Sinopsis
En la historia de España, la imagen del villano se ha romantizado con la figura del bandolero. En la sección “A tiro de piedra” de “El Condensador de Fluzo”, Miguel Iríbar habla de algunos bandoleros célebres como “El Tragabuches”, del que se decía que había matado a tanta gente que podía llenar un cementerio; o “La Tuerta”, del Alto del León, una bandolera que se disfrazaba de hombre para ejercer el pillaje.
El bandolero Jaime “El Barbudo” fue un defensor acérrimo de Fernando VII. En el reportaje semanal, Miguel Iríbar viajó al Monasterio del Escorial para conocer las maldades cometidas por el rey absolutista, en una conversación con el Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante Emilio La Parra.
Emilio comparte con el colaborador el carácter difícil de Fernando VII, caracterizado por su hipocresía y su cobardía. La relación con su madre fue de amor-odio, celoso de la excelente relación que ella mantenía con Godoy. En lo relativo a su padre, la cosa no fue mejor: en el Motín de Aranjuez, Fernando VII consiguió alzarse como rey tras la abdicación de su padre, Carlos IV, y poner en prisión a Godoy. A partir de 1814, pasó de ser “el rey deseado” a ser considerado “el rey felón” por su ejercicio de la crueldad y la represión. Si quieres saber más sobre el rey, no te pierdas la sección A La Carta.
