La última arquitectura contemporánea española en una serie única de ocho capítulos. Los proyectos más premiados de los últimos años examinados en profundidad por sus autores. Más de treinta arquitectos de prestigio internacional explican los aspectos más relevantes de su obra. Una oportunidad excepcional para conocer al detalle las últimas tendencias de la arquitectura española a través de sus protagonistas.
España sigue siendo un referente de Arquitectura a nivel mundial. La arquitectura contemporánea española de los últimos veinte años es la expresión de un gran colectivo de arquitectos con una creatividad y una identidad propias y una excelencia profesional reconocida que exporta arquitectura a todos los puntos del planeta.
Escuelas, Hospitales, Centros culturales, casas, edificios industriales, Centros de interpretación, Auditorios... son los EDIFICIOS que, agrupados temáticamente, nutren este programa. Todos los proyectos seleccionados son construcciones muy recientes. En algunos se perciben todavía los ecos de una época de bonanza (se gestaron hace más de una década pero terminaron de ejecutarse hace muy poco tiempo), en otros se observa claramente un espíritu mucho más austero que evidencia los profundos cambios que ha sufrido nuestro país en la última década.
(Música)
La aparición de colectivos ahora, por todo el Estado español,
vine un poco marcado por el cansancio que tiene mucha gente
de no poder haber hecho proyectos.
Educativos, culturales, de autogestión.
Y como Administraciones distintas, tanto locales como autonómicas,
no han dado respuesta a muchas inquietudes,
la gente se ha organizado para dar alternativa
a lo que el Estado no ha hecho ni la ciudad ha hecho.
Hay colectivos que aparecen de todo tipo.
De consumo, agrícola, de arquitectura, urbanismo,
todo tipo de activismo político, no de partido, sino de base,
y bueno, creo que es un síntoma de salud a nivel social.
Este colegio de la Escola Tretzevents
es bonito porque aparece en un momento
en el que ya estábamos haciendo otro tipo de espacios educativos.
En Sevilla, estamos colaborando con unos colegios públicos
pero con unos padres muy activos
que querían cambiar condiciones del espacio.
Aquí, es una asociación de padres
que deciden que quieren hacer una educación diferenciada.
Son ellos los que me llaman para plantear si,
a parte de ser técnico,
si podrían incorporar el trabajo de los niños, de los padres,
de los profesores en el proceso constructivo
y de diseño.
Curiosamente, habían llamado a tres equipos catalanes antes.
Dijeron los tres años.
Serán magníficos equipos, seguro. Lo que ocurre es que,
equipos que estaban en la autoconstrucción
cuando no hay un soporte legal a nivel estatal ni autonómico,
hay una especie de limbo.
De "Yo estoy en seguro", "Es explotación infantil",
porque un pobre chino que trabaja 14 horas
para beneficio económico de alguien, sí
pero un chico que está haciendo su propio espacio educativo,
con la tutoría de sus padres, con técnicos que le han formado,
es otro mundo.
Más allá del tipo de educación que tengan,
de un tipo u otro,
colectivos que se agrupan para dar la educación
que ellos entiende que es mejor para sus hijos,
ahí me apunto.
En la educación urbana siempre,
y creo que otros colectivos también lo hacen,
siempre hemos tenido es preocupación por reutilizar las cosas.
Y siempre hemos buscado almacenes públicos, chatarrerías,
desmontando edificios previamente.
Cuando llegamos aquí, ya no solo era buscar los materiales,
que fuimos con padres y alumnos a una cristalería pública
donde, teóricamente, no se podía sacar material
porque era un punto limpio,
pero cuando tú ves que se va a utilizar ese material
para formar gente, reutilizarlo,
es absurdo picar cristales y volverlo a fundir.
Entonces, conseguimos treinta y tantas ventanas, puertas.
Algunos padres han hecho de nexo con algunas empresas
que tienen material de sobra
y nos han regalado toda la madera, o sea, 4500 euros en tableros,
seminuevo o nuevo.
Esta estructura se montó en cinco días
con gente con un marco de edad muy amplio.
Es atornillar grandes estructuras con mucha mano de obra simultánea,
es seguro, con lo cual, también he reutilizado la estructura.
Mucho material, casi todo es local,
salvo unas vigas que son de encofrado que se han traído de Euskadi,
todo el material es muy cercano y, como digo, reutilizado.
Y el diseño va cambiando, obviamente.
Los huecos de ventanas...
Es muy difícil dibujar el proyecto de antemano
porque no sabes qué cristal tenemos.
Emiliano, uno de los profesores, me dice:
"Aquí, una ventana sería magnífica
porque la clase sería de otra manera".
Una chica, alumna, me dice
que la ventana igual no tenía que ir tan alta.
Entonces, la composición de ventanas, a día de hoy, todavía no está.
(TODOS) ¡Una, dos y tres!
-He visto a niños pequeños llamar al padre que no estaba aquí
diciendo: "Papá, estoy poniendo tornillos".
Padres que ni siquiera han tenido los niños aquí,
han venido de amistad.
Viene Eli, amiga de una madre, y se pega 15 días aquí.
Para las comidas, que obligo que sean comunitarias,
que es el momento más bonito. He visto cosas alucinantes.
Porque con niños he trabajado alguna que otra vez,
pero a esta escala de dos alturas, de más riesgo, más complejidad, no.
Y han repetido.
Gente que estaba en julio y volvía en agosto.
Y digo: "¿Tú no estabas de vacaciones en la Costa Brava",
y dice: "No, es que mis hijos prefieren venir aquí
que ir a la playa".
La autoconstrucción
es una vía de emanciparnos de los procesos convencionales.
Es curioso que llamas al abogado de un colegio de arquitectos
y te dice que no hay leyes de autoconstrucción en el Estado.
Lo sabemos ya. Me interesa la autoconstrucción
para el desarrollo de proyectos comunes.
¿Que hemos ayudado a alguien a hacerse una casa en la azotea
porque estaba necesitado? Sí, y con autoconstrucción.
Y es ilegal y está escondida.
No pasa nada. No es especulativa.
En los vacíos legales que hemos buscado nosotros,
era para que una comunidad, tenga un beneficio comunitario.
Las leyes cambian,
y la única manera de demostrar que algo ilegal puede ser positivo,
es demostrándolo.
Eso es hacer leyes urbanas al principio.
Cometías una ilegalidad,
administrativa, porque no hemos matado a nadie,
no era penal.
Hacías que esa ilegalidad cumpliese estructuralmente,
aunque no administrativamente,
pero no conlleva ningún mal a la ciudadanía.
Usábamos vacío legales para demostrar....
Eran vacíos legales porque la ley no era tan amplia como se necesitaba.
Seguimos evaluando las leyes. Yo sigo mirando las leyes.
A mí me asustó cuando llegué ayer, subí al hotel corriendo
y cogí la prensa.
Y vi esta foto como otro caso inaugural del Congreso
e inmediatamente pensé: "Ya la hemos vuelto a cagar".
Y esta es la imagen que se está dando del Congresos de Arquitectos,
donde salen estos señores... Él ha alucinado, mira la cara que tiene.
Está flipando... Extasiado.
El problema está siendo por ese tipo de dimensidad.
Que es lo que muchos acaban de decir, que se acabó.
Que a tomar por saco.
Pero cuando subamos dinero público, cuando se...
Se está, la mente, no asistiendo, a otro tipo de arquitectura
por falta de recursos, a mí empieza a tocarme el pene, ¿no?
Muchos estudios que han jugado al juego de la especulación,
de la construcción sin límite, sin pensar en el dinero,
ahora que se han quedado sin trabajo, me divierte bastante
ver estudios con cierta solera que están tiesos
y se apuntan a ese rollo de los social.
¿Qué ocurre?, que tienen mecanismos, por su veteranía,
y por sus contactos, que los han cuidado muy bien,
para aparecer en foros,
como hay foros de revistas que jamás han sacado un proyecto.
A mí hay medios que no me han sacado nunca, ni a colectivos.
Ahora todas las revistas de arquitectura quieren sacar la mierda.
Todos están sacando rollito social.
Todos se están apuntando al carro, incluso a alta escala.
Incluso te hablo, no solo en España.
Princeton, Nueva York, gente que con 50 se mete a arquitectura social,
que no tiene una formación de base, que no se lo ha creído nunca,
y se tiene que adaptar porque las condiciones lo marcan,
no tienen la misma conducta, entonces se quedan en la superficie.
Exigiría tanto a los grandes arquitectos que han hecho
lo que han querido hacer, y han cambiado a una mirada más abierta,
como a los jóvenes que están metidos desde que han salido de la carrera,
o llevan unos años sin trabajo y están interesados en este tema,
que hay que ser muy preciso y muy íntegro.
Cuando comenzó,
lo importante, a lo que le queríamos dar prioridad es al...
Al Zuloark como proyecto,
que fuese, digamos, una estructura de trabajo
donde cualquiera se pudiese enchufar.
Nos apoyábamos los unos a los otros
y las carencias que tenía uno se suplían con las facultades de otro.
De modo que compartíamos el trabajo,
que no era algo que nos enseñaban en la carrera.
Entonces, después de unos años,
encontramos una definición y lo acoplamos a la definición de Zuloark,
y lo entendíamos como una zona de desarrollo próximo,
que es el lugar que hay entre saber hacer algo y no saber hacerlo.
Que es saber hacer algo con ayuda.
-Nuestra vinculación con el Campo de Cebada
básicamente empezó por dos motivos fundamentales,
el primero es nuestra proximidad, somos vecinos de la Cebada.
Pero por otro lado, por otro motivo, es que...
Enseguida fue un motivo profesional muy interesante para Zuloark.
Donde vimos que, desde hacía mucho tiempo estábamos pensando
de qué manera poder intervenir en la ciudad con otras reglas,
y la Cebada se convirtió en un contexto perfecto
donde experimentarlas y donde poder probarlas mano a mano.
Y donde estamos aprendiendo muchísimo,
trabajando con perfiles muy distintos, desde otros arquitectos,
profesionales en la cultura, vecinos, Administración...
-Como conoces, la Cebada funciona por asambleas.
Toda persona que viene a la asamblea y expone un proyecto, es capaz.
-Bajé ese primer día, y me habían dicho que querían hacer un huerto,
hablé con ellos y me dijeron que fuera a la asamblea del lunes,
bajé ese lunes y me dijeron que me encargara yo del huerto.
Ahora somos un grupo más o menos constante,
entre 12-15 personas, y los jueves nos vemos, nos reunimos,
y estamos con el huerto y el jardín y ampliando y seguimos.
-Esto es una zona muy bien, porque hay muchas cosas,
como la gente del huerto, la gente de circo, la gente de música,
y nos gusta mucho porque hay mucha variedad, donde podemos juntar,
a través del deporte que hacemos nosotros,
e intentar inculcar unos valores a través de este deporte,
como la disciplina, la integración, el respeto...
-Estamos plateando una nueva forma de hacer ciudad.
Pero también estamos intentando inventar un poquito
otra forma de ejercer la profesión de arquitecto.
En vez de hacer un concurso para ver el arquitecto
que se queda la Cebada y los demás lo miremos y lo disfrutemos,
lo que intentamos es estudiar de qué manera podemos coordinarnos
para trabajar juntos, intentar hacerlo rentable lo máximo posible,
y que sea lo mejor para el barrio.
-Para mí el Campo de Cebada es más un lugar...
No de nuevo urbanismo, sino de antiguo urbanismo.
Es recuperar el espacio público para la ciudadanía.
Y eso, creo, que se ha perdido en la arquitectura y el planteamiento.
Antes se hacía ciudad cuando las señoras se bajaban a la calle,
salía de su casa con la silla y montaban la cena y la merienda,
y eso en la ciudad se estaba perdiendo.
El Campo de Cebada intenta recuperar esa actividad y esa forma.
Yo creo que hemos ido evolucionando a lo que llamamos "Jerarquías fluidas".
Es decir, todos somos iguales, digamos, de forma teórica,
Está claro que cuando estás llevando un proyecto,
no puede todo el mundo tomar las decisiones a la vez.
Solemos tener diferentes responsables que van cambiando
durante el desarrollo del proyecto,
que se encargan de coordinarlo todo, aunque tengan ayuda del resto.
-Una no horizontalidad no jerárquica.
Entonces, se ponen en juego las habilidades de cada uno,
pero los responsables van rotando, los roles van rotando,
entonces vas a prendiendo a gestionar tú todos los asuntos,
y aprendes las dificultades que tiene el otro cuando está gestionándolos,
y el lugar que ocupas en cada proyecto, no implica una jerarquía.
Pero no trabajamos con horizontalidad total.
La noche en blanco de 2010,
empieza gracias a nuestros amigos de Basurama.
Ellos querían plantear una noche en blanco distinta.
Una noche en blanco que permitiese que todo lo que se gastase,
luego pudiese seguir usándose después de esa noche.
-Planteamos que todas las instalaciones hicieran,
un poco con el juego ese de...
Gran Vía, porque lo hicimos en la Gran Vía, Gran Obra.
Usar elementos de obra y elementos reciclados del mobiliario urbano,
para construir un parque de juegos para todas las edades.
-Era a la vez una crítica por estar siempre en obras,
pero a la vez una forma de cómo Madrid siempre está en cambio,
siempre está mutando y convirtiéndose en una ciudad distinta.
Llevábamos tiempo queriendo hacer un parque
al lado del Poblado del Gallinero.
Y nos pareció una excusa fantástica para luego tener algunos elementos
que llevar a ese parque. -De modo que todo lo que se proyectó,
sirvió para esa noche, para ese dispendio de dinero de esa noche,
pero luego teniendo en cuenta que,
lo que quedase, iba a ser reutilizado
para llevar a parques, para llevar a escuelas,
y sobre todo, para llevarlo al Gallinero.
Inteligencias Colectivas es un proyecto de Zoohouse
que consiste en una base de datos, de detalles constructivos
y urbanísticos informales, es decir, no estandarizados.
-Muestran el ingenio de la gente alrededor del mundo,
y van, desde cosas muy pequeñas, como pequeños inventos,
hasta procesos urbanos muy complejos, que tiene que ver con acuerdos
entre los vecinos, acuerdos que muchas veces no tiene que ver
la Administración por medio.
Y sobre todo es una plataforma online, libre,
donde se registran todos estos inventos a lo largo del mundo,
se dibujan, se comparten, y luego hay una fase en la que,
con esos prototipos se construyen otros prototipos en talleres
que Zoohouse hace alrededor del mundo.
Hay personas que son arquitectos antisistema.
Yo quiero aclarar aquí que no somos, ni nos consideramos,
ni queremos que se nos considere antisistema.
Creo que esa etiqueta, eh...
A la larga, o a la corta,
nos intenta apartar de la concepción tradicional de la arquitectura,
que también nos interesa.
Y de la cual no queremos salir.
¿Por qué tiene que desaparecer la arquitectura icónica,
en pos de una arquitectura social?
¿Tiene que desaparecer la arquitectura social
en pos de la icónica?
¿Es que no pueden convivir todas juntas?
Creemos que son necesarias todas las arquitecturas.
Es un colectivo de arquitectos, eh...
Que trabaja en el barrio de Sans, que tiene su estudio, hace cuatro años,
y una de las principales inquietudes que tiene el colectivo,
es el trabajo horizontal y desde abajo.
Con los propios vecinos, con la propia sociedad,
esa idea de intentar aproximar y esa construcción de la arquitectura
al propio usuario, a la propia persona que lo va a utilizar,
que sea ella misma quien la construye,
y en parte, quien la proyecta,
y que todo eso sea más próximo y mucho más directo,
que no haya tantos intermediarios, que sea mucho más fresco,
y también una manera de entender un proyecto de arquitectura
como muy colaborativo, donde implica mucha gente,
y gente también que puede ser más técnica, menos técnica,
y cómo cazar todo eso, ¿no?
Esa manera de proyectar y de construir, me gustaría que se...
Que se extendiera en mucho ámbitos profesionales o la misma política.
-Nosotros no solo actuamos como el técnico que pone sobre papel
las ideas de los vecinos, sino que actuamos como un vecino más.
Venimos aquí los sábados de trabajo
y nos ensuciamos las manos...
De hecho, es una de las cosas que nos gusta.
Can Batlló es un recinto industrial que está afectado desde...
Desde 1976 por el planeamiento, que tenían que ser zonas verdes
y equipamiento para el barrio.
Y al ser un recinto privado, fue una operación que no se desarrolló,
por poco interés de la propiedad privada,
y se empieza a activar esa plataforma que queda un poco latente,
porque el proyecto tampoco, cuando estalla la burbuja en 2008,
tampoco se empieza a desarrollar, ¿no?
Entonces ese momento de frustración,
que la plataforma se reactiva y empieza a organizarse,
y es a partir de ahí donde nosotros nos sumamos, como los propios vecinos
de Sans, del barrio, y formando parte de esta comisión que va ayudando,
y permitiendo negociar o desarrollar diferentes actividades
dentro de la plataforma y que, al final,
hacen que en 2011 la presión sea tan grande
que el ayuntamiento ceda uno de los espacios
a los vecinos, a la plataforma,
y se pueda empezar a construir esa realidad desde abajo.
Y organizándose todos los vecinos en comisiones
y que pueda ser el proyecto que ahora está entre manos.
La base de este sistema organizativo, en principio del Bloque 11
y en este momento de todo el proyecto Can Batlló, es la asamblea.
Una asamblea horizontal, abierta,
que tiene la cualidad de que engloba a gente de diferentes generaciones,
con diferentes perspectivas políticas,
con diferentes recorridos vivenciales,
y que nos hemos todos alineado
porque estamos gestionando el común de manera diferente.
Para gestionar todo este entramado necesitamos otras estructuras
que están, digamos, al servicio de la gestión.
Tenemos un grupo de estrategia,
tenemos un grupo de diseño del espacio,
donde están incorporados especialistas y técnicos,
como son los arquitectos, que nos ayudan de manera participativa
a diseñar las transformaciones que vamos haciendo,
los edificios que vamos consiguiendo...
-Se empezó por la biblioteca
y se fue generando uno detrás de otro.
(HABLA EN CATALÁN)
Era el espacio cedido.
Y se ha rehabilitado con el auditorio, una parte de biblioteca,
una parte donde estamos nosotros y el bar,
y la conexión con la parte de la planta primera.
Estás eran naves compartimentadas, de distintos usos.
Ahora, la comisión de actividades intenta hacer actividades
para conseguir dinero para hacer más obras,
o habilitar otros espacios
del mismo recinto y, a partir de particulares o así, ¿no?
Estamos yendo mucho más por fases,
atacando el recinto industrial por pequeñas zonas,
primero fue la entrada al bloque 11,
y desde el día uno que se reconvirtió en equipamiento social,
y luego hemos ido reconquistando pequeñas parcelas,
la entrada esta, el parking, los huertos,
y así que vamos ganando, pues, más metros cuadrados,
Y no haciendo un urbanismo de golpe, de grandes infraestructuras,
de grandes inversiones, de equipamientos que nadie había pedido,
sino yendo reconquistando, con los medios que tenemos,
las cosas que nos hacen falta ahora.
¿Qué criterios rigen la rehabilitación?
-Bueno, la reutilización de los materiales...
-Utilizar siempre materiales reutilizados,
si puede ser, que sean siempre
del propio edificio, del propio entorno de Can Batlló,
y después también, lo más importante
es diseñar el proyecto que pueda ser después autoconstruido,
que sea fácil de construir, que con poca capacidad técnica
los propios vecinos puedan desarrollar tareas
y tirar para adelante el proyecto, porque al fin y al cabo
lo importante es que se pueda desarrollar
desde los propios vecinos y se pueda hacer suyo.
Entonces no tiene ningún sentido hacer algún proyecto
muy difícil de resolución técnica,
que tenga que venir alguien especialista a desarrollar,
pues pierde totalmente el interés de la propia reforma, ¿no?
El empoderameitno colectivo
se consigue, no solamente con el discurso, la reivindicación,
sino con el rodillo en la mano, con el serrucho,
trayendo los muebles que vas a sacar de tu casa,
yendo a recoger a los contenedores y trayéndolo aquí...
Trabajar juntos y juntas hace que sentamos el espacio como propio
y estemos dispuestos a hacer el esfuerzo también de gestionarlo.
Nos interesa también trabajar e intentar promover...
Ciudadanos que habiten, ¿no?
Y que construyan su propio entorno.
Que tomen partido y que se mojen
y que estén constantemente trabajando,
y mejorando, transformando ese entorno porque es lo que...
Lo tienen ellos en sus manos y no sean personas pasivas.
Y figurantes en esa ciudad, en ese entorno próximo,
sino que entendemos la arquitectura algo así como la política,
que influye todo el mundo, también la arquitectura influye
a todos los habitantes y todo su entorno.
Estonoesunsolar es el fruto de muchos años de investigación
que hemos llevado adelante desde el estudio,
desde un grupo de arquitectos,
y llevábamos muchos años enfocando todos los problemas
que representan estos vacíos salpicados en las tramas urbanas
de muchas ciudades contemporáneas,
intentando invitar también a la ciudadanía
para mirar estos espacios con otros ojos.
Realmente el mismo nombre casi es una invitación a decir
que si esto no es un solar, ¿qué es, qué es lo que ves?
En 2009, como os decía, se empezó en el casco histórico,
se reactivan 14 solares,
eran intervenciones de una escala muy reducida, muy puntual.
Realmente siempre hablamos
de intervenciones de microcirugía urbana, justamente porque son, eh...
Pequeños espacios que consiguen poner en común,
incluso a distintas franjas de edades, a nivel local, de barrio,
y es muy importante la posibilidad que hemos tenido
de infiltración de la franja de edad más joven.
Hemos hecho espacios destinados a la población mayor,
hemos colaborado con muchos centros de mayores,
e incluso, hemos intentado, dentro de lo posible,
infiltraciones de espacios verdes, porque realmente,
el casco histórico tiene una trama consolidada muy densa,
y estas pequeñas infiltraciones
han permitido estos esponjamientos de usos públicos,
y han permitido estos usos flexibles,
y han dinamizado mucho a nivel también social el barrio.
Yo me recuerdo el primer día que empezamos, que íbamos a plantar ajos.
Empezamos a picar ahí, es esa parte.
Y yo creo que era en febrero o por ahí, sobre febrero del año 2009.
Pero estaba mal, luego tuvimos que adecentar y bien, pero lo arreglamos.
-¿Y ahora que sensación te da? -Pues ahora nos da mucha sensación.
Mucha alegría, cuando bajas aquí y ves tres tomates rojos,
que los coges, los tomates que he criado yo,
pues te hace una sensación muy grande, sí.
Un lugar no es un espacio físico, que sí que lo es, pero es algo más.
Y ese algo más es la intención o el significado que le aporta
la existencia y el paso de la gente por el espacio urbano, ¿no?
En ese sentido, nosotros, lo que hacemos con esas intervenciones,
es crear una plataforma en que la gente
puede entrar en interacción, en contacto entre ellos,
y de esa manera, crear como vínculos sociales,
que lo que hacen es cohesionar los barrios, cohesionar la ciudad,
primero a pequeña escala, después a una escala más global de ciudad,
pero estos solares vienen a ser como un centro de gravedad,
en la que capacitan y dan la facilidad el encuentro entre gente.
y al final es el encuentro entre la gente
la que carga de significado a un espacio para convertirlo en un lugar.
La mayoría de estos espacios tienen una calificación de uso residencial,
uso de equipamiento, por lo tanto, todos estos usos,
deportivos, usos verdes, huertos urbanos que se están plantando,
son usos que han sido posibles solo en cuanto transitorios.
El presupuesto que se ha invertido ha sido mínimo.
Todos estos espacios, en su media, han costado 24 euros.
Por lo tanto, no ha supuesto para la ciudad una gran inversión económica.
Pero sí ha representado y ha recogido también,
unos enormes beneficios de cara a la ciudadanía,
como hemos podido ver en la mayoría de estos espacios.
Otra vertiente muy importante que ha sido siempre muy valorada
es la de la integración social.
De hecho, el premio Eurocities, por ejemplo,
el lema era "Planning for people", o sea, todo esto ha sido planificado
siempre dando una respuesta específica a un determinado grupo,
a una determinada asociación, a un determinado colegio.
Siempre hemos hecho mucho hincapié sobre la regeneración y el reúso.
Todo el programa de Estonoesunsolar realmente nace de un estudio
de todos los espacio vacíos y sin uso del casco histórico.
No solo solares, sino locales,
grandes contenedores, edificios públicos,
que hay muchos que fueron cuarteles,
antiguos conventos, algunos colegios públicos que no tenían uso...
Y se presentó una propuesta al ayuntamiento
de dar una segunda oportunidad,
o sea, de poder revitalizar lo ya existente
antes que hablar de una ampliación de suelo urbano,
porque todo esto conlleva unos enormes costes de infraestructura
en redes, en transporte, y sobre todo, esto representa
una oportunidad importante de cohesión social.
¿Qué diferencia hay entre vuestro proyecto y otros proyectos
de otros colectivos que existen en España en este momento?
-Bueno, al final, yo creo que más que diferencias,
hay que hablar de sensibilidad común.
Que es una sensibilidad que está tendente a pensar
que la ciudad contemporánea
no tiene que pensar en expandir sus límites,
sino en aprovechar la ciudad que ya existe.
¿Cómo se hace esto? Reciclando aquellos espacios
que vemos que tienen una potencialidad,
porque son solares vacíos, edificios vacíos,
y lo que nos permiten es reprogramar la ciudad.
Utilizar aquello que está pensado para otra cosa,
para una cosa que nosotros creemos que es adecuada
para activar la realidad social.
En este sentido, cada uno ya tiene su sensibilidad y su campo de acción,
o su manera de ver las cosas,
pero en todos ellos subyace este deseo
de intentar reciclar la ciudad contemporánea.
En época de crisis, los colectivos de arquitectura han ofrecido una propuesta cercana a la ciudadanía, socialmente consciente y medioambientalmente sensible.
Histórico de emisiones:
20/12/2014
En época de crisis, los colectivos de arquitectura han ofrecido una propuesta cercana a la ciudadanía, socialmente consciente y medioambientalmente sensible.
Histórico de emisiones:
20/12/2014