2002-2005
¡María!
¿Dónde está mi niña?
¿María también?
No, no, no.
No llames, por favor.
Ana, no seas traidora. -No puedes traicionarnos.
No nos puedes vender por un plato de garbanzos.
Pero si volvemos, te vienes con nosotros, ¿no?
¿No? ¿Por qué?
Ya, pero eres la madre de su hijo.
Eres la madre...
...de nuestro hermano.
Entonces, ¿no vas a venir con nosotros?
Es que le duele mucho la tripa. -Que no, no me duele.
Ayer te dolía mucho.
No.
Que no.
¿A casa? No vamos a ir a casa.
Ya no eres nuestra niñera: podemos hacer lo que queramos.
Buenos días, ¿qué pasa?
Ya estáis.
¿Habéis dormido bien o qué? TODOS: "Sí, bueno".
¿No comes nada?
No tengo hambre.
Hay que ir donde sea menos a casa.
Como vayamos,...
...papá se va a reír y nos va a castigar.
Celia, Ana no volverá a pesar de este boicot.
Y a pesar de que no encendamos los móviles.
¿Te duele más?
Sí.
Pero ¿por qué no lo dices? Mira que eres tonta.
De tonta nada, que luego me abren las tripas.
Que no, que eso fue solo un momento porque tenía...
..."pindicitis" esa.
Pero a estos les da igual que me duela o no, como no soy la pequeña.
Ya, pero no es solo Ana, papá tiene que cambiar.
Es una cagada, estoy con Celia. -Y yo, no podemos rajarnos.
Listos, ¿y adónde vamos a ir?
Joder.
Anda, prueba a cerrarlo otra vez.
Ahora. -¡Anda!
¿Qué opinas de la vasectomía? -¿De lo qué?
Sí, de la vasectomía.
¡Ah!
De la "vacentro..." De eso.
¿Qué quieres que opine? Que es una ful.
Mira.
Yo, cuando sea cazado por ese pedazo de pibita cañón, que al final...
...nos caza a todos,...
...pienso tener con ella unos...
...cuatro...
Seis...
No, ocho.
Mejor ocho hijos.
Venid con papá, venga.
¡Un besito, un besito!
¡Un besito por aquí, un besito!
¡Ay, qué chiquitines!
¡Cari!
¿Ocho hijos, Fonti? -Ajá.
¡Sharon!
¡Sharon!
¡Ah!
Pero ¿tú sabes lo que dices?
Hombre, y tanto. Aquí son ocho.
Y se lo pasan pipa, siempre hay movida, como hoy mismo.
Espantada. Rebelión.
Ya me he dado cuenta.
Y qué gracia me hace venir para nada.
Vaya movida, ¿no?
Sí.
¿Así, ya, tan pronto?
Bueno, si te corre tanta prisa, podrías probar donde estoy yo ahora.
Allí siempre necesitan gente.
Mira, me sustituyes a mí un par de días y ves si te va bien o no.
Hasta que encuentres algo mejor nada más.
Yo creo que no.
Con eso no tienes prisa, quédate lo que te dé la gana.
La verdad es que sí.
¿Sabes qué más?
Pues que le he hablado de lo de tener un hijo juntos.
Y no me ha dicho que no.
Los odiaba, eso es, pero ahora ya no.
Me ha dicho que va a cambiar.
Y que hasta le hace ilusión.
Y lo podemos intentar, digo yo, ¿no?
Le he dicho que sí para no discutir.
Pero me hago la vasectomía y no se entera ni el gato.
Y le digo que no puedo tener hijos. -Hombre.
Dile que no quieres y punto.
Tú no la conoces. Si le digo que no, un mes discutiendo.
Lo mejor es cortar por lo sano. He pedido hora.
Pero ¿tú estás loco?
Pero, chaval.
¿Quieres ser un medianena?
Eso es para no tener hijos.
Pero de medianena, nada.
Tú estás majara, tronco, tú estás majara.
Hazme caso: anula esa cita y habla con tu chica como un hombre.
Tarde: la cita es hoy.
Tío, Albertito, piénsatelo.
¡Piénsatelo!
Hasta luego, Fonti. -No, no, Alberto, hombre.
Alberto, espérame, no te automutiles, hombre.
Buenos días.
Venimos por María.
No, mujer, no es eso, solo venimos a darle un beso.
Y a traerle este regalito.
¿Se han perdido sus hijos?
¿De verdad se han perdido?
María también, ¿verdad?
¿Dónde está?
No nos importa que se bañe.
Mire usted.
Fernando, ¿seguimos o qué?
No, ha salido.
Ya están allí por fin, mira qué bien, de verdad.
Ha ido a un trabajo, pero yo se lo digo.
Porque de algo tendrá que comer, digo yo.
Hoy en día es muy complicado encontrar uno.
"Me está sustituyendo a mí".
"Hasta que encuentre algo mejor".
Necesitaban gente.
"No se los llevó, se fueron por su cuenta".
Y algún motivo tendrían.
Solo se llevó a Nico, que también te toca algo a ti, ¿no?
Si Ana quiere.
Con ponerte nervioso no ganamos nada.
¿Viene o no? -Agarraos: tiene problemas.
Sus hijos se han escapado.
¿Qué? Por eso no para de entrar y salir.
Tiene la cabeza en otra parte.
Aquí no hacemos nada.
Friend Fries, Salad.
Y Jelly Doll.
Beicon.
Jelly Doll.
Diez colas y Farrot con Salad.
Piña, plátano, pollo.
Maíz.
Y un software, ¿no?
Y un driver, porque si no...
Y el módem.
Sí.
Yo creo que un woofer para cuatro altavoces.
McBerrys con beicon.
Patatas fritas.
¡Cola!
Cola.
Déjalo, déjalo, déjalo.
¡Fuera!
Tal vez no valga la pena.
Tu cabeza está en otra cosa. -¿Y tus hijos?
Querido amigo Hidalgo.
Con todos los respetos, ¿pretendes que entreguemos la presidencia...
...al tipo que no controla ni su casa?
¿Ana?
Me gustaría verla hoy.
Aquí pasa algo raro.
Catalina.
Nos gustaría hablar contigo.
Llevamos aquí un buen rato y aún no la hemos visto.
Aquí pasa algo muy raro.
Quiero ver a mi sobrina.
¿Has probado las aceitunas?
Hola, Mac.
Pero ¿qué haces aquí? Hoy no, desaparece.
¿No es buen momento? -Hoy es el día más importante de mi vida.
Pero es que hay un problema.
Mis hermanas. -¿Que qué?
He de usar el baño. -Y yo.
Solo un momentito. -¿Cómo?
¿Es por aquí? -¡Cómo mola el piso!
Pero ¿qué es esto, hombre?
Mira, hay comida. -Me he quedado con hambre.
¿Son tus hermanas?
No, ellos, no, pero ellas sí. Venid, chicas.
Pasad para dentro. Ven.
Lucía, se te ve en la carita que estás mala, siéntate.
No estoy mala, solo quiero sentarme. -Nada de sentarse, tenéis que iros.
He quedado con un pibón. -Que nos conocemos.
¡Pero no me toquéis eso!
¿Y el respeto? -Un poco borde.
¡Pero si es un borde que te cagas!
¡Qué cansino!
¡Que no, que no me callo! -¡Qué "pesao"!
Que todavía estás a tiempo, recapacita, por favor.
Fonti, que a quien operan es a mí, no a ti.
A mí me operan de eso y me pego dos tiros, macho.
Dos: primero uno y luego otro.
Uno por tonto y otro por si lo pierdes.
Pero ¿se puede saber qué es todo este jaleo?
¡Vero!
Sí, ¿te parece mal?
No. -La de recepción está loca. ¿Este es el guaperas?
Si parece un mono.
Vamos. -Yo diría que es este.
Cruz.
Alberto Cruz.
Para serviros.
Encantadas.
Estamos encantadas. -Sí.
Mucho gusto.
¿No será nada serio?
Una vasectomía.
Qué mono, joven y planificando.
Muy feminista, muy solidario. -Una monada.
El hombre perfecto para Bárbara. -A Bárbara le dura dos minutos.
Bueno.
Tú, aquí quietecito, que ahora tendrás visita.
Ni me muevo.
Hasta luego.
Bárbara, ahora viene para acá la Bárbara.
Pero, tío, ¿cómo lo haces? ¿Qué les das?
¿Qué les... das?
Bueno, va, déjalo.
Hacedme caso a mí, que yo de estas cosas sé.
Vosotros dejad de comer.
A un viejo hay que hacerle caso.
Yo con el mío me río y le cuento cosas.
Y no le vais a dar este disgusto.
La chica, ¿es verdad que está buena?
Más de lo que imaginas, chaval.
Carolina, a papá hay que llamarlo.
Así le damos un respirito a Mac.
¿Un pinchito? -No se toca.
Está mazo bueno. -Carolina, tenéis que llamarle.
Yo no llamo.
La hemos liado.
¿Qué os dije? Ya nos ha pillado el toro.
Tío, tranquilízate.
Nos vamos en diez minutitos.
Es verdad. Es que está como por ordenador.
-A ver si está tan buena.
Bueno, ya será menos.
Vais a ver.
Dos euros a que lo está. -Dos a que no.
Miranda. -Hola.
Estás guapísima, de verdad. Pasa.
Esta gente se va ya.
No, no, si no pasa nada. Niños.
Hola, yo quiero mear.
¿Hay papeo? -¿Quiénes son estos?
Adentro, adentro.
Son los Robles de Sanchicorto.
Y yo soy su canguro.
Hoy no me tocaba.
Pero ¿qué quieres? Una emergencia. Es que pagan muy bien.
No te importa, ¿verdad?
Hola. -Hola.
Hola.
¡Me debes dos euros! -Vale, vale.
Leonor, yo ya no aguanto más.
Aquí pasa algo, nos están tomando el pelo.
Si tuvieras de estos, subirías a ver qué pasa.
Tienes razón.
Me van a oír.
Hombre, ya lo creo que me van a oír.
Espera.
¡Ah!
¡Pedro, Pedro, por favor!
¡Pedro!
¿Qué pasa, cariño?
¡Alto ahí, amigo!
¡Apártese de mi mujer!
¿Qué te pasa? -¡Ah, un cuchillo!
¡No, no! -¡Tiene un cuchillo!
¡Tiene dos!
Suelte eso, amigo mío.
¡Suéltelo!
¿Quién es?
Oiga, usted vive en la calle, ¿no?
¿Y qué hace aquí?
Sí queremos más, Catalina.
Queremos ver a María.
Si es que está.
Que sí, papá, claro que estamos bien.
¿Cómo vamos a estar?
Que tampoco somos tan burros.
Bueno, mira, eso lo vamos a tener que hablar.
Pero, papá, no te pongas así.
Papá, que gritando no vas a solucionar nada.
Vale, vale, tranquilo, ya vamos.
Pero relájate, por favor.
Venga, de acuerdo.
Pero luego tenemos que hablar.
Muy bien, venga, hasta luego.
Bueno, ¿qué dice el jefe?
Está que trina y dice cosas rarísimas.
Que bajemos del cuarto.
¿Qué hacemos? -Volver, si no, le da algo.
Pero volver no es rendirse. -Claro que no, Celia.
Hablo con él y... -¡Tú no, no confiamos en ti!
Pero ¿qué...? -Queremos una persona que no se raje.
Y que pelee de verdad.
Pero ¿tú los oyes?
Uno, dos.
Tres, cuatro y cinco.
Te la comí otra vez. ¡Uh!
Vamos.
Tira tú.
Oye, la del teléfono.
No te pago por tu cháchara.
¿Yo?
A recoger, para eso te pagan.
Pero ¿te has vuelto loca?
Me voy al defensor del menor.
¿Tú quieres que nos cierren?
O cambias de actitud ahora mismo o ya te puedes ir a la calle.
Venga, va, ¿qué es lo que tienes tú que no tenga yo?
Una vasectomía que les encanta.
Eso es por tu cara bonita.
Fijo que ahora viene la Bárbara esa y ¡zas!
Yo soy un hombre comprometido.
Pues yo no, Alberto, y no sé por qué no me pasan estas cosas a mí.
Me voy a la cafetería o a la máquina o a hacer puñetas.
Y te pierdo un poco de vista, me tienes hinchado.
¿Lo ves? Eso van a ser los nervios.
Ya te has vuelto un medianena.
Y tráeme algo, anda.
Sí. -¿Puedo pasar? Soy Bárbara.
Un momentito.
Un momentito, que no estoy visible. Espera.
Rosa, tenía que ser rosa.
Adelante, puedes pasar cuando quieras.
Hola.
Hola. -¿Tú eres Alberto?
Sí.
Claro que sí, chata.
Sobre gustos no hay nada escrito. -Fijo que te lo dicen todos.
Bueno, ¿vamos a lo nuestro?
No pierdes el tiempo, pequeña.
Tú relájate, que será más fácil.
Claro que me relajo, chata.
Lo que tú quieras.
Pero te digo: al principio hay tensión por lo del aquí te pillo.
Pero luego va a ser como el país de las maravillas.
Si tú lo dices.
Para empezar, cierra los ojos y piensa algo bonito.
¡Ay! Pero ¿qué puede haber más bonito...
...que lo que me está pasando?
¡Ah!
¿Este es el baño?
Aquí no hay nadie.
¿No?
Llévame a su baño.
Se acabó, Catalina.
Tú a mí no me tomas más el pelo.
Confiesa dónde está María.
Pero hay que saber cuidarla.
Que es una niña muy pequeña.
Que de los niños hay que estar
pendientes.
Admites que la has perdido.
Y que no sabes dónde está. Bien.
No te importará...
...que dé parte al tribunal.
Esto tiene que saberse.
Hola, tío Pedro.
Pero, María,...
...¿dónde estabas? -¿Yo? En el baño. ¿Por?
Hola, papá.
A eso he bajado.
Pues dímelo a mí, ¿no?
No te molestes, para eso me han nombrado embajadora.
Para negociar.
¿Me ofreces una cerveza?
No, ya lo aviso yo.
Me recuerda a mi hija.
¿Por qué?
Alberto.
Hola.
¿Dónde estabas?
Pues acabo de tener una revelación.
He pasado por la sala de maternidad.
He visto los niños.
Uno de ellos me ha mirado fijamente y, al pasar la enfermera,...
...me pregunta:
"¿Cuál de ellos es el suyo?".
Y no ha sido terrible.
No es que quiera tener uno ahora, pero...
Era tan pequeñín.
El caso es que me lo he pensado mejor. Ahora no.
Pero quizá algún día.
Fonti tenía razón, le debo la vida al tío. Pero ¿dónde está?
Pero ¿no estaba contigo?
Si no me voy, le tengo que pegar. Por cansino.
Lo que yo no entiendo es dónde está tu cama. Primi.
¿Tú sabes qué ha pasado con su cama?
Está en quirófano.
¿Se llevan una cama a operar?
Esto no es un taller. -Con el paciente.
Con el paciente dentro.
Pero ¿no eras tú?
Pues sí, chata, ya ves.
Pues dentro había un tipo, tampoco me fijé mucho.
Dentro había alguien, fijo.
¡Fonti!
¿Has visto qué feo?
Me lo han regalado mis tíos.
Te duele más, dime la verdad.
Pues sí.
Si quieres, olvidamos el secreto y se lo digo a mi tía.
No, que me van a hacer más daño.
Que no te van a hacer daño.
Yo me fío solo de Ana.
¿Por qué es el hada Ana?
Porque lo que le pides...
...se cumple: ella me lo cura sin hacerme daño.
Pero es que Ana sigue en casa de Sharon.
Pues tú la avisas, porfa.
Vale.
Pero se lo dices a Ana.
Solo a Ana y a nadie más, ¿me lo juras?
Te lo juro.
Y ahora, por mucho que te cueste,...
...vamos a hablar de Ana.
Eres injusto con ella.
Eres el padre de Nico.
Es que tú las complicas.
¿Cómo que vuestra? Ana es la madre de nuestro hermano.
¿Quieres la ayuda de un abogado?
No hace falta, gracias.
Ya.
Pero todos se iban.
Y yo no podía quedarme aquí.
Me hubieran llamado traidora.
¿Tú traicionarías a tu mejor amiga?
Y si, por ejemplo, te dijera un secreto que no quiere...
...que digas, ¿lo contarías?
¿Sea cual sea?
Pero no lo puedo contar.
Bueno, si vas a ceder algo, porque si sigues así,...
...cogemos otra vez la puerta.
Vas por el mismo camino con nosotros. -Échale mano izquierda.
Interrumpes, te intentamos ayudar y te lo tomas así.
Está enquistado en su posición.
Tenéis razón.
Es una pérdida de tiempo.
Eres un cabezón, papá.
Ni siquiera nos deja ver la tele hasta las once.
Fernando, pero ¿eso es mucho pedir?
Bueno, niño, vamos a ver, mi bebito.
¡Ay, qué bien huele mi niño, sí, mi bebito!
Ya, mi amor, ya está.
Qué bien huele, por favor.
Hola.
Bueno.
¿Cómo ha ido el trabajo?
¿Tú no has venido muy pronto?
Los idiomas.
Bueno, ¿y qué?
Tú siempre tan exigente.
Ha estado toda la mañana en el coche. ¿Qué vas a hacer?
Me da una rabia, me da una pena. Lo teníais así.
Lo teníais así de fácil.
Claro, si solo has tardado seis meses.
Hola, Bruno.
No, ya no es hora.
Yo he estado a mi hora y como ando mal de pelas,...
...venía a facturar.
Pues ya te lo he dicho: mi trabajo.
Yo soy formal, yo respeto horarios.
¿Vas a ir a ver a tu novia?
Pues sí, bombón, tengo que hablar con ella.
Verás, he ido a... Bueno, voy a invitarla a comer.
¿Me llevas?
¿Para qué? -Es que está Ana.
Es que tengo que hablar con ella.
Es un secreto.
Lo dice tu tía, no puedo.
Bueno, a lo que venía. Bruno, esta es la factura.
Cuando hay un compromiso y un desplazamiento...
No es culpa mía este desastre.
Tía.
Me voy con Lucía.
No, se siente. Los horarios son los horarios.
¿O qué?
No me parece un mal acuerdo. -Si no hay que aplicar el IPC, bien.
Son tus hijos.
Y la idea de Santiago de las multas por tardanza...
...reconduce los efectos inflacionistas.
¡Huy, Bárbara!
Bárbara, estás bárbara, en serio. -¡Fonti!
Despierta, ¿estás bien?
Hola.
¿Dónde estoy? -Fonti.
Tranquilízate, porque tengo que darte una mala noticia.
¡No!
¡No!
Otro gatillazo no, si no me acuerdo de nada.
No es exactamente eso.
Pero está relacionado con.
¿Tú te acuerdas de la vasectomía de Alberto?
¿Cómo dices?
¡Ay, Dios!
Ya me acuerdo de todo, esto es un hospital, ¿no?
Pues verás.
Es que ha habido un pequeño error.
¿Error?
¿Error? ¿Qué error?
¡Joder!
Pero ¿por qué lo tengo vendado?
Solo a ti se te ocurre meterte en su cama.
Vino Bárbara a anestesiarlo.
Y, total, te acabaron llevando a ti a quirófano.
Y... -¡No, no!
No, no me digas eso, mujer.
No me digas eso.
¿Que me han operado a mí...
...en vez de a él?
Me temo que sí, Fonti.
Pero a ti los niños tampoco te gustan mucho.
¿No?
"Que sí, mujer, que sí.
Que a mí en el fondo sí que me gustaban.
Pero ¿qué me han hecho?
¡Qué me han hecho!"
Esto es el final de una dinastía.
¡Hola! Pero ¡qué leche...!
Cuidado, que te la pegas.
¿Tú qué haces en mi coche? -Tengo que hablar con Ana.
¿Estás loca? Ahora te llevo para casa.
Llévame con Ana o me pongo a gritar.
Y el guardia te quita el carné por no llevar sillita.
Sí, el guardia, la Guardia Civil y los bomberos.
Buenas tardes.
Buenas tardes. -Usted está en doble fila.
Si yo no pensaba parar, pero es que la niña...
Para llevar menores, necesita el dispositivo de seguridad.
Carné y documentación.
¿Ya te vas otra vez?
No, ya voy yo.
Que no.
De verdura con pescado y de verdura con pollo.
Y la cremita del culito y las toallitas.
Y los pañalitos de Toni.
Lo siento, pero tengo que inmovilizárselo...
...hasta que la menor tenga la silla.
Pero si me lo inmoviliza, no puedo ir a comprarle la silla.
¿Sabe que es peligroso?
Lo sé, pero seamos un poco lógicos.
No podré ir a comprarle la silla.
Haga el favor de soplar, esto es un control de alcoholemia.
Bien.
¡Ay, papá, que me duele más!
¿Qué le pasa?
Que me duele mucho la tripita y ayer también.
Su hija está enferma.
Me lleva al médico porque va a ser "pindicitis".
¿Y lleva así dos días?
Eso es muy grave. Sí, se lo he dicho.
Por eso lleva tanta prisa.
Sin silla no puede ir, avisaré por radio.
No se moleste, si no es necesario.
Allí hay una tienda, la compro y la llevo.
No, no. -¡Ay, papá, que me duele más!
Está bien, pero vaya ya.
Es muy peligroso. -Me la llevo.
Gracias.
Hasta luego.
Circule, vamos, circule.
Oye, María, eres genial.
¿De dónde te has sacado lo de la apendicitis?
Y, por cierto, ¿qué hago yo ahora con una sillita?
Alberto, cariño, pero ¿qué haces tú con esta ricura de niña?
La ricura me tiene hasta las narices.
Quiere hablar con Ana.
Pues ha salido.
No, yo tengo que hablar con Ana.
¿Qué te pasa, cariño, preciosa? A ver, dímelo a mí.
Tengo que decírselo a Ana.
No te esfuerces, lleva así toda la tarde.
¡Ana, Ana!
Es que Lucía está malita.
Se ha puesto más malita aún.
Y no se lo quiere...
...decir a nadie porque tiene miedo de que sea "pindicitis".
¡Apendicitis!
Qué "jodía".
Es que Miguelito tuvo "pindicitis".
Y...
Que no tiene que ser eso.
No me digas eso.
Hasta ahora, cariño. -Hasta ahora.
¿Llamo a una ambulancia?
El 112, hay un niña que puede estar muy enferma, oiga.
Pues al borde de la peritonitis.
Ya verás como tus hijos aceptan el acuerdo.
Fernando, ¿y el otro tema?
Valentín y Juan Carlos ya te han dicho sí, pero sin mis acciones...
Mira, Fernando, antes o después vas a volver a ser...
...nuestro presidente.
Así que mejor antes que después.
El lunes tienes mis acciones.
Adiós, señor presidente.
Joder con los niños, no son malos negociadores.
¿Que Lucía tiene apendicitis?
Estaba mala y no le hemos hecho caso.
Es para matarnos. -Es culpa mía.
No le hice caso.
Que no os preocupéis. Que se va a curar.
¿Tú crees? -Sí.
Está con su "Ana madrina".
Querían venir todos, pero no los dejé.
¿Por qué no nos dejan ir al hospital?
Si va uno, vamos todos. -¿Y qué?
Para que no se asusten los gemelos.
O María.
Pero si solo es una operación...
Porque es solo eso, ¿no? -Claro.
¿Por qué no nos dejan? -No seas pesada. Déjalo ya.
¿Estáis hablando de Lucía?
¡Habláis de Lucía! Pero se va a curar.
Así que no pasa nada.
Podéis hablar lo alto que queráis.
Tranquilos. Estas cosas llevan su tiempo.
Las primeras eran para calentar, pero esta sale.
Coge la que quieras.
¿Estás seguro?
Alberto, ¿Lucía se va a morir?
¿Morirse? Pero tú estás loco, chaval.
¿Por qué?
Mete la carta donde quieras.
¿Por qué no nos dejan ir al hospital?
Pues...
Si no tiene importancia, para qué.
No pasa nada. No tenéis por qué ir.
Al revés. Cuando no tiene importancia, van todos.
Que somos niños, no idiotas.
Hoy que teníamos clase, estamos jugando.
Me parece muy graciosa la mentira, pero ahora no estamos para bromas.
Te sigo la corriente, pero mañana.
Que están operando a Lucía de apendicitis.
Esperemos que sea solo eso.
No, no sé en qué hospital.
En cuanto sepa algo, te lo digo.
Un besito.
No digas tonterías. Es mi nieta.
Pero metí la pata. Puedes decírmelo. Eres mi hijo.
Es la madre de tu hijo...
Lucía Hidalgo.
¿Eh? Ya está en la habitación.
Por aquí. Síganme.
Yo buscaré al doctor.
¿Podemos quedarnos tranquilos? ¿No hubo complicación?
Su nieta está perfectamente. La apendicitis estaba avanzada,...
...pero no dejará huellas. -¿Cómo de avanzada?
Si hubieran tardado dos horas más, no habríamos podido salvarla.
Creo que me explico. -Dios mío.
Hay que marcarlos más de cerca.
Fue culpa de todos.
Perdone.
Gracias, doctor.
¿Sí?
Abuelo, pero ¿por qué no llamáis? ¿Qué?
Pero ¿ha ido todo bien?
Todo ha ido muy bien.
Bien. -Bien.
No hay problemas, ¿no?
Vale. ¿Va a venir esta noche?
No. Claro.
Que pasa la noche allí.
Pues vamos a verla.
¿Podemos ir a verla?
Venga, de acuerdo. Ya ha terminado el horario de visitas.
Jo, qué rollo. -Oye.
Escapémonos.
Vale.
Qué loquilla.
¿Ya estáis discutiendo?
¿Y qué tengo que mirar?
Por favor.
Tú.
¿Te has vuelto trucha?
Se ha callado. -¿Quién eres?
Nos habría caído una buena. -Los compinches tienen que ayudarse.
Ana está buscando otra niñera para que la ayude.
A los niños o se les ata corto o hacen lo que quieren.
Pedagogía.
Quiero que la última vez fuera contigo. -¿Qué?
¿Qué pasa?
Ana se va.
TODOS: "Adiós, hermano".
Los niños, enfadados con su padre por su actitud intransigente hacia Ana, se han marchado de madrugada a casa de Sharon. Ana les reprocha su actitud y les dice que deben volver a casa antes de que su padre se preocupe. Todos se van, aunque no tienen intención de volver a casa hasta que su padre admita a Ana y cambie de comportamiento respecto a la niñera. La mala suerte hace que los tíos de María visiten a la niña cuando ésta no se encuentra en la casa.
Fernando tiene una importante reunión con unos accionistas del banco. El desenlace de esta reunión y los temas a tratar serán muy diferentes a lo que él esperaba. Ana decide buscarse un trabajo para no depender de Fernando. A falta de más tiempo para poder elegir, decide sustituir a Sharon en un local de comida rápida.
Aunque Sharon está convencida de que Alberto no se ha opuesto a la idea de tener un hijo, éste, en secreto, ha decidido operarse y lo confiesa ante Fonty. Éste, pensando que puede persuadirle para que no dé ese paso, le acompaña al hospital. Mientras, la pequeña Lucía se encuentra cada vez peor. Los dolores son cada vez mayores. Su silencio la está llevando a una posible peritonitis.
El administrador de la página ha decidido no mostrar los comentarios de este contenido en cumplimiento de las Normas de participación