2014
(VOZ EN OFF) Señoras y señores, recibamos a la colosal Alaska
y un señor que cumple su cuarta semana en el programa.
(Aplausos)
(Aplausos)
(Música)
-El programa de Alaska y Coronas está dedicado a la mujer.
Me gusta porque me hace tilín.
Van a venir mujeres que hacen cosas de cantar, de escribir.
Mujeres que hacen cosas todos los días.
Por fin en este programa...
Espera.
Queremos que se note la importancia de la mujer en todos los ámbitos.
Cuando lo digo me pongo muy seria
porque yo digo las cosas muy seria.
Empieza el programa, me aburro ya.
(Aplausos)
(Aplausos)
-Gracias.
-Lourdes.
Pero sí, lo del seudónimo es algo que en principio fue como
una infección. Te pones un seudónimo y no sabes por qué.
(Risas)
(Aplausos)
-En todo. La energía que se respira en un determinado lugar
queda plasmado en todo lo que haces.
Si encima haces música, es todo vibración y experiencia.
Y emociones.
-Me hace gracia que me preguntan que cuando voy a cantar en español.
En mi casa, dentro de un rato... Yo canto en español cuando me apetece.
-Me quedo con el momento de grabar el disco
y con la experiencia de grabarlo.
Y ahora presentarlo.
-De alguna manera sí. Este disco se grabó en diferentes momentos
en seis meses.
A cada uno nos pasaban cosas intensas en nuestra vida
y la energía del momento...
Cuando haces el disco entero en un mes y medio seguido,
todo está más concentrado.
Cuando hay más espacio, te pasan muchas cosas y queda recogido.
Hay una mezcla de personas que pasan por el disco.
-En mitad de la presentación,
un momento en el que tienes que hablar...
Tienes que hablar abiertamente de las canciones, de las personas,
y ponerlo sobre la mesa.
(Aplausos)
-Está muy cerca, a mí también me recuerda mucho.
Este es mi amor platónico de la adolescencia y le hice una canción.
Con la frustración típica del adolescente
al que no le hacen ni caso.
-Bueno, fantasmas son un poco todos.
-Es un ser maravilloso.
Lo de fantasmas lo he dicho por decir porque es homenaje
a todas las personas que me han provisto de inspiración
y de algo muy bueno.
-Pues todos son chicos anónimos de la vida.
-Es como cuando tienes un sueño y te cambia la vida.
¿Por qué está ejerciendo un poder tan fuerte sobre mi vida?
Supongo que pones cara y cuerpo a las personas con las que soñamos.
Yo soñé con esa persona y empecé a escribir canciones
intentando acercarme a él.
(Aplausos)
-Es el amor ficcionado.
Lo he tratado de alcanzar recorriendo...
-Me parecía una buena metáfora tener el nombre de un chico
y de un personaje de ficción como título del disco.
(Aplausos)
(Risas)
-Sí, mi madre tenía un tocadiscos.
Yo escuchaba más CD's. Tenía muchas estanterías.
-Jo, me he quedado con ganas de saber
cómo iba a terminar la historia.
(Aplausos)
-A nivel redes sociales, solo uso Instagram.
Tuve un mal entendido más que nada en Twitter.
Decidí cerrarlo porque me sentí un poco incómoda.
Al cabo del tiempo pensé que no era tan importante.
-Cuando dejas de tener Twitter te das cuenta...
-Ahora todo el mundo con el móvil.
(Risas)
(Aplausos)
-Me gusta mucho que saques este tema.
-Guau...
El otro día tenía una conversación con un amigo respecto
al mundo de la música, que cual es la imagen de la mujer
que más predomina.
Y como mujeres como Rihanna, Shakira, Miley Cyrus,
mujeres del pop que llegan a un público enorme,
además, lo hacer muy bien,
pero hay una cosa,
todo el rato hay que salir en los vídeos, enseñando mucha carne.
Nos hemos acostumbrado a ver a las chicas así.
Hay un momento en el que hay una línea muy delgada
de hasta qué punto ejercemos libertad sobre nuestro propio cuerpo
y querer reivindicar algo,
y hasta qué punto nos estamos convirtiendo en objeto de deseo.
-Y el calado que tiene todo esto en los demás,
en los adolescentes que están creciendo. La imagen que quieren dar
y el concepto que les generan no ser esas chicas.
(Aplausos)
-Qué pasada.
-Vaya preciosidad. Gracias, Darío.
(Música)
(Aplausos)
-Con los recortes de la biblioteca
me he quedado en la calle.
Al enfermar José Luis no vi otra salida.
(Música)
-Me había fijado en estas chicas de los blogs
que parece que todo les va muy bien.
Yendo a sitios de moda.
-Yo vivo de estar en Internet, es genial.
Se vive muy bien.
-Así que intenté hacer lo mismo.
(Música)
-Nunca me he sentido cómoda.
Con la ayuda de José Luis lo sacamos adelante.
A medida que fuimos acumulando seguidores, varias marcas
empezaron a invitarme a eventos y a regalarnos cosas.
Normalmente estos regalos los sacó en algún vídeo o en alguna foto.
Luego nos los llevamos para revenderlos.
Con lo que nos sacamos por ello,
pagamos el tratamiento de José Luis.
Está muy delicado y me preocupa desperdiciar el tiempo
haciendo esto.
Realmente es obsceno.
-No pasa nada.
La verdad es que... No se me da mal.
Incluso me he inventado un vocabulario propio
con palabras que se me van ocurriendo.
-Ayer tenía un "chof".
Me veo allí con esa gente... Haciendo esas cosas...
Rezo para que acabe pronto.
Pero ahora mismo no podemos dejarlo porque nos va muy bien.
Hasta nos han ofrecido poner nombre a una colección de bolsos.
-Sí, me queda el consuelo de saber que el día que no esté
ella podrá seguir viviendo de esta palabra.
(Aplausos)
-Ya, pero me ha sentado aquí.
-Ya, pero yo estoy aquí.
(Aplausos)
(Aplausos)
(Risas)
(Aplausos)
(Música)
-Aquí me han metido.
-Y con el peligro que hay con esta rampa. Equis
-Y con el peligro que hay con esta rampa.
-Cuidado, que no podemos pasar por aquí.
(Aplausos)
-Hola, hola.
Hola, cariños. Hola a todos.
¿Qué tal?
Nos sentamos aquí, muy bien.
-A aquellos no les he dicho nada. Hola, hola.
Es que están muy expandidos.
-El otro día cantaba muy mal.
-Ahora estoy más delgada.
Pero todavía me queda un capítulo para que me veáis gorda, gorda.
-Mucho. Me ha dado muchas satisfacciones.
Lo he vivido en gira.
Ha estado muy bien porque la gente me decía que estaba muy gorda allí.
Que ahora estoy muy delgada. "Que fea estás allí".
Menos mal que la realidad supera a la ficción.
-Me gusta más que la ficción.
Friccionar no siempre está bien.
-Es que siempre me has gustado mucho.
-Mi página web: Lolesleón.com.
Ya verás qué graciosa.
Chipirones con garbanzos y muchas cosas.
Tengo un libro que está a punto de venderse. Es muy fácil.
Son recetas para la gente que no sabe cocinar.
Yo lo hago todo fácil y barato.
Te doy la fórmula para hacerlo muy gustoso. Al tupper y al trabajo.
-Sí, me vieron en el...
Se me van las cosas.
-Vinieron corriendo los del libro porque al día siguiente
tuve muchas entradas. Dijeron que esa mujer iba a tener
muchos millones. Muchas entradas. Salidas, pocas, yo sola.
Una cosa quiero decir, no tengo Twitter.
Por ahí hay un Twitter que corre mío, pero no tengo. No es el mío.
Me voy a poner, pero todavía no.
(Aplausos)
-Sí, a hablar de las cosas que tenemos que hablar.
(Hablan a la vez)
(Aplausos)
-¿Dónde me pongo?
(Aplausos)
(Aplausos)
-Qué guapas son, muy monas.
Estas monísima, me gusta mucho.
-¿Qué pasa?
Pues que tener muchas barreras.
Muchos pies, de todo.
Muchas manos negras por detrás.
Muchas habladurías.
Esparcen buen rollo sobre las que van deprisa, deprisa,
y que se destacan.
Vamos a ponerles un par de clavos para que no pueda
seguir corriendo tanto.
A ver, esto en todos los sitios.
La mujer, desde hace mucho tiempo, desde los años 70,
empezamos a coger una carrerilla que todavía están ellos detrás
agarrándote de la chaqueta. Así estamos todavía.
-Todavía queda mucho de ese discurso trasnochado.
Aunque ahora creo que hay muchas mujeres muy jóvenes
haciendo cosas muy interesantes
y ocupando puestos muy importantes,
creo que todavía incluso nosotras tenemos una sensación
de culpabilidad, de estar ahí...
Los jefes o los hombres que están alrededor nuestro
hay como una especie de paternalismo con la mujer que llega arriba.
Mira que bien que esta chica ha llegado arriba.
No es una chica, es una persona con nombre.
Por eso digo que lo hay y no lo hay.
Creo que todavía tenemos que agitarlo un poco.
-Todo depende mucho de los ámbitos y las edades.
De las trayectorias de esas mujeres.
Monté mi empresa con 19 años y nunca he tenido un jefe hombre.
En mi equipo muchos años ha sido todo mujeres.
Yo nunca he sentido por parte de los hombres de mi empresa
que les sentara mal que fuese una mujer la que les dirigiese.
Cuando hay proyecto, sentido común...
Todos nos equivocamos muchas veces.
Creo que la gente se hace respetar independientemente del sexo.
No es lo mismo mi tesitura como empresaria,
donde siempre yo he decidido marcado un poco mi rumbo,
con más o menos acierto,
que de las mujeres directivas, por ejemplo.
Están en empresas donde tienen que ir promocionando poco a poco
y en todos los estadios hay hombres,
a lo mejor la película cambia totalmente.
Es verdad que conozco a muchas mujeres de mi generación
que dicen que su condición de mujer se lo pone más difícil.
-En ese sentido veo que hacen falta todavía
políticas intervencionistas que ayuden a ir despejando ese camino.
Yo soy partidaria de las cuotas.
No porque piense que va a poner a una mujer que no lo vale
en un puesto de mucha responsabilidad.
Hay muchas mujeres en este país que valen mucho
y no están teniendo igualdad de condiciones.
Las cuotas ahora mismo empujarían, hasta que se normalice,
que será un tiempo no muy largo, y luego no harán falta.
Escuche una vez a una mujer que admiro mucho decir:
"Os recuerdo que hace poco en Estados Unidos un negro
no podía ser médico y hubo que poner cuotas para que fuesen
a la Universidad".
Hoy nadie se lo plantearía en Estados Unidos para que un negro...
Pero hubo que hacerlo.
Creo que depende mucho de los contextos.
En lo empresarial hay un cambio cultural que hacer
en la mentalidad masculina, no de todos los hombres,
hay muchos que entienden la situación.
Y hay mucho que hacer en casa donde hay muchos maridos
que no están repartiendo las tareas, que no están dejando que las mujeres
cojan la carrerilla y las siguen sobrecargando
con muchas responsabilidades domésticas que hacen que las mujeres
tengan problemas internos para evolucionar en la empresa.
-Sí, en este mundo es cuando cuando brillas
es cuando vienen todos.
Nuestro país es el único que tira por tierra a sus artistas
cuando sobresalen, cuando el talento es muy grande.
No con todos, pero si con alguna parte de ellos que no convence
porque...
Lo vemos muchas veces.
Cuando a veces no te paras a contestar a la prensa,
pues ya es malo. Todo lo que ha hecho en la vida está mal.
Eso siempre me ha parecido un poco...
¿Por qué no aceptamos las cosas?
No tiene nada que ver que no me pare a contestarte,
tengo mi vida propia y mi trabajo.
A nadie se le cuestiona su trabajo como a los artistas.
-Y como a las mujeres.
-A las artistas más.
-Yo quiero saber quién ha inventado el día de la mujer.
Pero, ¿por qué no se ha inventado el día del hombre?
Ya está la desigualdad puesta.
Nos felicitamos por el Whatsapp, no sé cuántos... ¿Que santo es?
Las mujeres estamos aquí con pleno derecho,
con nuestro sitio y nuestras igualdades.
Como dice ella, todavía falta mucho por hacer.
Incluso ahora nos quieren quitar la oportunidad como persona de nuestro
cuerpo y nuestra mente. No se puede.
Tenemos que salir a la calle decir a todo el mundo...
Hay que decir a todo el mundo: "Stop!".
Nosotras somos ciudadanas, pagamos y somos como los hombres.
-Me gustaría la opinión vuestra. Nosotras ya sabemos por qué es.
-Entiendo lo que decís.
Para nosotras, vosotras sois ejemplo de mujeres a las que hemos seguido
su carrera y a las que admiramos.
Creo que el ejemplo ya lo tenemos más o menos ahí.
Hemos podido seguir a personas durante toda su trayectoria.
Lo que hemos aprendido es que ahora las cosas
son un poco más fáciles.
Todo esto que estábamos hablando del mundo de la empresa,
de cómo te sientes en el trabajo,
el machismo, etc., creo que se está normalizando.
No hace falta, esto que decías, el mismo número de hombres
que de mujeres.
Por ejemplo, yo trabajo en la redacción de una revista
donde somos todo gentes que rondan los 25 o 30 años.
Somos mitad y mitad, pero no porque el jefe...
De hecho, el jefe tiene nuestra edad.
Ha sido una especie de selección natural por el talento.
Es curioso ver como al final naturalmente se va llegando a eso.
Ha habido mucho trabajo detrás y muchas mujeres trabajando para eso.
-Cuando eres un medio pequeño y tienes que producir
un número muy grande de textos al día,
tienes que elegir algún seudónimo en la redacción.
En nuestra redacción sé que hay chicas escribiendo como chicos
y al revés. Esto demuestra que no importa tanto.
-Quería comentar una anécdota personal
que creo que es muy ilustrativa. Yo nací en el 75.
Mi referente es mi madre.
Es una mujer que, cuando yo nací, no sabía si iba a tener una niña
o un niño.
Y cuando le dieron a la niña, a mí, lo primero que pensó
es en lo que tenía iba a tener que luchar.
26 años después he tenido a mi hija y lo primero que pensé
fue que qué bien que había nacido con un sol radiante.
No se me ocurrió pensar... Creo que hay un tema fundamental.
Este tema es importante que haya penetrado toda la sociedad.
Yo he tenido referente de una madre trabajadora, totalmente activa
y creativa. Mi hija esto ni se lo va a plantear.
De mi generación habrá muchas mujeres que han visto la madre
que se ha quedado en casa, que ni se ha planteado
tener una carrera propia.
Cuando hayan pasado unas cuantas generaciones
se habrá terminado esto.
Los cambios culturales no se producen de tu generación a la mía.
Tiene que pasar un par de ellas y el debate se habrá terminado.
-Me ha costado el pescuezo, llegar aquí con la lengua fuera.
La mayoría de la gente renuncia
a lo que aspira en la vida, sus sueños, lo que quiere ser
y por lo que quiere luchar, por la maternidad,
pero no solo eso, no por esas cosas tan bonitas y válidas que he dicho.
Hay una generación de parejas que renuncian
y, cuando tienen un hijo,
empiezan a decir que se les acaban cosas como ir al cine, cenar...
No te quedes en casa,
estás teniendo un hijo, no una cárcel.
Sal a la calle.
Estos son los que, cuando los chicos se van...
Que cómo le dejan,
que no han ido al cine desde que ha nacido,
que las dejan tiradas con lo que han hecho por ellos.
-Es algo que irá barriéndose poco a poco.
Las primeras mujeres que han subido,
lo han hecho con un rol masculino para hacerse demostrar
y sentirse o un igual ante la jungla de hombres.
También estamos todos cambiando.
La feminidad y el punto femenino se reivindica mucho.
Esta mañana estaba en un evento en el Palacio de la Bolsa
y se hablaba de uno de los temas que aporta la mujer
en estos órganos de decisión de grandísimas empresas,
esas cuestiones que no solo las tienen las mujeres,
pero que las mujeres son más habituales,
ese punto de control...
Ni somos desmandadas con los grandes momentos, las grandes compras,
ni alocadas en los momentos de crisis
y urgencia donde... Estamos más
atemperadas,
tenemos un sentido más doméstico y común.
Ya va poniéndose de manifiesto que ser mujer da cosas muy positivas
que hay que poner en valor y aprovechar,
que no hay que convertirse en hombres. Es un error.
Y para los hombres mucho mejor.
Yo estoy con muchísimos hombres
y están encantados de tratar con una mujer
que se comporta como una mujer. Es mucho mejor para todos.
(Hablan a la vez)
-No empecemos a darle más vueltas.
Con respecto a las mujeres cantantes que son...
Son espectáculo.
El tono lúdico y el tono cachondo...
No todas son iguales.
No todas son como Beyoncé o como Rihanna.
Hay público para todos. Se necesita un público.
A mi me gusta ver esos cuerpos van maravillosos,
cómo bailan y cómo cantan,
y cuando tenga un día más así veo a otras que se tapan hasta arriba.
Hay cantantes que triunfan y todo eso,
pero tiene que haber de todo porque hay público para todo.
Y demandan un poco de sensualidad y sexy. Si no, es muy aburrido.
-Dos ejemplos que podrían combinarse de artista, cantante,
como miniempresaria,
son Lorde...
Dave.
Tienen 17 y 16 años.
Hicieron una entrevista entre las dos en una revista
y hablaban de feminismo.
Ellas mismas decían que una chica en 2014 es feminista,
son lo que son,
no hace falta que se pregunten esas cosas.
Es curioso.
Una es casi empresaria
y la otra es una cantante que está en boga.
Lo hacen con mucha naturalidad
y con una estética muy inspiradora
para gente que somos incluso mayores que ellas.
(Aplausos)
(Música)
(Aplausos)
(Aplausos)
-Bueno, venía a contar
que ningún Estado ha logrado
durante todo este tiempo
la igualdad entre hombres y mujeres.
Tampoco la igualdad entre niños y niñas.
Las violaciones de derechos humanos son un ultraje
en el caso de las mujeres y niñas.
Estas palabras no las digo yo,
las dice la directora ejecutiva de ONU Mujeres.
Vienen a ratificar
que millones de mujeres por su condición de ser mujer,
no tienen la posibilidad y legitimidad
de acceder a los mismos derechos que los hombres.
Es cierto que se han producido grandes avances,
de hecho, ahora celebramos los 20 años de una conferencia
que se celebró en El Cairo sobre desarrollo y población.
Allí se consiguió que 179 estados garantizaran el acceso
a mujeres y niñas de los derechos sexuales y reproductivos.
Sin embargo, muchas veces, normalmente casi siempre,
las palabras, lo que aparece escrito, dista mucho de la realidad.
Nos acaba de decir Naciones Unidas que dentro del cumplimiento
de los objetivos del milenio, lo que tiene que ver con mujeres y niñas,
dista muchísimo de ser algo aceptable.
Ser diferente no significa ser desigual.
Dice Desmond Tutu que no hay ninguna justificación científica
para el prejuicio. Para la discriminación.
Nunca.
Tampoco ninguna justificación moral para que las mujeres
no tengan los mismos derechos. Es algo que no es natural.
Es algo que explica muy bien Marcela Lagarde.
Lo que está diciendo
es que son las sociedades las que construyen las culturas,
las que hacen situarnos como hombres y mujeres.
Lagarde hace toda una locución
sobre lo importante que es que cada uno participe en la construcción
de esa cultura.
Son las creencias, las ideas,
las que construyen mitos y asocian a la mujer a la debilidad
y al hombre a la fortaleza.
Estas creencias, estas ideas, son las que sirven en muchas ocasiones
para que se dicten normas morales, sociales, legales,
que en realidad niegan a la mujer su derecho y control
sobre su vida, su cuerpo y su sexualidad.
La igualdad de género o la desigualdad,
está muy relacionada con la violencia.
Efectivamente.
Acaban de decir que en Europa una de cada tres mujeres sufre
en algún momento de su vida, o ha sufrido,
una agresión física o sexual.
Es un dato realmente preocupante.
Se asocia normalmente a las sociedades
en las que la igualdad de género está más conquistada
una menor violencia en estos casos.
En España, en 2013, 48 mujeres fallecieron víctimas
de violencia de género.
En los dos meses que llevamos este año
son ya 11 las mujeres que han fallecido
a manos de sus parejas o exparejas.
Claramente la violencia está ahí.
Claramente las mujeres son víctimas de un trato desigual.
Es muy importante que todos tomemos conciencia
de que construimos esta sociedad,
de que construimos esta cultura.
Si en algún momento el Día de la Mujer tiene un sentido,
el Día de la Mujer sirve para algo,
no es solo para recordarnos que tenemos que construir
grandes discursos o mensajes directos,
sino también para hacer un llamamiento a que nosotros
construyamos esa cultura. Que la construyamos desde lo cotidiano.
Todos los días y en cada momento. Gracias.
(Aplausos)
-Hijo de Satanás...
Muérete.
Cerveza...
(Ladridos)
-Le odio.
Odio a Steve Jobs.
Ese demonio merecía morir.
Si quiera ha conseguido mi objetivo.
Hubo una época en la que me juntaba con modernos,
pero era humillado por no seguir las tendencias.
Y se rieron de mí por no tener un iPhone.
Descubrí quién era el verdadero culpable de todo, era Steve Jobs.
Acabaría con él, pero no de un modo vulgar.
Sería tan irónico que su muerte sería mi obra de arte definitiva.
Con iPhone creé un dispositivo que emitía más microondas
que un móvil normal.
Le di sesiones, pero seguía sano.
Es el mismísimo diablo.
(Ladridos)
-Inocente eres, Jamón.
Sigue vivo y coleando.
Yo soy un pobre perdedor al que le salió el tiro por la culata.
Al final fui yo quien acabó enfermo.
-Gilipollas, date unos batiditos de bacalao.
(Música)
(Canción en inglés)
(Aplausos)
(Música)
Avanzamos hacia una sociedad cada vez más igualitaria, pero es evidente que aún falta para que lo sea del todo. Es buen momento para hacer balance de las conquistas y los agravios relativos al estatus de la mujer del siglo XXI en todos los ámbitos: el laboral, la formación académica, la participación y la representación política, la vida familiar, las relaciones sexuales, la evolución de la imagen de la mujer en la cultura, la comunicación, etc...
Para hablar de todo ello, pasa por Alaska y Coronas Russian Red, joven cantante y compositora que acaba de sacar nuevo disco, 'Agent Cooper', en el que dedica cada una de sus canciones a los hombres que han marcado hasta ahora su vida. La artista cierra el programa con una actuación en directo.
En la tertulia participan la actriz Loles León, la empresaria Carlota Mateos, cofundadora de la empresa online Rusticae, y Luna Miguel, poetisa y bloguera que con 23 años ha publicado cinco libros de poesía y una novela corta. Representan a tres generaciones y perfiles profesionales bien distintos y dan su visión sobre lo que pesa y lo que aporta ser mujer en nuestra sociedad.
La Masterclass la imparte Violeta Assiego, abogada y experta en derechos humanos.
Y el Router66 lo firma Oriol Puig.