterio
la razón de ser la esencia esencial de toda obra de arte.
Así habla de la obra de Ibírico Emilio Sanz de Soto."
(Música)
"Musealia, en colaboración con el Museo Estatal
de Auschwitz Birkenau,
presentan en el Centro de Exposiciones Arte Canal de Madrid
la exposición 'Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos',
una gran muestra que pretende invitar al espectador
al conocimiento y reflexión de lo que significó el Holocausto,
uno de los episodios más nefastos
y horripilantes de la historia de la humanidad
y que, como el propio título de la exposición indica,
sucedió en la próspera y civilizada Europa
ni hace demasiado tiempo
ni en un lugar tan remoto como para descartar definitivamente
que pudiera llegar a producirse de nuevo.
Se ha elegido para ello Auschwitz
porque, aunque no fue ni mucho menos el único campo de exterminio nazi,
Auschwitz fue sin duda el más mortífero y simbólico.
Un nombre asociado inexorablemente al asesinato masivo inmisericorde
de millones de seres humanos.
La muestra ofrece un discurso exhaustivo
a base de objetos altamente significativos,
imágenes y textos que intentan explicar
el cómo y el porqué del Holocausto,
que son mostrados al impactante marco de arcos
y columnas del depósito de agua reconvertido en sala de exposiciones
del Centro de Arte Canal.
Un total de 600 piezas entre paneles informativos,
documentos, fotografías, dibujos, películas, objetos
y escenarios aportados en su mayor parte
por la entidad organizadora,
el Museo Estatal de Auschwitz y otras instituciones
y coleccionistas públicos y privados.
Una rueda de tren y un zapato
son los objetos simbólicos que se encuentra
el visitante al inicio de la exposición.
La rueda de un tren de mercancías como los que llegaban a Auschwitz,
cargados de ganado humano camino al matadero.
Un zapato de mujer de color rojo,
ajado como huella del ser humano
que lo portaba antes de sucumbir al horror del genocidio.
Zapatos de hombre, de mujer o este zapato de niño como muestra
de que el exterminio no discriminó entre edades o sexos."
(Música)
Ofrecemos los reportajes "Ciudades por la agroecología" y "Boek visual: Ibírico". También, entrevistamos al periodista e historiador de arte Peio Riaño y a la filóloga y actriz Luna Paredes.