FUERA DE EMISIÓN
(Sintonía "El viaje de un órgano")
(DOCTORA) Raquel tenía una fibrosis pulmonar,
temimos por su vida.
(DOCTOR) Tuvimos que ponerla en urgencia,
necesitaba un trasplante de ambos pulmones.
Tenemos un donante.
(ENFERMERA) Es una carrera contra el reloj.
Para mí, mi madre es todo.
Desde pequeño siempre he estado pegado a ella,
nunca me he separado de ella.
A mí siempre me ha transmitido que yo tengo que echarle fuerza.
Antes era con los deberes, con cosas más de niña,
y ahora con cosas más de adulta.
A mí me lo contó en el hospital, donde le diagnostican la enfermedad,
la miré, me eché a llorar, y bajé corriendo las escaleras.
Huí, necesitaba huir.
Cuando me lo contaron, tenía yo nueve años,
me contó todo el proceso de cómo era,
que le quitaban los pulmones
y le ponían otros nuevos, de otra persona.
No entendía del todo, cómo podía suceder todo eso.
Era bastante duro porque el verla que no podía respirar,
que ya no podía ir conmigo de compras,
que no podíamos hacer cosas típicas de una madre y una hija.
Yo sentía que no podía hacer nada.
Ni siquiera sabía qué decirle,
porque cuando alguien está así,
decir eso de todo va a ir bien; pues no sabemos si va a ir bien.
Delante de nosotros siempre era fuerte,
siempre, y siempre sonriendo, y con buena cara.
Es duro asumir la enfermedad que tienen.
Enfermedad progresiva, incurable,
que en poco tiempo va a limitar su vida.
De la noche a la mañana se encuentra con que le dicen casi que:
"Hoy tienes una gripe y mañana te tengo que trasplantar,
porque no tienes otra solución".
En el caso de Raquel, era claro que necesitaba
un trasplante de ambos pulmones, puesto que con uno solo
no era suficiente para poder sobrevivir.
Tenía miedo de que pudiese perderla para siempre,
pero también me asustaba
que no se pudiese valer por ella misma,
que no se encontrase como yo veía a mi madre antes.
El trasplante es complejo, pero es una opción
frente a una enfermedad que no hay nada que hacer.
Hay que plantearlo como una esperanza.
No hay ningún país del mundo en que el acceso al trasplante
sea tan extraordinario como en España.
(Teléfono)
Es un sistema público,
cualquier persona que resida en nuestro país tiene acceso,
de manera gratuita.
La Organización Nacional de Trasplantes tiene que garantizar
que cualquier persona que necesita un trasplante,
esté en lista de espera para poderle asignar un órgano,
atendiendo a un modelo mixto,
que tiene criterios geográficos, y criterios clínicos.
Lo más lógico es que vaya destinado
a pacientes que estén lo más próximos posibles
y que sean compatibles biológicamente.
Y luego hay una serie de criterios clínicos
que deciden qué pacientes son los que están más graves
en lista de espera.
(DOCTORA) Raquel tuvo una evolución muy rápida.
Su deterioro fue acelerado.
Temimos por su vida, de forma realmente inminente,
y al poco tiempo hubo que priorizar a nivel nacional
para solicitar unos órganos de forma urgente.
Tuvimos que ponerla en urgencia,
es decir, el primer donante que hubiera a nivel nacional
iba a ser para Raquel.
La situación de urgencia cero es una situación de gravedad,
que va a decidir que algunos receptores
tengan prioridad sobre otros.
Podemos estar hablando de un tiempo medio
de unos siete días, como mucho,
para que encuentre un donante apropiado.
Yo la recuerdo que ella se apagaba,
sus ojos se apagaban, se iban apagando, apangando.
Pero yo nunca fui consciente de que podían apagarse del todo.
Esto es una carrera contra el reloj,
la evolución puede hacer que ya no seas un receptor adecuado
para el trasplante, eso es muy duro:
pensar que se te acaba la única oportunidad que tienes.
Yo notaba que iba empeorando día a día en el hospital,
pero cuando abríamos la puerta y: "Mami, soy yo".
Se le cambiaba la cara completamente,
y siempre tenía la sonrisa en la boca.
Es dura la espera de los pacientes en lista,
que no llegan esos órganos,
es duro ver cómo se van deteriorando,
y el no poder hacer más.
Somos muy cercanos a ellos, vamos a verles, sabemos cómo están.
No implicarse es lo difícil;
implicarse es muy fácil.
Yo siempre esperaba que al día siguiente la iba a ver,
y que no iba a pasar nada malo.
Bueno, mi madre se está despidiendo de mí, sí, es duro,
pero se está despidiendo otro día más,
y eso me daba fuerza a seguir y continuar.
Y a la vez con miedo, porque yo decía:
"Es que quiero seguir abriendo esa puerta del hospital
y seguir encontrándomela ahí, en la cama".
Justo ese verano iba a ser mi cumpleaños,
y pregunté a mi madre:
¿Mamá, vas a venir a mi cumple?
Me caí a llorar encima de ella, también vino mi hermana.
Uno de todos los momentos más duros
de todo este proceso, ha sido ese.
Nos echamos a llorar y nos emocionamos,
y nos abrazamos los tres.
Otra vez, vuelves a respirar, vuelves a coger aire,
y a seguir motivándote,
porque tu madre sigue aguantando, sigue al pie del cañón,
y tú tienes que dar el callo más que ella, por ti y por ella.
Un paciente que fallece en una Unidad de Cuidados Intensivos,
en muerte encefálica, el cerebro ha dejado de funcionar.
Se considera que está en muerte legal,
pasa a ser un potencial donante de órganos.
(Teléfono)
ONT.
Cuéntame, Nuria.
Cuando en un hospital, el coordinador de trasplantes
tiene un potencial donante, nos llama por teléfono,
aquí, a la ONT, para comunicárnoslo.
¿Únicamente es ese problema anatómico pero funcionalmente están bien?
Pues confirmo entonces y te digo algo, ¿vale?
Venga, hasta luego.
Una vez hecha la valoración de todos los órganos,
hacemos una correcta distribución de los mismos.
Determinamos a qué hospitales y a qué receptores
van a ir los órganos del potencial donante.
Llamamos por teléfono al coordinador de ese hospital,
y le comunicamos que tenemos un potencial donante,
y que ese órgano puede ser
para un receptor de la lista de espera.
Hola, soy Sara, de la ONT.
Sí, mira, buenas noticias,
te llamo para hacerte una oferta de unos pulmones.
Sí, ya me imagino, qué bien.
Sí, además está en urgencia cero,
que me imagino que estabais con el tiempo ya muy justo.
En coordinación se recibe una llamada, y nos dicen:
"Tenemos unos pulmones para vuestra urgencia cero".
Se trata de un varón,
y la causa de la muerte un traumatismo craneoencefálico.
La gasometría es muy buena, con CO2 al 100 %,
y tiene una PO2 de 520.
Nos dan todos los datos, y en función de esos datos,
esos pulmones, son válidos o no son válidos
para la persona que tenemos en urgencia.
Grupo A positivo, 85 kilos.
Es un chico grande, mide 1'90.
Para hacer la valoración pulmonar se utilizan las medidas:
la talla del receptor y las medidas de los pulmones.
La cavidad torácica tiene una capacidad
que no puede expandirse más,
es necesario buscar un tamaño de pulmón adecuado a cada receptor.
Yo la llamé por teléfono, porque le encantan los helados,
que si le podía llevar una tarrina.
Raquel.
¿Sí?
Nos abrazamos, ella estaba muy serena.
Todos estábamos muy nerviosos, pero con una ilusión.
Comenzaba una nueva vida, un nuevo camino,
y era lo que estábamos esperando todos.
Yo era: "Uf, ha sonado la alarma".
Como si fuera una sirena de bomberos, igual.
Sí, soy Sara de la ONT.
Para comunicarte que el equipo sale ya con el órgano.
Calcula 15 minutos por carretera hasta el aeropuerto,
lo que tarden en embarcar, y tiempo de vuelo 1 hora 15.
Perfecto, preparas tú la ambulancia allí para recogerles.
Muy bien, venga, gracias. Chao.
El tiempo empieza a contar
desde el momento que estamos en el hospital
donde se encuentra el donante.
Tenemos que extraer los pulmones en el hospital donante,
tenemos que trasportarlos, normalmente en avión,
tenemos que haber quitado ya los pulmones en el receptor,
y tenemos que implantarlos.
Todo eso no debe superar las seis, ocho horas.
Le di muchos besos en el pecho,
yo no sabía si era una despedida
para volverla a ver dentro de equis días,
o era una despedida para siempre,
entonces tenía que ser lo más especial y cariñosa posible.
Nos dimos un abrazo, un achuchón,
yo conteniendo las lágrimas, claro, y la emoción,
y ya, pues se la llevaron al quirófano.
Yo creo que tenía una mezcla de alegría y de miedo.
De miedo ante lo que se le venía encima,
y de alegría porque le podía dar una calidad de vida
y una posibilidad de seguir viviendo con sus hijos.
Todo lo que es trasplante de pulmones es una operación de riesgo,
y así se le explica al paciente.
Pero afortunadamente,
hay un porcentaje de éxito muy muy grande.
Somos su vínculo, su parte conocida,
para ese medio hostil que siempre es un quirófano.
Le cogimos la mano, le dijimos: "Todo va a ir bien,
empieza una nueva vida,
vas a poder volver a disfrutar de Ángel, y de tu hija".
Tanto mi hermana como yo nos las leímos ya en casa,
y fui llorando directamente a mi hermana,
pues de todo lo que contaba la carta.
"Mi querida hija,
coge aire, respira despacio,
escucha todas las veces que te he dicho te quiero.
El amor todo lo puede, y con ese amor
quiero que te fortalezcas cuando te sientas asustada.
Estoy muy orgullosa de ti,
te has convertido en la mejor hija que podía desear.
Y ahora, cariño,
mándame un beso enorme, que yo te estoy enviando
la mejor de mis sonrisas. Te quiero, mamá".
"Soy la mamá más feliz del mundo,
porque tengo un hijo más especial que pueda tener.
Te quiero siempre, mamá".
La operación consiste
en quitar los pulmones malos y poner los buenos.
Pero no solo es eso, necesitamos tiempo,
para hacer lo que llamamos hemostasia, es decir,
que coagule bien la sangre,
que no haya pérdidas de aire por ningún sitio,
ponerle los tubos de drenaje que van a llevar después y cerrar.
En este caso fue una operación complicada.
Siempre intentamos traer pulmones parecidos,
pero no siempre es posible,
y en el caso de Raquel no fue posible.
Por lo tanto teníamos que adaptar esos pulmones más grandes, a Raquel.
Desde que abrimos su tórax,
hasta que lo cerramos, pasaron 12 o 13 horas.
El paciente sale luego en una Unidad de Cuidados Intensivos,
y la recuperación en estas unidades,
viene a ser dos, tres, cinco días como máximo.
El postoperatorio de Raquel fue turbulento,
por problemas que tuvo que se le agravaron,
y eso alargó durante meses
su estancia en los Cuidados Intensivos.
Fue un postoperatorio complicado,
como no suele ser habitualmente.
Precisó lo que llamamos un respirador,
o ventilación mecánica o ventilación artificial,
durante tiempo. Y probablemente,
eso es lo que ella recuerda con más angustia.
(Pitidos)
(Pitidos)
Cuando volví a ver a mi madre después de la operación,
me asusté porque la vi llena de tubos, dormida.
Pero me sentía bien porque la podía tocar,
la podía coger la mano.
Todo los días que llegaba, me colocaba a su oído,
y le contaba todo, como si ella me estuviera mirando,
escuchando, agarrándome la mano, sonriéndome.
Yo tenía la sensación de que si hacía eso,
se iba a poner mejor.
Me caí al suelo llorando,
yo sin poder seguir hablando, mi madre diciéndome cosas.
Estaba en shock, porque pensaba que mi madre había muerto,
y que me lo habían ocultado durante todo este tiempo.
La primera vez que pude ver a mi madre,
yo de primeras estaba como asustado,
en plan de qué me voy a encontrar detrás de estas puertas.
Lo primero que hago es tirarme encima de ella,
para poderla abrazar, besarla, y ver que era real.
Cuando volví a ver a Raquel consciente,
lo único que hicimos fue agarrarnos de las manos,
me apretaba superfuerte, apretaba y dije:
"Ya está, ya estás aquí otra vez".
Cuando conocí a Raquel la primera vez,
no podía mover las piernas, no podía ponerse de pie,
y solo podía mover la cabeza y expresarse con gestos, con la cara.
Y además estaba muy decaída también.
Raquel me puso las cosas muy fáciles.
Hay pacientes que tiran la toalla enseguida,
que se enfadan porque están enfermos y porque no ven avanzar,
Raquel fue siempre una persona muy luchadora,
que tenía muy claras las cosas,
que colaboraba muchísimo con nosotros.
Se alinearon los astros para que todo pudiera ir bien,
y decidimos ponerla de pie ese día, intentar que diera
unos pasitos hasta el sillón.
Yo la agarraba a ella por debajo de los suyos.
Le dijimos: "Vamos a bailar para levantarnos al sillón".
Y lo consiguió.
Raquel ha sido una de las mejores pacientes que he tenido.
Siempre lo digo.
No la recuerdo nunca enfadada,
no la recuerdo nunca no colaborando.
Una de las mejores.
El hecho de salir de la UCI era un camino hacia la libertad,
hacia poder estar más tiempo con su familia.
Respiraba con sensación de triunfo.
La conocí en ese momento, cuando bajó a rehabilitación,
pesaría unos treinta y tantos kilos.
Estaba en unas circunstancias
muy, muy, muy precarias, muy límites.
Si tenemos que reeducar un pulmón,
pues tenemos que enseñar a respirar.
Yo le picaba.
"¿Que yo no soy capaz de aprender esto? Te vas a enterar".
Y ella reaccionaba haciendo lo que yo quería que hiciera.
Raquel tenía mucho amor propio y ganas de ponerse bien,
y eso a nosotros, nos facilita mucho el trabajo.
Es una chica delicada, fina, delgada,
pero espiritualmente,
y anímicamente, es fortísima.
Raquel está viva de milagro,
y ha pasado por situaciones muy límite,
que posiblemente una persona con menos ganas
de pelear y de vivir, se la hubiera llevado por delante.
Es que ella quería quedarse.
Y se quedó.
A mí me han trasplantado los dos pulmones,
nos hemos hecho amigos
porque al abrirnos el pecho en la misma habitación,
nos han llenado del mismo aire.
Es una luchadora nata, que no mira para atrás,
que siempre mira para adelante.
(Teléfono)
Cuando nos llama el coordinador de trasplantes,
nos dice que se ha trasplantado, que ha ido bien, es muy emocionante.
Sientes que ha sido muy duro y ha merecido muchísimo la pena.
Para mí fue una alegría, el poderla volver a ver aquí en casa,
volver a estar como antes.
El volver a sentirla, volver a olerla,
eso fue para mí,
el mejor regalo.
Ver la obra de Raquel me emocionó muchísimo.
Creo que ha sido el mejor regalo que me han hecho como enfermero.
Es fantástico que te reconozcan tu trabajo,
que te lo reconozcan con cariño.
Me di cuenta de muchas cosas que desde el plano médico
no había percibido.
Estaba en primera fila,
me pareció excepcional.
Ha sido una de las pocas veces que he llorado.
Ella me ha dicho: "Tenemos que hacer algo".
Y creamos Pulmón Madrid.
El compromiso de devolver algo de lo que a mí me habían hecho,
que era darme la vida.
Sin donación no podríamos dar vida y calidad de vida,
a personas que tienen una oportunidad.
Yo estoy sorprendido
de cómo se comportan las familias
en esos momentos tan tremendos,
y que en el 85 % de las veces, dicen sin pensarlo que sí,
que puede ser donante.
Les estaré eternamente agradecida,
porque gracias a eso,
pues mi madre...
mi madre sigue aquí.
Yo lo primero que voy a hacer
es ya al cumplir los 18, es hacerme el carnet de donante, directo.
No solo salvamos la vida de una persona,
sino que salvamos una familia entera.
Me gustaría tenerla a mi lado, como amiga muchísimos años.
Le pediría que siguiera a mi lado, claro,
que respirara siempre, mucho, mucho.
Que cada día vaya mejorando y pasemos mejores momentos,
el uno al lado del otro.
Y que siga ayudando a los demás como lo está haciendo.
Le deseo lo mejor,
lo mejor, se lo merece.
La respiración es un don.
Respirar en donde sea es maravilloso.
Hubo momentos que se creyó
que el pulmón no se podía trasplantar.
Ahora, en España, que se hayan hecho 4500 trasplantes de pulmón,
de verdad que es un éxito.
Raquel tenía 41 años cuando conoció una noticia que lo cambiaría todo: padecía una fibrosis pulmonar y debía recibir un trasplante antes de 12 meses. Este capítulo se centra en el caso de una mujer independiente y con dos hijos, Alba (19 años) y Ángel (9 años), que vio cómo la enfermedad la consumía hasta que su vida pendió de un hilo.
Raquel narra cómo vivió la espera del órgano y la tensión vivida, que se convirtió en máxima urgencia cuando cumplió su fecha límite y paso a ser una 'paciente cero', como se denomina a los posibles receptores que deben ser trasplantados inmediatamente porque corren el riesgo de fallecer en cualquier momento.
Añadir comentario ↓
Me encantó escuchar tu testimonio!!! Me sentí muy identificada contigo. Tengo 36 años y en mayo hace cuatro años de mi trasplante bipulmonar. Tu historia me hizo llorar, por todo lo que has luchado. No fue nada fácil pero aquí estamos viviendo esta segunda oportunidad que nos han dado!!! Quiero dar las gracias a todos los donantes de órganos, tejidos y sangre y a sus familia porque sin ellos nada de esto sería posible!! Y a todos los servicios médicos y a todas las personas que forman parte de ello!!! Gracias a TODOS!!!#regalavida#haztedonante#¿¿
Maravillosos testimonios de lucha,fortaleza,superación,solidaridad,y en definitiva AMOR!!!! Debería emitirse en horarios de mayor audiencia porque son una enseñanza para todos los públicos. Enhorabuena a todos los que hacéis este trabajo y por supuesto a los protagonistas de estas historias de vida
Raquel grande!!!! Y tus hijos? Se puede desprender más amor a pesar de lo jóvenes que son? Y tú luchadora, ya sé cómo madre que soy que por ellos. Ejemplo a seguir. Enhorabuena a todos los que hacéis posible este programa. Hay que darle una mayor difusión, contribuyen a conseguir un mundo mejor. Qué buen sabor de boca!!!!!
Me encanta!! Las historias bque acaban felices! Gracias por este programa soy trasplantada renal ..la vida es un regalo maravilloso pero los donantes by los equipos de trasplante son PERSONAS MARAVILLOSAS SIN ELLOS NADA ES POSIBLE!! ETERNAMENTE AGRADECIDA
Gran reportaje enhorabuena a TVE Yo soy también transplantado renal en la actualidad Levi tres y doy gracias a esas personas que me Ab dado la vida