Programa de producción propia de los Servicios Informativos de TVE dedicado a presentar en profundidad temas sociales o culturales de interés en España. ''Crónicas'' aborda los temas de forma monográfica. Su directora es Teresa Martín.
(Música)
Es una de las principales calles de ocio de los ingleses.
No hay coches, no hay gente.
Es una ciudad que tiene mucha vida.
Y está desértica.
(Música)
Con la alegría que brindaba Benidorm,
o brindaba toda la gente, de España y otras partes del mundo,
ahora esto es un pueblo fantasma y ha sido devastador.
(Música)
-Era de los pocos sitios del mundo donde hay música en vivo
todos los días del año en casi todos los locales y a todas horas.
Eso es Benidorm, eso era Benidorm.
-La gente necesita comer.
Aquí en Benidorm hay miles y miles de personas igual.
-Y he pasado mucha hambre.
Pero mucha mucha.
(Música)
-Yo tengo por seguro que Benidorm no aguanta esto.
Yo no, pero es que Benidorm, tampoco.
-Como esto siga así
y no haya Semana Santa y no haya verano,
para estas Navidades seguramente en Benidorm habrá un cartel
en la entrada que pondrá "cerrado por derribo".
(Música)
Yo soy Roberto, soy de aquí de Benidorm.
Él es mi compañero Marco, de ciudad de México.
Somos dos músicos del circuito de Benidorm.
Llevamos casi 10 años dedicándonos a esto de forma profesional,
hasta este año.
Da muchísima pena.
Tú pasas ahora por la zona inglesa, por la playa de Benidorm,
y solo ves locales cerrados, locales míticos además.
De turistas españoles y extranjeros, venían a peregrinar literalmente.
Ahorraban todo el año para venir aquí, eran como sitios de culto.
Forman parte de la imagen de Benidorm
tanto la isla o como la cruz.
Y ahora los ves cerrados y sin mucha luz al final del túnel.
Y es bastante desolador.
-Incluso en los sitios donde nosotros solíamos tocar
sabemos que están pasándolo muy mal
y tampoco pueden ayudar a sus artistas.
Cuando te encuentras entre la espada y la pared,
no sabes a dónde hacerte, da mucho miedo.
-Vamos a entrar a la zona inglesa.
Principalmente, es una zona que se ha creado
con el paso de los años enfocada a ellos.
En condiciones normales,
el 80% del trabajo nocturno está en estas salidas.
En estas calles.
Este paso de cebra es el más transitado de todo Benidorm.
De todo Benidorm, este.
Y como ven, mira.
Nada, todo cerrado. Cerrado.
Las semanas que llegas a hacer 100 euros casi que te vas contento.
Sales con la incertidumbre de decir:
"Bueno, ¿me llegará para comprar?
¿O para llenar el depósito?
Ahora vamos a entrar a la zona del casco antiguo.
Esto en cualquier época del año, día, tarde y noche,
está lleno de gente.
Lleno.
Nosotros estamos en torno a un 95% menos de facturación
que cualquier año.
Hemos pasado de recibir entre 9.000 y 12.000 llamadas
en nuestra centralita a 200.
Estamos ahora mismo en pleno centro.
En pleno centro.
Si te fijas, ahí está la playa.
Ahí tenemos la playa. Nada.
Ahora vamos a pasar por una zona típica de tapas
donde puede haber miles y miles de personas.
-Es la zona que llaman de Los Bajos? -Sí, efectivamente.
Para nosotros esto es una catástrofe.
Algunos se los va a llevar el virus, y a otros, las deudas.
Esta situación no se puede sostener mucho más en el tiempo,
porque nos va a costar a muchos muchas cosas.
-Un día de Semana Santa o un día de verano
podían pasar cerca de 2.000 personas.
De personal trabajando teníamos sobre 40 o 45 personas.
Y había mucho movimiento, porque tenemos la barra,
tenemos el comedor, teníamos mucho trabajo.
Pues mira, un negocio como este a nosotros
nos cuesta diariamente 5.000 euros.
Entre alquileres, seguros sociales, empleados, materia prima...
El día que no brincas esos 5.000 euros, tienes pérdidas.
No pedimos nada más que se nos dé ayudas y las que se nos den,
que sea para llevar nuestro día a día,
para poder pagar nuestros gastos que vamos manteniendo de alquiler,
de luz, de agua, de impuestos...
Si en vez de hostelería fuéramos bancos,
seguro que la ayuda ya habría llegado.
Pero al ser hostelería, parece que somos los proscritos.
Los malos de la película.
Los que nos señalan con el dedo diciendo
que la gente se contamina en nuestros negocios.
-Qué tristeza, qué calles, María, qué pena.
Lo que era Benidorm y en lo que se ha convertido
con esta pandemia... -Esto ha sido un desastre.
Sobre todo, para la hostelería, para el comercio...
Tienen que abrir ya por que esto cambie.
Para mí esto es horrible, supertriste.
-Si nos avisas un día antes,
te podemos preparar cosas selectas...
-Tienes el teléfono aquí. -Vale, vale.
-Y si vienes al momento, tengo unas cuantas cosas,
pero no tengo toda la carta.
Estamos funcionando bajo mínimos
y nos va encargando la gente cuatro cosas
y con eso nos vamos entreteniendo.
Pero la cosa está fatal. Porque está desértico Benidorm.
El año pasado con el confinamiento ya fue una sorpresa,
pero volver a lo mismo, eso ya...
Estamos ya colgando de un hilo.
"La patronal de hostelería calcula que, cuando llegue la normalidad,
habrá cerrado un tercio de los locales.
Y piden ayudas directas para salir del pozo
en el que les ha metido la pandemia."
Hasta la punta de allá son mesas por todas partes.
El Grupo Aurrera comenzó hace casi 30 años
que llevamos en esta calle.
Y fuimos creciendo, fuimos ampliando.
Hoy en día tenemos siete restaurantes
en esta misma calle
y empleamos en temporada a más de 100 personas.
Para dar de comer a esas 100 personas
o ciento y algo que podíamos tener en verano,
había que facturar varios millones de euros,
cosa que ha desaparecido.
Lo que sí que se ha quedado es una gran parte de los gastos
que tenemos, como por ejemplo, los arrendamientos.
Ronda los 30.000 euros.
En fin, es un desastre, un agujero económico enorme.
Hemos tenido que pedir créditos y más créditos y más créditos,
hasta siete créditos llevo ya pedidos para pagar a los demás.
Porque clama al cielo que tenga que pagar el IVA
de un local que tengo cerrado. Que me lo han cerrado ellos.
A nosotros nos cierran los locales
porque hay que proteger a la población.
Pero claro, protegemos al país
a costa de nuestro dinero, de nuestros ingresos.
Eso es lo que no me parece justo. No me parece equitativo.
Esta es la ayuda que estamos teniendo.
Nos están ayudando, como digo yo, a morir.
Si estos que invertimos acabamos todos arrasados,
¿quién es el que va a mover esto?
-Esta situación es de muchísima tristeza,
de muchísima dureza y una prueba como pocas veces se nos ha impuesto.
Y todo eso incide brutalmente en nuestro día a día,
en nuestra vida, en nuestra economía y en ese tejido social
que estaba acomodado a no tener nunca que pedir nada.
(Campana)
"El encuentro con el alcalde de Benidorm
es en el Mirador del Castillo.
Mirando a la bahía de poniente nos cuenta que en los años 50,
Benidorm era un pequeño pueblo que decidió cambiar su destino.
Dejó atrás la agricultura y la almadraba del atún
y se refundó como una ciudad nueva nacida
por y para el turismo de masas."
Benidorm lleva seis décadas sin cerrar nunca sus puertas
como nos ha tocado hacer con esta pandemia.
Primero, en marzo, con todo el cierre
de toda nuestra infraestructura,
de todos nuestros servicios y toda nuestra iniciativa turística.
Y luego, en todo este tránsito del año
en el que más de una vez hemos llegado a porcentajes
ya no de cierre total, pero sí en una apertura del 10%
de nuestra oferta, que en el caso de Benidorm,
habría que remontarse a principios del siglo XX
para tener menos camas hoteleras ofertadas.
"Empieza a caer la tarde y nadie pasea por esta gran avenida
que el ayuntamiento acaba de reformar
para hacerla más peatonal.
Recuerda al vacío radical que siguió al estado de alarma,
cuando los empresarios hoteleros de Benidorm
tomaron la decisión más arriesgada de su historia."
-Acordamos el cierre inmediato
en el plazo de 72 horas de todos nuestros hoteles.
Muy por delante incluso de las medidas del Gobierno,
que sabéis que cerró hoteles una semana después.
Fijaos que, en aquella época,
el 50% de nuestros clientes eran británicos.
Y en Reino Unido todavía no había llegado la ola,
con lo cual, estábamos hablando
de que íbamos a repatriar a todos los clientes
con un riesgo sanitario inminente y grave en España y no lo entendían.
Y los touroperadores nos decían:
"¿Pero que vamos a repatriar en 72 horas?
Eso es imposible. Dadnos al menos una semana o 10 días."
Y nosotros decimos: "No tienes una semana o 10 días,
tienes tres días,
72 horas para sacar a todos los clientes.
"30.000 turistas abandonaron Benidorm en un tiempo récord.
Un año después de aquella operación,
cuatro de cada diez hoteles no han abierto la puerta
ni un solo día.
Otros, como el Gran Hotel Bali,
aprovecharon el paréntesis del verano,
pero volvieron a cerrar poco tiempo después."
Estamos en el hall de entrada del Gran Hotel Bali.
Tiene una superficie de 3.000 metros cuadrados.
Depende de la hora del día, puede haber 800, 1.000 personas,
600, depende.
Se puede asemejar a un pequeño pueblo.
Pero no hay sensación de aglomeración en ningún momento.
"El 13 de octubre no quedaba ni un solo huésped
en este inmenso hotel que podía alojar a 2.200 clientes.
Es el de mayor capacidad de toda la ciudad,
y el símbolo de la herida que ha abierto la pandemia
a un destino turístico de masas."
Estamos en el hotel más alto de Europa.
Tenemos una perspectiva de la ciudad de Benidorm,
donde podemos ver sus dos bahías.
Nosotros estamos situados en la playa de poniente.
Tiene una orientación este mirador hacia el este.
Digamos que el edificio puede actuar un poco
como el faro de Benidorm.
"A 185 metros de altura,
el gerente del hotel mira a una ciudad
que pide a gritos un plan de vacunación rápido
y corredores turísticos seguros que devuelvan la vida
y los turistas a la ciudad.
El primero que tenga preparado
esos corredores seguros será el primero que asuma
la demanda que en estos momentos está contenida.
España es una potencia mundial turística.
Creo que no debemos perder esa posición.
Hay que trabajar y apoyar al sector para que eso no ocurra.
"El viajero posCOVID volverá a Benidorm solo si considera
que es un destino seguro.
Esa es la primera y la más importante estrategia
para el día después.
Desde el minuto cero,
la prioridad ha sido preservar la joya de la corona.
Hacer de las playas un espacio seguro
y convencer al mundo de que lo son."
-Benidorm es el primer destino turístico
inteligente certificado del mundo.
La gente pregunta: "¿Y eso qué es?
Eso es la inteligencia turística, el seguimiento del dato,
el análisis y el diagnóstico.
Solo así se entiende que una ciudad como Benidorm en febrero
ya estuviera trabajando la seguridad ante una pandemia que era tan lejana
como que estaba en China.
Nadie desarrolló antes de la pandemia
una herramienta tecnológica
para distribuir en parcelas unos arenales
para que la gente pudiera tener garantías de un espacio seguro
pudiendo compartir el 15 de agosto,
Benidorm superó los 43.000 usuarios en la playa ese mismo día.
"Pero muy pocos de esos turistas eran británicos.
Poco antes, el Gobierno de Boris Johnson
había impuesto una cuarentena obligatoria
a todos los viajeros procedentes de España.
Fue un ataque a la yugular
que ha ido desangrando la economía de la ciudad.
Porque cuatro de cada diez turistas que la visitan
proceden del Reino Unido."
La medida de Boris Johnson nosotros pensamos
que no fue una medida motivada precisamente por incrementar
la seguridad de sus ciudadanos, sino por evitar
que dos millones de británicos
salieran de vacaciones durante el mes agosto,
que, haciendo multiplicaciones, prácticamente,
es algo más de 1.000 millones de libras de fondos propios
que, en lugar de gastarse
en los en los destinos turísticos europeos,
España preferentemente, porque es un destino preferencial,
se tuvieron que quedar en el país.
Y gastarlo en el país.
-Yo me llamo Michelle Baker.
Llevo en Benidorm 37 años, soy inglesa nacida en Birmingham,
Inglaterra.
Y mis padres vinieron aquí en los años 80
buscando un futuro mejor y aquí lo han encontrado.
Porque Benidorm, como digo siempre, es la tierra de las oportunidades.
Yo llevaba un periódico aquí en Benidorm
desde hace 20 años hasta el año pasado,
que con lo de la pandemia, lo hemos tenido que dejar,
porque ni hay turistas para acoger
mi periódico dirigido a los británicos
ni hay negocios para pagar un anuncio.
Pues aquí estamos en el emblemático calle Gerona,
en el rincón de los de Benidorm.
Y cualquier día del año esta calle estaría a tope de gente.
Tenemos que el Bar Mariano aquí detrás.
¿Por qué estamos en Mariano? Pues porque no cierra nunca.
Abre las 24 horas del día.
La gente cuando sale de trabajar muy tarde por la noche,
a las 3 o 4 de la mañana,
viene aquí a tomarse unas cervecitas.
Pocas horas más tarde,
ya tienes a gente tomando su desayuno inglés
y así va todo el día.
Rodando, y hasta Mariano ha tenido que cerrar, claro.
Ahora estamos en el emblemático Mercaloix.
Es un mercadillo que abre a diario.
Ahora mismo verás más personas en esta zona
que en cualquier otra zona del Rincón de Loix.
¿Pero quién sigue aquí?
¡Mi favorito carnicero, David! -¡Hola, Michelle!
-¿Cómo estás? ¿Hay faena o qué? -Bueno, algo va habiendo.
Esto, cuando pongan las vacunas, vienen en manada.
Ya verás.
-Han cogido campos de fútbol
para enchufarles la vacuna lo más rápido posible.
-Claro.
Eso debería estar aquí también para estar todos unidos
y salir todos a la vez vacunados y todo legal y bien hecho.
Para que no vuelva a pasar lo mismo.
"Primero faltaron los ingleses, después,
todo el turismo internacional.
Más tarde, la pandemia obligó a cerrar la Comunidad Valenciana,
y a finales de enero,
Benidorm quedó confinada los fines de semana durante casi un mes.
Ha vuelto a ser un pequeño pueblo."
Pues ahora nos encontramos
en lo que llamamos típicamente entre los ingleses "the street",
como en las Vegas.
Es un kilómetro más o menos de calle lleno de bares, discotecas,
y aquí empieza la fiesta.
Esto es el punto cero.
Este pub superemblemático para los británicos,
porque aquí se firmó una serie muy famosa, que se llama "Benidorm",
y les gusta venir aquí a hacerse la foto.
Y arranca la fiesta.
(Música)
Ahí van de bar en bar, de discoteca en discoteca.
Y la fiesta acaba cuando acaba, o nunca.
Y lo que pasa en esta calle, se queda en esta calle.
O en Facebook, claro.
(CANTA)
Benidorm nunca paró hasta esto.
Benidorm era un oasis.
Realmente aquí logramos hacer una profesión estable
y logramos desarrollarnos.
Y ahora estamos no solo parados, la palabra es "olvidados".
-De un principio, cuando empezó esto,
incluso cuando los bares estaban abiertos,
lo primero que hicieron fue quitar la música en vivo.
(CANTA)
Otro tipo de trabajadores se pueden acoger a un ERTE,
y más o menos ir tirando, pero los pequeños autónomos,
como nosotros, nos sentimos dejados de la mano de Dios
porque las ayudas no llegan y, cuando llegan, no llegan
ni para cubrir el alquiler.
Yo tengo familia, una niña pequeña y la gente tira de ahorros,
el que los tenga, pero los ahorros se van acabando.
Tenemos compañeros están tirando de beneficencia.
No es ninguna vergüenza, la cosa está como está, pero es muy difícil.
-Incluso si buscamos otra manera de ganarnos la vida,
no hay ningún trabajo.
Todo se ha parado. Todo se ha muerto para nosotros.
Como trabajadores del espectáculo, duele muchísimo. Duele muchísimo.
Los olvidados.
"Febrero ha sido un mes amargo para el turismo
con una caída del empleo de más del 46%.
Son las 10 de la mañana y en la Parroquia de la Almudena
se reúnen trabajadores en ERTE, parados sin paro
y hasta pequeños empresarios sin empresa
para solicitar la ayuda de Cáritas."
La gente ahora no puede producir porque no hay trabajo,
pero habrá que mantenerles hasta que se pueda producir.
La gente tiene hambre, la gente quiere encender la luz,
quiere poder llamar por teléfono, y nos estamos...
No yo, yo lo tengo a la vuelta de la esquina,
llevo desde marzo, pero habrá miles que irán cayendo estos meses.
En un año lo único que recibía era un cheque de 100 euros por alimentos
y una ayuda de 250 euros por dos meses. Nada más.
A los juzgados puedes ir a preguntar,
yo lo sé por mi abogada de oficio, está lleno de desahucios,
de demandas.
Tienen que hacer algo, no se trata de hacer decretos,
se trata de mantener la gente.
Lo importante es la gente.
Yo tenía un bar aquí en la Comunidad de Madrid
y ha venido la epidemia y tuvimos que cerrar.
No pudimos cobrar,
no teníamos dinero para pagar ni para comer ni nada.
Nunca en mi vida, nunca en mi vida he pedido nada a nadie.
Nadie.
Desde que ha venido esto, que es una porquería,
dijeron que el Gobierno iba a darnos los 600 euros
esos que daba y no nos los han dado.
Me fui a vivir a un piso de alquiler,
dijeron que me pagaban el alquiler del piso
y tampoco me lo han pagado y he pasado mucho hambre.
-Ahora ese día es el día que tú tienes que recoger los alimentos.
-Toda la gente de la clase media que dependía de la hostelería,
cuando no quedan recursos y la familia no puede,
pues está viviendo.
-Vale cinco euros cada uno.
Puedes administrarlos como tú creas conveniente.
-La diferencia entre febrero del año pasado y este
se ha duplicado.
Se ha duplicado, más del doble de familias
atendidas aquí en la parroquia.
Camareras de piso, camareros, cocineros...
La mayor parte se está quedando sin trabajo
y no hay un apoyo para que, como en otros países,
se hubiera podido sobrellevar esto.
Gente que nunca ha necesitado nada ahora viene.
Se te rompe el corazón porque ves que no se está trabajando
de una manera efectiva para ayudar a la gente.
Y es un caos, hay mucho sufrimiento,
muchísimo sufrimiento.
(Música)
Nuestros servicios esenciales nacionales, la sanidad,
la educación, también los autonómicos,
se depositan en gran medida de la riqueza que genera
una actividad que es la turística,
que es la que más empleo genera no solo en Benidorm, en toda España.
Esa es la primera acción social que hay que hacer,
que la gente que quiera trabajar pueda hacerlo
y pueda vivir por sí misma.
Benidorm y los destinos turísticos españoles,
por su capacidad y potencia, hubieran necesitado un claro
y contundente plan de especial protección al turismo
porque es la primera industria no solo de estos destinos,
sino de toda España.
"La pandemia está actuando sobre el turismo
como un mecanismo de selección natural.
Resistirán las empresas más innovadoras
y mejor adaptadas al cambio.
De los 150 hoteles que hay en Benidorm,
solo tres o cuatro permanecían abiertos en febrero.
El hotel Cimbel es uno de esos supervivientes."
Es una decisión valiente porque al fin y al cabo
ahora nosotros estamos trabajando el triple para no lucirte nada,
cosa que antes era todo una alegría
y te llovían los clientes casi sin buscarlos.
Ahora tienes que hacer un marketing
y una labor comercial,
como digo yo, de francotirador,
para analizar quién puede venir realmente a Benidorm.
Equipos profesionales, pues hombre,
en esta época del año, en invierno, vienen ciclistas.
Oye, pues se nos ha abierto una posibilidad de negocio futuro.
Tenemos otras operativas con irlandeses, por ejemplo,
que vienen a operarse a clínicas privadas de Benidorm
y un mercado que nos hemos dado cuenta los tres o cuatro hoteles
que estamos abiertos es que hay gente que viene a trabajar.
"Además, el hotel no depende del Imserso, suspendido este año,
ni del mercado británico.
Desde que se fundó en 1974,
su línea de negocio es el turismo español."
Ha habido crisis importantes, crisis económicas,
y ahora crisis sanitaria, pero estás en España.
Si no te viene un madrileño, vendrá un valenciano
o un alcoyano, un alicantino, un murciano.
La base de ser un hotel que trabaja del turista español
es lo que nos ha ayudado
a tener ese colchón que otros hoteles no tienen
y que no saben cómo conseguirlo.
"Entre su clientela hay quien ha decidido no volver a casa.
Maite lleva tres meses viviendo en el hotel."
Todos los años vengo, pero este, en cuanto me han dejado pasar,
pues he echado a correr.
Para mí es una terapia estar aquí en Benidorm.
Se me quitan los dolores, además, de verdad.
Y las pastillas desaparecen casi.
Casi, a no ser que tenga un día malo, desaparecen.
Entonces, llevo muchos años viniendo.
Con recomendación de médicos, ¿eh?
A mí me gusta Benidorm. No sé qué tiene.
Para mí tiene algo especial.
Bueno, bailamos, echamos partiditas a los juegos de cartas
y todas esas cosas.
Algo que no se puede hacer ahora, pero así y todo me sigue gustando.
-¿Y de seguridad en cuanto a la pandemia, al virus...?
-Pues si me ha de entrar... Pero, de momento, no tengo miedo.
He pasado por muchos traumas del COVID
en marzo del año pasado,
y se me murieron muchos compañeros.
Quedamos hasta última hora
y como no se sabían todavía bien las cosas,
pues la verdad es que la mitad de los míos...
Y yo no he notado nada.
Yo no tengo miedo. Aquí lo digo, no tengo miedo.
¿Se puede?
"En los hoteles de Benidorm,
se aplica un férreo protocolo de seguridad
para que los trabajadores estén protegidos
y los clientes tranquilos.
Si muchos no se van es porque se siente tan seguros
como en su propia casa."
Yo realmente creo que no hay miedo a viajar.
Viajar hoy se ha convertido en un producto de primera necesidad
en la cesta de consumidor europeo.
Nos atrevemos a decir que solamente está superado por la alimentación,
la salud, la vivienda y la educación.
El quinto interés es viajar.
-La fidelidad de un destino como Benidorm
está por encima de un 70%,
algo bueno hace la ciudad
para que la gente quiera volver un año detrás de otro
y que, dentro de sus vacaciones, por ejemplo,
tenemos británicos que vienen cuatro y cinco veces el mismo año.
Cada vez que tienen días libres deciden pasarlo con nosotros.
"Leire Bilbao está al frente del organismo
que se encarga de la promoción turística de Benidorm.
Después de un año desastroso, por fin tiene una buena noticia,
las reservas de turistas británicos se han disparado un 500%
tras el anuncio del Gobierno británico
de autorizar vuelos internacionales a partir del 17 de mayo."
Yo creo que el modelo Benidorm es un modelo que ha dado en el clavo,
por así decirlo.
No es un modelo a repensar porque es un modelo de éxito.
Es un destino que ha democratizado las vacaciones,
que permite tener vacaciones a cualquier persona
porque tenemos desde pensiones, hoteles de una o dos estrellas,
hasta hoteles de lujo y de cinco estrellas y resorts.
Pero ¿por qué es turismo de masas la playa,
por así decirlo, y no es turismo de masas
tener que esperar dos horas para subir a la Torre Eiffel?
Pues, al final, porque es cultural y queda más chic, por así decirlo,
que he estado esperando para subir a la Torre Eiffel
que he estado en un lugar con mucha gente, ¿no?
"En un año de pandemia que obliga a reducir el contacto social,
Benidorm vende sus otras muchas caras.
La inteligencia turística y el análisis de los datos
que dejan los viajeros en redes sociales les están diciendo
que van a elegir una forma más pausada de moverse
y, sobre todo, experiencias en la naturaleza
que les hagan sentir vivos y seguros."
En mi empresa tenemos mucha actividad de turismo activo.
Una de las actividades es una ruta en 4×4 que, por cierto,
estamos haciendo ahora, y que a los ingleses les encanta.
Un 85 o 90% de mis clientes
en esta actividad son ingleses.
Eso ahora se ha reducido a un 0% en este momento.
Estamos aquí ahora mismo en una pequeña sierra
que tiene 400 metros de altitud, pero es importante para nosotros
porque desde aquí volamos en parapente.
Tenemos unas rutas de cicloturismo y de mountain bike.
Y de senderismo no te digo.
A partir de ahora, la gente va a buscar este otro Benidorm,
estoy segurísimo, porque todos queremos la seguridad,
queremos saber si hay alguna cosa más, ¿no?
Incluso mi propio padre,
que era un profesor de alemán en Bélgica
no se atrevía a decir a sus colegas que su hijo vivía en Benidorm.
Hasta que ha venido aquí y le he tenido que convencer
de que hay algo más que solo la playa.
No es el Blackpool, como dicen, de Inglaterra, es mucho más.
-¿Saldrás?
¿Conseguirás resistir hasta el final de la pandemia?
-No podemos volver a donde estábamos antes.
No me lo creo.
Pero que podemos ser felices, por supuesto que sí.
¿Y podemos ganarnos la vida? Sí.
Y que Benidorm, el día que empiece,
va a subir muy rápido, segurísimo.
Estamos todos listos. Llevamos un año preparándonos.
Más preparados, imposible.
"Esta imagen de Benidorm es mucho menos conocida
que su 'skyline'.
Hemos entrado en las tripas de la ciudad,
en su red de aguas residuales.
Por este laberinto circula lo que queda del coronavirus
cuando lo expulsamos de nuestro organismo."
-En las alcantarillas, el virus se inactiva,
porque hay muchos jabones, hay muchos ácidos que lo atacan,
pero el material genético sigue estando ahí,
detectable durante mucho tiempo.
Medimos el nitrógeno en agua,
eso nos permite estar seguros de que este agua es agua biológica,
que no viene de una lavadora o que no viene de una ducha,
sino que son muestras de los ciudadanos.
Cuando tenemos eso confirmado,
tomamos varias muestras porque queremos
que sea representativo en el tiempo de toda la zona
que estamos muestreando.
Y se remite a nuestro laboratorio.
Es literalmente una PCR al agua, a una gran muestra,
una muestra que representa a todos los ciudadanos esta zona.
"Hidraqua es la empresa concesionaria
de aguas de Benidorm y City Sentinel,
el sistema que emplea para hacer el seguimiento
del SARS-CoV-2 en las aguas residuales.
En menos de 24 horas,
los resultados de las muestras están disponibles
para que los consulten sus técnicos y los responsables municipales."
En esta herramienta se ven las zonas en las que está subdividida
la ciudad, los diversos sectores.
Y ahora mismo nos vamos a fijar un poco en el sector centro,
que es aquel en el que hemos tomado las muestras hace un rato.
Se observa un pico en la carga genética detectada
de coronavirus en esa zona en torno al periodo de Navidad
y fin de año y cómo, después de ese momento,
ha ido disminuyendo
y ha pasado a valores moderados, todavía presentes,
pero moderados en cuanto carga genética y,
por lo tanto, entendemos que incidencia.
El resultado de los análisis en las aguas residuales,
que es lo que vemos en la línea azul punteada,
refleja exactamente lo que va a ocurrir
ocho días después con la incidencia a 14 días.
"Conocer las zonas de la ciudad
donde puede haber mayor número de contagios una semana antes
de que lo notifiquen los hospitales o los centros de salud
es una poderosa herramienta en manos del ayuntamiento
para proteger a sus vecinos y a sus turistas."
(Música)
Todo lo relacionado con el fenómeno turístico,
touroperadores, agencias, guías, músicos, excursiones...
Todo lo que haya pasado en esta ciudad
tiene su causa en el desastre turístico
que está pasando con motivo del COVID.
Trabajadores directamente vinculados a hoteles, 6.000;
posiblemente, mano de obra en toda la ciudad
afectada ahora mismo por la crisis,
podríamos estar perfectamente en 30.000 trabajadores fácilmente.
-Al principio nos manteníamos
un poco con toda la gente residente en la ciudad,
pero ya hay problemas económicos importantes
por la falta de que la gente que está en ERTE
está cobrando muchísimo menos,
no está cobrando propinas, el paro también.
Todo al final es un montón de dinero que no está circulando
y eso está haciendo que el consumo en nuestros comercios esté bajando.
-Pues mira, hemos vendido hoy tres pares de zapatos.
Llevamos unos 60-70 euros vendidos a lo largo del día.
Hemos sacado stock que teníamos en otras campañas
y lo estamos liquidando para poder subsistir.
Eso es lo que estamos haciendo.
Tenemos de descuentos superiores incluso al 70%.
Nosotros hemos cerrado cuatro comercios,
hemos entrado en un preconcurso de acreedores.
Lo próximo será el cierre.
Tú piensa que de una plantilla en la empresa
de 21 personas que éramos,
estamos ahora mismo cuatro.
Se han pedido unos ICO con avales personales
y llega un momento en el que te planteas el decir:
"No le puedo meter más dinero a la empresa
porque es la ruina total".
Esto va a acabar muy mal.
-Después de años de trabajo en los hoteles,
después de tanta riqueza que se supone que da el turismo,
tanta riqueza, y nosotras,
a los dos meses de no cobrar,
o de estar en un ERTE incluso,
no tenemos para pagar alquiler.
Hay que plantearse qué clase de riqueza es esa.
¿Qué equidad? No hay ninguna.
"A Yolanda García no le sirve el modelo de turismo de masas
porque para ellas se traduce en sobrecarga de trabajo
y enfermedades laborales."
Yo aquí he visto ofertas que digo:
"Cualquier persona que viene en invierno
a pasar aquí 15 días le sale más barato que en su casa".
Y si hablamos de turismo inglés, hablamos de fiestas,
de despedidas de solteros, hablamos de habitaciones que,
cuando entras, dices: "¿Esto lo he hecho yo ayer?".
Esas camareras no ponemos dormir de noche por el agotamiento
y estrés que tenemos.
Si eso se traduce en que yo tenga que hacer 30 habitaciones,
si eso se traduce en que yo no pueda librar,
si eso se traduce en que mis contratos son como son,
pues ese modelo a la larga no es sostenible,
no es válido.
(Música)
"A Benidorm unos la aman y otros la odian.
La ciudad de los rascacielos en el Manhattan del Mediterráneo,
la desmesura que, durante años,
se ha criticado como paradigma de la depredación del territorio
ahora lo reivindican arquitectos y urbanistas de todo el mundo
como modelo de ciudad sostenible."
-La ciudad en altura,
la ciudad compacta es aquella que te permite generar
menos residuos y consumir menos recursos
para atender a más personas.
La sostenibilidad de Benidorm está en su propia génesis,
en la decisión de reservar más del 50% de su suelo
de forma invariable.
La capacidad que tenemos de albergar 400.000 personas
que a cinco minutos tienen el parque natural marítimo terrestre
más visitado de la Comunidad Valenciana,
que tienen unos fondos marinos limpios, puros,
que tiene unos arenales que son la envidia del mundo,
eso es sostenibilidad.
"También es sostenible su gestión del agua,
una de las razones por las que ha conseguido
el certificado de destino turístico inteligente."
La eficiencia de la red que tenemos en el municipio de Benidorm
es del orden del 95%.
Se podría traducir en que de cada 100 gotas de agua
que se inyectan en la red, 96 se aprovechan directamente.
Tenemos solo cuatro gotas que se pierden.
Es un rendimiento espectacular que yo me atrevería a decir,
por los datos que tenemos de otros municipios,
que es de las mejores no ya de España ni de Europa,
sino del mundo.
"Estamos acostumbrados a ver Benidorm
como un enjambre de cemento sin alma,
pero si cambiamos de perspectiva, parece una ciudad distinta.
Aquellos visionarios de los años 60 que la hicieron crecer en altura
ya planificaron que solo se pudiera construir
en una tercera parte de las parcelas para abrir espacios libres,
para hacerla más humana."
La imagen desde arriba es muy espectacular,
porque es cuando te das cuenta
de la separación entre los edificios.
Permiten, sin duda, ver este modelo urbanístico
muy diferenciado a otros destinos como puede ser Nueva York
o como puede ser Hong Kong.
Esto no es una ficción, esto no es un parque temático.
Hablamos de ciudadanos, de vecinos y vecinas
que hacen todos los días lo mejor que pueden para levantar
no solo en la ciudad,
sino para repartir esa riqueza y esa felicidad al mundo.
-Cada día cuando te levantas tienes una oportunidad.
"Is another day in paradise", es otro día en el paraíso.
Abre la mente y verás la luz.
-Benidorm tendrá más gente si cabe de lo que tenía antes.
Porque mira el sol que hace, estamos en febrero,
voy en manga corta, hace un calor de narices.
-A todos los músicos, a toda la gente del arte,
a toda la hostelería, a toda la gente de Benidorm,
que continúen luchando y que nos veremos pronto.
El show debe continuar.
(Música)
‘Crónicas’ viaja a Benidorm para hacer un balance sobre el efecto de la pandemia en el lugar por excelencia del llamado turismo de masas.
Después de seis décadas de éxito como destino turístico de masas, Benidorm se enfrenta a la mayor crisis de su historia. Sin turistas extranjeros y sin viajeros nacionales, el invierno ha sido una dura prueba de resistencia para su tejido social.
De sus 150 hoteles, apenas quedaban tres o cuatro abiertos en el mes de febrero. La hostelería ha estado cerrada, o en el mejor de los casos, funcionando a medio gas. Y el comercio, que también vive del turismo, ya no puede aguantar más.
Los empresarios están endeudados hasta la médula, y los trabajadores, cerca de 30.000 afectados por el cierre total o temporal de los negocios, también están al límite de sus fuerzas.
El dinero no fluye, las playas están desérticas, los taxis circulan vacíos, los músicos se arruinan, y las agencias de excursiones no van a ninguna parte. Parece el escenario de una película de ciencia ficción, una ciudad hibernada a la espera de tiempos mejores.
Pero el espectáculo debe continuar, “the show must go on”, y Benidorm se prepara para ese momento. Es el primer destino turístico inteligente certificado del mundo y sabe cómo resucitar. El pueblo que se convirtió en el Manhattan del Mediterráneo es un ejemplo de ciudad sostenible e innovadora que ofrece mucho más que sol y playa para afrontar el día después.
‘Crónicas’ viaja a Benidorm para hacer un balance sobre el efecto de la pandemia en el lugar por excelencia del llamado turismo de masas.
Después de seis décadas de éxito como destino turístico de masas, Benidorm se enfrenta a la mayor crisis de su historia. Sin turistas extranjeros y sin viajeros nacionales, el invierno ha sido una dura prueba de resistencia para su tejido social.
De sus 150 hoteles, apenas quedaban tres o cuatro abiertos en el mes de febrero. La hostelería ha estado cerrada, o en el mejor de los casos, funcionando a medio gas. Y el comercio, que también vive del turismo, ya no puede aguantar más.
Los empresarios están endeudados hasta la médula, y los trabajadores, cerca de 30.000 afectados por el cierre total o temporal de los negocios, también están al límite de sus fuerzas.
El dinero no fluye, las playas están desérticas, los taxis circulan vacíos, los músicos se arruinan, y las agencias de excursiones no van a ninguna parte. Parece el escenario de una película de ciencia ficción, una ciudad hibernada a la espera de tiempos mejores.
Pero el espectáculo debe continuar, “the show must go on”, y Benidorm se prepara para ese momento. Es el primer destino turístico inteligente certificado del mundo y sabe cómo resucitar. El pueblo que se convirtió en el Manhattan del Mediterráneo es un ejemplo de ciudad sostenible e innovadora que ofrece mucho más que sol y playa para afrontar el día después.