-¡Vamos!
Vamos, sube ahí.
Antes de que apriete el gatillo y seas un muerto despreciable.
-Ya está.
Lo conseguimos.
Espero que salga tan bien el resto del plan.
Vamos, nos espera un largo viaje en tren.
¡Salid de ahí!
Vamos, salid de ahí o disparo.
Está vacío.
¡Dicky!
¡Dicky!
Mi hermano, esa sucia rata...
Le mataré.
CIMARRÓN
LA BÚSQUEDA
Sí, sí... ¿Quién es?
¿Qué ha pasado, Dulcey?
¿Qué pasa? ¿Hay alguien enfermo?
¿Dices que está herido?
Dulcey, no te entiendo, ¿qué pasa?
¿Dónde está el sheriff?
Tienes que encontrar al sheriff primero.
Lo es, eso es cierto. Pero ahora no está aquí.
Está con otro paciente, no tardará en volver.
Bueno, está el doctor Teo.
Pero no deberías ir, nadie acude a él.
¡Dulcey! ¡Al menos abrígate un poco!
(EN VOZ BAJA) ¡Ya viene, ya viene!
Cállate y verás como todo saldrá bien.
-¿Qué haremos? -¡Cállate!
Él no está arriba.
Nada de eso.
No es eso, papá.
Se batió con Ben Lorton, papá.
Se batieron por una chica.
Lou y yo intentamos detenerle. Y lo hicimos.
Crown lo mató de un tiro.
Pero yo maté a Crown. ¡Lo maté!
DOCTOR N. TEO TENEMOS GENERADOR ELÉCTRICO
-¡Arre!
¡Vamos!
¡So!
¡So, alto!
¡Vaya, Mona!
Mira lo que ha pasado por aquí.
¡Ja! Parece que le han atacado unas alimañas. (RÍE)
No, parece más una batalla de uno contra uno
en la que nadie ha ganado.
(RÍE) Hay que ver cómo está el mundo.
Ay... Veamos qué tenemos aquí.
(SE ESFUERZA)
Este está más frío que un pez. Ha muerto seguro. (RÍE)
¡Eh! Este me suena.
Mira este, Lummy.
Uno de los hijos de Clo Vardeman.
Uno de los medianos.
Es Lou... ¡Lou!
(RÍE) ¡Uh! Hay que ser todo un hombre
para acabar con un pistolero como Lou Vardeman.
¡Me quito el sombrero ante usted!
Veamos si tiene dinero.
Aquí... no tiene.
Bueno, no es demasiado, ¿eh?
Para lo rico que eres, creo que llevas muy poco encima.
O es que lo llevas escondido.
Oh, bueno, las botas deben valer una buena cantidad.
Creo que las negras valen más, pero creo que puedo sacar bastante.
¡Eh, y una pistola!
¡Vaya, está siendo una buena noche!
¡Eh! Menuda hebilla lleva puesta.
Pero no, Lummy, no seas codicioso.
No hay que bajarle los pantalones a un hombre.
Y menos si está muerto. (RÍE)
¡Qué gracioso eres!
Muy bien, viejo.
Una buena acción merece otra.
Veamos qué nos ofreces tú.
Eh, va a ser una buena cosecha.
Veamos quién es.
Vaya, fíjate...
¡Este de aquí es igual que el sheriff Crown!
Lummy... Es que diría que lo es.
No me extraña que Lou haya muerto.
Cuidado, Lummy, ¡cuidado!
Incluso un oso muerto puede traerte problemas si lo tocas.
¿Qué puedo hacer?
Ya sé qué puedo hacer: me iré de aquí con el rabo entre las piernas.
No, Dulcey, lo siento, no puedo hacer nada.
Te he dicho que mi marido no está.
Tal vez el señor Wisler.
Lo siento.
¿Sí?
¿Eres Coopersmith?
¿Ahora?
¿Qué ha pasado?
Intente bajar la voz, ¿quiere?
Mi mujer se acaba de acostar.
¿Qué pasa? ¿A quién hay que ir a buscar?
Señorita Coopersmith...
Mi hijo está en un ataúd en la funeraria.
Mañana lo enterramos.
¿Y espera que yo...?
¿Y yo le debo ayudar por ello?
Posiblemente no sabrá cuánto la admiraba Johnny.
Lástima que era muy tímido.
No entiendo cómo los vio, siempre se los tapaba el pelo.
Vaya a la casa de al lado
y pregunte a Jane Wisler si puede quedarse con mi mujer.
No tema, le encontraremos.
Nada, papá, no hay señal de él por ninguna parte.
Pero no te preocupes, le di mientras iba en el coche.
Hay sangre por todas partes.
Papá, te juro que lo encontraremos.
(SE QUEJA)
-George Harold. -Aquí.
-Harry Wisler. -Aquí.
-John Andrews. -Aquí.
Frank Banning.
¿Banning?
Muy bien. Somos 14, debería bastar.
Todos sabéis por qué os he llamado, seguro.
El sheriff ha desaparecido.
La señorita Coopersmith tiene motivos para creer que está en apuros.
Que está herido.
Lo que sabemos es que estaba llevando a Dicky Vardeman a la estación
para mandarlo a Hays City.
Es fácil pensar que el clan Vardeman trató de impedirlo.
Es una suposición, pero es algo.
Lo que es seguro es que el sheriff fue hacia el norte.
Empezaremos por ahí.
Cuando lleguemos a la entrada de la ciudad,
seguiremos unas 50 yardas más allá.
Y ya veremos.
Es todo cuanto podemos hacer, excepto...
Clo Vardeman y sus dos hijos.
Señor Vardeman, tenía mis dudas de que el sheriff siguiera vivo.
Me ha dado esperanzas.
Señores...
Ya hemos perdido demasiado tiempo.
Empezaremos por el norte.
Mejor que os vayáis a casa.
Y no salgáis, salvo que queráis el dinero.
Está claro, Lummy, debe llevar demasiado tiempo al sol.
Y la mollera se le habrá vuelto papilla.
¿De quién fue la idea de traer al sheriff Crown aquí?
¡Un momento! El pobre hombre estaba malherido.
Pero todavía estaba vivo.
No podía dejarlo allí y no lo he hecho.
Aunque está hecho un trapo.
Pero no veo por qué no, aunque no le debía ningún favor,
y me da la impresión de que ya ha salido por sí solo
de situaciones como esta más de una vez.
Es cierto.
Es cierto, tengo que confesar, señor, que él siempre nos ha tratado bien.
Y yo siempre he dicho que una acción merece otra.
Bueno, te lo dije.
Te avisé.
Pero tú lo has hecho otra vez, te has vuelto a meter en un problema.
¿Y eso por qué? ¡Solo intentaba ayudar!
Y lo has hecho, has ayudado, sí.
Has ayudado a que te rodeen el cuello con una soga
cuando encuentren al sheriff moribundo en tu cabaña.
¡Creerán que lo has matado!
¡Es cierto!
¡Ya tengo la solución!
¿Dónde está? ¡Tengo que encontrarla!
¡Enterrémosle ya!
No, espera, hombre, Lummy, ¡si todavía respira!
Además, cualquiera podría encontrar la tumba.
(SUSPIRA) Eso es.
(SUSPIRA)
¡Lo tengo!
Solo hay una cosa que puedas hacer: devolverlo al lugar donde lo cogiste.
Dejemos que algún otro se meta en problemas.
Vamos, sheriff, tengo que sacarle de mi choza.
Vamos...
(SUSPIRA)
Nuestro horario es de ocho a seis.
Imagino que no quiere comprar manzanas.
Veamos.
¿Para quién?
¿A quién va dirigido el mensaje?
¿A los dos?
¿Dirección?
Por supuesto que sí, tendré que mandarlo a algún lugar.
No puedo.
No hay comisario en Hays City.
No, no hay ningún comisario, solo hay un sheriff.
¿Y qué quiere decirles? No puedo leer su mente, ¿sabe?
Diga.
"Dios, dame paciencia. Stop".
Espere, por favor.
"Volved ya". ¿Qué más?
¿Quién lo ha matado?
Lo siento. Está cerrado por hoy.
Vamos, Mona, estás dejando que el cansancio te pueda.
Venga, vamos.
Si encuentran al sheriff Crown en mi carro
será igual que encontrarlo en mi choza.
¡Ja! Hay que ver, realmente es un hombre fuerte el sheriff.
Nunca nadie había conseguido abatirle hasta ahora.
Lummy...
¿Crees que si lo viera un médico aún tendría una oportunidad?
No, seguro que estaría muerto antes de llegar a Cimarrón.
Vamos, Mona, sigue.
Pero si suponemos que aguantara con vida
hasta que lo viera alguien que sea médico,
tal vez sobreviva.
Nada, papá, no he visto a nadie en la calle.
Y he buscado.
Tampoco he visto a nadie salir de la ciudad.
Papá.
¿Papá?
Tal vez sea mejor que hagamos algo para encontrarle.
Pero ¿no lo ves, Lummy?
Si lo llevas a la ciudad, serás un verdadero héroe.
(RÍE) Sí, es cierto.
Sí, le has salvado la vida al sheriff, ¡te lo agradecerán!
Serás famoso. ¡Va a ser genial!
Te apuesto, Lummy, que si pudieras volver atrás
te harían una estatua.
Oh, eso estaría muy bien.
Vamos a la ciudad, que hay mucho que hacer.
Va, Mona, demos la vuelta. ¡Vamos a conseguir una estatua!
(RÍE)
¡Vamos, vamos!
-Debería ir a casa. -Ve a casa, nadie te lo impide.
Pero mi mujer está sola en casa y ya sabes cómo es.
Mi yegua tiene un potro, debe estar con él.
Un momento, un momento.
Nadie va a conseguir nada quedándose en casa sentado.
Bah... Me gustaría saber cómo acabará esto.
Pues si encontramos al sheriff Crown y está herido,
le podemos echar una mano.
Pero si está muerto, lo llevamos ante Clo Vardeman,
nos vamos de la ciudad y a vivir tranquilos.
Y 500 dólares más ricos.
Oh, no, un momento, el dinero no será para nosotros.
El dinero lo destinaremos a la nueva biblioteca.
Nadie va a sacar beneficio alguno de la desgracia del sheriff Crown.
¡Eh!
Ahí está, el viejo Lummy.
-¿Lummy? -Sí.
Es un chatarrero que recoge basura y la vende en la ciudad.
Sí.
No creo que vaya a saber nada de Crown.
-Tal vez sí. -Vamos.
Parece que tenemos compañía.
Trata de ser amable. Ten cuidado.
-Buenos días, Lummy. -Señor Walsh, buenos días.
-Señor Andrews, no le había conocido. -¿Qué, recolectando por ahí?
Sí, ya sabe: un poco aquí, un poco allá.
¿Por casualidad no habrá visto al sheriff?
-¿Al sheriff? -Jim Crown.
Dejó anoche la ciudad y no ha vuelto.
Mala cosa. Suena a que tiene problemas.
-¿Le ha ocurrido algo? -Por eso le estamos buscando.
-¿Le has visto? -No, señor, lo siento.
Bueno, pues en el caso de que lo vieras, dínoslo a nosotros.
A nosotros primero, ¿eh?
Eso haré, señor Walsh, se lo haré saber.
Muy bien, Lummy.
(RÍE) "Dínoslo a nosotros. A nosotros primero".
(RÍE) Estaría loco.
¡Nadie va a quitarnos nuestra estatua!
Nos la harán a nosotros solos.
¡Arre, Mona, vámonos! ¡Yija!
Vamos, chica.
Vamos, Mona, ya casi estamos llegando.
Te lo prometo, cuando lleguemos te compraré un...
¡So!
Esta ciudad parece un cementerio.
¿Adónde ha ido todo el mundo?
Da igual.
Vamos, Mona, busquemos al doctor.
Tranquila.
Vamos, mulita.
Vamos, pequeña, sigue adelante.
Eso es.
¡So, Mona!
¡Ja! Es usted un hueso muy duro de roer, sheriff Crown.
¡Oh, vaya!
Incluso diría que estás mejorando.
Bueno, ya sabes lo que dicen:
cuanto más vivo, más grande es la estatua.
(RÍE) ¡Eh, no lo había oído nunca! Pero me parece muy acertado.
Bueno, estatua, aquí llegamos.
(RÍE)
Oh, hola, señor Vardeman.
Eh... No, señor.
Buscaba al ayudante del sheriff, pero no está, así que volveré luego.
Pues, eh...
Sí, señor.
Eh...
Porque he oído que estaba fuera.
Deberías avergonzarte.
Seguro que ahora acabarán con el sheriff Crown.
Oh, pero 500 dólares en una bolsa...
Nunca habíamos visto tanto dinero en la vida.
Has hecho mal.
Tal vez, pero el señor Crown es un hombre justo, sí.
Y lo entenderá, seguro que no le importará.
¡No está! Crown no está aquí.
¡Y ahí está!
Ahí está, yo lo dejé ahí.
Estaba muy malherido.
A punto de morir.
¡Mirad, mirad!
Su sangre. Estaba ahí.
Le juro por Dios que lo estaba.
¿Qué?
Mire, ¡más, más! ¡Más sangre!
Debe haber salido solo del coche, ¡y debe haber huido!
No puede andar muy lejos.
Pero oiga...
Yo siempre he hecho el bien.
Intentando no hacer daño a nadie.
Lummy, Lummy... Aquí se queda nuestra estatua.
Bueno...
¡Vamos, atrás, venga!
¡So!
Ah, sí, señor, sheriff Crown. Sé exactamente dónde está.
Ah, y es realmente un placer verle tan activo otra vez.
¡Ja! Vamos, Mona, no te duermas.
¿Lo ves, papá? Le acerté con mi disparo.
Te lo dije, papá. ¡Te lo dije!
He mirado en todas partes.
¿El carro? Se ha ido.
-¡Arre! ¡Arre!
¡Vamos! ¡Vamos!
Ya casi estamos, señor sheriff, está en esta calle.
¡Vamos, Mona!
Venga, vamos. Sigue, Mona, ¡vamos!
¡Vamos, Mona!
¡So, Mona!
Ya estamos, sheriff.
Despacio, despacio.
Cuidado, deje que Lummy le ayude.
No se muera o perderé mi estatua. Vamos.
¡Sheriff! Pobre hombre.
Pasad, pasad.
Sheriff, haré lo que pueda por usted.
Esa herida sí que la puedo limpiar, pero la bala...
-Es para mi marido. -Pero no se puede esperar.
Cuando se haga de noche, va a necesitar un enterrador.
Teo no ha practicado la medicina en años.
Voy a buscarle.
No se preocupe, no hay nada que pueda detenerme.
Vaya, hombre, Lummy...
¡Esta vez sí que te has metido en un buen lío!
Díselo al sheriff. Decírselo va a ser la mejor opción.
(EN VOZ BAJA) Sheriff. ¡Sheriff!
Apártese de en medio.
¿Está sobrio?
El sheriff Crown está en mi casa herido de bala.
¿Por qué no deja de sentirse lástima?
Crown ha muerto.
Vimos su tumba.
No lo sabemos, ha habido un montón de problemas...
Strawdy... ¡Strawdy!
-¡So!
Está ahí adentro, esperando a que alguien entre.
¿Me necesita para algo más?
Como siempre digo: una ayuda lleva a otra.
¡Papá! ¡Papá!
¡Papá!
¡Papá!
Papá... ¡No! ¡Papá!
¡Sheriff!
¡Todavía quedo yo!
-¡Kerwin! -¡Sheriff!
(RÍEN)
-Informe listo. -Sí.
Bien.
-Ni un muerto. -Ni prisioneros.
-No hay nada más que decir. -Ni borrachos.
-Todo tranquilo. -Salvo por una cosa.
El señor Walsh, el señor Andrews y otros
han estado preguntando por ciertos 500 dólares
que se han perdido.
Pero es muy raro, nadie ha denunciado el robo.
¿Sabe algo al respecto?
Ya.
Hum... Eh...
¿Estatua?
Y después te compraré una caja de whisky.
Y Mona, vieja preciosa,
a ti te voy a comprar toda la cerveza que quieras.
Y luego, también, un hermoso carro nuevo.
Con todas esas cosas lujosas que...
Eh, un momento, hay que guardar algo para mi estatua.
Tal vez con la mitad tendremos bastante para...
Además, te digo una cosa, Lummy.
Tal como lo veo, podrías dedicarte a seguir al sheriff
y esperar a que se ponga en peligro
para cobrar cada vez que le salves la vida.
No, para la estatua con esto me basta.
Y ya sé cómo la quiero. (RÍE)
Cien por cien puro alabastro, que durará para siempre.
Y la gente que la vea dirá:
"¡Mirad, ese es el héroe!".
Sí, Mona, tú también tendrás tu estatua.
(RÍE)
El sheriff Crown resulta herido mientras traslada a un hombre arrestado por asesinato. Al pueblo solo llega su caballo y la carreta vacía con restos de sangre. Dulcey, sabiendo que Jim está en serios apuros, intenta encontrar ayuda entre los vecinos del pueblo para organizar su búsqueda.
Contenido disponible hasta el 14 de enero de 2022.