Lo que yo he hecho este invierno, realmente, lo puedo definir
en tres líneas, tres líneas fundamentales,
que van destinadas, precisamente, a esta mujer
que, de alguna forma, no todas piensan de la misma manera.
Entonces, las he situado en tres lugares distintos,
tanto de poblaciones como en el tiempo.
Una de ellas la denomino Berlín, porque entiendo que es una época
parecida a la que en el año 1930 se vivía en aquella ciudad,
una ciudad con gran protagonismo también,
con una mujer que había tomado el protagonismo
parecido al actual nuestro
y que tiene como características fundamentales
el que la ropa es importante en cuanto a volúmenes,
aunque las cinturas están mucho más marcadas.
Los coloridos son oscuros y alegrados...
Oscuros exteriormente y alegrados por medio de colores vivos
para las partes interiores. Y los largos son largos.
Otro tema, que yo lo ubico en París en el año 1960,
época de un cierto, digamos, misticismo
y que embarca a la mujer en otra aventura,
mucho más intelectual,
donde también el protagonismo femenino toma otro ambiente.
Me parece preciosa esta tienda.
Le estaba comentando a Roberto que cada vez son...
Cada tienda de las que monta está mejor
y cada vez es más bonita y está preciosa, está preciosa,
y me parece un espacio fantástico.
-Me encanta su ropa desde hace muchos años,
utilizo su ropa...
Y yo creo que la ropa de Roberto es muy asequible
y, sobre todo, que eso, que estás cómoda,
que puedes estar... Te vistes desde por la mañana
y a la noche puedes seguir monísima.
Tengo que empezar a decir que soy un diseñador un poco atípico,
en el sentido de que me gustan empresas complejas y difíciles.
Y, en este caso concreto también, el diseñar un vino,
el hacer posible que una zona como la comarca de Monterrei
se vuelva a poner en valor
después de muchos años en donde fue punto de referencia
de los vinos más importantes de este país,
a mí me parecía una empresa muy atractiva, muy apasionante
y que me ha, bueno, llenado de energía positiva,
teniendo en cuenta que hay detrás de este proyecto también
la ventaja importante de contar
con un entorno familiar que está también implicado,
en concreto, mi hermano Miguel y su hijo, Miguel Ángel,
que están haciendo el trabajo de campo,
el trabajo del día a día,
el trabajo con la misma pasión
con la que solemos enfrentarnos a cualquier reto.
Y en esa dinámica,
yo creo que nos está llenando de ilusión
lo que estamos haciendo porque, en el fondo, moda o vino,
prácticamente estamos en lo mismo, es seducir los sentidos
en la búsqueda de la calidad, en la búsqueda del disfrute
a través de uno u otro uso.
Aunque son 25 años, parece que fueron dos días, ¿no?
Y a mí me llena de ilusión para tener la energía necesaria
y afrontar este sueño americano con absoluta juventud.
Roberto, gracias por atender a "Solo moda"
y abrirnos las puertas de tu taller, aquí, en el centro de Madrid.
-Yo soy quien os tengo que dar las gracias
por darme esta oportunidad
de tener en tu valiosísimo trabajo
un puntito de mi aportación.
O sea, que gracias a ti.
-Bueno, pues del 82 al 2012, 30 años en el mundo de la moda.
-Hombre, sería largo de contar, pero, de alguna forma,
porque tiene esa gran capacidad de hacer que tú disfrutes
intentando ser tú mismo, intentando sentirte bien,
intentando ver que lo que refleja el espejo
es lo que tú quieres enseñar.
Y eso, ponerlo en práctica,
ver cómo en un año se suceden dos temporadas,
con qué velocidad tienes que estar trabajando,
siempre con un año de antelación, puesto que, ahora mismo,
yo ya estoy trabajando para el invierno del año que viene
y todavía no hemos hecho más que empezar este,
porque empieza a hacer frío ahora, ¿no?
Es un montón de pequeñas cosas,
quizá, que hacen grande a la moda
porque permiten, o nos permite, ser capaces de intuir
cuáles son las necesidades de un consumidor
y, en consecuencia, nos anticipamos a esas necesidades
y le damos soluciones.
Yo creo que esa es la gran capacidad que tenemos
para influir en hacernos felices.
-Como buen gallego, eres un hombre de tu tierra.
Roberto Verino, para quien no lo sepa,
háblanos un poco de por qué surge el apellido de Verino,
porque no te apellidas Verino.
-Necesitamos creer que en nuestro lugar de origen
y que nuestros entornos
los hagamos, de alguna forma, entendibles,
lo digamos con cierta ilusión y también con pasión.
Seamos capaces de entender que lo nuestro,
si no creemos en ello,
mal lo vamos a poder valorar y vender,
por lo tanto, era la mejor manera de que un apodo que yo tenía,
porque era como me llamaban donde había ido a estudiar fuera,
pues me llamaban el Verino, pues dije:
"Es una manera de reivindicar el lugar de tu origen
haciéndole entender la gente
que de eso tienes que sentirte orgulloso".
Bueno, yo tengo la suerte en este momento
de contar con mi mujer, que está vinculada
al desarrollo de la colección de mujer.
Ella es la directora artística de toda la colección.
Eso a mí me ayuda a tener una cierta ventaja,
porque nuestra relación humana
está mezclada de tal manera con la profesional,
que no sabemos cuándo empieza una cosa
y cuando termina la otra. -Para lo bueno y para lo malo.
-Para lo bueno y lo malo, pero yo creo que eso la hace rica.
Yo soy una persona, para empezar, muy sencilla.
Me gusta, incluso, lo imprimo como carácter a mi trabajo,
la sencillez como un valor para poder hacer
que la intemporalidad también se convierta
en una forma de invertir, más que en gastar,
en el mundo de la ropa, lo que a mí me parece,
que lo digo con frecuencia, es un valor seguro.
Me gusta disfrutar de las pequeñas cosas.
Me gusta respetar la naturaleza.
Me gusta intentar hacer que la gente que, en definitiva,
se acepte, se quiera, se valore y sea feliz.
Y para todo ello intento darle valor
al mundo fantástico que podemos tener a nuestro alrededor,
que muchas veces no lo sabemos encontrar,
porque siempre pensamos que...
lo más lejano, lo más sofisticado, lo más atrayente
tiene que estar muy lejos de nuestro entorno
y no suele ser así.
¿Cómo has conseguido este binomio en un país donde, justamente,
adolecemos de esta figura, la de empresario y diseñador?
-Precisamente por eso.
Como no había otra alternativa,
a mí no me quedó más remedio que, si quería llegar a ser,
precisamente, lo que posiblemente soy hoy
y lo que falta por hacer todavía,
pues no había otra alternativa que asumir el papel de empresario.
Papel que yo reconozco que no soy tan capaz en eso
ni me considero un empresario de éxito,
pero sí he tenido la ventaja de contar con mis hermanos,
que me han ayudado en esa área
y he logrado, quizás, combinar una situación que no es fácil,
porque no es lo mismo entender de tendencias de moda,
de desfiles, de mujeres maravillosas, de hombres estupendos,
y relacionarlo con entidades financieras,
temas de recursos económicos,
problemas relacionados con las producciones...
Tenemos, realmente, expectativas muy importantes
para lograr encontrar, quizá, ese éxito,
que yo creo que todavía está por alcanzar
y que significaría que la marca Roberto Verino
estuviera extendida en el mundo,
no solamente a nivel de moda de mujer y de hombre,
sino también con una presencia muy importante
en perfumes, de la perfumería,
que ha sido un tema muy importante desde el inicio.
Es una manera muy fácil de que un aroma
te incorpore al mundo Verino.
Mi trabajo desde estos 30 años ha sido
hacer un prêt-à-porter de calidad,
capaz de ser comparable con las marcas internacionales,
donde la relación calidad-precio que yo ofrezco
es, indudablemente, ganadora.
Ocurre tanto en la colección de mujer como en la colección de hombre,
porque yo creo en ambos ámbitos
la relación precio-producto es fantástica,
intentando, precisamente, generar un producto intemporal,
funcional, con muchísima calidad,
en donde el valor es seguro,
es una inversión realmente y no un gasto.
A todo esto y puesto que, evidentemente,
una vez que alcanzas esta situación de equilibrio también,
necesitas darle un plus en términos cualitativos.
Desde hace dos años a esta parte estamos haciendo una colección,
que la hemos denominado Black Label, que intenta ser la cúspide
de esa pirámide, digamos, del gusto, del glamur, de la sofisticación.
Es una colección prácticamente alta costura porque se hacen
solamente 25 unidades en 25 modelos. Es la conmemoración de un hito,
que fueron los 25 años de marca. Y tiene la intención de ser,
realmente, una colección muy exclusiva
para personas muy exclusivas y que se convierte en la sustitución
de lo que podría ser la alta costura para mí.
Bueno, llevo haciendo hombre desde el año 98.
Ya son bastantes años, indudablemente,
pero no son suficientes como para contrarrestar el peso
del reconocimiento que tengo en la colección de mujer.
Y es una asignatura pendiente en la yo estoy ahora
muy interesado en dar a conocer realmente la estupenda colección
que hay de hombre, lo equilibrada, el valor seguro, precisamente.
Si en algún ámbito se reconocen realmente esas características,
es en el vestuario masculino, donde la evolución
es mucho más reducida y donde se valora mucho la calidad.
Y se valora mucho la capacidad de disfrutar también
en el ámbito masculino, cosa que parece que estaba relegada
siempre al ámbito femenino. La oportunidad de una pasarela
no era para enseñar la colección de manera más o menos convencional
y atractiva, sino para enseñar algo más.
Es una manera de pensar, una manera de ver
cómo hasta qué punto tú puedes alcanzar que aquello
se convierta casi en un espectáculo. Una manera de ver
mujeres maravillosas y hombres impresionantes.
Porque, al final, de ahí tiene que desprenderse lo que es
ese lirismo, esa poesía que antes comentabas, ¿no?
La capacidad de soñar aparece ahí, la realidad, digamos, más...
del día a día está aquí. Por eso, que las dos facetas
están perfectamente cubiertas. Por lo tanto, si yo, en la tienda,
ya puedo exponer mi colección como me gusta exponerla;
en la pasarela, tengo que intentar hacer
que se convierta en un espectáculo, que se convierta en una manera
de intentar explicar cómo pienso, cómo me arriesgo,
cómo intento generar lo que a mi juicio siempre es clave,
sorprender, emocionar y seducir.
Lograr estar presente en las ciudades más importantes
de los países más importantes del mundo para lograr
que la marca Roberto Verino, realmente, sea una marca
con proyección internacional. Y eso, una vez que se logre,
lo puedes extrapolar luego a todas las derivaciones que,
sin duda ninguna, van a hacer que, después de que yo
me pueda haber muerto, siga habiendo una marca que mantenga viva
mi imagen o mantenga vivo el espíritu de mi trabajo.
Porque, eso sí, me gustaría dejar conciencia de que te puedes morir;
pero, mientras te recuerden, seguirás vivo.
Sencillo y familiar, así se define Roberto Verino. En 2012 se han cumplido 30 años desde que el diseñador fundara su marca, tal y como la conocemos, aunque él se iniciara trabajando en el mundo textil unos años antes. Con el director del programa, Jesús María Montes-Fernández conocemos el backstage de este genuino diseñador.
Histórico de emisiones:
01/01/2013