Fuera de emisión
Mi deseo es que mi madre no trabaje tanto.
(TODOS) ¡Edu Soto!
(RÍEN)
(DICEN VARIAS COSAS)
(TODOS) ¡Deseo!
Vamos a ver si sois igual
de rápidos volviendo a vuestras clases.
(TARAREA)
(TOODS) Hola.
(TODOS) Edu, Edu.
Mi deseo que he pedido es que mis abuelos
se vayan a un sitio donde no llueva
porque cada vez que van de vacaciones,
tienen muy mala suerte y casi siempre les llueve.
Que mi amiga Claudia Camino salga en una peli o en una serie.
Que si quiere salir conmigo y me dijo que no era su tipo.
Tiene un lío.
Que mi abuela Angelita
vaya al Santiago Bernabéu a ver un partido.
Pero, está uno por mí, ¿eh?
Pablo, si lo estás viendo, esto va por ti, ¿eh?
El deseo que hemos pedido es el mismo
y es que mi madre vaya a Bélgica a ver a su madre.
¿Cuánto tiempo llevan sin verse?
Mucho.
El deseo que he pedido es para mi madre
para que conozca a algún famoso.
Mi deseo es que mi madre no trabaje tanto.
(RÍEN)
Algunas veces trabaja hasta la hora de comer
y algunas veces trabaja todo el día
y no me da tiempo a verla por la noche.
Va con un pantalón azul y con un chaleco "fosforente".
Mi deseo, que mi padre vuele drones.
Mi padre está cabreado por eso he pedido esto.
¡Edu, ábreme!
Yo quiero que mi abuelo tenga un martillo nuevo
porque el que tiene es viejo y construye muy mal con ese.
Mi deseo es que mi abuelo tenga un nuevo martillo
porque el que tiene construye muy mal con él
y pide ayuda.
Quiero pedir algo más.
Que mis padres se casen
porque llevan mucho tiempo juntos.
Hombre, en tiendas.
Sí.
Creo que mi madre.
Con un vestido blanco y con eso que llevan
las novias aquí en el pelo.
y con una tela para abajo.
No.
Podría, pero, guardado en un bolsillo, mejor.
Hola.
¿Cuál de los dos deseos?
Ahí va.
El deseo que quería
que más se cumpliera era el de la boda,
pero, el martillo, también, está bien.
Sí.
¿De verdad?
¿Sí?
Es una sensación muy extraña,
un sorpresón total.
¿Qué hacemos, decimos que sí
y nos casamos papá y mamá?
Sí.
Pues, venga, que nos casamos.
Pues, la verdad es que no, nos fuimos a vivir juntos
y venía de camino lo que es Héctor, el hermano mayor de Nerea.
Yo creo que no, vamos a ver.
Estás en una nube en la cual dices: "Madre mía",
lo típico, el pensamiento de:
"¿Me dirá que sí, me dirá que no?".
Por supuesto, estás con una persona con la que convives toda la vida,
te digo que con toda la ilusión del mundo.
Pues, nos encontraremos una chica seria, ¿verdad?, es muy seria mamá.
Con el tema del estudio. Tela marinera.
Muy seria.
Eh... Yo cumplo.
Mañana.
Sí.
¿En serio?
¿Y los invitados, qué?
Mejor mañana.
(RÍEN)
Decía mañana porque así podré descansar
y estar más cómoda.
Mi deseo es que nos hemos mudado hace mucho.
Entonces estaban discutiendo un poco mi padre y mi madre
sobre la hipoteca, que no sé ni lo que es.
Y he pedido que mi padre vuele en globo para ver
si le cambian los aires y está contento.
Lo del banco a lo mejor.
hay mucho jaleo.
Sí.
Yo las cojo y tengo que dar dinero.
¿Sí?
Es bombero.
¿Para ayudar?
A los bomberos.
Este deseo va a funcionar para que no haya
más discusiones tontas.
Un poquito, sí. Ahora cada vez menos. Pero sí.
Nos vamos adaptando.
Sí. Mucho lío.
Mi marido últimamente está más tenso por el cambio de casa
y seguro que también porque no puede salir tanto como quisiera
a hacer el deporte que necesita.
Como tiene tiempo por trabajo pues todo el papeleo...
Entonces, cada día venía...
Bueno, sí.
Jorge es muy testarudo, por decirlo de aquella manera.
Igual que te digo eso, te digo la otra parte:
tiene muy buen corazón.
Sí. A ratos, sí. A ratos.
Vale, venga. Mi hijo es muy emotivo,
le puede la emoción, y le ha dado por llorar.
Para. Oye, escúchame.
Va a venir papá y hay que darle la sorpresa.
Se ha puesto a llorar de la emoción de ver a Edu. Simplemente.
Espera, espera, Alejandro. -¿Qué?
¿Hola?
Ah.
Alejandro, quiere hablar alguien contigo.
¿Hola?
Bien.
¿Eres Edu?
¡Es Edu Soto, papá!
¿Cuál es?
¿Qué pasa? -Que a lo mejor se hace realidad
mi deseo. -¡Hala! ¿El de la abuela?
¡Sí!
Vale.
Sí.
Hola.
Ha sido muy emocionante encontrar a Edu.
¿Qué?
Sí.
Ya verás qué sorpresa se lleva la abuela.
¡Angelita, vamos a por ti!
que es con una pancarta gigante que ponga lo orgulloso que estoy
de que sea mi madre y que hay mucha gente que la apoya.
Está muy pero que muy decaída.
a gusto ahora mismo, que a veces viene del trabajo
y está como cansada...
No. Pero quiero tener hermano o hermana.
Lo que le gusta es el color rosa.
Muchísimo.
Bueno...
Hola, buenas.
Sí, es que no sé qué hago aquí.
Tú sabes algo, ¿no?
Yo he hablado con tu hijo.
¿Qué te ha dicho?
Sí.
Muy bien. Sí.
Madre mía. Yo vivo las cosas mejor
desde la barrera, no siendo protagonista, pero supongo
que esto quiere decir que soy la persona más importante para él.
¡Ah! ¡Madre mía!
¿Paso?
Sí.
Claro.
Sí, lo podemos hacer.
Ahí, cuidado la cabeza. -¿Aquí?
Ahí, al lado de Edu.
Venga, chicos, suerte.
Jorge, ¿qué pasa? Buenos días.
Oye, ¿por dónde vais?
Vale, daros un poquillo de vidilla,
que hemos tenido un incendio industrial
ahí en Albolleque otra vez. Venga.
¡Madre mía!
¡Vaya traje! -¡Es muy bonito!
¿A que sí?
(TODOS) ¡Viva!
Del novio.
Maravilloso.
Sí, señor. Maravilloso.
Anda que si ahora dicen que no, que no se conocen todavía.
¿Y por qué no ha podido pedir un viaje
como cualquier niño normal y no esto, este "embolao"?
Nos ha metido en un "embolao".
No hay cosas para los niños y se le ocurre decir esto,
que quiere que se casen sus padres. Es muy fuerte.
Me tiene, vamos...
Un poco.
Asómate, Alejandro.
¿Pero adónde vais?
Hola. -¿Y esto?
Pero bueno, ¿y todo esto?
Eso digo yo.
¿Dónde vas, cariño mío?
(RÍE)
¿Qué tal?
No, yo lo quiero mucho. -A todos los nietos.
Mucho. -Un poquillo mucho.
Y yo a él también. ¿Verdad que sí, cariño?
Muy ilusionada.
Una emoción que no creí que la iba a tener.
Qué lío me habéis formado.
Venga, que vas a disfrutar, mamá.
Tengo unas ganas de darle esta sorpresa,
que me conceda el deseo ya es flipante.
Que te tiene que tapar los ojos.
Por aquí. Llévala, Alejandro. Venga, Alejandro, ayúdame.
Pues desde que era una niña e iba al colegio.
Aquí. -Ahí, muy bien.
Venga, Alejandro, abre ahí. -Échate un poco para atrás.
Muy bien.
Cuidado, la cabeza.
(RÍE)
Yo no, yo no.
Bueno, ¿qué? ¿Vamos a ver a mamá o qué?
Sí, vamos a verla.
Joder, nervioso no, lo siguiente.
Como todas.
La espera la verdad que ha sido pues eso...
nervioso, nervioso.
Los minutos eran horas.
Ha pasado todo lo que es una vida,
todos mis 18 años con ella han pasado por delante
de lo que es mi visión.
¡Madre mía!
No entraba. Digo: "¡Madre mía, que se va!
¡Que se va, que se va!"
¡Ay, ay, ay!
¡Oh, madre mía!
¡Madre mía!
Es que me he asustado.
Me han entrado ganas de salir corriendo.
Porque no me esperaba para nada verlos ahí a todos.
Hola, cariño.
Madre mía, ¿pero qué es esto?
Hola, cariño. -¡Madre mía!
¡Ay!
¿Qué pasa?
¿Qué? ¿Pero por qué lloras?
Ay, porque está muy contento mi niño.
¿Y esto qué es? -¿Qué es esto?
Te lo puedes imaginar.
¿Quieres casarte conmigo?
Sí.
¿Te quieres casar conmigo? -Sí.
Pues toma.
Como ha sido todo tan rápido
todavía no ha terminado de asimilarlo.
He estado a punto de decir...
Espérate si no me lo he pensado ya.
Cuqui, que no.
Mis hijos igual que era una ilusión para mí
pues para ellos imagínate.
Ah, mira qué bien.
Madre mía.
Vale.
Yo no me podía imaginar que a mi hija le hiciera feliz
el que sus padres estuvieran casados.
Y me he alegrado mucho.
Tengo ganas de que llegue el momento, casarme,
para disfrutar del momento, del día, de todo.
Jorge, ven. Rápido, que el tema...
Te tengo que contar, el acceso es complicado.
Aquí, tienes que ir, tienes que... eh.
(RÍE)
¿Qué pasa, macho?
¿Eh, qué pasa?
¿Qué haces tú aquí?
¿Qué? Dime, ¿qué haces aquí?
El hombre de la tele. -¿El hombre de la tele?
Ya me lo imagino.
Jorge Padre, sí, señor.
Muy bien.
Sí.
¿Ah, sí?
Que sea el más feliz.
¿Que sea el padre más feliz?
Sabiendo que él me ha pedido un deseo para mí, me emociona.
Me estoy emocionando por momentos.
El año pasado nos cambiamos de casa.
Compramos una casa nueva. Mi suegro está un poco enfermo.
¿Sabes? Entonces, son muchas preocupaciones.
Es todo muy seguido.
Todo, todo, todo. Entonces, claro,
hemos dejado a Jorge un poco apartado.
Para dejarlos aparte de las preocupaciones que tenemos
los mayores y los niños, intentar siempre que no lo noten.
¿Que se airee un poco?
Solamente pensar que mi hijo ha pensado en su padre,
ha pensado en su madre y que todos los problemas
que tienen su madre y su padre,
que intente solucionarlos, eso es lo mejor que hay.
(JALEAN)
Yo creo que él es más maduro de lo normal
y creo que él quiere también demostrarme todo lo que me quiere.
Que, a veces, los hijos no demostramos a los padres.
Creo yo. Metiéndome un poco en su cabeza. Pero no lo sé.
Sí. Hay veces que en la vida
pierdes esa magia
y ves más los problemas que las pequeñas cosas.
Entonces, quizás, él se esté dando cuenta. No lo sé.
De momento, la naturaleza ha dicho dos veces que no, en un año.
Él no lo sabe. Sabe una ocasión nada más.
Y lo pasó tan mal, que la siguiente no se lo hemos dicho.
Entonces, por ahora, ese tema...
está aparcado.
Esa historia me ha afectado mucho.
Y, psicológicamente, yo lo he pasado mal.
Al estar yo mal psicológicamente, pues se plasma en casa
y en el trabajo y en todos los lados.
Viendo cosas negativas, que no existen.
Pero yo las veo. Y eso no me gusta en mí.
Todo me parece gris, no rosa.
Creía que no se había dado cuenta,
porque el tema lo tenemos desde el verano escondido
y estoy viendo que no.
Yo creo que dejarle... no.
Lo que pasa es que, a lo mejor, juegas menos,
o te dedicas más a que estudie, a las notas,
a todas esas cosas y dejas a un lado su niñez.
No sé. Creo que yo sigo siempre a su lado.
Y él lo sabe.
No me lesiones.
Yo no pensaba en nada cuando tenía los ojos vendados.
He venido sin saber adónde venía.
Qué maravilla.
Qué maravilla.
Es una maravilla. ¡Ay, mi chico, qué guapo!
Mucha emoción. No me esperaba nunca que me iba a pasar nunca.
Una alegría muy grande, inmensa.
Me gusta mucho desde mucho tiempo, muchísimos años.
Me encanta ver el Madrid. Pero, vamos, cada vez que veo
que hay partido, veo el partido.
Además, que me ciego. Ni me acuerdo que tengo
que cocinar, ni nada. Nada más ver el Madrid.
Es mi pasión.
Muchísimo.
(RÍEN)
Es mi marido del Barça.
¡Oh! Pisando el césped.
El córner. -No sé.
Vamos a ver.
Me ha hecho mucha ilusión pisar el césped del Bernabéu
con mi nieto. Es la mejor sorpresa que me podían dar.
¡Ay!
Tengo muy buena relación con mis nietos,
pero Alejandro es el más cariñoso.
Es más del Madrid que ninguno. ¿A que sí?
Por eso nos llevamos muy bien, los dos somos acérrimos del Madrid.
Muy cariñoso y muy buen niño. Muy estudiante.
Yo lo quiero mucho por eso.
Estudia y se porta bien.
Es muy bueno. Un niño muy bueno.
Siempre me está dando besos.
Achuchones, ¿verdad?
Achuchones. Nos damos achuchones mutuamente,
porque también me los da a mí. ¿Verdad, amor?
Cuando mi padre vea el globo,
se va a sentir muy orgulloso y muy contento.
Esto es tierra. Yo veo que es tierra.
Ah.
¡Ahí va! ¡Ahí va!
¿Y eso? ¿Vamos a montar en globo?
Ya aprovechamos, ¿no?
Ahí va. Impresionante. Me estoy quedando...
Es una ilusión que tenía de hace mucho tiempo,
lo de montar en globo. ¿De verdad?
Para mí, ha sido como un sueño. Era una cosa que deseaba.
No lo puedo expresar ahora mismo. No tengo palabras.
¡Eh! Pero bueno.
-Móntate. -¿Me monto?
Yo creo que con el globo,
mi padre y mi madre van a cambiar de aires.
He acertado con el deseo. -Vamos a ir subiendo.
Venga, vamos allá. -Pesa mucho.
Bueno.
Esperar el verla cómo va a salir vestida,
de qué manera, eso va a ser otro momento
para guardar en la cartera, para toda, para toda la vida.
¡Oh! ¡Madre mía!
Cuando ha llegado del brazo de su padre,
ese momento ha sido precioso. Eso sí que puedo decir
que es algo para recordar toda una vida.
Y mil vidas que viviera, para recordarlo y vivirlo.
Un poquito.
Buenas tardes a todos.
Bienvenidos al pueblo de Galápagos.
¿Tenemos anillos?
Esperamos que nos las traiga.
A ver. Raúl, coge tú el de Mónica.
Simplemente, repite lo que te voy a decir.
Me entrego a ti, Mónica, en este día.
Me entrego a ti, Mónica, en este día.
Para compartir mi vida contigo.
Para compartir mi vida contigo.
-Puedes confiar en mi amor. -Puedes confiar en mi amor.
-Porque es real. -Porque es real.
Apoyaré tus esperanzas, tus sueños y tus metas.
Apoyaré tus esperanzas, tus metas...
-Y tus sueños. -Y tus sueños.
-Me entrego a ti, Raúl. -Me entrego a ti, Raúl.
-Para compartir mi vida contigo. -Para compartir mi vida contigo.
-Puedes confiar en mi amor. -Puedes confiar en mi amor.
-Porque es real. -Porque es real.
Todo lo que soy y todo lo que tengo es tuyo.
Todo lo que soy y todo lo que tengo es tuyo.
Desde este momento, hasta la eternidad.
Desde este momento, hasta la eternidad.
Os declaro en matrimonio. Enhorabuena. Podéis besaros.
Mis padres están casados. Por fin.
No tengo yo camisetas del Real Madrid.
Qué bien.
¡Anda, Amancio! (RÍE)
Angelita, me han dado esto para ti.
Te voy a dar dos besos.
Muchas gracias. -Cuánto me alegro.
-Y yo. -Que pises este santuario.
-Este santuario. -Mira.
-Qué bien, qué maravilla. -Para Angelita.
Me he emocionado, se me cayeron las lágrimas de verlo.
Es un ídolo, me ha hecho pasar unas tardes muy buenas de fútbol.
Porque, incluso, nosotros, eh... lo sentimos.
Pisar el terreno de juego con el estadio vacío
y ver esa mole tan grande, te da una sensación...
te da una sensación impresionante. -Impresionante.
Una maravilla. -Bueno, pues, nada.
-Me alegro mucho. -Me alegro, nada...
Enhorabuena. -Muchas gracias.
Cuando mi abuela ha visto a Amancio,
ha sido como yo ver a Bale.
Si ella está contenta, yo también.
Me he emocionado mucho.
Viendo a los jugadores.
-¿Qué tal, Angelita? -Bien.
Encantado. -Encantado
Y vengo a darle sobra sorpresa más.
Para el partido de hoy.
Tiene unas entraditas
por parte de la Fundación Real Madrid.
Me he enterado que es de Guadalajara.
-Sí. -Allí tenemos una escuela
de socios deportiva, tenemos varios proyectos,
de mayores, para... -Para niños.
-Para niños, centros de acogida.
Y los invito a que lo... lo disfruten allí en Guadalajara.
Muchas gracias. Cuando me han regalado las entradas
para ver un partido, me he quedado pasmada.
La primera vez que veré un partido del Real Madrid con mi nieto.
Que gane el Madrid.
A ver. -Zapatillas rositas.
-¿Dónde estará? -Está aquí, la he visto.
-¿La has visto? -Sí.
¡Guau, mira! (RÍE)
Mira, igual que tú las zapatillas. -¡Genial!
¡Muchas gracias, Hugo!
Te quiero mucho. -Y yo.
-Te quiero, hijo. -Y yo.
Solo con que mi hijo me diga "te quiero",
no necesito nada más.
Para mí ya eso es el mundo entero de rosa.
Sí, venimos a pasear a la perra. Tenemos una perra.
No, es negra, pero sus collares son rosas y las uñas también.
Una obsesión por el rosa.
no me puedo ni imaginar lo que puede haber pensado.
Yo creo que el mensaje que le quiero dar
va a servir para que nunca la vea más triste
y que sea la que era antes.
¡Oh, qué bonito...! ¡Qué bonito!
Qué bonito, hijo. Muchas gracias. -De nada.
Es lo más grande que puede tener una madre,
que un niño te diga lo importante que eres tú para su vida.
Ojalá todos los días piense mi hijo eso de mí.
Estoy muy orgullosa de ti, ¿vale?
Lo imaginaba más pequeño.
Sí.
Le agradezco un montón al "El árbol de los deseos"
que mi madre se sienta otra vez alegre
y que vuelva a ser la de antes.
Igualmente.
¡Muchas gracias "Árbol de los deseos", vamos!
-Seguro. -Está consiguiendo pues,
que lo veamos... -Te replanteas cosas.
-Te replanteas cosas. -Lo que importa.
-Y lo que importa es el niño.
Y nosotros también importamos, porque tenemos que estar con él.
Y las discusiones o los cambios de impresión que tengamos,
pues hablarlo... -Relajados.
Hablarlo, relajar y hablarlo en vez de discutir.
Mi hijo lo que nos ha hecho a nosotros... no tengo palabras.
Algunas veces hay que ponerse en la piel de un niño
para saber lo que está pasando. Yo me estoy quedando...
bueno, no tengo palabras. (RÍE)
Nos quiere, nos quiere, quiere que estemos más unidos con él.
Y que no nos vea discutir, que nos vea que somos felices
y que estamos juntos. Y que lo vea él.
Si él se ha dado cuenta de que hemos discutido,
la tensión de los mayores no hay que trasladarla a su mundo.
Vamos. Y, ahora, cuando bajemos abajo y veamos a Jorge,
se va a dar cuenta.
Ya tengo otra cara, ya me planteo muchas cosas
que antes estaba... no lo veía y ahora lo estoy viendo.
Yo creo que, cuando vuelvan aquí, a tierra,
mi madre y mi padre se van a sentir mejor que antes.
-¿Así? -Haz presión.
¡Pero, bueno!
(RÍE) -¡Ay!
¡Sí, muchas gracias!
¿Y a mí qué? ¿A mí qué? ¿Y a mí qué?
(RÍE) Muchas gracias.
Estas cosas que te ocurren, que nos ocurren ahora mismo,
te hacen abrir los ojos y mirar de otra manera todo.
Estoy muy feliz. No sé si se me notará.
-Sí, se te ve. -No sé si se me verá.
Pero estoy muy feliz.
Sí.
"Árbol de los deseos", gracias.
Muchas gracias. -Muchas gracias.
Muchas gracias.
¡Gol!
Ahora una pirueta.
De Sacedón.
Abuela, abuela.
La imaginación de los niños es infinita, pero, si pudieran hacer realidad un deseo para otra persona, ¿qué desearían y para quién sería? 'El Árbol de los Deseos' es un programa en el que el actor Edu Soto recorre la geografía española para visitar, por sorpresa, distintos colegios. Los más pequeños ya han pedido miles de deseos y muchos de ellos, como organizar una boda sorpresa a sus padres, que su primo se reencuentre con su padre que vive en Brasil o una mano biónica para una compañera de clase, comenzarán a cumplirse desde este sábado. La única condición es que esas peticiones no sean para ellos sino para alguien a quien quieran hacer feliz.
Contenido disponible hasta el 11 de marzo de 2020.
Añadir comentario ↓
y quien paga la fiesta? porque todos los colegios son concertados? que alguien conduzca un ferrari es un gran deseo? En fin me parece un gran formato de concurso pero creo que si esto lo pagamos todos, hay gente necesitada, cómo para pagar que alguien conduzca un ferrari. Creo que es un concurso para una cadena privada no para una televisión publica.
Este programa va a coles públicos? 0 solo a colegios concertados?
Me encanto el primer programa, el colegio Adoratrices precioso y Edu genial, mostrando su faceta más cómica y humana. Enhorabuena!
Enhorabuena a Edu y a la productora!!por fin un programa familiar para todas las edades!!Por ponerle un pero....TVE deberìa emitirlo más temprano pues hay niños viéndolo.
El programa estupendo. Ya era hora que hubiera un programa que pueda ver toda la familia, y se disfrute. Edu, simpatiquisimo y haciéndolo muy bien. El colegio Niña Maria una maravilla, es precioso. Y los deseos de los niños...fabulosos. Me ha encantado. Le pongo un diez!!!. Felicidades!!!