(Música animada)
Soy lo que siempre he sido,
es más de lo que pedí.
Hoy camino decidido
y es por ti.
Déjame, permíteme,
que me asome a tu pantalla,
no tiremos la toalla...
Que te da tiempo todavía
a montar la algarabía.
¡Vive!
¡Vamos a empezar!
(BALBUCEA)¿"Re que te" que de qué?
(CHILLA)
A que te hago un costurón
que te hago un ocho.
Venga, la cartera. (RÍE ANSIOSO)
Dásela.
Venga, la cartera,
que me pongo de aquí.
Toma, no nos hagas daño.
Daño, ¿de qué?
¿Qué llevas, la cartera vacía?
La llevas vacía hasta ahora.
Aquí tienes 200 euros.
Coja la cartera.
(GRITA) Que la cojas,
que te rebano de arriba a abajo.
El reloj.
Te juro que no llevo.
¿Crees que no me he dado cuenta?
No llevas hasta ahora. Toma.
Ponle el Rolex.
Ponle el Rolex
que te rebano.
Y el collar de perlas.
¿Pensabas que no te lo daría?
(GRITA) Aquí, en la garganta
y que eches el bofe.
¡Aquí!
¡Venga!
Eh, eh, el móvil.
(RÍE HISTÉRICO)
(BALBUCEA ININTELIGIBLEMENTE)
Qué haces con ese teléfono.
Guárdatelo.
Y toma un móvil como es debido.
Este "smartphone".
¡Que lo cojas!
(BALBUCEA)
El coche este.
¿Es tuyo?
(ASUSTADO) No.
La madre... Este coche es tuyo.
Toma las llaves.
Y te lo doy con el depósito lleno.
Nos está dando el coche.
(HOMBRE) "Alto, policía".
El anillo de oro, toma.
Cuidado con lo que decís
que os tengo calados.
(GRITA)
(Pasos)
¿Estáis bien?
-Sí, de hecho, mejor que antes.
-Llevamos meses
intentando pillarle.
-¿Lo van a encerrar o qué?
-Queremos cogerlo
para que nos amueble la comisaría.
¿Sí?
(Timbre)
(Barullo)
No sé qué pasa.
(Ladridos)
¡Chucho!
Pero qué...
¡Pedro!
Coño, ¿qué ha pasado?
¿Estás bien?
(RESOPLA) Bien, estoy bien.
No estoy mal.
Ha habido momentos
donde he estado peor.
Ese perro de fuera,
no sé si es tuyo...
Sí.
Tiene muy mala leche.
Ha ido a arrancarme la pierna.
Se ha tirado con el colmillo
y le he dado dos veces,
así, en el espolón del hocico
y ya se ha ido.
Ojo con el perro, ponle cadena
porque un tendrás un contencioso.
Lo que quiere es jugar.
Con menos juego se apaña uno.
¿Cuándo me sacarás en una película?
Has sacado a todo el mundo
y a mí, ¿cuándo?
No descarto la posibilidad real
de sacarte en una de mis películas.
¿Sí?
Porque eres un actor de tripa.
De canaleta.
Me viene a la memoria
cuando te miro
la prestancia
y el saber estar de Al Pacino.
Al Pacino me encanta.
No sé si te he contado
que con Al Pacino
vendimiamos en Valdepeñas.
(RÍE)
Dos semanas cogiendo uvas
a destajo.
Me dijo: "Pedro,
me encanta la experiencia,
porque es 'so cool'".
A los doce días
los riñones le cantaban por soleás.
(RÍE)
Y digo: "Ahora empezamos a sentir
verdaderamente el sopor y el calor
de lo que supone
estar en la vendimia."
Qué gracioso.
¿Llevaste a Al Pacino a vendimiar?
Lo hablamos en una fiesta.
En una fiesta le dijiste:
"Nos vamos a Valdepeñas"
Han quedado dos vacantes
en Casa Marga,
en Valdepeñas,
para vendimiar.
Al principio no quería.
¿Cómo?
Y Cher, que estaba al quite dijo:
"Apúntame".
¿Cher también?
Dijo: "¿A cuánto pagan?"
Dije: "A 0,80 céntimos el kilo".
Dijo: "No pagan bien".
Y dije: "Está la cosa mal,
pero si vas rápido
te cundirá el día."
Ahí quedó la cosa.
No he sabido más.
De verdad,
qué figura, qué fenómeno.
Escucha, y la Uma Thurman,
la de Tarantino,
me gusta una jartá.
¿También te la llevaste tú a...?
Uma es un ser extraordinario.
Pero Uma no puede ser nunca
"chica Almodóvar"
y te digo por qué.
Le gustan las gachas, pero una vez
hicimos una sartenada
y le tuvieron que dar
con una paleta en los nudillos
porque se saltó la vez
y cogió chicha cuando no le tocaba.
Se trajo un tenedor láser,
de Los Ángeles,
más largo de lo permitido
y cada vez que mojaba se llevaba
dos chichas en el tenedor.
La jipiaron y aquello no cayó bien
entre los operarios.
Te han pasado unas cosas,
de verdad.
¿Y esa película en la que ibas
a trabajar con Mia Farrow?
Hablé con Mia Farrow
a través de Woody Allen,
le pedí el teléfono de Mia.
Claro.
Y la llamé:
"Mia, soy yo."
A Mia.
A Mia.
¿Porque es tuya?
¿Quién?
Mia.
No, Mia es Mia Farrow, no tuya.
Si fuese tuya, sería Tuya Farrow.
No, mía no, ni tuya.
No, De Ella Farrow.
¿De Ella Farrow?
O del otro.
Hubiera sido de Woody.
De Woody.
Sería de él.
Sería Suya Farrow.
¿Cómo va a llamarse Suya Farrow?
Es suya.
No es Suya, es Mia Farrow.
Si es mía es tuya.
No es que sea mía.
Mía tampoco.
¿De quién?
Tuya.
Mía no es.
Ni mía.
Deja de decir tontadas,
o pillo, cojo y me voy.
Ya no sé
si es mía, tuya o de Farrow.
Escucha, chiquillo.
¿Tú cómo te vas a ir?
Tú no te puedes ir, chiquillo,
sin prepararme unas gachas
que me han dicho
que preparas unas gachas...
A mí me gusta la gente natural,
la gente de tripa y sencilla.
Pero una cosa es esa
y la otra es
que me has puesto los albarcones
encima de las piernas.
Tú ponte cómodo.
Me doy cuenta
de que si te echan unos filis
en las suelas,
deben quitarle las ruedas
a cuatro aviones.
Baja los albarcones,
o tendremos un altercado.
Me los quito ahora,
porque iremos a la cocina,
que tú no te irás
sin hacerme unas gachas de esas
que haces tú.
¿Te hacen las plantillas
con la lona de un remolque?
(RÍE)
Vamos a hacer las gachas...
Vamos a preparar las gachas.
Tú prepáralas
y yo me las como.
Pedro, esto está muy bien,
pero ¿no ibas a preparar gachas?
He preparado un pipirrana.
El pipirrana no tiene nada que ver
con ir con un sapo en la mano
porque te estés meando.
(RÍE)
Hay mucha gente que lo confunde.
Ahora bien, las gachas
sin harina de guija
es imposible hacerlas.
Seguro que en la cocina hay,
pero no sé dónde.
Aquí no sé dónde está nada.
¿No saber?
No sé dónde.
¿Y tenerlas?
Las tengo.
Tenerlas.
Las tengo.
¿No saber?
No sé dónde.
Estamos bien.
Aparte de las gachas,
¿te gustan otras cosas?
Yo soy fundamentalmente de guiso.
Los platos que más me gustan
son entrantes,
como "Los entrantes pasajeros",
"La flor de mi secreto ibérico",
"Carne trémula en salsa",
"Lacones lejanos"
o "Los garbanzos rotos".
Oye, ¿y de postre?
De postre, "La miel que habito".
(RÍE)
Qué fenómeno, de verdad.
Digo yo, a ti, una película
que te haya impactado.
Te hablaré de una película inglesa
de los años 30,
una película de cine intrínseco
y de cine de tripa.
Que se ve para dentro.
Que solo entiende el que lo hace.
Se llamaba originalmente:
"Chicken to take away
for to take away is true".
"Las gallinas que entran
por las que salen".
Y la tengo aquí, si quieres ver,
es estupenda, no te la pierdas.
(Cacareos)
Esto es una tontá.
(LOS DOS) ¡Gorda!
Hola, amigos, hoy visitaremos
la casa de un buen hombre, Fermín.
Una nueva víctima de un desalmado
"Constructor a la fuga".
(Sintonía rockera)
Hola, Fermín.
Claudia, ¿cómo estas?
Al entrar ya veo que los platos
no están bien puestos en la mesa.
El que los ha puesto
no tiene la menor idea.
No los ha pegado con silicona,
¿de acuerdo?
Puede ocurrir
que al volcar la mesa,
todo se pierda.
Nada más entrar también he visto
algo muy palpable.
(GOLPEA) Está mal recibida,
es evidente.
Una buena madera debería resistir
el impacto de una maza.
Federico, como
si lo fueran a prohibir.
Dale.
(GIME DE RABIA)
Venga, venga, venga.
Hay veces
que Federico se viene arriba,
y tengo que usar
una pequeña cerbatana
para dormir ñus.
(Estruendo y convulsiones)
Si el veneno de amapola
en el cuello se viene abajo,
uso un pigmento de hierbas suizas.
Una especie de muljeta.
(SOPLA)
Ahí, ahí.
Venga, venga, venga.
Arriba, con la maza.
Tú, a lo tuyo.
Este sofá tiene
una tela poco resistente.
Es evidente que ha habido
muy mala intención.
Desde luego, al hacer esto,
se nota la mala intención
en la construcción.
Es evidente.
Ahí.
(GIME CON RABIA)
Bien.
Me llama la atención al entrar
esta estantería.
¿Habéis pensado
que puede producir un accidente?
Cualquier visita... ¿Veis?
Esto no estaba previsto.
Ha podido matarme.
Puede ocurrir algo así.
(GIMEN DE ESFUERZO)
Sí.
(GIME CON RABIA)
Ya.
Ya vale, venga.
Venga, ya.
Ya, ya.
Bien.
(RESOPLA) Fermín, es evidente
que os han destrozado la casa.
Eso es un hecho.
Habéis hecho bien en contactar
con "Constructor a la fuga".
Oiga, yo me llamo Xavi.
No me llamo Fermín.
¿Sí o qué?
Nosotros no le hemos llamado.
Fermín vive en el 4-B.
Bueno.
Se va abriendo la tarde.
Qué iba a decirte,
luego hablamos tú y yo
sobre el tema de localizaciones
de sitios, llamadas y tal.
Estás más despistado
que una cabra en un garaje.
Y a ustedes decirles
que no pueden perderse
el nuevo programa de...
"Presentadores a la fuga".
La mazo de rasgos ricos.
Que no la voy a usar,
pero di tú que sí.
(Grillos)
(Música reguetón)
Tú iguálamelo.
Tú iguálamelo.
No lo superes, no.
Iguálamelo.
Tú iguálamelo.
Tú iguálamelo.
Tú iguálamelo.
No lo superes, no
Tú iguálamelo.
Auchinli pisipa similisí mojao.
Uachala pacha lusy
malata ma...
Tú iguálamelo.
Tú iguálamelo.
Tú iguálamelo.
No lo superes, no.
Iguálamelo.
(Chirrido de ruedas)
(Chirrido de ruedas)
Anda, espera.
Que me he cargado un fulano.
(Música melodramática)
La localidad de Morata
se viste de luto
para despedir a uno
de sus más ilustres vecinos.
-Al cubata, en vez de tónica
le pondremos ron-cola
para que sea de luto.
-Hemos hablado
con fuentes cercanas a la familia
y nos han asegurado que el cuerpo
se llevará al cementerio
en una carretilla.
-La idea es enterrarlo
a cuerpo de rey.
-He escrito una esquela.
Gorda.
(LEE LA ESQUELA)
-La pensamos nosotros,
la escribieron los padres
y el de correos
la envió al periódico.
-El cuerpo lo velará su madre.
Meteremos al abuelo en el féretro.
Pero al que enterraremos
es al tábano.
(LOS DOS) Correcto.
-El velatorio será en la cama.
Un piscolabis, canapés, aceitunas...
(LOS DOS) ¡A mesa puesta!
-Brindemos por el Fumi,
que paga el tábano.
(LOS DOS) Esa es la verdad.
-Nos despedimos desde Morata,
no sin antes recordarles,
que esta tarde
se celebrará el funeral.
Un funeral en homenaje al Fumi,
un hombre que se levantaba a las 14h
a mesa puesta,
y que vivía a cuerpo de rey.
Esa es la verdad.
-Como en casa de los padres de uno,
en ningún lado.
Adelante, Federico.
Siéntese.
Sí.
¿Qué tal?
Muy bien.
Muy bien, Federico.
¿Cuánto lleva en la empresa?
Pues unos...
¿15 años?
(TITUBEA) Sí, sí.
Bravo. Habrá que celebrarlo
dándole un incentivo, ¿de acuerdo?
¿Ah, sí?
¿Cuánto está cobrando ahora?
Pues... con las últimas bajadas
no llego a 900 euros.
Usted no puede seguir cobrando
esa miseria de ningún modo.
Le voy a ilusionar
en el plano personal.
Eso suena genial, don Vicente.
Esto es una caja sorpresa.
¿De acuerdo?
Ajá.
Federico, le daré la posibilidad
de quedarse con el sueldo del mes
o elegir el contenido de esta caja.
O sea, que si me quedo con la caja,
no cobro el sueldo.
Eso es.
Esta caja contiene
algo muy valioso.
Pero puedo no elegir la caja
y seguir cobrando el sueldo.
Puede no elegir la caja
y seguir cobrando el sueldo.
¿Qué me dice?
Pues, que elijo el sueldo.
¿El sueldo?
Sí.
Muy bien.
Lingotes de oro, llevar
el departamento, escrituras...
Trenes como este
no se le presentarán nunca más.
Tengo hipoteca,
dos hijos y mi mujer está en paro.
No es el mejor momento,
prefiero lo seguro
Cuidado, cuidado.
"Caution, Caution".
Que no, don Vicente, que no.
Lo siento mucho
pero prefiero mi sueldo del mes,
pero se lo agradezco.
¿Tiene algo más que decirme?
No.
Pues me marcho
a seguir trabajando.
Bueno, pues, nada.
Muchas gracias por todo.
Esto no me lo esperaba de usted,
Federico.
¿Qué pasa? ¿Qué le parece mal?
Ni mal ni bien.
Quería incentivarle
de una manera singular
y considero
que usted no está valorando
mi gran esfuerzo.
Lo que he depositado ahí dentro
no es moco de pavo.
¿En la caja hay algo muy valioso?
Míreme a los ojos.
Claro.
Vale.
Vale, elijo la caja.
Muy bien, se queda con la caja.
Antes de abrirla,
firme aquí la renuncia del sueldo,
aquí abajo.
Sí, esa.
Ya puede abrirla.
(SUSPIRA)
Sí señor.
¿Pero qué es esto?
Un dibujo de mi hija Daniela.
Tiene ocho años.
No, no me dé las gracias.
En estos niveles de generosidad
nos movemos cuatro.
Somos usted y yo. ¿Se ha fijado?
Para ella usted es como su tío.
Me ha dicho:
"Dale un beso al tío Federico".
Así es la vida.
A veces se gana, a veces se pierde.
Y usted ha ganado.
Disfrútelo, Federico.
Ah, dígale a Gómez
de contabilidad que suba.
No le diga nada del concurso.
Prefiero que sea sorpresa.
Bueno...
(HABLAN INGLÉS INVENTADO)
(OFF) Este es el programa
donde ponemos refranes a prueba.
¿Qué tal, Jimmy?
Descubrimos si los refranes
de nuestra abuela
son científicamente ciertos o no.
"Yes".
(OFF) Hemos recibido varios mails
al programa
y hemos elegido este refrán.
Queremos saber la verdad.
¿Dónde está la respuesta?
"I don't know."
Cómo que no.
Ah, "yes", calla.
Hola, amigos,
esto es "Cazadores de refranes"
y queremos comprobar
si se coge antes
a un mentiroso que a un cojo.
Aquí tenemos a tres personas
que no están cojas.
El primero está bien.
Anda muy bien.
Y el segundo también anda bien.
OK, OK.
Hay que solucionar
este asunto.
Nos han mandado cojos falsos.
Nos la han metido clavada.
Tenemos una herramienta
maravillosa para solucionar esto.
"Do you know the mazenborriquen?"
Quién no la conoce.
Vamos a provocarles la cojera.
Aquí tenemos a un doctor
que dará fe del cebollazo.
(GIME DE DOLOR)
Correcto.
(GIME DE DOLOR)
Correcto.
(GIME DE DOLOR)
Correcto.
Y ahora podemos comprobar
que ya tenemos tres cojos.
(HABLA INGLÉS INVENTADO)
También tenemos a tres mentirosos.
Comprobaremos que lo son.
Preguntemos al primer mentiroso
qué programa de televisión
suele ver.
Veo los documentales de La 2.
-Uy, es un mentiroso.
Sí, es un mentiroso.
(AMBOS) ¡Correcto!
¿Cuál es tu estado civil?
Estoy felizmente casado.
(RÍEN)
-Otro mentiroso.
(LOS DOS) ¡Correcto!
A ti te vamos a preguntar...
(TITUBEA)
Uy, no, no.
No es necesario.
No hace falta ni preguntar.
Mira de lo que hablamos.
"The maletin lo dice tó.
Urbanism concejal".
Concejal de urbanismo.
Este es un mentiroso.
(LOS DOS) Verdad.
Vamos a dar la salida a la prueba.
(Disparo)
Salen con mucha ventaja
los mentirosos.
Los cojos van un poco rezagados.
(HABLA INGLÉS INVENTADO)
Ahora daremos la salida
a nuestros cazadores.
(Disparo)
Mentirosos y cojos
se escabullen entre la maleza.
(JAMIE) Mira cómo corren.
Oh, Dios mío.
Ahí tenemos a un mentiroso.
Coge el teléfono,
entra en Facebook
y le pone "guapa"
a una amiga poco agraciada.
Sí, sí.
No ha podido evitarlo.
Los cazadores le han dado caza.
Lo han atrapado.
Tenemos a un mentiroso
en la saca.
Ahí tenemos al primer mentiroso
"Thirty five", 35 más o menos.
Sí.
(HABLA EN INGLÉS INVENTADO)
Mira, hay otro.
Otro de los mentirosos.
Se ha encontrado a un actor
y lo felicita.
-Saliste genial.
Fue increíble.
De verdad.
Te juro que ha estado increíble.
¡Y también lo han capturado!
Si no se hubiera parado a felicitar
falsamente al actor,
No lo hubieran cogido.
"Is a three".
30 minutos más.
Atención, tenemos
a dos mentirosos capturados
y ningún cojo.
Con un solo mentiroso más
confirmaríamos el refrán.
Vamos "good".
No, no. No vamos mal.
(HABLAN INGLÉS INVENTADO)
Mira, mira ahí.
Dios mío, ¿es un mentiroso?
Sí, es un mentiroso.
Vamos a por él.
¡Quieto!
¡Pies quietos ahí, "gurripuyi"!
Ya es nuestro.
¿Lo tienes?
(Rugidos)
¿Que haces qué?
(Rugidos)
(HABLA INGLÉS INVENTADO)
"One moment."
¿Pero es un mentiroso, o un cojo?
Atención, porque es un cojo
haciéndose pasar por un mentiroso.
Pasándose por "liar".
(HABLA INGLÉS INVENTADO)
Vamos a comprobarlo.
Es un cojo.
Mira. Sí, lo es.
Sí que es un cojo, sí.
Si el mentiroso
se hace pasar por cojo,
entonces es un supermentiroso.
Del "tó".
Para nosotros es un mentiroso.
"Is a liar".
"Yes".
Pero cojea.
Sí, pero es un mentiroso también.
Entonces nos callamos.
Entonces...
(AMBOS) "The refrán is confirmated!"
¿Qué tal ha ido?
Ha sido una operación complicada.
Tres horas para localizar
el foco de la infección,
dos horas para cauterizar
los vasos sanguíneos, complicado.
¿Ella cómo está?
Es un poco precipitado
para hacer un diagnóstico.
(SE LAMENTA)
Pero no se preocupe.
(SOLLOZA)
Si hay algo
que pueda hacer por usted.
¿Qué?
¿Puedo hacer algo por usted?
Sí. ¿Puede bajar a la zona verde?
No he cambiado el tique del coche.
Van a ser cuatro euros.
¿Cómo?
Espere un momento...
¿Quiere que le mueva el coche?
No tanto cambiarlo
como reponer el tique.
No serán más de cuatro euros.
Son cantidades irrisorias.
No le moveré el coche. (RÍE)
Se lo digo porque yo estaba así
y ha dicho usted:
"¿Puedo hacer algo por usted?"
Y dos veces.
Si usted hubiera dicho:
"Esto es todo lo que puedo hacer",
la conversación no tendría sentido.
Al haber dicho eso,
yo le he dicho: "baje usted".
Por no dejar el hueco
en la conversación.
Ya, pero me refería
a hacer algo médico.
En el contexto...
No hace falta que reponga el tique.
¿Baja usted?
Acérquese a Atocha
que llega mi suegra.
Tardará entre tres cuartos de hora
y media hora
y se la trae.
¿A su suegra?
Parando a comer, lógicamente.
¿Que invite a comer a su suegra?
¿Yo?
Parece mentira que siendo médico
no se dé cuenta
de que con el ayuno no se juega.
Vaya que le de un pronto
y se quede en el intel.
¿Que la invite a comer?
Usted para, comen...
Tranquilos, se toman su tiempo.
La lleva al Museo de Cera
y la entretiene
y por la noche vienen.
Y luego, cada uno a su casa.
Yo a la mía y usted a la suya.
Con mi suegra.
¿A mi casa? ¿Yo?
¿Con su suegra?
Si ve usted que por razones X
le tiene que coger una pensión,
la coge, no se lo tomaré a mal.
¿Estamos locos o qué?
Coja la llave, y se mete
la llave y la suegra
por donde le quepan.
La mudanza quiere que le haga.
Cuidado...
Cuidado el daño que están haciendo
los recortes en sanidad.
Cuidado...
(Música clásica)
(RÍE)
(Puerta)
¿Sí?
¿Se puede?
Adelante, González.
Verá, González,
últimamente han llegado a mis oídos
rumores acerca de que yo
a usted le tengo manía.
¿Es esto cierto?
Bueno...
¡Silencio!
Estoy hablando yo.
El único responsable
de sus notas es usted.
Usted y nada más que usted.
Ahora tiene clase de música,
¿verdad?
Sí.
¡Silencio!
Dígame, es el único alumno
que toca la trompa en el instituto.
¿Cierto? Bien.
Podría deleitarme
con algunos sonidos
de ese maravilloso...
(RÍE MALICIOSAMENTE)
instrumento, ¿verdad?
(RÍE MALICIOSAMENTE)
(Música de tensión)
(Trompa)
(RÍE MALICIOSAMENTE)
Es que parece
que está obstruida.
"Parece que está obstruida",
excusas, González.
Excusas.
Si está obstruida,
meta el cazo de la mano
y arrebañe.
Saque lo que haya, González.
(Trompa)
Ya está.
No, no puede ser, no puede ser.
No puede ser, González,
meta la mano.
Arrebañe.
(RÍE MALICIOSAMENTE)
No hay nada.
¿Cómo que no hay nada?
Déjame ver.
No puede ser.
¿Seguro, González,
que es el único alumno
que toca la trompa
en el instituto?
Sí.
Luego, no hay ninguna trompa más.
No, eso no.
También está la de Toni García,
el músico de Nueva Orleans
que esta semana nos da jazz.
No, no te referirás a Toni García,
el músico y boxeador, ¿verdad?
(HABLA ENFADADO EN INGLÉS)
Es que...
(GRITA ENFADADO EN INGLÉS)
Vaya con el intercambio cultural.
Es que está ahora de Erasmus.
Así que...
Yo lo que tengo, padre,
fundamentalmente,
es una envidia negra.
¿Negra?
Si le va a alguien bien,
lo paso fatal.
Delante de la gente disimulo,
digo que me alegro,
pero luego le digo:
"A ver si reventaras
como la ballena de Jonás".
Y mentiras,
miento más que un almanaque
de esos de antes.
El otro día me tocaba pagar la cena
y digo: "He perdido la cartera".
Por no pagar mi parte.
La verdad es que la cena
me supo a gloria bendita.
Eso es cierto.
Y digo: "¿Compensará esto?
Que luego viene el remordimiento".
Y digo: "Va, va, va".
(Tacones)
¡Tenemos con nosotros a José Benito!
¿Cómo ha ido esa confesión?
-¿Qué le ha caído de penitencia?
-¿Nota algo
de la lesión espiritual anterior?
La verdad es que ha sido
una confesión que no ha sido fácil.
He entrado al principio
en un tono bastante defensivo.
No quería contar los pecados.
Y poco a poco me he ido relajando
y he ido soltando pecados, poco más.
Has optado
por una confesión convencional,
¿a qué se debe
el cambio de estrategia?
La verdad es que el planteamiento
ha sido conservador.
He salido
con planteamiento de 4-4-2.
Cuatro veniales,
cuatro capitales y dos mortales
con espiral
de un tirabuzón en barrena.
En líneas generales,
¿cómo ha ido esta confesión?
Yo lo he visto bien, ¿no?
Yo me veo bien
y mi director espiritual,
hasta luego,
bastante bien también.
Hemos hecho un tiki-taka,
un 1-2-2-1,
pregunta-confesión,
confesión-pregunta.
Y poco más, ¿no?
¿Te ves absuelto de tus pecados?
Yo creo que sí
porque así lo he sentido
y me he visto
más suelto en los últimos minutos.
Y ya pensando en la penitencia
y en los pecados que voy a cometer
la semana que viene.
¿Qué ha pasado en el confesionario?
Lo que pasa en el confesionario,
se queda en el confesionario.
¿Te ves en el mundial 2018
de los pecadores?
-¿Te ves en forma para la final?
-¿Te ves con opción a Balón de Oro?
Bueno, yo creo que ahí...
¿El pichichi este año lo ves tuyo?
Bueno, yo creo que...
No, no me digas ni que sí ni que no,
lo que quiero es que me respondas a:
¿el pichichi lo ves tuyo este año?
¿Sí o no?
No, no.
No me digas que no,
que lo que te estoy preguntando
es que si el pichichi
va a ser tuyo este año.
¡Que sí o que no!
¡Vamos a ver, te estoy diciendo
que me digas si el pichichi
va a ser tuyo este año!
¿Sí o no?
¡Que me estás calentando!
¡Y te voy a dar dos hostias!
Te estoy diciendo que no.
¿Que no? ¡No me digas que no!
Lo que te estoy preguntando
es que me digas:
¿el pichichi este año lo ves tuyo?
Sí, no.
Te estoy diciendo que no.
¡Que no me digas que no!
-Hasta aquí ha llegado
la entrevista a José Benito.
Devolvemos la conexión
a la cripta,
donde se están celebrando los octavos
de final de 100 m cepillo.
Pues sí, amigos.
Increíblemente,
acabamos de coronar
la cuarta base del Mulhacén.
Es verdad que hemos pasado
algunas zonas un tanto escarpadas,
pero lo hemos conseguido,
y lo hemos conseguido
en compañía de nuestro compañero
Antonio García Ferreras.
La subida dura, ¿no?
Ha sido complicado, ¿no, Antonio?
Perfecta, fenomenal, cómoda.
Hemos venido dando un paseo,
respirando aire puro,
en exclusiva y al rojo vivo
con Calleja.
Espera, cortad, cortad.
¿Qué ha pasado?
¿Cómo dices
que has subido cómodamente?
No puedes decir
que has subido cómodamente.
Pero si hemos hecho 3 m.
No, a ver si te explico.
La gente que ve "Planeta Calleja"
lo que espera es, precisamente,
altura, tensión, riesgo.
Que si no, me desarmas.
Pero y qué...
Venga, vamos a grabar otra vez.
¿Repetimos?
Sí, amigos, aunque parezca mentira,
lo hemos conseguido.
Estamos ya
en la cuarta base del Mulhacén.
Hemos pasado
por zonas bastante escarpadas.
Durísima, durísima, la subida,
¿no, Antonio?
Yo estoy bien.
Digo, mal.
Estoy mal...
Un poquito mareadillo.
¡Espera, corta, corta!
Coño, ¿cómo dices
"un poco mareadillo"?
Me has dicho antes...
O estás o no estás mareado,
pero no a medias tintas,
que se vea que te cuesta.
Amigos, increíblemente,
acabamos de coronar
la cuarta base del Mulhacén.
Lo está pasando muy mal
Antonio García Ferreras.
Tres lipotimias,
dos vomitonas,
está muy bajo de sodio.
Intenta sacarlo de las rocas.
Chupa, Antonio.
¿Eh?
¿Que chupe qué?
Como las cabras montesas
de Sierra Morena,
intenta sacar la sal
para mantener vivo su organismo.
Estamos francamente preocupados
por las heridas internas que tiene.
Hay lobos salvajes en la zona.
¿Que hay lobos?
Y puede ser peligroso si olfatean...
¡Calleja!
La sangre de Ferreras.
¡Calleja!
Cállate un momento, anda,
cállate un momento.
Cállate...
¡Cortad, cortad!
¡Cállate!
Pero es que has dicho que hay lobos.
¡He dicho que hay lobos
porque tengo que llenar!
Si hay lobos,
vámonos de aquí echando leches.
¿No puedes entrar haciendo
como que vas...?
¡Se te nota, joder!
Si he entrado a cuatro patas
que me lo has dicho.
Entra reptando.
¡Dame la maza de herrar borricos!
Haz el favor.
¿Pero qué dices, que hay lobos?
(GRITA)
Ahora sí.
Amigos, llegamos
a la cuarta base del Mulhacén
en unas circunstancias límite.
Antonio Ferreras
está al borde de doblarlas.
Una roca le ha partido la rodilla
y tiene la fascia hecha harina.
Por si eso fuera poco,
en un despiste,
ha caído de espaldas
hacia un terraplén.
(GRITA)
Un precipicio.
(Aullidos)
Pues sí, Emilio, si le conoce,
que sí que había lobos al final.
Ahora cuando editéis,
cortad lo del empujón.
Es mejor que no se vea por corte.
Con menos tiempo,
vamos más al grano.
Oye, que te has cargado a Ferreras.
También me quemé el otro día
los labios con el café
y nadie dijo nada.
Bueno, ¿y qué hacemos?
Ponlo en gastos
de la producción, anda.
Ya hablamos.
(Música de tensión)
Buenas noches.
¿Qué haces, huevón?
Vengo de parte del señor Escobar
a entregar un mensaje
a los hermanos Ortega.
Ni madres, sin la contraseña
no puedo dejarte pasar, güey.
Andate y déjate de huevonadas.
El patrón me ha encargado
que entregue el mensaje,
¿no me vas a dejar entrar, marico?
Si de verdad conoces al señor Ortega,
seguro que tú sabrás decirme
la contraseña.
Bueno, pues nadie me dijo nada
sobre ninguna contraseña, güey.
Muy bien, ¿y qué más?
¿Cómo que qué más?
Ya te he dicho que nadie me dijo
nada de ninguna contraseña, güey.
Y precisamente ese es
el principio de la contraseña,
"a mí nadie me dijo nada
de ninguna contraseña".
Y yo te digo:
"Muy bien, ¿y qué más?".
Y tú me dices:
"¿Y cómo que y qué más?
Te digo que a mí nadie
me dijo nada de ninguna contraseña".
Muy bien, ya te queda poquito
para poder pasar.
Tú eres tonto
o te diste un golpe en un pollete.
Correcto, ¿y qué más?
¿Como que correcto?
"Tú eres tonto
o te diste un golpe en un pollete"
es la segunda frase de la contraseña.
Muy bien, ya te queda menos
para poder pasar.
Sigue, ¿qué más?
Ya.
Pero es que no estamos hablando
de ninguna contraseña, huevón.
Estamos improvisando
la conversación.
"Improvisando la conversación",
muy bien, ya te queda menos.
Ya casi estás dentro.
Sigue, ¿qué más?
Ya, pero es que ahora
el que no quiere pasar soy yo.
Y ahora das media vuelta,
tres, cuatro, cinco,
vuelves para acá, uno, dos...
Te digo,
esto no es ninguna contraseña.
Muy bien, ¿y qué más?
Ya casi estás dentro, sigue.
Por el amor de Dios,
en mi vida vi un cansino como tú,
cansal más igual.
¡Amargavidas!
Si te doy así con la mano vuelta,
te echo los dientes al suelo.
¡No mames, güey, no mames!
La cagaste, no es así.
¡Los dientes al suelo no!
Los dientes en un canasto.
Es verdad, perdóname, perdóname.
¡Qué pena!
Perdóname.
¡Perdóname, joder!
Joder, macho, que me he tirado
tres semanas en mi casa
estudiándome esto:
insultos, acento mexicano, joder.
No he dicho "canasto",
he dicho "suelo",
pero es una chorrada, joder.
¿No me vas a dejar entrar?
No, no puedo.
Ha sido una tontería.
¡No puedo!
No puedo.
¿No puedes?
O me dejas pasar o te hago
un agujero en el cuerpo
que te van meter los algodones
con una horca de ablentar paja.
Es "aventar", no "ablentar",
pero te doy la contraseña
por correcta porque nos vamos a tirar
toda la noche y no es plan.
Ya puedes pasar, venga.
La próxima vez la hacemos
más corta, macho,
que me he dejado
tres semanas en esto.
Hasta luego.
Vamos a dar unas vueltas a esto
a ver si cambiamos.
Tiene razón, estamos siempre igual.
Deja de llorar, hijo mío,
deja de llorar, por favor.
Que no es lo que piensas,
te lo juro.
¿Cómo voy a dar un cambiazo
a las tarjetas de los nombres
en los regalos de los Reyes Magos
para quedarme yo con el tuyo?
¿Me crees capaz de levantarme
a las 6:45 de la mañana
por el lado izquierdo del colchón,
por donde los muelles se oyen menos
ir de puntillas por el parqué
para que no se oiga llegar al árbol,
coger las tarjetas
y cambiar los nombres?
Por favor, parece mentira,
siendo tu padre.
Me duele.
Antonio, la verdad es un poco raro
que a ti te hayan traído la Xbox
y al niño una corbata.
¿Y tengo culpa de que los Reyes
a cada uno
le quieran regalar una cosa?
Vamos a ver, dale esto.
Suelta, hombre ya.
¡Que se lo des al niño!
Suelta el regalo.
Hombre, por favor.
Venga, hijo mío, de verdad,
no hagamos de esto un mundo.
Me duele a mí más que a ti.
Hijo, si te va a gustar.
Vete a jugar con la corbata
mientras tu padre
se echa un "Call of Duty".
(Música de tensión)
(Música de miedo)
(Música terrorífica)
Des 1, bloque 4, primera.
Hitchcock decía sobre el cine
que es como la vida,
pero sin las partes aburridas.
La pregunta es:
¿Cómo de aburridas son esas partes?
¿Cómo son?
Los actores, cuando no los miran,
¿qué hacen, se rascan,
bostezan, se toman un café?
Vamos a ver una película
donde esas escenas
no se han eliminado.
En una nueva sección llamada
"Descargas ilegales".
(BSO "El Mago de Oz")
Apresúrate, Espantapájaros,
que queda bien poquito.
No, Dorothy, por el amor de Dios.
Adelántense ustedes.
Ahora yo, si eso, me acerco.
Les espera El Mago.
¿Seguro?
Seguro.
Pero me da tremendo pánico
que te quedes acá solito.
No deben tener ningún temor,
se lo aseguro.
El Mago les espera.
Adelántense y ahora,
si eso, yo ya voy yendo.
Pero la bruja nos dijo...
Dijo tantas cosas...
No podemos hacer caso.
Adelántense, que yo ya iré...
Con lo mío ya yo voy.
Vamos, chicos,
vamos a ver a El Mago.
Hasta luego, Espantapájaros.
Adiós.
Adiós a todos.
Adiós.
Anda, adiós.
No te entretengas.
Adiós.
Hasta luego, Espantapájaros.
Anda, corre.
Vamos despacio
y ya nos alcanzas tú.
Oye, no te quedes rezagado,
Espantapájaros.
Oye, pero ven pronto.
Venga.
Venga, que ya iré yendo yo.
Hasta luego.
Madre mía.
Adiós.
-¡Qué bonico, eh!
¡Qué bonico!
Estarás orgulloso.
La figura emblemática
de los campos de Castilla,
el Espantapájaros,
ahí amorrado detrás de un seto.
Claro, como esto es una película,
venga hacer descargas ilegales.
¡So mugroso!
Bastante que te importará a ti.
¿Quién te ha dado vela
en este entierro, muchacho?
Tú sigue con lo tuyo.
¿Qué me tienes que incomodar a mí?
Si estoy aquí o no,
a ti no te importa en absoluto.
No me importa.
Pues claro, se me ha caído el mito.
El mito de toda la infancia,
aplomado.
Con todo el artesonado,
que eres un descerebrado.
Muchacho, ¿yo me he metido contigo?
Tú vas a lo tuyo, sigue con lo tuyo.
Cuando tú veas un espantapájaros
detrás de un seto,
tú es a hacer viento sordo.
¡Que te vayas a la mierda!
¿Que me vaya a la mierda?
Sí.
¿A la mierda me voy a ir?
A la mierda te vas a ir tú,
que te voy a dar con todo esto
y te voy a dejar esnucado.
¿Pero tú que vas a hacer?
Pim y pam.
Lo escarfio todo.
No tienes más que palabras.
Te voy a meter el palo por abajo
y te voy a retorcer.
Te cojo por los pelos que no tienes
y te arrastro así.
Y te pongo patas abajo.
Así por la moqueta.
Será posible.
¡Tirado!
Te voy a decir una cosa.
¿Qué?
Que hay que tener muy poca vergüenza
para hacer una cosa de estas.
Te voy a sacar los ojos
con un escardillo.
Fíjate lo que te digo.
Y te voy a pinchar así
que te van a meter los algodones
con una horca.
¡So mugroso!
Hartosopas.
Desgraciado.
Asante.
Amarro.
Estomagante.
Has tirado por la borda
todo el estilo de Hollywood
por hacer una descarga de estas.
Vaya disgusto que llevo.
No poder hacer uno
ni una descarga ilegal siquiera.
(Campanas)
¡Viva los novios!
(Aplausos)
Antonio, felicidades.
Gracias, Fernando.
Me ha encantado la ceremonia,
de verdad.
Merche, estás preciosa.
-(RÍE) Gracias.
-Fernando, te queríamos agradecer
el pedazo regalo
que nos has hecho.
De eso precisamente
te quería hablar.
Te queríamos comentar, que gracias
al regalo que nos has hecho,
podemos irnos de viaje a Punta Cana.
Del ingreso es
de lo que os quería hablar.
Es que lo hice desde casa
el otro día, no llevaba las gafas,
como tengo la vista cansada,
estaba lloviendo fuera,
entre truenos y tal,
le di a la tecla
y no era la cantidad que quería,
no era la que yo quería.
Y digo, se lo comento.
¿No querías ingresarnos 4000 euros?
No, no.
3500.
Bueno, realmente es más un tema
de ceros que de otra cosa.
El...
Ah, vale, entiendo.
O sea, querías ingresar 400
y le diste a un cero más.
No te preocupes, Fernando.
400 euros está muy bien,
es lo que normalmente
ingresa la gente.
Baja.
Baja un poco.
¿40 euros?
No, no, no.
¿Cómo voy a ingresar 40 euros?
No, no, baja.
Baja un poco.
¿Cuatro euros?
Sí, señor.
Digo: "Va, venga, tira,
por una vez,
tiro la manteca al techo.
Qué más da,
por un amigo se hace lo que sea".
Cuatro euros y ya está.
Que sabes que no es por mí,
pero el cubierto lo pagan sus padres.
Lo dices por el cubierto.
Tranquilo, me lo he traído de casa.
Cuchillo jamonero pequeño,
que esto se lleva el alma cortando.
Y un tenedor que tenía ahí.
Precisamente mi cuñado
me ha traído unos "tuppers"
y digo, mira,
te los dejo y la comida que sobre
me la echas
aunque sea para el perro.
Fernando, si tú no tienes perro.
Es por eso entonces que hace días
que no lo saco a pasear.
Es lo que tiene no tener perro,
no lo tienes que sacar.
Merche, te voy a pedir un favor.
Si es posible,
todo el arroz que hay en el suelo,
me lo recoges,
mírame, por favor,
escárbame, pero al detalle,
todos los dobladillos,
bolsillos y tal
que siempre parece
que queda granza, esa no.
Pero el arroz lo metes todo.
Con el arroz que encuentres,
mañana os invito a una paella.
A ver...
No, no, esto corre de mi cuenta.
Faltaría más, vamos.
Con los gastos que tenéis,
y encima...
Lo sé, lo sé.
Lo decía mi madre:
"Eres de generoso, tonto".
Pero estas aguas no movemos cuatro.
Qué voy a hacer.
Para no dejarlo por la mañana,
esta noche paso por tu casa
y me devuelves
lo que te ingresé de más.
A lo mejor esta noche no estamos.
Tengo llave, no te preocupes.
Abro y arraso en volquete vivo.
Bueno...
Parece que está refrescando, ¿no?
Entiende...
Ya, luego lo hablamos,
que tengo que atender a otra gente.