Miércoles a las 22.10 horas
Seguimos sin saber qué significa la abrasión en el estómago.
-Espero tener los resultados esta noche.
Rebe es la chica que me ayuda con Sergio,
Verónica, la comisaria. -Encantada.
-Igualmente.
No me gusta lo que les estamos haciendo.
-Es que no hay otra forma.
Han abierto las tumbas, saben que no están los cuerpos.
¿Quién?
(Pitido)
Te quiero, Iago.
Creo que Susana está en El Vuelo con algunos compañeros.
¿Me estabas buscando?
¿Quién habla?
Me llamo Rosario.
No he venido a robar. -¿Qué quieres?
-Que lo parezca.
Yo, que tú, no me movería.
¡Boom!
Todo esto, ¿de dónde lo has sacado?
-María, lo tenía guardado en el trastero.
-Esta es nuestra vida.
La de verdad.
(Timbre)
Debe de ser Susana, me dijo que venía a cenar.
-Ah, ¿sí? Vamos.
(Llanto de bebé)
Déjame a mí. -No, ya estoy despierta.
(Llanto de bebé)
(CHISTA)
Vete a dormir, anda.
-Te quedas con papi.
Me voy a hacer una tila. -Vale.
# Duérmete niño, duérmete ya.
# Que aquí el coco # no puede entrar. #
Entonces, tenemos todo el tiempo del mundo.
Mañana te llamo.
(Ruido)
Joder, vaya horas.
Les mandé un aviso, pero no creo que hagan caso.
(INCOMPRENSIBLE)
¿Seguro que quiere que haga eso?
Va a ser una carnicería.
# Ahora, que empiezo de cero,
# que el tiempo es humo, # que el tiempo es incierto.
# Abrázame fuerte, amor, # te lo ruego,
# por si esta fuera # la última vez.
Encima eres de los que preparan el desayuno.
Por favor, qué fantasía de hombre eres, carajo.
Oye...
¿te gusta cómo me quedan?
Eh...
Me acabas de hacer la cobra, ¿no?
¿Señorita Alicia?
Vale.
Ya lo pillé. ¿Me voy?
Me dijiste que por fin me habías encontrado.
Que era la mujer de tu vida,
que mis besos sabían a lo que debe saber el cielo.
Eres un cabronazo.
Inspector.
(Portazo)
Buenos días. -Buenos días.
Vaya despliegue, ¿no? -Sí, me he levantado temprano.
-Pensaba que era por tu cumpleaños.
-Mi cumpleaños es el 24 de abril.
-El de Laura es el 24.
El de Verónica es hoy. Felicidades.
Tienes razón. 50 añazos. -Soy muy buena con las fechas.
¿Lo vas a celebrar? -¿Debería?
-La gente normal suele hacerlo.
Y más, si son 50.
-Tu padre solía grabarme cintas cada cumpleaños.
No fallaba nunca.
-Rebeca no tiene padres.
Murieron.
En un accidente cuando tenía cuatro años.
Soy huérfana.
-A mí también me gustaría que nada de esto hubiera pasado.
Pero ha pasado.
Y tenemos que mantener nuestro secreto.
Hay que proteger a tu hermana, ¿me oyes?
Ya sabes lo importante que es. -No la pueden encontrar.
-No. Ni a nosotras tampoco.
Ahora tenemos que ser más fuertes que nunca.
Hay que dejar atrás nuestra vida anterior.
Por eso te pasas el día metida en esa habitación, ¿no?
Estás más horas dentro que fuera.
Lo siento.
Y tienes que decirle a María que lo dejas.
-No, eso no. -Ya lo hemos hablado, Bea.
-¡Mamá, no es justo!
Tú los ves todos los días, pero yo no tengo a nadie.
-Es una orden.
-Pues te prefería de madre antes que de comisaria.
-Y tampoco deberías llamarme mamá.
¿Dónde estoy?
-Este es su nuevo traje.
La comisaria Verónica Ruiz.
-¿Comisaría?
Yo no puedo ser comisaria. No soy policía.
-Claro que puede.
Hemos transferido los conocimientos de la señora Ruiz
a su cerebro.
Por eso le duele la cabeza.
Nada que un paracetamol de los suyos no pueda arreglar.
-Pero seguiré siendo yo, ¿no?
Laura.
-Mantendrá los recuerdos y la esencia de Laura Bertrán,
pero debe asumir que ahora es una persona nueva
y como tal debe actuar.
Es imprescindible para la misión.
Deben olvidar su pasado.
Hágaselo entender a sus hijas.
Ellas son más testarudas que usted.
No lo olvide:
la vida de las cuatro depende de ello.
(Ruido)
Aranda. -Buenos días, comisaria.
-El joyero vendrá hoy a prestar declaración.
-Es mío.
-¿Y ese café?
-Era mío.
-Gracias, David, eres un cielo. -A servir.
Márquez...
Los TEDAX te quieren meter un puro por intrusismo.
Pero ¿dónde cojones aprendiste a desactivar bombas?
Inspector.
Siento mucho lo de esta mañana.
Bueno, otro consejito.
Cuando esté desnudo, ponga el pestillo.
Ya me dijeron que ese cabronazo es su sobrino.
Raritos sois los dos. Joder.
(TOCAN A LA PUERTA)
¡Adelante!
Deberían estar en la intranet.
Fue un accidente, Márquez.
Un borracho se saltó el semáforo y se las llevó por delante.
Andar hurgando ahí no te va a hacer bien.
Vale ya, Márquez.
¿Tú sabías esto y no me lo has dicho?
¿Y cómo crees que me siento? Llevo un año sin dormir.
¿Cómo le voy a decir eso a Sebas?
Márquez, acompañe a Santos al Anatómico.
Necesitamos la autopsia de la mujer del chalet.
Sí.
No era relevante. Solo hubiera causado más dolor.
¿Saber que perdió un hijo le ayudará mucho?
Rebaje el tono, inspector.
Se olvida de quién soy y de dónde está.
Destapar esta información era y es responsabilidad mía.
Si está buscando un culpable, aquí me tiene.
Desvelar detalles de un informe oficial es delito.
Haga lo que considere oportuno.
Santos le espera fuera.
(Portazo)
Iago, ¿qué pasa?
(Pitido)
¿Quién está aquí?
(Pitido)
Iago, Susana no está aquí.
(Pitido)
Ey, ey, mírame. Escucha.
Yo también la echo de menos, muchísimo.
Todos los putos días.
Venga.
Vamos, que te acompaño.
(Pitido)
Iago, escucha, Susana está muerta.
¿Qué? ¿Mejor?
Sube para arriba.
¿Dónde vas? Venga. Vamos.
Lo siento mucho, tío. De verdad.
Sí, sí que lo entiendo.
Más de lo que tú crees.
Buen, anda, vete a casa a descansar.
(Mensaje)
(Claxon)
(Claxon)
¿Quieres tirar para adelante, gilipollas?
Perdona, lo siento, lo siento, perdóname, lo siento.
(Ruido)
¡Ah! ¡Ayuda! ¡Ayuda!
¡Ayuda!
Han robado un cadáver.
(Disparos)
(Disparos)
¿Te ayudo?
-No, tranquila. Ya solo queda esta caja.
-¿Y esto? -Que hay una fiesta.
-Ah... -El cumpleaños de la comisaria.
-Ah, pues, si queréis, me quedo, y así me encargo de Sergio.
-No nos iría nada mal.
Porque yo estaré a tope y María podría tomarse una copa.
-Claro. Pues ya está, me quedo, no se hable más.
Hola. -Hola, comisaria.
-Hola.
Feliz cumpleaños, comisaria, que ya me han dicho.
-Gracias.
-Bueno, dos besitos.
-¿Le viene bien que repasemos ahora? -Sí, a eso he venido.
Vamos a ver.
Tortilla de patatas,
croquetas de jamón, pollo y bacalao,
pinchos morunos, embutidos, jamón, chorizo y salchichón,
empanada de berberechos y empanadillas.
-Perfecto. Que haya comida y bebida suficiente para todos.
Oye, otra cosa.
He pensado que sería divertido poner un karaoke.
-¿Un karaoke? Qué buena idea.
-No hay ningún problema, se instala y ya está.
-Estupendo. -Sebas, ven un momento.
-Sí, voy. Ahora vuelvo.
Joder...
Pues para no querer llamar la atención...
-Me dijiste que lo celebrara. -Es un poquito raro, ¿no?
-Entonces, ¿qué quieres que haga?
Con que trajeras unos cruasanes a la comisaría, bastaba.
Pero, eh, que yo encantada. Adoro las fiestas.
-No, tú no vas a venir. No pintas nada.
-Como que me lo voy a perder, con karaoke.
-¿Quieres hacer el favor de obedecer a tu madre?
Bueno...
-Bueno, pues ¿quieres que te pague ahora o después?
-Mujer, después no hay prisa.
-Oye, muchas gracias, eh.
Que sé que organizar esto en pocas horas no es fácil.
Te debo una. -De nada.
Ya era hora que se celebrara algo en este bar.
(Teléfono)
Perdona.
¿Sí?
Ahora mismo voy para allá.
Nos vemos luego. -Hasta luego.
¿Conocías a la comisaria?
-Eh... Sí. Me la presentó María el otro día.
Venga, ya me cuentas. Chao.
¡Márquez!
Ha pasado algo.
Pues ha venido tu sobrino.
Buscando a Susana.
Esta jodido Iago, eh.
Pues se ya puesto violento y lo hemos tenido que echar.
Le he dicho que se fuera para casa.
Bueno, no te preocupes.
(CONTESTADOR) "El teléfono móvil al que llama está apagado..."
¡Márquez, Santos, a mi despacho!
Cerrad la puerta.
Habéis robado un coche fúnebre con un cadáver dentro.
Sí, ya sé lo que ha pasado.
¿Y decidisteis apuntar con un arma a un señor de 90 años?
Es una cagada impropia de dos policías de vuestra experiencia.
(HABLAN A LA VEZ)
¡Callaos de una vez, joder!
Os habéis saltado 50 protocolos de actuación.
Nos han metido dos denuncias.
Hay que pagar el puto coche fúnebre.
Y, encima, no tenéis una mierda.
No me gustan los pistoleros.
Ni los impulsos.
Cualquier iniciativa será consultada,
y yo daré la orden.
Si tenéis dudas,
llamáis y pedís refuerzos. en todos los casos.
¿Ha quedado claro?
Una parte de vuestro sueldo irá destinada a pagar el coche.
Podéis iros.
(Puerta)
Márquez.
Mira. A falta de autopsia, hemos llamado al médico
que le seguía el embarazo a la mujer asesinada.
Sí, bueno, tenía un embarazo normal.
Estaba de muy poco.
Bueno, si me necesitan, me quedo un ratito más por acá.
No, lo siento, soy Clara.
Creo que te has confundido.
(Móvil)
(Mensaje)
(Disparo)
Tic, tac, el tiempo se acaba.
¡Oiga!
¿Se encuentra bien?
¿Quiere que llame a una ambulancia o a la Policía?
(Teléfono)
A ver, un momento, por favor.
Como ya sabéis, hoy es mi cumpleaños.
Os recuerdo que estáis invitados a un picoteo en El Vuelo.
Pasaré lista, así que no os escaqueéis.
(Mensaje)
(Agua cayendo)
¡Hola! ¿Sí? ¿Se me oye? Alto y claro.
(Ovación)
Te lo has currado, Sebas. -Se hace lo que se puede.
-¡Amigo!
Te agradezco que te hayas quedado, porque necesitamos muchas manos.
-Nada, no te preocupes, me iba bien, y me apetecía venir a la fiesta.
-Parece que se está animando.
-Sí, y más que se va a animar en cuanto saque el orujo.
¡Eh!
-¡Felicidades! -Qué maravilla.
Os habéis pasado.
Muchas gracias. Gracias.
-Te caen 25, ¿no? -Sí, en cada pata.
-Felicidades, jefa.
-Adelante, adelante.
-¡Eso, unas palabras!
(Ovación)
Bueno, bueno, bueno.
Muchas gracias a todos por venir,
por acompañarme en este trance que es cumplir 50 tacos.
Una de las mías.
El otro día leía uno de esos artículos de autoayuda
que circulan por Internet.
Claves para ser feliz.
-Bueno, bueno, bueno.
-Sí, yo también soy débil, lo reconozco, sí.
Bueno, el caso es que este me sorprendió
porque lo reducía todo a tres puntos.
A tres grandes pilares.
El primero:
tener salud.
Si no al 100, al 80%.
Segundo:
tener las necesidades básicas cubiertas.
No mucho dinero, pero sí suficiente para vivir cómodamente.
-Cómo se nota que ya tiene la hipoteca pagada.
-No te creas, Aranda, no te creas.
Y tercero...
El tercero es el más importante.
Tener amigos.
Gente a la que quieres y que te quiere.
A la que puedes llamar a las 03:00 si tienes un problema
y sabes que estarán ahí.
Gente que se alegra con tus éxitos
y que sufre con tus caídas.
Con la que puedes ser tú mismo, sin miedo.
Perdonadme, es que...
Ahora mismo estoy un poco lejos de mis amigos.
Así que os agradezco a todos que me hayáis acogido.
Gracias.
-¡Bravo! -¡Bravo!
¡Basta! ¡Basta de discursitos!
En la barra tenéis pinchos
y bebida para que no paséis sed en dos siglos.
Y gratis.
Y aquello del fondo... Aquello es un karaoke.
Así que no seáis moñas y subid a cantar.
(Música)
Aquí tienes, comisaria. Una caña bien fresca.
Que la cerveza también nos hace felices.
-Ni que lo digas. Salud.
(Música)
Cómo nos íbamos a perder esos 50 maravillosos años.
Felicidades.
-Muchas gracias, pero no lo digas mucho, eh.
-Nada, punto en boca.
Gracias.
No he dicho nada que no pensara.
Ya. Bien...
¿Se lo ha contado a su sobrino?
O no, ¿quién sabe?
(Pitido)
Está muy mal.
(Música)
(LLORA)
Adrián. -¡No me llamo Adrián, mamá!
¡Ya no puedo más!
-Anda, ven aquí, cariño, ven.
-Ya no puedo más.
-Susana, cielo.
-Verle ahí, sufriendo, cada día, y no poder decir nada.
Siempre escondido, mirándole desde la distancia.
Ni siquiera sabe que existo, joder.
Estoy hasta el coño, mamá, del papel de poli educado.
-Bueno, hasta el coño... Ya no.
-No me jodas.
-Tenemos que disimular, hija.
Hay que aguantar.
Ahora mismo ella es lo único que importa.
Anda, vamos, que si no, van a sospechar.
Vamos.
Un, dos, tres. Probando, probando.
¿Qué? ¿Cómo están esos cuerpos? ¿Con ganas de fiesta?
-¡Sí!
Hoy es el primer día que puede beber alcohol.
Lo está aprovechando bien la jodida.
-¡Uy! ¡Por favor!
Vale, vale, voy a cantar, pero no lo voy a hacer sola.
Comisaria.
Por favor, suba.
-¿Quién yo? (TODOS) -¡Comisaria, comisaria!
-No. -Sí, sí.
-Comisaria, suba.
¡Comisaria, comisaria!
-Está bien, me rindo, me rindo.
-¡Comisaria, comisaria!
Rebe, por favor, también, sube.
¡Rebe!
¡Sí!
-Son los 50. -¿Qué más da?
-¿Qué cantamos?
-Bueno, parece que hemos salido ganando con la comisaria.
¿Cómo? ¿Me vas a negar que no es un pedazo de mujer?
¿Tú qué opinas?
Coño, ¿qué os pasa? Estáis acabados.
Yo en estos momentos lo único que quiero es dormir tranquilo.
(Música)
# Para bailar la bamba.
# Para bailar la bamba
# se necesita una poca de gracia.
# Una poca de gracia, # y una cosita, y arriba y arriba.
¿Interrumpo la diversión?
Y llego tarde. Qué desastre.
Soy la subdelegada del Gobierno.
Habremos coincidido en algún acto protocolario.
Yo soy Sebas, el dueño y expolicía. -Encantada.
-Mucho gusto.
# ...soy capitán, soy capitán... #
¿Tú sabías algo?
Coño, esa tía pisa moqueta.
Ya te digo.
Por eso no le interesaba lo de la comisaria. Cabronazo.
Del Gobierno.
# ...se necesita # una poca de gracia.
# Una poca de gracia # y una cosita, arriba y arriba.
Gracias.
# Para bailar la bamba.
# Para bailar la bamba # se necesita una poca de gracia.
# Una poca de gracia # y una cosita, y arriba y arriba.
# Ay, arriba y arriba,
# por ti seré, # por ti seré, por ti seré.
(Música)
Qué puto asco.
El niño genial, sí.
Voy enseguida, estoy esperando a...
Ahora nos vemos.
Adiós.
Hemos interrogado al forense y no tenemos una mierda.
Baja del coche y no hagas ninguna tontería.
Ahí fuera hay una asesina de embarazadas
y para detenerla tenemos que confiar el uno en el otro.
¿Me vas a decir ya a quién perseguimos?
No se acuerda.
Tenemos que irnos, ella nos espera.
Aún no me has enseñado cómo la tienes.
Sabes que no puedo, DH65.
Con usted siempre pasan cosas raras, Márquez.
Nos han prohibido buscarlas.
Como siempre.
(LLORA) No la siento, mamá.
No siento a mi hija dentro de mí.
Oye, no sabía que eras amiga del sobrino de Márquez.
-Algo así.
Pero ¿os habéis liado?
Se lo dejó Rebe anoche en el coche.
-¿Y? -He visto algo raro.
-He perdido el colgante. -¿Qué colgante?
-El que me regaló Sebas.
Lo cogí de tu habitación el otro día.
-Cuando decidí devolvérsela,
se estaba yendo en el coche con Vero, la comisaria.
-¿Estás seguro que eran ellas?
Márquez sospecha que Laura, Susana y Bea no murieron por casualidad y decide profundizar en la investigación. Cuando revisa el informe del accidente de tráfico, descubre un dato sobre Susana que le provoca gran angustia.
Tras el fracaso al confundir a Alicia con Susana, la desesperación del Enlace aumenta. Todos están preocupados por su extraño comportamiento. Pero entonces, el Enlace recibe lo que parece una comunicación de Susana.
Añadir comentario ↓
Buenísima esa serie dé estoy vivo felicidades