Viernes a las 18.30 horas
Es más habitual. Básico no.
Básico no es.
Aquí tenemos un camión de caja doble.
Aquí se ven los cilindros hidráulicos.
Cuando se carga la basura en la tolva,
ese cilindro echa para atrás y la mete para adentro y la compacta.
Porque, si no se compactara, no llevaría nada de basura.
Una línea independiente para materia orgánica.
No se puede mezclar con el resto.
El residuo que se recoge por separado nunca se mezcla con otro residuo.
Si miramos aquí lo que hay dentro, en el contenedor de envases,
nos encontramos con que está bastante bien clasificado.
Se pueden ver bandejas, botellas de plástico, plástico...
Y no se ve dentro de la bolsa nada que no sea envase.
Aquí sí tendríamos un impropio, porque esto es cartón.
Es muy poco, porque esto luego pesa muy poco.
En peso, es un porcentaje muy bajo. Pesa mucho más el brik.
Pero es cierto que hay bastante papel.
Vamos al resto, sí.
Aquí ya tenemos una caja de pañales.
Lo ideal... Hoy por hoy, en el resto está toda la materia orgánica.
Lo ideal sería que el resto tuviera muy pocas cosas.
La situación ideal es que no fuera a vertedero
menos del 10 % de la basura que se produce en Madrid.
Bueno, no llega. No llega al 80,
pero es mucho más de lo que debería ser, desde luego.
Al margen de que se llene el vertedero o no,
aquí hay muchísimos recursos.
Por eso vamos a hacer experiencias piloto
en el próxima contrato de recogida de residuos.
No vamos a meter el quinto contenedor en todo Madrid a la vez.
Serían unas inversiones brutales
y sería lanzarse a la piscina sin saber si hay agua.
Hay que probar en distintos sitios, con distintos tipos de productor,
con distinto tipo de contenedor.
No es lo mismo este cubo en las casas
que el contenedor que está siempre en la calle.
Hay que probar los sistemas más adecuados
que te produzcan los mejores resultados.
Migas calientes, exactamente.
Se trae aquí, y de aquí se distribuye a los huertos urbanos
para que ellos puedan compostar.
-La Red de Huertos Urbanos de Madrid
organiza todos los años la Operación Estiércol.
Y es de la Facultad de Veterinaria, donde hay también vacas, caballos...
Todo el estiércol que se produce lo montan en un camión
y hacen un reparto a todos los huertos urbanos de Madrid.
-La Policía municipal también tiene caballos,
y antes, el estiércol de los caballos de la Policía municipal
se llevaba a la Casa de Campo para compostar.
Aquí vienen todos los restos del huerto.
Después de haber semillado
lo que se quiere para recoger semillas,
aquí se vuelcan todos los restos
cuando se renueva el huerto de invierno, huerto de primavera.
Hay que regar a veces cuando está más seco.
Se controlan las condiciones de humedad, de temperatura.
Se voltea también. Y es como la primera fase.
Este compost es de unos dos meses.
Estos talleres se hacen para 25 personas por cada taller.
Pero al cabo del año pasan unas 7000 personas.
donde hablamos de la preparación del terreno del huerto,
de cómo instalar el riego, de cómo semillar, cómo repicar,
las labores culturales para prevenir plagas...
Todo con productos naturales, sin usar fitosanitarios.
Sí, ese es otro papel importante que juega el Retiro.
Ahora mismo hay 17 huertos comunitarios municipales funcionando.
Pero está creciendo.
Así es. Creo que a final de año puede haber casi un centenar
de huertos comunitarios. Hay mucha demanda.
Metemos la col y tapamos.
Yo vivo en el barrio de La Guindalera,
y ahí vamos a hacer un huerto.
Sí.
Vamos a ver, yo sé,
porque he estado trabajando en una granja escuela
de agricultura ecológica en Navarra, en Tafalla mismo.
Tenemos el huerto urbano y una línea de huertos terapéuticos.
Trabajamos con Madrid Salud,
donde se trabaja con el Instituto de Drogodependencia,
y es una manera de socializar, de conseguir habilidades,
y es una terapia.
Después, salimos fuera.
Tenemos un huerto en el Niño Jesús,
en el que trabajamos con niñas y niños
con desórdenes alimentarios, y a través del huerto
es una herramienta para ir normalizándolos.
El vertedero ocupa una gran superficie,
dividida en cinco vasos, que desde los años 70,
35 años, está vertiendo la basura de toda la comarca.
Vertiendo además al aire libre.
Por lo tanto, es algo que tiene que terminar.
Tanto la técnica de vertido al aire libre
como esa ocupación en un lugar que ya, por fortuna,
no puede expandirse.
Está situado cerca de un río, en un parque natural,
y ya no hay más espacio.
Cualquier gestión de residuos de un ámbito más allá del municipio,
cuenta con apoyo de financiación de la Comunidad Autónoma,
y en el caso de Madrid, a día de hoy no.
Estamos hablando de una planta de tratamiento de residuos
que es su tercer modificado.
Es decir, desde que algunos hemos empezado hace unos meses,
hemos cambiado el modelo.
Un modelo que ya cumple la normativa europea,
que reduce el vaso inicial en un 60 %,
lo deja en un 40 % de lo pensado en principio.
Que elimina la tecnología del plasma,
que era una incineración.
Que admite compost...
No, en absoluto.
Es un mal menor. Es como algunos lo planteamos,
sabiendo que, desde luego,
se puede progresar en otras políticas en cada municipio,
que es en lo que yo insistiría, en utilizar la mancomunidad
como una herramienta para llegar adonde todos queremos llegar.
En este territorio hay un problema,
en dos años se acaba la capacidad del vertedero de Alcalá de Henares,
capacidad que se hace no cumpliendo la normativa europea,
que es vertido al aire libre,
y nos vemos obligados a buscar una solución.
Eso es falso.
En vez de hacer un macrovertedero, hacer varias plantas deslocalizadas
que respondan a las necesidades de cada municipio.
Y gestionar los recursos...
Digo recursos porque, si las grandes empresas
están tan interesadas en gestionar los residuos,
es porque realmente son recursos.
Sí, el vertedero de Alcalá de Henares,
que está a escasos 500 metros de las viviendas
y de un colegio en el término municipal de Villalbilla,
el cual, aunque en abril de 2018 nos digan que ya se colapsa
y se cierra el último vaso,
aún van a seguir emitiendo gases a la atmósfera,
que, dependiendo de hacia dónde sople el viento,
afectará a los vecinos de Alcalá de Henares
o seguirá afectando a los vecinos de...
En Loeches hay una contestación social contra el macrovertedero.
Está claro que es una instalación que nadie ha pedido,
que no es necesario. Lo que más molesta de la instalación
es el ocultismo con el que se ha tratado.
Hay un estudio del Instituto de Salud Carlos III
que enumera una serie de cuestiones
y de afecciones que pueden provocar este tipo de instalaciones.
-Lo que tiene que quedar claro
es que el promotor del proyecto es la Mancomunidad del Este.
Las instalaciones son megainstalaciones
en las que va el 70 % del vertedero de cola.
Van a hacer lo mismo que en el vertedero de Alcalá,
pero en vez de tirar la basura a cielo abierto,
la van a envolver en plásticos. Esto se está haciendo en Ripollet.
El plástico se degrada y van a seguir saliendo gases.
No nos va a servir de nada.
Vamos a tener lo mismo.
Es un vertedero encubierto.
-Lo que nunca sabemos es, cuando vayan a decidir,
qué se va a decidir en las reuniones de la Mancomunidad.
El voto de nuestro municipio es muy pequeñito.
Yo creo que si informaran a la gente,
el representante de mi municipio tendría el apoyo de la gente.
-Nosotros estamos afectados por la incineradora de Valdemingómez.
Está afectando de forma permanente a 9 kilómetros a la redonda.
Y nosotros estamos en esa.
Coslada acaba de incorporarse a la Mancomunidad del Este.
En una reunión con la representante de Coslada en la Mancomunidad,
que es la concejala que lleva el área de Medioambiente,
le planteábamos que durante cuánto tiempo más piensa ella
que vamos a poder estar respirando un aire contaminado
por la quema de residuos, durante cuánto tiempo más
vamos a tener suelo disponible para seguir enterrando algo
que además es valor, que se puede poner en valor
y que se debe reutilizar y poner en valor.
Nosotros estuvimos en Milán, en Capannori,
y nos estuvieron diciendo los costes que tienen.
Los costes que tendríamos...
Ahora mismo se están vertiendo 220 000 toneladas
de residuo orgánico.
De ahí, el 50 % sería húmedo. Serían unos 72 euros por tonelada,
que es más o menos lo que nos va a salir en esta planta.
110 000 toneladas a 72 euros, que es lo que nos dijeron,
7 920 000 euros. Es decir, unos 8 millones.
De hecho, el contrato con FCC es de 21 millones al año.
Es decir, mucho más económico.
22,6 años, ¿no? -Casi 23.
-Casi 23 años.
El problema es que no cerramos el ciclo,
porque el ciclo es material, no es energético.
Estamos extrayendo aluminio, cartón, plástico,
para acabar quemándolo y consiguiendo una energía muy ligera
que deberíamos obtener por medio de energías renovables.
Los municipios que se lo han tomado en serio,
en dos años, han conseguido incrementar
los porcentajes de reciclaje al 80 %.
La diputación de Guipúzcoa y algunos municipios concretos,
como Usúrbil o Hernani.
En Italia, toda la región de Treviso está en un 85 % de separación.
Y nosotros estamos en menos del 30.
Hay varios comerciantes que están...
participando en esta iniciativa piloto.
Dentro del porcentaje de alimentación perecedera,
es un 8 %, un 10 %.
Agárralo.
Viene más limpio depende de donde proceda.
Cuando la gente está concienciada y pone cuidado en seleccionarlo.
Solemos tener un poco más en el colegio,
pero bueno, es otro tipo de residuos.
Procede del menú. Y esto es del mercado,
de los puestos de verduras.
El compost, muy poco. Una vez hemos echado la basura,
con que lo movamos una vez a la semana,
le añadimos el estructurante, en este caso, utilizamos paja,
y luego le echamos la gallinaza.
Y le suelo poner esto para que coja más calor.
Estamos alrededor de un montón de basura y no huele.
se pone cuidado que necesita, no huele.
Normalmente, cuando se entrega.
Primero ha habido que esperar un poco
para que haya suficiente materia orgánica,
porque si hay poco, no tiene suficiente masa
para coger temperatura.
Pero a partir de ahora...
Si son pequeñas, es fácil que...
Normalmente, esto aporta poco.
Una etiqueta aporta poco al proceso de venta.
Al final del arboreto, hay una zona de composteras,
y ahí es donde se llevan todos los residuos
que se sacan del mantenimiento y de la huerta.
El compost que se genera se utiliza otra vez aquí.
Tanto en los bancales de huerta como, si sobra,
se pueden abonar los árboles, los arbustos...
Claro.
Están puestas para que desde fuera se puedan echar los residuos.
Ellos también participan y colaboran en traer residuos orgánicos.
Su manera de aportar.
Claro, ya han tenido que separar.
Esto es un avicompostero, no es solo un gallinero.
Y un avicompostero comunitario.
Los gestores del avicompostero son siete familias,
una por cada día de la semana.
Ellos vienen, cuidan las gallinas, las dan de comer,
recogen sus basuras y las depositan en el compostero,
y ese día se llevan los huevos.
Claro, tienen premio.
Me la imagino, porque en algunos sitios...
Avicomposteros, creo que aún...
Este es el taller de RBKart, la escuela taller.
Es una asociación que acabamos de transformar
de taller a asociación.
Y nos dedicamos a la reutilización y el trabajo con palés,
cajas de vino, etc.
Este prototipo va unido a unas composteras
para el tema de reducir residuo orgánico.
La idea sería poderlo sacar en los municipios
o pequeñas comunidades de vecinos, quizás también de pueblos.
O particulares que en sus casas tengan sus parcelas
y les apetezca tener un gallinero un poco más cuco.
En este concreto, 12 o 15 podrían estar bien.
Hola. -Hola, ¿qué tal?
-Hoy vengo acompañada. -Fenomenal.
Y que te lo vengan a recoger a casa, pues todavía mejor.
Los tres días, más o menos, que ellos tardan en recogerlo
es lo que yo tardo en llenarlo.
-Hoy la toca, a cambio de esto, cada 20 días o 30,
le damos huevos de las gallinas que se comen todo esto.
Esto lo han puesto voluntariamente las empresas...
No es un regalo.
El ayuntamiento ha puesto el terreno.
No, compostar de este modelo es el sistema más barato
comparado con las grandes inversiones en plantas de compostaje.
Los vecinos de Torremocha pagan una tasa de basura
que no llega a los 20 euros año por hogar.
Si tuvieran que imputar todos los costes que lleva el sistema,
tendría que pagar no menos de 150 euros por habitante.
Y eso tendrá que llegar en algún momento.
Todo lo que se haga desde el ayuntamiento
para irnos acostumbrando
será reducir la subida de las tasas cuando llegue el momento de hacerlo,
que seguramente será para 2019.
En los pequeños municipios, las composteras como estas,
menos de 2000 habitantes, y Torremocha no llega a los 1000,
se puede resolver el 100 % con composteras comunitarias.
Necesitaría apoyo de alguien
que técnicamente viniera a hacer un seguimiento,
pero se podría resolver toda la materia orgánica
y se estaría ahorrando mucho.
No solo en la tasa, sino en los transportes,
y lo que es más importante, espacio en los vertederos.
Segurísimo. Se podría hacer sin lugar a dudas.
Además, Madrid ya tiene infraestructuras,
sobre todo el ayuntamiento, para hacer compostaje
y tratamientos de digestión.
Aerobio o sin aerobio, con oxígeno y sin oxígeno.
Y con eso y algo de apoyo de agrocompostaje
en los entornos de la ciudad,
puede hacerse un plan de residuos cero
en materia de residuos orgánicos.
Lo que no me puedo creer es que solo se vaya a resolver
con una recogida, por muy buena que sea,
en grandes plantas centralizadas,
porque eso supone kilómetros de desplazamiento,
y lo que es peor, ese compost habrá que venderlo.
¿Hay mercado para comprarlo?
¿Los agricultores tienen dinero para comprar esa materia orgánica?
Pues no, no están las cuentas de explotación de los agricultores
como para comprar la materia orgánica.
La mejor es adjudicarle residuo, pagarle por que lo gestionen,
y luego ellos lo autoconsumen en su finca.
La gestión de los residuos en una ciudad de más de cuatro millones como Madrid es un reto urbanístico y ambiental permanente. La recogida de nuestros desechos es responsabilidad municipal así como el tratamiento centralizado en el Parque Tecnológico de Valdemingómez. Pero también existen macrovertederos en activo, como el de Alcalá de Henares, competencia de la Mancomunidad del Este, que reúne a 31 municipios del Sureste de Madrid. A punto de colmatarse en el 2018, se ha adjudicado un nuevo macrovertedero en Loeches. Un proyecto con fuerte oposición ciudadana y muy alejada del modelo de gestión de residuos cero.
Cada madrileño tira a la basura un kilo de residuos al día. Y esta sangría de desperdicios, en su mayoría, de fracción orgánica, no se recicla en un 72, 9%, sino que se entierra, amontona e incinera a cielo abierto.
El Ayuntamiento de Madrid ultima un plan estratégico de residuos con la recogida segregada de la fracción orgánica. Por fases. Será en el quinto contenedor, marrón, un envase más para la separación en origen. Un paso de gigante para reducir en un 20% el volumen de la generación de residuos, un mandato europeo en el 2020.
El proyecto piloto “Madrid Agrocomposta” es la primera experiencia piloto de recuperación y agrocompostaje de materia orgánica auspiciada por varias plataformas ciudadanas y apoyada por el gobierno municipal.
La directiva ambiental europea nos pide que iniciemos un nuevo modelo verde de gestión de nuestros desechos. Un futuro que revalorice la fracción orgánica.
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La recogida de los derechos es un tema muy importante en nuestras ciudades y mas si hablamos de grandes ciudades, se debería tomar mas enserio el tema y no tratar solo de maquillar las cifras para que parezcan mas eficientes cundo no se toman medidas en serio sobre ello yo y todo el equipo de http://maquillaje-para.top lo tomamos muy enserio