Jueves a las 22:10 horas
-¿Se puede? -¿Es usted el desatascador?
-Así me llaman.
¿Dónde tiene la emergencia?
-Aquí mismo. ¿Ha traído la herramienta?
-Nunca salgo sin ella.
-Qué hombre más profesional.
-Que para eso le pago.
-Bueno, ¿qué os parece? En primerísima calidad.
(RÍE)
-¿Pero esto legal? -Como el Valle de los Caídos.
-O quizás, por aquí. (GIME)
-Qué poca vergüenza.
-¿Qué poca vergüenza? Pero tú no quitas el ojo, mamón.
Venga, hombre, que ya estamos en Europa.
-¿Bueno, qué? ¿Os lleváis alguna o qué?
-Por eso, de aquí a nada, todos calvos.
-A mí me vas a poner esta.
-Sublime. Muchísimo argumento.
-A mí el argumento me da igual. Lo que quiero es que tengan...
-En este caso, llévate "Colegialas".
-Ahí va. -Sublime.
Alcántara, ¿y tú?
-Pero si está todo pensado, coño.
Mira, la vamos a meter... Aquí.
En "El puente sobre el río Kwai".
-Por eso mismo. Aquí las mujeres ni miran.
Vamos, no sospecha ni el Tato.
-Bueno, ¿qué? ¿Te llevas "El puente"?
-Decías que tenías muchísimas ganas de verla.
Es tu favorita.
-Paqui. -¿Qué?
-Que mira lo que dice aquí. Los chavales cuando son pequeños,
se tocan entre ellos.
-Por favor. ¿Cómo va a poner eso un libro?
-Lo dice Shere Hite. Mira.
-Déjate de tonterías, de verdad.
Yo no sé si voy a saber enchufar este grifo.
-¿Pues Paco dónde está?
-¿Paco? En el médico está.
Qué vaya hombre más flojo. Cada día le pasa algo.
-Yo creo que es de los que parecen flojos,
pero luego en la cama son unos fieras.
-De verdad, qué imaginación, ¿eh?
Qué imaginación y qué obsesión.
No me extraña, con las cosas que lees.
-Como tú estás servida con el fantasmólogo.
-Pero serás tonta. Mira lo que dice.
A ver, échame una mano con el barril. A ver si...
ahora lo podemos enchufar. -Venga, tú coge de ahí.
-Esto pesa como un muerto. Te lo aviso.
-Cuidado con la espalda, ¿eh? -Espera.
Que está ahí mi tío.
¡Tío! ¿Nos puede echar una mano con un barril?
Espera. Es para mí.
Fly Representantes, dígame.
Sí, le pongo. He dado este número.
No te importa, ¿verdad? (CARRASPEA)
(CAMBIA LA VOZ) Sí.
Hola. Hola. ¿Qué tal?
Por supuesto.
-Lo siento. Se han caído.
-Perdóname tú a mí.
Me estoy tomando unas pastillas para dormir
que no me están sentando bien. Me tienen de bajón.
-Le he conseguido una prueba a tu hermana.
Me marcho. Voy a prepararlo todo.
-No te mosquees. Lo hago por tu hermana.
-¿No te lo he dicho? Esta noche no puedo.
Tengo un compromiso. Es el santo de mi madre
y tengo cena en familia.
Pero, bueno, Karina puede echarte una mano.
Gracias, Karina. Chao.
-Joder, cómo estaba el baño, macho. Casi echo la pota.
¿Pero por qué es tan guarra la gente?
-¿Qué pasa, tíos?
¿Cómo va este antro, socio?
Eh, tú cada día estás más guapa, ¿no?
que ya era hora de que viniera a echar un vistazo,
a ver cómo me cuidas el business.
Bueno, a todo esto. Van a venir unos amigos míos
esta noche, gente con pasta.
Así que a ver cómo me los tratáis.
Voy a ir al servicio, que me estoy...
-Oye, ten cuidado que lo acabo de fregar.
-O sea, que lo pillo limpito, limpito, ¿no?
-Cómo viene este, ¿no?
-Sí, ahora hay que poner... Esto es pinchando.
Yo creo que es pinchándolo ahí.
-Sí, que lo he montado yo esta mañana.
Ahí, a presión.
Pero, tío, por favor, cierre eso. Pero, tío...
(RÍE)
-Pero, tío, por favor, cierre eso.
¡Tío, por favor, que la cerveza cuesta dinero!
(RÍE)
-Bueno. Eh...
A ver, voy a secarme en el baño.
-Me llamo Inés Alcántara. Tengo 29 años.
Y estos son mis perfiles.
-Empieza, por favor.
(INSPIRA) (EXPIRA)
-Dámelo ahora mismo o no respondo de mis actos, ¿eh?
Es la última vez que tocas mis cosas
y ahora te quiero fuera de mi casa.
¿Me has entendido? -Un momento, por favor.
-¿Pasa algo? -Eh... Un segundo solo.
No sé yo si es la de... Inés Alcántara, ¿no?
-Ajá. -¿Hiciste la película
"Agujas de hielo"?
-Bueno, Inés, pues muchas gracias. -Sí, con esto es suficiente.
-Ya te llamaremos con lo que sea.
-Esto es por lo que salió en "Interviú", ¿verdad?
-Muchas gracias, Inés. Puedes irte.
-No, hombre, no. De nada. Gracias a vosotros.
¿Qué hacemos con lo de la peña Atlética?
Les hacemos rebajilla, ¿no?
-España y yo somos así, Mercedes.
¿Qué le vamos a hacer?
-No, aquí no es. Es ahí enfrente.
-Qué pena que doña Susana no esté.
y su hijo la ha acompañado a casa.
-No se preocupe. El seguro se encarga de todo.
para el entierro.
que por lo menos ha venido alguien.
Tenía muy pocos amigos últimamente.
-Perdón, no me he presentado.
Soy Arturo Reviriego, su asesor fiscal. Señora.
-Está ahí, a la derecha.
-Antonio Alcántara.
-Precisamente, yo tenía que hablar con usted de un asunto de negocios.
Iba a llamarle en cuanto le enterrásemos.
-Pues me temo que eso no es exactamente así.
que tienen en común que sigue operativa.
-Vaya.
-No. No estoy bien.
-No, no es por eso.
Quiero decir, que es una mujer muy mayor.
Una amiga de mi madre a la que apenas conocía.
Es por... por la cremallera, ¿sabes?
No me la puedo subir.
-No puedo cerrar el vestido.
-Qué suerte tengo. Eso es ir preparada para la vida.
-Vale. Lo importante es que no sea vea
el sujetador.
-Es ortopédico y lo odio.
-Sí.
-No se te nota nada.
-En una tienda, no dejo que la dependienta
entre en el probador. Me da vergüenza
que me vean con esto.
-Es como llevar un cartel que diga: Estoy operada.
¿A ti no te pasa?
-Es genial.
Bueno, igual es un poco inapropiado...
Es que tengo una colección de sujetadores fantásticos.
Igual podrías hacer lo mismo con los míos.
Gracias.
-Bueno. ¿Qué tal la prueba?
-Pues casi no me la hacen. -¿Cómo que casi no te la hacen?
-Que ni me han querido ver. -¿Cómo?
Oye, no te preocupes, ¿eh? Peor para ellos.
Es una productora de mierda.
Verás cuando empecemos a rodar la peli.
Van a venir de rodillas.
-A este paso, como no la hagamos en el asilo...
-Es difícil encontrar dinero y más después
de haber cortado una peli justo antes de empezar a rodar.
-Me da una rabia...
-No te preocupes.
Bueno, a ver.
Oye, tú ya sabes que me encanta tu casita.
Pero, no sé...
¿Qué te parece si te vinieras a la mía unos días?
-Con Marisa.
Tenéis una relación abierta pero a mí estas cosas
me hacen sentir incómoda. -Marisa no está.
Se ha ido con unas amigas a esquiar.
-¿Ah, sí? Jolín, como viven algunas, ¿no?
-Tú vivirás así también.
Ya verás cuando estrenemos la peli.
Vamos a llenar una bañera de champán.
-¿Ah, sí?
¿Y eso cuánto cuesta? -Pues lo que cuestan
200 botellas de champán francés.
-No, idiota.
El rodaje. ¿Cuánto cuesta iniciarlo?
-No demasiado. Ya verás.
Hay que encontrar a alguien que sea listo.
Puede ganar mucho dinero.
-Tía, hola.
-¿Está el tío?
-No, ya he comido, gracias. Que aproveche.
Tío.
-Está toda la cocina encharcada de agua.
Se sale por el fregadero. No para.
Miguel se apañaba, pero yo no sé qué hacer.
-Hola.
Es que no me lo creo. Han empezado a salir grietas
por todas partes y nos han desalojado.
Me he tenido que ir.
Que se está hundiendo la colonia y van a apuntalarlo todo,
pero que no es seguro.
Es que no tengo a nadie aquí. Está toda mi familia en Segovia.
-No digas eso, Pili.
-Esta casa no es moderna. Es de la obra sindical,
que tiene más años que Matusalén. -Pili, tú te puedes quedar
en mi casa cuando quieras. Si no te importa dormir
en el sofá, que es lo que tengo. -Un sofá, media cama.
Muchas gracias.
Pues, bueno, yo creo que si me quedo en tu casa,
te cuido a las niñas y te hago un favor.
-Un favor sí que me haces.
-No, ya pico algo arriba, que tengo el estómago...
Tío, ¿va a subir a mirarme el grifo, por favor?
Si no, llamo a un fontanero de las Páginas Amarillas.
-¿Me ayudas con la maleta? -Sí, trae.
-El grifo...
¿Paro ya, Antonio?
-Bueno, mira, ¿sabes qué? Voy a aguantarlo más
porque este grifo tiene muchos años y no me fío nada.
Bueno, ¿qué? ¿Sale o no sale?
Pues voy a cerrar, ¿eh?
Ya está arreglado.
-Antonio, ¿estás bien?
-¿Estás bien?
-¿Seguro? Déjame ver.
Bueno, sangre no hay.
Huy, vas a tener un chichón.
-Pero a ver, no te levantes
por si acaso te mareas o algo. Que puede haber conmoción.
-Yo he hecho un cursillo con la Cruz Roja
y puede haber conmoción.
-¿Seguro? Bueno.
-Está estupendo, Mercedes.
-No sé cómo agradecértelo.
Voy a empezar por preguntarte el precio.
Es un trabajo muy bueno y no quiero que sea el único.
-Es una pena, porque eres una profesional.
-¿Sí?
-¿Pues sabes qué estoy pensando? Que esto no se puede quedar aquí.
Podemos ayudar a muchas mujeres en nuestra situación.
-Pues mira. Podemos hacer una línea
de ropa interior.
O podemos hacer una línea de ropa de baño.
Tengo muchos contactos en el mundo de la moda.
Ya no desfilo, pero están ahí.
Tú eres una modista estupenda.
-Es que justamente la Asociación Contra el Cáncer
podría promocionarlo. Mercedes.
Estos sujetadores son feos y caros.
La ropa interior bonita debería estar obligada
por prescripción facultativa.
Se siente mejor cuando la llevas.
Creo que podemos y debemos ayudar a otras mujeres
como nosotras.
-Encantada. Bueno, tienes una mujer estupenda.
-Muchas gracias. Yo me marcho.
-Prefiero estar aquí, que en casa sola me agobio.
Nos vas a poner cuatro whiskies On the Rocks
a mis amigos y a mí, ¿vale? Este es Carlos, mi socio.
Son Javi, Tito y Álex.
Bueno, y esta es Karina, que como veis,
le da clase y elegancia al garito.
Carlos, estamos ahí.
-Esta es la gente con pasta de la que te he hablado.
Si les gusta el sitio y corren la voz, nos forramos.
Se puede cambiar, ¿no?
que ahora pienso estar
más atento a lo que pasa por aquí.
-Mira, estoy hablándote en plan hombre de negocios.
-No te mosquees, Carlos.
¿Tú qué eres, una ballena y un tiburón?
se van a extinguir, por muy grandes que sean, da igual.
Es el momento de los tiburones.
Hay que moverse, si no, ¡pam!, te comen.
¿Y tú y yo sabes qué somos? Tiburones, macho.
Así que muévete rápido y le damos.
Te espero ahí. Nos lo acercas.
-¿Y este qué? ¿Se va a quedar aquí todo el día?
-Se nos va a llenar esto de pijos.
El día que pinche Mecano, yo paso.
-Ay, Asier. -¿Qué?
-Pues que... -¿Qué pasa?
-Que no. Mira, esto no son maneras de hacer las cosas.
-Ay, Paquita, ya lo sé, coño.
Pero es que no hay otra. Que ya lo hemos hablado,
que mi casa de la sierra está muy lejos.
Esta es la única manera. -Ya.
A mí así no me gusta.
-Por cierto, mi madre, que me ha dicho
que vayamos mañana a comer.
-¿Tu madre? -Sí.
Es muy buena señal que te quiera conocer.
-Hombre, no sé. Así... de repente.
Yo... -¿Qué?
¿Qué?
Di que sí.
Di que sí.
-Bueno, bueno, sí. Dile que sí.
(RÍE) Que voy.
-Oye, una cosa solo. Mi madre es...
una mujer un poco tradicional.
-¿Y? -Bueno, nada.
Que tú... Tú que eres muy... muy exuberante y tal...
pues... estaría bien que a lo mejor
fueses... no sé, pues vestida así como discreta.
-Oye, mira, Asier, yo sé perfectamente
cómo me tengo que vestir para ir a comer con tu madre
o con el Rey de Inglaterra. -No, no.
Que sí, Paquita, que sí. Ya lo sé.
Solo te digo que mi madre es un poco especial.
Está enferma y no la quiero sorprender en exceso.
-Ya. ¿Y yo a quién le tengo que gustar?
¿A ti o a tu madre? -No. A mí, cariño. A mí. Pero...
Bueno, es que a mí me gustas de cualquier manera.
-Oye, la música de tu garito es un poco macarra, ¿no?
-Sí, un poco. Pero, bueno, le pongo
las pilas a mi socio y arreglado.
-Bien. Podrían pinchar Mecano. -Sí.
Vinilos de Mecano hay arriba. Hablamos con Josete.
-Oye, guapa. ¿Por qué no nos pones otra ronda?
¿Eh? El mío con un poco más de whisky, por favor.
Y si tú quieres, yo te invito a una copa.
-¡Pero quita, joder! -¿Pero qué haces, tía?
-¿Qué haces tú con la manita? -¿Esta tía es tonta del culo?
Ni te he tocado. -Ni me roces.
-A ver, Karina, que habrá sido sin mala intención.
-Felipe, que no me toque.
Esta tía, que me ha dado un manotazo así porque sí.
Felipe, dile algo, joder. -Carlos... no sé.
No hay pasado nada. Una broma.
-Felipe, que tienes una mierda de garito.
-No me jodas, Javi.
-Lo siento.
-¿No vas a decirle nada o qué? -Sí, Javi.
Esto lo arreglo yo. Tranquilo. ¡Carlos!
-¿Pero qué ha pasado? -Nada.
-¿Tú eres imbécil o qué? ¿De qué vas?
Te he dicho que esta gente era importante.
-Si no han hecho nada.
-No me jodas con Karina porque está chiflada.
En el momento es la liberada y después es una estrecha.
-Joder, no lo sabía. Y perdona,
pero tampoco es para ponerse así.
-¿Por qué no me lo has dicho?
Pero entiéndeme tú también a mí.
Tengo derecho a elegir qué tipo de clientela
quiero en mi local.
Sigo siendo tu socio.
-Joder, que tampoco voy por la pasta y lo sabes.
Yo le tengo cariño a este local. Me gusta estar aquí contigo.
Ayudándote, macho. Pero es que no sabes
llevar a la clientela.
-Desde luego, a los importantes no.
¿Quieres empezar con las cosas bien?
Controla a tu gente.
-¿Qué pasa?
-¿Ya?
-Pues aquí mismo.
¿Ha traído usted la herramienta?
-Qué hombre tan profesional.
-Bueno, chicos, me voy, que pierdo el bus de las 4.
-Espérate, que yo me voy contigo y me cojo un taxi.
-Espera. Te acerco yo. -No hace falta.
-Que sí, mujer. -No.
-Gracias, Josete. -Hasta luego.
-Buenas noches.
Chavales, hemos cerrado, ¿vale?
Venga. Buenas noches.
Karina, que te quería pedir perdón por lo de antes, ¿vale?
Mi amigo se ha pasado y yo tampoco sabía nada.
-¿Nada de qué? -De lo de tu padrastro.
Me lo ha dicho Carlos. Un marrón.
-Pero, bueno, ¿él para qué te dice nada?
-Porque somos amigos. -Que no quiero hablar del tema.
Me cojo un taxi. -Que no.
Hago caja y nos vamos. No tardo nada. Pero perdóname.
No quiero que estés enfadada conmigo, mujer.
Va, te invito a unos chupitos para hacer las paces.
No pongas esa cara, mujer, que ya sé
que no me tragas y que crees que soy un gilipollas,
que no te falta razón.
Pero nos conocemos de hace años. Venga.
Un brindis.
Por el amor y la amistad.
Bueno, ¿eh? Mira. Llevamos un buen ritmo.
-Sí. (RÍE)
-Joder, ya me he perdido otra vez.
5500, 2, 500, 3... -A ver, quita, manazas.
Quita. -Que no. Esta vez lo tengo.
Esta vez no me voy a equivocar.
¡Joder! Me lías, Karina.
Joder, que no puede ser así. -Trae.
Dámelo. Trae. -Joder, cómo sois las mujeres.
Hay que hacerlo como queráis vosotras siempre. Estoy harto.
-Sobre todo algunas. -Venga, anda, cuenta.
-500. -500, 2, 20 millones, 800...
Venga, anda. Te voy a servir otro chupito,
que es lo que te hace falta. -No.
Felipe, no. Que estoy muy cansada.
Vamos a casa ya. -Que no.
Solo una más. -Que estoy que me caigo.
-¿Estás que te caes?
-Sí. -Yo tengo la solución.
-¿Qué? ¿Me vas a comprar un coche?
-Pues sí. Mucho mejor.
Un resucitador. -¿No me digas
que te estás metiendo esa mierda?
-Vas a ver que va a empezar la fiesta de verdad.
-A ver, tranquila, esto no es ninguna mierda, ¿vale?
-Ya lo que te faltaba a ti, vamos. -Karina, no te equivoques,
esto no es como el caballo, esto es una cosa que
es para despejarte, ¿sabes? Te da lucidez, te activa,
te despeja, y ni engancha ni mierdas
como el caballo ese.
Mira, esta para ti
y esta para mí.
Esto se lo meten ejecutivos,
se lo meten médicos y no tiene ningún problema,
es para aguantar el día y ya está.
Una y, uf, para arriba. Da marcha.
¡Ah, ah! Toma.
Karina, confía en mí, si fuera malo
no estaría tomándolo.
Y si estás de bajón, créeme, esto es lo mejor,
te hace sentir de puta madre.
-Ah...
¡Ah!
Ah... ah... -A ver, a ver, a ver, a ver...
A ver esa carita bonita. ¡Eso es...!
-Estoy mareada, Felipe. -Cierra...
(RÍE)
-Ah...
-A mí me va bien solo, o sea que...
(TOSE)
-¿Qué pasa?
-Joder, tío, se te está yendo la cabeza, Carlos.
-Ah, oye, a ver qué te estás pensando, ¿eh?
Que ha sido de muy buen rollo, para que lo sepas,
una cosa para aliviar la tensión y punto.
A ella le apetecía, a mí me apetecía...
¿Qué tiene de malo?
que no erais nada, ¿recuerdas? ¿Qué pasa todavía te mola?
Haberlo dicho, soy un caballero,
no me hubiera metido de por medio.
Decídete, macho, pareces una tía.
(RÍE) A ver, Carlos, que no es cosa mía...
-Vamos a ver, ¿qué te has creído?
-¿Qué te has creído tú, Carlos? ¿Eres mi padre?
-Que es mi vida. -Ya es mayorcita, macho.
-No, y tú cállate que hablabas de mí como si fuera una moto.
-Oye, pero una moto dabuten, Karina.
Jo...
¿Y el azúcar?
De lo de don Pablo, coño.
-Uf.
-Pobre, ¿eh? Oye, por cierto.
-Pero, coño, un poquito de sal y pimienta en la vida
nunca viene mal.
-Hablando de pimienta.
-Ay, tío...
Bueno, a lo mejor es abusar un poco de usted,
y yo lo sé, pero como estoy sola no sé qué hacer.
un calcetín tras la lavadora e intenté moverla,
pero no hay manera, no puedo moverla.
-Gracias, tío.
-Adiós.
-¿Sabes que en algunas tribus de África cuando palma el marido,
el hermano se queda con la parienta y...?
-Ya, joder...
-La Pilar esta cada vez está más buena, macho.
Qué cambio ha pegado, joder, como de la noche al día.
Ah... Qué caramba.
que si te habías fijado.
-¿Qué tendrá que ver el culo con las témporas?
(DEJA DE TOCAR LA FLAUTA)
-Oye, eh... mi madre todavía no sabe que estás separada
y que tienes tres hijas.
-¿Por qué? -Ah, bueno, porque está
muy mayor la pobre y tampoco le quiero... ¿Sabes?
-No sé qué tiene que ver que esté mayor.
-Ya, eh, es que no se lo quiero contar todo a la vez, ¿sabes?
Quiero ir poco a poco, si se lo digo todo de golpe,
a lo mejor no te quiere ni ver y no... bueno, tú no te preocupes
que va a ir todo bien, ¿vale? (LLAMA AL TIMBRE)
Estás guapísima.
Le vas a encantar.
Hola, mamá. Eh, esta es Paquita.
-¡Paquita, huy! Qué nombre tan original.
(RÍE) Pasad, pasad, hijos míos, pasad.
-Buenos días. -Buenos días.
¿Te quito el abrigo, nena? -Ay, gracias.
(RÍE) Pasa, pasa, guapa, pasa, pasa.
-Mira, mamá, este es el salón.
-Bueno, voy a llamar a Mario que está en la cocina.
en la cocina. Ah, ahora ya sabemos
de dónde le viene la belleza a Inés.
-Encantado.
-Genial, ya me dijo Inés que tienes una bodega.
¿verdad?
-Eh, la pularda no... -Pues sí, parece que sí.
-¿Un poco más, Juanita?
-Paquita, mamá, se llama Paquita.
-No, no se preocupe, estoy muy bien, gracias.
-Ay...
No te ha gustado,
pues me he pasado toda la mañana preparándolo en la cocina
y eso que no me encontraba nada bien, ¿eh?
Porque esta pierna me está matando.
Ay... Bueno, ¿y qué?
¿Cuándo os casáis?
Porque supongo que os casaréis pronto, ¿no?
Y me dejaréis sola, pero, bueno,
es lo natural. -Mamá, es un poco pronto.
-Sí. -Oh, yo diría que es más bien
un poquito tarde, porque a Juanita se le va a pasar el arroz.
(RÍE) (TOSE)
-Paquita.
-Es que... yo quiero tener nietos antes de morirme,
y ya me queda muy poco, ¿eh? (LLORA) Me encuentro muy mal.
-Mamá, mamá, ¿te pasa algo? -Ay, hijo, hijo,
tráeme las gotas que están en el aparador de tu padre.
Ay... ay... No, tranquila, tranquila,
tranquila... Gracias.
Ah...
Ah...
¿Te lo piensas llevar, no, so puta?
-¿Qué? -Ah, ¿y después qué,
a meterme en un asilo?
-¿Pero qué dice?
-Mamá, no quedan, ¿quieres que baje?
-No, tranquilo, hijo mío, me encuentro mucho mejor,
ya se me pasa, hala, siéntate.
Ay...
Ay... Ay...
No, no, no, siéntate, bonita, siéntate, tú no te molestes,
siéntate, me tengo que acostumbrar a valerme por mí misma,
hala, guapita de cara, vamos, ay...
-Es... es un poco especial, pero tú no te preocupes
que enseguida te va a coger cariño, ya lo verás.
-¿Enseguida? Ah...
Bueno...
De momento, me acaba de llamar puta.
-¿Cómo? Que me acaba de llamar puta, Asier.
-Ah, no, tú no te preocupes, eso se lo llama a todas.
-Pues nada, si esto es como un piropo,
me quedo más tranquila.
-Lo mejor fue ver a Charlton Heston
vestido del Cid Campeador
intentando averiguar dónde estaban las botellas de vino
que le había regalado Samuel Bronston,
el productor de la película, mientras el equipo
nos corríamos una juerga de tres pares de narices.
(RÍEN)
-Bueno, fueron años estupendos,
los grandes de Hollywood vinieron a rodar aquí
y, bueno, muchos aprendimos todo lo que sabemos de ellos, claro.
Vamos a probar el vino.
-Ummm...
Excelente.
-Muy bueno.
-Ah... -Ah...
-Pues ninguno, no sé, así como estamos, estamos bien.
-Sí. -Mmm...
-Ah...
Bueno, Inés, creo que tus padres quieren saber si soy de fiar, ¿no?
-Bueno, pues ahora en serio,
yo quiero mucho a Inés.
(RÍE) Y, además, tengo mucha confianza en ella como actriz,
supongo que ya sabéis que va a ser la protagonista
de mi próxima película.
-No, no, no, esa la va a hacer otro director al final.
-Sí, no, este es otro proyecto más... más personal...
Y había pensado Antonio que, no sé, a lo mejor
te gustaría invertir algo en la película.
-Ah, sí, es cierto, el cine es caro, sí,
pero, bueno, yo ya tengo financiada más del 70% de la película,
es cuestión de añadir un poco más, pedir un crédito
y empezar la preproducción. Mercedes, ¿tú qué dices?
-Mi última película estuvo en la listade las 10 más vistas,
concretamente hizo creo que en tres meses
unos 80 millones de pesetas.
-Sí.
-Ea, pues, mira, ahora... -Pues exactamente cero.
-Marisa. -Sí.
La nieve estaba fatal en Baqueira y he decidido
adelantar la vuelta.
¿Qué?
¿No me vas a presentar?
-Claro.
-Espero que este te guste, ¿eh?
Porque es el plato preferido de Asier.
-Sí. -Huevos rellenos...
(RÍE) -¡Uh!
-¡Oh, perdona, perdón, perdón!
Perdón, por Dios... -No se preocupe,
no pasa nada, no, no, déjelo. -Sí, sí.
-Déjelo, si es que da igual. -No, esto con vino.
-No, déjelo, ¡por favor, déjelo!
-Huy...
Ay... ay...
-Paquita, mi madre solo intentaba ayudarte.
-Ay... -Sí, ya...
Ya... lo siento. -Asier, vete a la farmacia de abajo
que está de guardia y tráeme las pastillas.
Ay... ay...
-Asier, ¿dónde vas? -Voy a la farmacia,
pero es un momento, ahora vuelvo, ¿vale?
-Bueno, no, espera, espera, no hace falta,
ella tiene razón, puedo aguantar.
-Si es un momento. -Bueno, yo no he dicho nada.
-Vigílamela, por favor, bajo en un momento, ¿vale?
Mire, yo no sé qué pretende usted de mí, pero...
-¿Pero pensabas quitarme a mi hijo
y pensabas que yo lo iba a consentir?
(RÍE) No le he criado para que se lo lleve una fulana.
-¿Pero... pero está usted mal de la cabeza?
-No, bonita, la que está mal de la cabeza eres tú,
no pienso consentir que te lleves a mi hijo.
(RÍE) Gorda, puta y, encima, separada.
-¡Uh...!
¡Pero...! Bueno, o sea... ¡Yo no sé eso cómo lo sabe,
pero es que me da igual! ¿Tiene usted algún problema?
-No, el problema es tuyo que ahora tienes que buscarte
a otro tonto a ver si pica, porque mi Asier no necesita
nada de segunda mano. -Ah...
Asier a quien no necesita me parece que es a usted.
-Oh... -Sí, se lo pienso contar todo.
-Mira... -Porque es que usted...
Si es que está loca. -Ay...
-Mire, me voy de aquí. -Oh, oh, oh...
-Oh, oh, échele cuento, sí, usted es una bruja,
eso es lo que es, una bruja. -Ay...
-Así que lo que tiene que hacer es desaparecer de aquí
en cuanto pueda. -Pero, Asier, ¿la estás oyendo?
¿Oyes lo que le está diciendo a tu madre?
-¿Qué haces aquí? -Había venido a por una receta.
-Bueno, Asier, tu madre... -No, calla, calla,
que yo no sé qué se te pasa por la cabeza,
¿cómo puedes hablarle así a una señora mayor?
Que es mi madre. -Gracias, hijo mío.
(LLORA) -Será mejor que te vayas.
-No, pues claro que me voy, claro que me voy
y tú deberías venirte conmigo.
-Ay... Asier, llama al médico, que me ahogo.
Oh, oh... -Vete, por favor, vete.
-Ay... -Mamá, tranquila, ¿vale?
Eh... Estoy aquí, estoy aquí, respira, respira, por favor.
(LLORA) -No pasa nada, ¿eh?
-Sí. -Respira como te enseñé.
-Sí, ay... Sí, despacito, despacito,
despacito. -Te llevo a la cama...
-Ay, ay... -Y llamo al doctor.
-Vamos, vamos, sí, con cuidado, ¿eh?
-Umm...
Muy agradable este vino.
-Sí.
-Sí.
Por cierto, me encantó vuestra hija en "Agujas de hielo",
debo confesar que la película me pareció un espanto,
pero es una actriz de raza, en serio, lo hiciste muy bien.
-Gracias. -Mario siempre ha tenido
mucho ojo para sus actrices, claro que para los negocios
no puede decirse lo mismo.
-Bueno, Marisa, a nosotros nos ha ido muy bien.
-No, claro, mientras ha estado mi dinero para cubrir las pérdidas
de tus películas.
-Calderilla comparado con todos los gastos extra
que tuvo el señor director. -¿Qué gastos? A ver.
-Pues qué gastos, una semana más de rodaje, cinco de montaje.
-Y qué, es normal. -Siempre se las arregla
para que se disparen los costes. -Bueno.
-Pero, bueno, no quiero estropear con asuntos de dinero esta comida,
¿qué sería, familiar?
-De amigos, Marisa.
-Mario, tú no tienes amigos. -Sí tengo amigos, no digas
que no tengo amigos. -No, tú tienes productores,
tienes actrices, amantes, pero no tienes amigos.
-Claro que tengo amigos.
Mario tiene muy buena mano con los postres.
me alegra que os guste.
-¿Me podéis acercar?
-Gracias por venir.
-Mucho gusto.
-Bueno, ya conocéis la salida.
-Ah...
Bravo, Marisa, bravo,
te has pasado. -Mario, no,
el que se ha pasado eres tú. -¿Yo?
-Sí,
a mí no me importa que tengas amantes, aventuras, me da igual,
pero traer aquí a sus padres...
-Lo siento mucho, de verdad,
supongo que os ha parecido todo muy raro.
-No, papá, Mario es un buen chico,
la situación es muy extraña, pero...
Nosotros estamos bien juntos.
Eso es lo que dice la mujer.
-Ah...
-Hola.
-Hola, Mercedes, Antonio, que...
te quería pedir un favor.
-A ver si puedes subir un momento a ayudarnos
a mover la lavadora que no podemos.
Ah, gracias, lo intenté, pero me duelen los riñones
y digo: "Antonio...".
Uf, hay que ver lo que pesa, vamos, como un muerto.
Es lo que digo, hay que tener un hombre cerca, aunque
sea para estas cosas, pero hay que tenerlo sí o sí.
Huy, Paquita, ya está aquí Paqui,
que tenemos el calcetín.
¿Ya habéis acabado con esto? -Ya está.
-Ajá.
-Habéis puesto la manguera bien, si no se sale el agua.
-A ver...
A ver...
Es que no veo nada, tío, mueva esto, por favor,
que no lo veo.
-Para atrás, espere, que le ayudo.
-Quite, que yo...
-Quite que le ayudo.
(LLORA)
(LLORA)
Lo siento, lo siento, lo siento, tío, lo siento, lo siento.
Es que ya sé que le pido muchas cosas, que soy muy pesada,
voy a intentar no pedirle ninguna más, de verdad,
es que... es que... es que desde que se ha ido Miguel
yo no... no puedo con todo...
-Lo siento mucho. (LLORA)
-Pues a mí me gusta, abuela.
Hazme el amor.
-Abuela...
-Déjame ver.
(TV) Hazme tuya...
-Abuela, ¿pueden jugar a la guerra?
-Ah, me voy a hacer footing.
Ah... Seguro que no quieres que me quede.
-Ah, ¿para qué? -Pues para cantarle las 40
a ese idiota... -Ah...
Ya no le voy a dirigir más la palabra, no te preocupes.
-Ya voy yo.
Ah... Inés no quiere volver a verte.
-Marcelo...
-¿Qué haces aquí?
-Ah...
-Me he ido de casa para siempre. -Ah...
¿Que te has ido o que te han echado?
-No, me he ido yo.
Me ha preguntado si lo nuestro iba en serio y...
le he dicho que sí. -Ah...
¿Lo nuestro va en serio?
Eso depende de ti.
(SUSPIRA) ¿Puedo pasar?
-Sí, claro, no te vas a quedar en la calle.
-Gracias.
-¿Hay que quererse?
-¿Como yo y mamá?
-Como Carlos y Karina.
-Para los bebés, ya lo sé, me lo ha dicho Manolito
y vamos a tener uno.
-Uno de mi cole.
en los columpios.
-Sí, que crece y sale una planta.
(CARRASPEA)
-Coño, Paquita. -Hola.
-Hola,
¿qué haces aquí? ¿Has venido a pedirnos perdón?
-Ah... Pues no exactamente,
he venido más bien a que me lo pidas tú a mí.
-¿Perdona? -Y, además, también he venido
a decirte que te pasas la vida buscando marcianos
y fenómenos paranormales, y no te has dado cuenta
de que el mayor de todos lo tienes ahí dentro.
-Ah, ¿ahora estás hablando de mi madre?
-Sí, estoy hablando de tu madre,
totalmente, vamos. -Muy bien hablado.
-Sí, hablo de tu madre y que no lo digo por mí.
-Calla un momento, aquí no, vamos dentro y me lo cuentas.
-Ahí no entro. -Con los vecinos no se puede
y mi madre estará en misa, no te preocupes.
-Mira, Asier, yo no te lo digo por mí, te lo repito,
te lo estoy diciendo por ti, es que te lo digo por ti,
¿sabes por qué? -¿Por qué?
-¿Sabes por qué?
Porque te quiero, por eso te lo digo,
por eso, porque, mira, yo quiero ser feliz
como todo el mundo y tú deberías intentarlo,
pero aquí no vas a poder.
-Vale, ¿ya?
-¿Ya qué? -¿Que si ya eso es todo
lo que tenías que decir? ¿A eso has venido?
-Pues más o menos. -Muy bien.
Adiós. -¿Cómo?
-Que adiós.
-Bueno...
Ah, las llaves.
Asier...
¿Pero tú no te habías ido de viaje?
-Sí,
sí, pero he tenido que volver, mamá.
-¿Y con la guarra? -¿Cómo has dicho?
-Ah, pues mira, Asier, ya ves que tu madre
no está tan enferma como parecía. -Ya lo veo, ya.
-¿Te quieres venir a comer al bistró
que ahí, desde luego, vas a comer mucho mejor
porque yo cocino muy bien.
-Estoy segura, bonita,
porque tienes pinta de chacha.
-Oye, oye, mamá...
Mamá... -Volveré tarde.
-¡Mamá!
-Claro. Socio, ahora voy.
-Joder, Carlos... (RÍE) Mira que estás pesado
con el tema, ¿eh?
que no cuela.
¿Dónde está? Mírala,
¿vale? Mírala bien. Con Karina, si eres tío,
solo tienes tres opciones: Opción número uno,
te la quieres tirar y punto.
-Te lo estoy diciendo de buen rollo, Carlos,
opción número dos, quieres casarte con ella,
tener hijos y envejecer juntos
pasando los veranos en San Sebastián.
Y la opción número tres que es la peor de todas,
que seas gilipollas, claro, y te creas todo el rollo este
de la amistad chico-chica.
Lo que yo te diga, eso no existe.
Punto. Lo siento.
Así que te vas a tener que decidir entre
una de las tres opciones, y ahora, si no te importa,
voy a ir a cuidar a la clientela.
(RÍEN)
(RÍEN DE FORMA ACELERADA)
he quedado con Mercedes.
-Gracias.
-Hola, Mercedes.
-Qué bien que hayas dicho que sí.
de contactos y de proveedores que nos pueden interesar.
-Para eso te he traído unos ejemplos de las colecciones
pasadas, a ver si te inspiran.
-¿Qué te parecen?
-Pues sí que se ha hecho usted de rogar, aquí lo tenemos.
Usted y don Pablo dieron de alta una sociedad limitada
llamada Alcantañudo S.L. ¿No?
-Pues no,
don Pablo tenía un poder para hacer y deshacer a su antojo
y la dejó abierta.
-Usted tiene una participación del 50% de los beneficios o,
en su caso, de las deudas.
fueron 2 300 000 pesetas aproximadamente.
-¿Pagar?
-Son beneficios.
en este caso socia, doña Dolores Soto Pardo.
-La verdad es que no lo sé,
pero parece un tipo de hogar o restaurante.
-¿Me pasas el azúcar?
-Un "lo siento" no estaría mal para empezar.
-Ah, no me lo creo, no lo sientes.
Mira, Carlos, vamos a dejarlo.
-Es que no es lo que vi
yo en él, sino lo que vio él en mí.
-Pues eso mismo, Carlos, eso mismo es lo que yo buscaba,
porque el cabrón de Gerardo
no me miraba como me mira mi madre, me miraba...
sucio,
con unos ojos que daban asco.
-No, Felipe era claro:
"Me gustas y quiero hacérmelo contigo". Punto.
Y él me lo propuso y yo acepté
y me sentí libre, Carlos, me sentí...
dueña de mi cuerpo,
y eso me gustó,
y ni él me utilizó ni yo le utilicé, bueno, sí,
nos utilizamos los dos, no sé, ¿pero qué quieres que te diga?
Me dio confianza.
si fuera una cosa delicada, como si fuera una diosa,
parece que tengo que ser perfecta, que nadie me toque.
es genial y me ayuda mucho, pero...
yo necesitaba que me miraran como lo que soy, como una mujer,
necesitaba sentir mi piel y no estar toda la vida
metida en una caja de cristal.
porque yo quería una persona
de la que yo supiera que no me iba a enamorar nunca,
de la que no sintiera nada hacia él, vamos,
que Felipe era perfecto para eso.
Carlos, deja de hablar como el padre Froilán
y pásame el azúcar.
-Pues sí, Carlos,
es mi vida.
Noviembre de 1981. Los Alcántara han vuelto a San Genaro y poco a poco recuperan su vida. Ahora que Miguel se ha marchado a Sevilla, Antonio tiene que echar una mano a Paquita que no está acostumbrada a llevar ella sola todo el peso del negocio y la casa. Paralelamente Antonio recibirá noticias de don Pablo del que no sabe nada desde hace mucho tiempo.
Mercedes conseguirá sacar de un apuro a una ex modelo, que ha sido operada de cáncer de mama como ella y que por su enfermedad, tuvo que apartarse de su profesión.
Carlos está preocupado por Karina , ya que ha entrado en una espiral de autodestrucción que preocupa mucho a su amigo.
Inés está bien con Mario aunque tienen dos maneras diferentes de ver la vida. Inés, con la ayuda de Mario, organizará una comida con sus padres para hacer las presentaciones oficiales.
Añadir comentario ↓
Antonio nunca debio tener pensamientos hacia otra mujer. La serie se ha caracterizado siempre por la piña familiar que antonio y merche formaron siempre, habeis tirado esa unidad, esa complicidad y esa lucha y apoyo mutuos que era el corazon de la serie. Y con pili? Xo que os pasa?
El gran Pepe Sancho, que descanse en paz, una gran pérdida para el mundo del cine, la tele y el teatro, bonito homenaje en Cuéntame.
Y la familia Alcántara volvió a San Genaro y se volvió a la rutina de antes. Esos sueños de Antonio y enterarse de la muerte de su mentor, Don Pablo y qué negocios le dejará... Karina: ni sabe dónde se está metiendo y que no se deja ayudar. El tema del final: "Cocaine", creo que por J.J. Cale y el éxito de la época: "Don¿t you want me", por The Human League. Paquita: su carácter y la ausencia de Miguel se hacen sentir, pero tiene que seguir adelante. Inés: siempre le tocan parejas erradas y no avanza ni ahí en su carrera de actriz. Hasta la próxima.
Para mi este ha sido un capítulo muy triste y lo ha sido evidentemente por la muerte de don Pablo. Que gran personaje, sin duda el mejor de toda la serie. Siempre tuve la esperanza que volviera algun día y que dijera "joder Antoñito, si tienes un coche mejor que el mío, cualquiera que te vea dirá ahí va un señor", jeje. Una pena saber que eso ya nunca pasará. Fueron tantas las escenas con las que me reí gracias a él, por lo menos podremos volver a verlas cuando uno quiera y recordar a ese gran actor que dio vida al inolvidable don Pablo. Descanse en paz Pepe Sancho.
Es un capítulo triste, pero sin sentido. No es que los personajes no me parezcan creíbles, por el contrario, pero no entiendo a donde se quiere ir ahora. Karina decepciona a Carlos, siguiendo un institnot primitivo, Inés se junta con un director que depende de su esposa, "La Loba" se involucra con un novio imberbe, Antonio se mete en algún negocio seguramente nada limpio de Don Pablo... Sólo Merche y Carlos parecen tener sentido común. Hay varios pendientes, como el trabajo de Toni. Cuando veo capítulos como éste, me da la impresión de que la serie ya dio de sí, y es el momento de cerrar.
Urge que el personaje de Inés evolucione, no puede ser posible que una señora de treinta y tantos años, separada y con un hijo pretenda seguir comportando se como adolescente. Inés es irresponsable y desperdicia su vida en proyectos y personas intrascendentes. A esas alturas de su vida ya debería de haber pensado en hacer algo de provecho. Que yo sepa no tiene estudios ni preparación en nada. ¿Qué espera para hacerlo?. Su madre lo hizo, ¿por qué ella pretende seguir de vaga y mantenida?
Qué risa la escena cuando Antonio intenta explicarle a la niña lo hacer el amor y dice "anda Merche, explicáselo tú, que va a tener un hijo con Manolito y yo no me he enterado..."
Que manipuladora la futura suegra de Paquita. La hija de de los Alcántara no sale de una que se mete en otra. Encima que Carlos se preocupa por Karina esta se molesta. Karina se sintió libre pero por la droga, y después qué. Y con amigos como Felipe para que enemigos
Me parece terrible la posible evolución de Karina, es que no cuadra nada. Me dio mucha pena!
Perdón, quien preguntaba sobre la canción era Iris. Lo del mural, ni idea, José Luis (igual lo hicieron para la serie).