(RÍEN)
Hola, Josie.
(ENFADADA) -¡Sois un par de miserables sabandijas!
¡Ja!
¿Quién se creen que son peleándose como niños?
No soy una chica fácil.
Ya lo verán.
¿Quién anda ahí?
Tal St. James, ¿eres tú?
Te he dicho que te olvides de mí. Estás borracho.
¿Bladgey?
¿Tal?
¡Ah!
(ASUSTADA) ¡Déjame en paz! ¡No!
(GRITA ATERRADA) ¡Ah! ¡Ah!
(GRITA Y LLORA)
CIMARRÓN
"UN CUCHILLO EN LA OSCURIDAD"
Si no fuera porque yo soy el único aquí,
diría que la ha matado un cirujano.
He estado toda la noche jugando a las cartas en el Saloon.
Hay cuatro testigos.
Ha sido alguien que sabe usar bien un cuchillo.
No me mire a mí. Yo no he sido.
Me gustaba.
De hecho, nos gustaba a todos.
Oiga, yo no podría hacer algo así.
Muchos se fijaban en ella y muchos usan cuchillo también.
¿Qué hay de ese indio?
El cherokee. Siempre la acechaba para estar con ella.
Ella nunca ha bailado con un perro como él.
-Es cierto, sheriff Crown.
Le he visto sacarle la piel a una serpiente tal que así.
Un solo movimiento y toda la piel fuera.
Tiene trabajo.
Nos vemos luego.
Déjame la botella. Hoy necesito beber.
-Me debes dos botellas. -¡No me amenaces!
¡Que estoy sin trabajo!
-¿Ha quedado muy mal?
-Es la obra de un enfermo.
-¡Cállate ya! Si encuentro a quien lo hizo, lo mataré.
-La hemos llevado al carpintero.
-Algunos dicen que estaba enfadada contigo.
-Pues escúchame bien,
no quiero volver a oír hablar de eso. ¡Me gustaba, todos lo saben!
Cada vez que... que iba...
a casa de Pony Jane
Josie y yo
nos reíamos mucho.
Es cierto.
-¿Quién haría algo así?
-Podría haber disparado,
incluso que se lance un cuchillo puedo entenderlo,
pero que se le haga eso a una mujer...
-Nadie que conozca haría algo así. Nadie.
-Yo sé quién lo haría.
Un salvaje lo haría.
Alguien que suele cortar cabelleras.
Un indio. Un cherokee. Seguro.
-¿Te refieres al que siempre va con Highs?
-Sí, el mismo.
Acechando.
Siempre acechando intentando acercarse.
-Parece un hombre agradable, a pesar de ser indio.
-No te engañes. -Tal...
Parece que le estés acusando. -¿Eso parece?
Solo quiero que cuelguen a quien le hizo eso a Josie. Eso es todo.
Y vosotros sois tontos si pensáis que ese salvaje
iba a permitir que lo rechazara.
-¿Alguna vez has oído a Josie insultar al indio?
-¡Claro! ¡Muchas veces!
Siempre lo hacía. Todo el mundo lo sabe.
Lo hizo él.
Sé que Crown no lo creerá.
¿Alguno de vosotros...
quiere dar un paseo?
¿Al campamento indio? Solo a preguntar.
¡Muy bien, muy bien! ¡No importa!
Si no queréis capturar a un asesino, iré y lo haré yo mismo.
Así mantengo limpia mi cárcel.
¿Hay algo que pueda hacer por usted?
Ah... ¿Conoce a Kallman Gambley?
Es alto, delgado, ojos pequeños como un gato.
Pregunte a las chicas.
-El médico.
Oh, Katie, perdió a su mujer. Solo viene a...
-Oiga, a Josie no le gustaba nada.
Venía cada noche a beber con ella.
Fui yo.
No. Nadie en especial. Ella solo quería ver los adornos.
En absoluto. Pero, por favor, vayan a la parte de atrás.
Esa placa asusta a los clientes.
Aunque la última vez que te vi no llevabas esa placa.
Veo que todavía te cuesta afeitarte.
Cuando llegó la fiebre del oro él decidió irse.
¿Y qué tal te va a ti como responsable de la ley?
Te conozco. Te has cansado de correr.
Eso de Josie... es horrible.
Te dará trabajo.
Yo no puedo ayudarte. Solo hace un par de días que estoy aquí.
Ya te he dicho dónde la vi la última vez.
Yo me veo como un saco de alfalfa, así que no sigas.
Eso estaría bien.
Eso sería genial.
Jim...
El modo en que la han matado...
nos ha asustado a todas.
Carnicero, no te muevas o te abro otro agujero en la cabeza.
Sangre.
-¿Qué es lo que quieres?
(ASUSTADO) ¡Ah!
-Este es el broche de Josie.
-Pregunto qué quieres. -¡Lo que quiero es dispararte!
Pero no lo haré. Debo volver a la ciudad.
Todos se tragarán sus palabras cuando vean esto.
Muévete.
Para un artesano como yo basta con hablar con el metal.
Incluso en la oscuridad responde.
Me parece notar un cierto...
Oh, buenas noches.
En su ciudad hay cuchillos desafilados, así que aquí estoy.
Josie...
Conozco a...
Anabella, a Nancy, Rachel y...
¿Vivía?
Lo siento.
Pero no puedo decirle nada.
Solo soy un artesano.
Pues paseando por la ciudad.
He estado por el campo de los granjeros
y también por el barrio más rico.
No puedo soportar estar encerrado. No puede encerrarme otra vez.
Nunca les he hecho daño.
Solo me gusta mirar a las mujeres más guapas.
Inofensivo.
¡Se lo juro!
¡No era nada más que eso!
¡Yo no he hecho daño a nadie! ¡No sería capaz de hacerlo!
¡Sheriff, créame! ¡Sheriff, debe creerme!
Ahora vas a contarles todo sobre ese cuchillo tuyo
y sobre el broche de Josie.
-No te diré lo que quieres oír.
No importa cuánto me golpeéis,
no he hecho lo que crees. -Ah, ¿sí? ¿El qué?
-La cosa.
La cosa con la chica Josie.
-Mira.
-Te equivocas con eso. -Era de Josie.
-Sí.
Pero te equivocas.
-¿Y qué pasa con tu cuchillo lleno de sangre? ¿También me equivoco?
-Sí. Era la sangre de un lobo.
Si hubieras mirado, habrías visto su piel.
-Tal, ¿estás seguro? -¡Cállate!
Háblame del broche. ¿También era del lobo?
-¡Ah! -¡Será mejor que hables!
O te voy a destrozar la cabeza.
-Cuando oí que había muerto
fui a ver...
y encontré eso en el callejón. -¡Mentiroso!
-¡Asesino! ¡Lo cogiste! ¡Levantadlo! ¡Confiesa!
¿Qué querías?
¿Qué querías? Querías esto, ¿eh?
Creías que nadie lo encontraría, ¿eh? -Mejor mátame.
-¿Por qué lo cogiste?
¿Por qué?
-Acordarme. -¿Qué?
¿Qué has dicho?
-Para acordarme de que era mi mujer.
-¡Eres un tramposo! -¡Suéltame!
-¡Todos habéis visto cómo juega! ¡Le tiemblan las manos!
¡Mira mucho las cartas! Yo creo que están marcadas.
-No lo repetiré.
-No me asustas nada, anciano.
Los indios me enseñaron la manera de partirte en dos.
-¿Te enseñaron a morir?
Señores, se acabó.
Así es. Y usted es el sheriff Crown.
Producto de mi juventud.
¿Sí? ¿Sobre qué?
No es sobre los cuchillos.
Soy jugador, señor Crown, no navajero.
A las cinco me levanté de la cama. Estoy en El Caminante.
A las seis ya estaba vestido.
A las 6:15 comí un plato de albóndigas de ciervo
en el restaurante. A las 7:30 tomaba una copa en El Pony Jane.
Llegué aquí a las nueve y he estado aquí desde entonces.
Los caballeros se lo dirán.
¿Ha oído hablar de un inglés llamado Arthur Conan Doyle?
Él llama a esto procedimiento necesario para eliminar sospechosos.
Sheriff, aquí.
-Eh, ¿dónde está el sheriff? -Está aquí.
¡Sheriff, le tenemos!
Honestamente creímos que era él.
Gracias por el ofrecimiento. No puedes hacer nada.
Vamos a cerrar en cuanto nos sea posible.
(SUSPIRA) ¿Qué ha pasado? He oído a Dulcey.
Y toda la noche. Ya estamos cerrando.
Mucha gente.
Algunos hombres estaban tomando una copa y charlando.
¿La conocía?
He estado tanto tiempo al margen de la ley
que se me hace extraño decir...
que lo siento por usted.
Un poco por usted, el resto por mí.
Para serle sincera, yo tengo miedo.
Oh... El doctor Casio. Otro hombre muy elegante.
Le vi cantar y bailar.
Un inglés. Nunca le había visto. Grande y con bigote.
Con una maleta.
Llevaba un abrigo largo... como de enterrador. De tacto...
suave.
No le vi bien la cara. Llevaba uno de esos sombreros tan anchos.
Había un jovencito que volvía al este buscando un lugar donde dormir...
y le mandé a un hotel.
Bueno, creo que yo también debería irme a otra ciudad.
Este lugar me da muy mala espina.
¡Es mejor que haga algo, Crown!
Sheriff Crown. Soy Shelton. Me han dicho que me buscaba.
(RÍE)
Se le ve cansado.
Bueno, si prefiere hablar más tarde, estaré aquí.
Bien.
¡No me pegue más!
Soy de Londres.
Los dos buscamos al mismo hombre.
Un hombre que huyó de mi ciudad en noviembre...,
que cruzó el Atlántico y que ha llegado a su ciudad.
Es el hombre que mató a esas dos pobres mujeres.
Mató a siete mujeres en tres meses y se escapó. Nunca le vimos.
Nadie del Comité de Vigilancia al que pertenezco.
Andaba por los callejones de Whitechapel con un cuchillo
e imparable.
El 30 de septiembre mató a dos mujeres con una hora de diferencia.
El 19 de noviembre mató a la séptima. Y se esfumó.
De no ser por las cartas que nos mandó,
no hubiéramos sabido que se trataba del mismo hombre.
Ese Jack es vanidoso.
Dijeron que se había suicidado.
O tal vez que su familia de origen victoriana
había descubierto que era el Destripador y lo tenían encerrado.
Pero yo sé... sé que no.
Subió a un barco de migrantes.
La cosa se le ponía mal en Londres, así que vino a América.
Yo le seguí.
¿Tiene usted alguna idea de lo que tienen en sus calles?
¿Tienen alguna idea?
¿Entienden que ese que se hace llamar Jack el Destripador,
ese, sembrará el miedo para siempre?
He seguido su rastro por medio mundo.
Ha escapado de todos. Los ha vuelto locos.
Pero no se escapará de mí.
Aquí, en la niebla, que es como la de Londres...
anda, espera... con su cuchillo afilado,
los ojos abiertos...
Aquí.
Detenerle.
Yo era miembro del Comité de Vigilancia de George Lux.
Y aunque hubiera un millón más, no importaría.
Estaré ahí fuera, señor Crown.
Ahí fuera. Buscándole.
¿Cree que se trata de Jack el Destripador?
Muy bien.
Esta tarde, sí.
Acabo de llegar a la ciudad y no tenía donde alojarme,
así que le pregunté a la dueña y me mandó aquí.
Y aquí es donde me alojo.
Bueno, supongo que las ganas de hacer fortuna.
¿No es la respuesta de aquel que busca un buen futuro?
Oh...
Cualquier cosa. No soy ningún especialista.
Lo que sé es que odio las ciudades, el hollín, la gente
y la forma en que tienden a convertirse en animales.
He huido de algunas de las ciudades más grandes, sheriff Crown.
No son como esta.
La diferencia es la hipocresía.
Allí la delincuencia florece, pero la gente hace como que no existe.
Aquí no son mucho mejor,
pero al menos están dispuestos a admitir que las cosas son como son.
No. Yo solo quiero algo de paz y plenitud.
¿Algo más que quiera preguntarme, señor Crown?
Seguro que sí.
Gracias.
Somos dos, sheriff, y nos conocemos.
No hay nadie más aquí esta noche.
Si llega otro, ese será Jack.
Esperamos.
Apreció su interés, señor MacGregor, pero no estoy en peligro.
Solo mata a las mujeres.
Ah, ¿sí?
Eso confirma mi teoría.
Verá, yo he leído sobre eso.
Y no creo que odie a las mujeres, solo reforma la sociedad.
Yo acepto que está loco y su método es terrible, pero...
Que sea un misógino, no.
Un misógino es quien odia a la mujer.
De modo que, si reforma la sociedad, no debe tener nada contra mí.
(GRITA ATERRADO)
(RÍEN)
El Sheriff Crown, en el curso de una noche de neblina, busca a un asesino que destripa a sus víctimas. Francis le cuenta a Crown que la policía de Londres no ha resuelto varios asesinatos con el mismo "modus operandi" a principios de ese año, por alguien que se hace llamar Jack el Destripador.
Contenido disponible hasta el 14 de diciembre de 2021.