2002-2005
¿Le llamas rechonchito a Fernando?
Pues no sé si iré. Porque me encuentro mal.
Ya, pero es que no sé.
Estoy con náuseas...
...todo el día.
¿Cómo voy a estarlo?
Alberto, que del susto se ha caído.
Dabuten, Bruno.
Y nos compró los nuevos cereales.
Estás en todo.
Qué bien que volvieras.
Bruno vuelve. Ana dice sí a papá.
Y papá me deja seguir con la obra.
Y Paula y yo...
¿Qué? -Paula y tú, ¿qué?
Nada.
¿Qué noticia?
¿Qué? -¿Sí?
Qué bien.
Enhorabuena.
¿Has dicho que sí?
¡Qué bien, dos bodas!
¿Nos invitas?
Es como un cuento, acaba bien.
Pues no.
¿Por qué no?
Por nada.
Nunca llueve a gusto...
...de todos, ¿no?
Desde luego, desde que Ana te ha dicho que sí, pareces otro.
¿Cuál?
¿De qué?
Eso es magnífico,...
...hijo.
Oye, Sharon.
Lo del...
...embarazo no va en serio, ¿no?
Que no, Alberto.
Pero vamos a ver.
Tú crees que si yo estuviera embarazada, ¿no lo sabría?
Claro, claro.
Qué miedo te da tener hijos.
¿Y si nos salen como los gemelos?
Me suicido.
Bueno, os dejo solos,...
...tortolitos.
Así ya no me iré con mis tíos.
¿No lo entiendes?
No, no lo entiendo.
Pues es muy fácil.
Si no se casa mi tía con Rafa, me mandan con mis tíos.
Eso ya lo sé.
Pero ¿no dices que no lo entiendes?
Que lo entiendo.
¿Ya lo entiendes?
Deberías decir a tu tía que no se case con Rafa.
Sí, y me voy con mis tíos, qué más.
¿Tú estás loca o qué?
Rafa...
¿Qué?
No te querrá.
No lo sé.
Pero estaré con mi tía.
No me gustan las bodas.
¿Y la boda?
¡Bien!
¿Cómo quieres que te llame?
¿No prefieres mamá?
Sharon, sal, por favor.
No aguanto más.
¡Qué pesado! Ya voy.
Que llevas media hora dentro.
Es que tú no tienes paciencia alguna para nada.
¿Por qué no me dejas entrar?
Ya está, todo tuyo. Todo tuyo. Qué pesadito eres, cariño.
Si aparece el color naranja, es que está embarazada.
El naranja, el naranja.
Si en un minuto no apareciese esa tonalidad,...
...es que no está embarazada.
En un minuto.
Un minuto.
Uno, dos, tres,...
...cuatro, cinco, seis,...
...siete, ocho, nueve, diez,...
...once, doce, trece, catorce...
¿Qué haces?
Pues contar, pareces tonto. Dieciséis.
Lo veo, no soy tonto, pero ¿para qué?
Para acordarme y que no se me olvide que cuento.
Veintidós.
Estás de coña, ¿no?
Me lías.
De verdad, espera. 38, 39. Ya está.
¿Quieres un bocadillo?
No.
¿No?
Sí.
¿No, sí, sí, no?
Me vuelves loco.
Me vuelvo tarumba escuchándote.
Quieres un bocadillo, ¿sí o no?
¿Sharon?
¿Sharon?
AMBOS: "Sí, señora".
Hola, ¿y Ana?
¿Dónde anda? He de hablar con ella ahora mismo.
¿Cómo?
Bruno, ¿qué te pasa?
Anita, pregunto por Ana.
¿Que qué?
Bruno, por favor, di a Ana...
...que necesito hablar con ella.
Y que tengo prisa.
Déjalo, ya subo yo y se lo digo.
¿Me vas a tener aquí todo el día?
Yo pregunto por Ana.
¡Ah, la señora! Que la señora es...
Anda la...
...señora.
Bueno, cómo está el patio.
Reformulo.
¿Está la señora...
...en la casa?
Pues dile de una vez que estoy aquí.
¿Cómo?
No me lo puedo "de" creer, Bruno.
Es que no, no...
Con su permiso, señora.
Una tal señorita Sharon...
...desea verla.
¿La recibe?
Mírame bien. Yo soy Sharon.
¿Se te ha subido ya a la cabeza?
Que si la señora.
Que si igual me recibe.
Creo que habla contigo.
¿Y cómo la llamamos?
A ver.
Yo, mamá.
No lo es.
No.
Pero a partir de ahora lo va a ser.
Es madrastra.
¡Hala! -Madrastra.
Yo no la llamaré madrastra.
Ni yo. -¿Qué dices?
La llamaremos todos igual.
Es verdad. -Yo la llamaré vieja.
Sí.
Y te da.
No, pero mamá solo hay una, Lucía.
Pero no está.
No es nuestra madre, y punto.
Aunque quieras.
No es así.
Podemos votar y así saber el nombre.
Yo, lo contrario.
Yo diré mamá.
No sé.
Mira, Ana, tú eres Ana.
Y Fernando tiene que comprender que tú eres Ana.
Lo que has oído.
Vamos a ver.
Lo que no puede pretender Fernando es que seas alguien que no eres.
No, no exactamente eso.
Pero no puedes pretender convertirte de la noche a la mañana en ella.
No, no nos engañemos.
Oye, que se me olvidaba para lo que he venido.
Es que quería que fueras la primera en saberlo.
Estoy embarazada.
Gracias.
¡Bruno!
Estoy embarazada.
Bueno, ese es el problema.
Ana.
¿Cómo no, mujer?
Es que Alberto...
...aún no lo sabe.
Y yo no sé cómo decírselo.
Bueno.
No está mal.
Es lo que he encontrado.
Nadie sospechará nada, ¿no? -Nada.
Fotocopié la documentación.
Y lo dejé todo allí.
La caja de seguridad era fácil de abrir.
No tienen miedo a que les roben.
Son confiados.
Bien, manipulando...
...esta documentación, me servirá.
Pero mantenme informado...
...de la agenda de Fernando Hidalgo.
Ahora no puedo fallar.
Estaré atento.
¿Cómo va tu otro negocio?
Viento en popa.
No he visto en mi vida una mujer más ingenua.
No, si al final tendrás suerte en la vida.
Alguna vez me tenía que tocar.
Buenas.
Pues eso, que la gente cambia.
Sí, pero Ana no. -Eso pensaba yo de mi padrastro.
Antes de casarse, bien con nosotras.
Fue casarse y no hay quien le aguante.
Solo broncas.
Era majo, pero ahora es borde.
Pues yo creo que Ana no va a cambiar.
Ojalá. Pero no me fiaría.
Ana no es como él.
Si yo no digo nada.
Ya me lo diréis.
No se puede saber.
Sí que se puede. Hay maneras.
¿Cuáles?
Pruebas.
A ver.
Lo que Ana os deja hacer ahora no os lo dejará hacer.
Ya me lo diréis.
Que ese buen rollo cambia, te lo digo yo.
La voy a necesitar. Verás como se lo toma...
No, estas cosas tiene que hacerlas una sola.
¿Es usted la futura señora Hidalgo?
Chicas.
El traje corto hasta mediodía puede llegar hasta la rodilla.
O un poco por encima.
Jamás minifalda.
Los colores más subidos...
...que de noche. Las telas...
...tienen que ser nobles.
Para el traje de cóctel...
...usado por la tarde,...
...incluimos un elegante...
...bordado o pedrería.
Ni plumas ni diseños de noche.
Con un bolso pequeño.
Jamás un bolso grande.
¡Qué fuerte, Ana!
La noche requiere...
...sobriedad.
Las telas las podemos usar...
...de calidad.
Terciopelo.
El señor Hidalgo.
Bruno, ¿tú cómo ves esto?
Como sigamos así, tendremos boda de infarto.
Hola.
¿Has hecho torrijas?
Anda, ¿qué haces aquí?
He venido a ver a Ana.
Me dejaste solo.
Sí, lo siento, fue sin querer.
¿Esperar a que termine?
Claro. -Muy bien.
Hasta ahora. -Hasta ahora.
¿Se lo tengo que decir?
Muy gracioso.
Muy gracioso.
¿Quiénes son esa gente?
¿Se prueba el vestido de boda?
¿Una cena importante?
¿Por lo del banco?
Sí.
¿No sabes con quién cena?
Sí, dime.
¿Qué?
¿Qué, Catalina?
¿Te explicas o...?
¡Ah, eso!
Sí, no sé, lo que tú quieras, sí.
Luego lo hablamos.
Tengo que llamar, ¿vale?
Todavía no sé, parece gente muy importante.
Sí.
Fernando le da importancia a la cena.
Puede estar relacionada con el banco.
"Tu sueño se ha hecho realidad.
Vas a ser papá".
Es que es verdad.
"Tu pesadilla se hará realidad, vas a ser papá".
No podré decirlo.
No podré.
Yo solo tendría que decir:
"Bruno, vamos a tener un hijo".
Claro.
Y eso sería lo lógico, pero no pasará eso.
Mi novio es un paranoico.
Ya.
¿Y si no se lo digo?
¿Me podrías ayudar?
Bruno.
Hola, Ana.
Cuando seas nuestra madre, ¿serás así?
Pero ¿seguirás tan enrollada?
Lo que quiere decir es que si cuando os caséis...
...irás en plan madre.
Sí. Pesada, metiéndote en todo.
En plan cuartel, vamos.
¿De qué?
Esa respuesta tiene truco.
No vale.
¿Irás en plan madre total?
Lo sabía.
Era superenrollada. -Sí.
No nos ponía hora. -Ni problemas con la ropa.
Nos dejaba ir a nuestro aire.
Ha sido un buen intento.
Encima.
Pobrecillo Alberto.
Hola, Fonti. -Hola.
Bruno, dile a mi padre que llegaré tarde: tengo una fiesta.
Gracias.
Sí, sí, paso, paso.
¡Cobarde!
Ya puedo volver con Paula.
No, con Paula no. Al apartamento.
Eso. -Has dicho con Paula.
Error. -Esos errores no me gustan mucho.
¿Cómo la has convencido?
Porque estamos liados.
¡No me jodas! Al final ha caído.
Qué suerte tienen algunos.
Sí, sí, sí. Lo sé.
Por eso ahora las insinuaciones sobre Paula,...
...dobles sentidos o cualquier cosa que pueda herirme...
...se prohíben.
Creo que lo he pillado.
No diré que tiene un culo...
No. -Mensaje recibido.
Oye, tú...
¿Tú no te habrás liado con Paula?
¿No serás un celoso?
No, no. Qué va.
Pero...
¿Te has liado con ella...? -No.
¿Seguro? -No se iba a dejar, y aunque se dejase, yo esas cosas no...
Y con "h" también se escribe "hurta" y "huidizo".
¿Lo habéis entendido?
LOS DOS: "Sí". -No.
¿No?
A ver, mendrugo...
¡Cuando sea mayor, te vas a enterar!
¡Alberto, tío!
Mira.
Estoy contigo. Cualquier cosa, lo que sea, yo estoy ahí.
¿Qué?
Tú tienes que ser fuerte. Tienes que ser fuerte y tener calma...
...para no dar un puñetazo en la cara al mayordomo ese. -¡Fonti!
¿Qué? -¿De qué hablas?
¿Por qué vas a hacer eso a Bruno?
Yo no. Mejor hablamos tú y yo solos luego.
¡Ah!
Te juro por mi vida que no se lo diré a nadie.
¿El qué? -Yo soy un buen colega. Soy Fonti.
Mírame a la cara.
Que me mires. Soy colega de mis colegas.
Y los ayudo en los peores momentos.
Fonti.
Acaba ya el rollo, ¿no? -Sí, sí, claro.
Luego seguimos hablando tranquilamente.
¡Tío, aguanta! Sé fuerte, hay que aguantar.
Fuerte, chaval.
Hasta luego.
Nando, tío... -¿Qué pasa, Fonti?
Vuelvo con la Paulita.
Perdón, al apartamento de Paulita.
Ah, muy bien. -Tío, tú tranquilo.
Si veo algo raro, te llamo. -Vale. Quedas advertido.
Chao, Fonti.
Hasta luego.
Fonti, ¿te pasa algo?
¿Que si me pasa? No te lo puedo contar.
Lo que tengo claro es que quien menos te lo esperas te apuñala.
¿Qué dices?
Que ya no me fío de nadie, y menos si hay una piba por medio.
¿Me quieres decir algo? -No.
No te cuento nada que, si no, luego...
Fonti, ¿qué pasa, tío?
Eres mi colega y te quiero. Pasa que...
Tú imagínate que un tío...
...se lía con tu pibita.
Él se niega a confesarlo y le pasa el marrón a ella.
Pero...
Quiero decir, tú hazte la ilusión, imagínate la retrospectiva...
...de que yo...
...voy y me tiro a la Paula. Pero no.
A la Paula uno no puede... eso.
A la Paula ni mentarla, ni tocarla, ni nada. Es tu piba.
Y las pibas de los colegas son sagradas. ¿Qué hora es?
Ahora vengo, ¿vale?
Hasta luego.
Claro.
Claro.
Este se refiere a Mac y a Paula.
Fernando, tengo hambre.
No hay cosa que más me moleste que la impuntualidad.
Qué me pasa a mí.
Qué me pasa a mí.
¿Me lo preguntas tú a mí?
Mira, Bruno, me has decepcionado mazo.
Que lo sepas.
Lo que tú has hecho no se hace.
¡Y menos a un colega!
¿Que a qué me refiero? Tú vas de listo.
Tú tienes mucho morro.
Tú no sabes lo que es la vergüenza.
Coge un diccionario, lee "vergüenza"...
...y no entenderás qué es.
Una cosa te digo.
En cuanto salga el Alberto de hablar con Sharon, se lo digo.
¿Entiendes?
Todo.
Yo por lo menos no soy un ¡cobarde!
Estoy embarazada. -¿Qué?
Lo que has oído, Alberto.
No puede ser. -Pues va a ser que sí.
Me lo dices así, sin avisar.
Te lo digo ahora. -Ahora que no tiene remedio.
Te haces a la idea poquito a poco y...
...va a salir bien.
No sé para qué limpias. El guarro de Mac lo ensuciará. -Sí.
Al final siempre lo haces tú.
Se va a enterar.
Reconócelo, siempre te convence.
Bueno, bueno, bueno. ¿Qué tal las mujeres más guapas...
...y más maravillosas?
¡Pero qué jeta tienes, tío!
Me piro, que llego tarde.
Chao.
¿Qué, contenta de que haya vuelto?
La ilusión de mi vida.
Por cierto, tu cuarto está sin limpiar.
Ya sabes lo que hacer.
¿Qué dices? ¿No me vas a dar ni un beso, ni un abrazo?
¡Qué morro tienes!
Así me gusta. Sé que Nando y tú estáis...
Estoy loquita por él.
Me alegro mogollón. Un beso para celebrarlo.
Lo sabía.
¡Es que lo sabía!
Qué imbécil he sido.
Ahora me tendrás en cuenta, ¿no?
Pero ¿tú eres imbécil?
Que yo ya...
Vamos, que me voy.
¿Cómo que todo bien? ¿No le dices nada más?
A Sharon la espero en casa.
¿Cómo que se lo diré?
¿Qué me pasa?
Alberto, en serio.
¿En qué no vas a hacer nada? -¿Qué?
Has hablado con Sharon.
No soporto a los traidores.
¡No me callaré lo del hijo de la Sharon!
¿Lo sabéis?
¡Hombre, por fin se hace la luz!
Sí.
Buenas tardes.
¿Catalina?
Sí. ¿Dónde dejamos la sopa, el marisco, las ensaladas?
Esa.
Sí.
Si sigues así, saldrá mal.
¿No podrías ser más coloquial?
Enfatiza menos.
Por ahí, por ahí.
Es que voy a ser padre. Y me pilló tan de sopetón que...
Y no sé. Igual no es tan mala idea.
¿No piensas decírselo?
¿Qué?
¿La decoración de la mesa?
Bruno, ¿qué me tienes que decir?
Eso. Venga, díselo ya. Venga.
Alberto. -Sharon.
Que no, que lo siento.
¿De verdad?
Lo siento.
Lo celebramos esta noche con una cenita.
¿Me harás croquetas de las que me gustan? -Sí.
Vámonos.
¿Permitirás que viva en un engaño?
Que no soy tonto.
¡No soy como Alberto, leche!
Sé que el hijo es tuyo, Bruno.
Es tuyo.
Sí. Es eso.
Ah, claro.
Quieres acabar con el único testigo.
¡No!
Hacerle un hijo a la Sharon.
¿Es usted el mayordomo?
Esa sopa es la preferida
de don Cosme.
Le gusta que se la sirvan caliente.
Nosotros ya hemos acabado. Mañana vendremos. Que vaya bien.
La que te va a caer encima, macho.
¡Eh, eh!
Esa miradita.
No, no. Yo no he hecho nada.
El culpable de todo eres...
¡No!
Hombre.
¿Qué pasa, y esa cara?
Mira, de no ser por ti, no me habría dado cuenta del engaño.
Muchas gracias.
De verdad.
Eres un amigo.
¡Mande!
Ah.
Que los he pillado juntos. Besándose.
No.
¿A Bruno y a la Sharon?
A Mac y a Paula.
¡Joder, cómo está el patio!
Es que ya no se respeta nada. Te das la vuelta y ya te están dando.
Venga, va. No lo pienses.
Venga, vamos.
Perfecto.
Seguro que sí. Tranquilo, saldrá de maravilla.
Cuánto tiempo.
¿Y el anfitrión? Espero que nos dé bien de comer.
Si no, que olvide mis acciones. -Cómo eres.
Espero decir eso después de cenar.
Cómo te pasas, Gerardo.
Uno se llama Cosme, y el otro, Gerardo.
Sí.
¿Problemas?
Ya, me lo imaginaba.
¿Qué hago?
Ah.
Muy bien.
Tu futura esposa se hace de rogar.
No soporto la impuntualidad. Perdona, pero...
Ya somos dos. Gerardo.
¿Nos conocemos? -Gerardo.
Eso es muy viejo.
Ana, un placer.
Cosme Fuentes.
Menos mal. Pensé que estaría sola con estos aburridos.
Es usted guapísima.
Espero que tengamos de cena mi sopa favorita.
Dejemos eso para los postres.
Sí. Disfrutemos ahora de la compañía femenina.
¿No lo dirás por mí, querido?
Por supuesto, querida.
Claro.
Bueno.
Vamos a probar...
...esta famosa sopa de cangrejo que me enloquece.
Un pelín...
Algo distinta de otras veces.
Pero me parece que han puesto más esmero.
¡Exquisita!
Le debes dar muy buena propina, Fernando.
¡Que te largues! ¡Ya sé de qué vas!
Menudo día. Rodeado de traidores.
Sí.
¡Que te vayas de aquí ya, hombre! Vete con tu Paulita.
¡Muy bien dicho!
Hombre, el que faltaba.
El rey de los traidores ayudando al principito.
No lo sabía.
Aquí hay mucho buitre suelto.
En serio.
Bruno se lía con la Sharon.
Y el Mac, con la Paulita.
Mi ex.
Ya sé de qué te conozco.
Chicago.
¿Chicago?
¿Qué hacía Ana allí?
¿Le vas a decir lo que hacías? -¿Estudiabas?
Baile. -¡Ay!
No tienes que preocuparte. Tienes mi apoyo.
No tan rápido.
Antes de dar nuestras acciones a Fernando Hidalgo,...
...deberíamos conocer su vida.
Quizá no sea tan de confianza.
Qué cosas tienes, Gerardo.
¡Me cago en...!
¿Qué hacéis? ¿Estáis locos? -Como lo sepa papá, verás.
Es un bestia. Y el enano más. -¿El enano?
¡Mira que te reviento la cabeza!
Yo soy colega de mis colegas. -Yo también.
Pero ¿qué pasa?
Que este se lía con Paula a mis espaldas.
Yo lo haría.
Muy bien, tronca.
Tú pacificando el ambiente.
Paula.
Antes de irme y no verte más,...
...te diré algo.
¿Crees que te engaño,...
...que no te quiero?
Venga, contesta.
Dile algo. Venga.
Qué interesante.
Me temo que he fastidiado la cena.
No pensé que fueras a casarte con una showgirl.
Pero ¿se puede saber qué estás diciendo?
El presidente de uno de los bancos más importantes...
...no puede hace esto.
Es una de tus bromas, ¿verdad?
Pobre chica.
¿Qué pasa? Tranquilo, hombre.
Solo es una showgirl.
Había pensado venderte mis acciones.
¿No las quieres?
Sin ellas no controlarás el banco.
¿Qué estás diciendo?
Sí. ¿Qué?
Buenas noches. ¿Cómo va esa cena?
Pero, Plácida...
Ya veo que va perfectamente.
Una cena excelente.
Y muy divertida.
Lo celebro. -Nicolás.
Dale este documento a Fernando...
...y dile que mis acciones son suyas.
Se lo diré.
Dile que le debo un puñetazo y dale mis acciones.
Lo haré con gusto.
Os agradezco que hayáis venido.
Creo que me voy a venir a vivir a esta casa una temporadita.
¿Quieres como esposo a Fernando? -Ni de coña.
Es el nuevo presidente. ¡Fernando!
¿Fernando Hidalgo?
¡Joder!
-¿Cómo está la familia?
¿Qué pasa? -¿Por qué está papá preso?
Igual vuestro viejo del talego no sale.
Toda la familia está emocionada ante la noticia de que, por fin, Ana y Fernando se unirán en matrimonio. Ana decide celebrarlo invitando a Fernando a bailar pero este tiene otro compromiso; una importante cena con los accionistas de su banco, cena que podría suponer la recuperación final de la entidad bancaria por parte de Fernando. Este le pide compresión a Ana y que le acompañe en la cena. El final de la velada será totalmente inesperado.
Una noche Ana sueña en su vejez junto a Fernando. Una romántica escena en la que ambos, ya con el pelo cano, cenan una noche celebrando algo que Ana no alcanza a ver en sus sueños.
Además, ante la inminente boda la diferencia de clases entre Ana, una ex show girl, y Fernando, un banquero educado de forma anticuada y extremadamente formal, se harán más reales de lo que nunca lo han sido hasta ahora.
Por su parte Lucía sigue preocupada por la posibilidad, cada vez más real, que Rafa se convierta en el padrastro de María al casarse con Catalina. Impotente no sabe que hacer.
Mak vuelve a vivir con Paula y Vero pero una inocente broma creará un gran conflicto entre él y Nando, conflicto que, gracias a un equívoco provocado por Fonty, afectará a mas miembros de la casa. En especial a Bruno, el mayordomo de la casa. Por su parte Sharon tiene una gran noticia que darle a Alberto.
Añadir comentario ↓
Esta novela es preciosa y el hijo de ana niko es guapisimo y los demás niños
Pero que tia mas ridicula. siempre metiendose en todod