2009-2016
(TODOS LOS NIÑOS RÍEN)
(TODOS LOS NIÑOS CANTURREAN)
Que se van sin mí.
-Padre, eso es de mujeres.
(ALONSO RÍE)
-A ver, a cuánto está el lechazo. -A 30 maravedíes la pieza.
-Subiendo los precios, ¿eh? Como es Navidad.
Bueno, pues me va a poner...
-Perdone, estaba yo primero.
-Cuatro lechazos, me va a poner también...
...7 libras de manitas de cerdo y...
¿Tiene conejo? Sin ofender.
Pues... Cuatro, cuatro pueden valer.
Es que vienen los Medici a cenar. No sabe lo que tragan.
-¡Hay pan recién hecho! -¡Es él! ¡Mi capa!
¡Al ladrón! ¡Guardias! ¡Guardias!
-¡¿Dónde vas, chaval?! -¡Cuidado, loco!
-¿Por dónde se ha ido?
-Se ha ido por las escaleras hacia arriba.
-Serán cortadas de hoy, ¿no?
-Sí, señora. -Bien.
Ay, Dios...
-La marquesa quiere que le lleven fruta.
-Ahora fruta. -¿Quiere que se la lleve yo?
-¿Cuántos años tienes? -13.
-¿Y ya has conocido varón?
¿Que si te han desflorado? -No, por Dios.
-Déjate. Ya se la llevo yo.
¿Da su permiso la señora marquesa?
Claro, perdone. Perdone.
¿En qué estaría yo pensando? La fruta en la cama.
Perdón.
-No, por favor... No me haga nada.
No, por favor. No, por favor. No me haga nada.
-¿Estás listo? Vale, ya.
-Una, dos... y tres.
-Tachán.
-Sí. ¿No necesitabas uno?
-Nosotros. -No lo hemos comprado.
-Murillo nos ha ayudado con los dibujos.
-Días, ¿eh?
-¿Te gusta de verdad?
Ay... No te animes tanto que tienes que ir a por el cordero.
-Madre, ¿este año la tía Margarita va a venir?
-Ya sabes que no puede. -¿Por qué?
Hace mucho que no la vemos. -Chis.
Los niños no hacen preguntas.
-Sólo por la sangre perecerá lo corrupto.
Somos los elegidos del nuevo orden.
Que así sea. (TODOS) Que así sea.
-Estamos todos, podemos empezar.
-¡Alto! La bolsa o la vida.
Esas no son formas de saludar.
-Si está asado, no puede ir lejos.
Vamos a lo del Cipri a tomar unas jarras.
-No me mires con esos ojos. Ya sabes que te tengo que comer.
¿Eh? Así es la vida, compañero.
(SUSPIRA)
Mira, te voy a cocinar con esas velas, ¿eh?
Vamos. No, no, no.
-Nuestros planes están llegando a su fin.
El rey tiene los días contados.
-Estamos yendo demasiado lejos. No seré cómplice de alta traición.
-Te recuerdo que debes obediencia a esta sociedad.
-Estáis hablando de asesinar a un rey.
-¡Basta ya!
Nadie llama cobarde al capitán Rodrigo.
-Tengo pruebas que os incriminan a todos.
-Eso es imposible. -Y pienso usarlas.
-Será un placer.
¡Ah!
-¡Apresadle!
-Voy a ver qué pasa con tu padre y el cordero.
Tú quédate aquí, ¿vale? -No, yo quiero ir contigo.
-Ya voy yo. -Que no me quiero quedar solo.
-¿Tienes miedo? ¿El valiente tiene miedo?
Es un momento, ¿vale? -Vale.
-Adiós.
-Al maestro y al barbero ponles lo que quieran.
-Buenas. ¿Qué os ofrezco? -Pues...
Me ofreces un paisaje de impresión.
-Como te pille Catalina si que te va a dejar clarete.
-Vaya mujer que tienes, Cipri.
Demasiada jaca para tan poco jinete.
-Vaya. Gracias, hombre. Toma, a mi salud.
(JADEA) -Dios...
(JADEA)
Debéis ayudarme. -¿Qué ha pasado?
-Debéis entregar este libro al rey. -¡Alto a la guardia!
-¡Huid por vuestra vida!
-¡Ah! Ah...
¡No! ¡Por favor, yo no he hecho nada!
-Alto en nombre del comisario. -No he hecho nada.
-¡Silencio! -¡Yo iba a por mi marido, señor!
-¡Cállese! ¡Silencio! -¡Por favor...!
-¡Eh, eh, eh!
No, no, no... -¡Huy!
-Yo sólo quería cogerle el conejo.
Perdón. A su señora no, a uno que yo tenía...
-¡Aparta, escoria!
-Sin casa, sin abrigo, sin comida...
(SUSPIRA)
Joder. Se me está haciendo de largo este siglo XVII.
(RESOPLA)
¡Por favor, yo no he hecho nada, yo no he hecho nada!
(LLORANDO) ¡Por favor, por favor!
¡Sáquenme de aquí, por favor!
¡Yo no he hecho nada, por favor, sáquenme de aquí!
-Yo no conozco a nadie.
¡Por favor, yo no me cité con nadie!
(LLORANDO) No.
-¡Aaah!
-¿Eso qué es? -Sirve para espantar...
...de un soplido a la madre de mi señora. ¡Mira!
-Floro... ¡Floro! -¿Qué?
-¿Qué estás hablando de mi madre? Yo de tu madre nunca hablo.
-¿Qué es eso? -Eso es una trompetilla. Mira.
-Anda, tira para la casa y vamos a cenar.
-Bueno, hasta luego. -Feliz Navidad.
-Adiós, feliz Navidad.
-A más ver.
-Yo no he hecho nada, yo no he hecho nada, por favor.
¡Oh! (LLORA)
Por favor,¡por favor! ¡Que yo no sé nada, por favor!
(GRITA) ¡Aaaah!
¡Aaah!
-No sé, salió a buscarte, como tardabas tanto.
-¡Madre!
-Donde no va a mirar es cerca del corral de comedias.
Podríamos acercarnos. -¿Tú crees?
-¡Madre!
-¡Cristina!
-Cristina.
-Ni en el asador ni en la iglesia.
-Todo desierto. A lo mejor ha vuelto a casa...
...por Cuchillero y nos hemos cruzado con ella.
-Padre, ¿no es el mantón de madre, verdad?
-Cuídate mucho, mi amor, ¿sí?
Y cuida de Alonso.
-Sí.
¿Eh?
Es como tú,...
...pero en niño.
(EXPIRA) Oh...
-¿Mamá?
¡¿Mamá?!
¡Mamá!
¡No me dejes, por favor!
¡Madre!
(ALONSO LLORANDO) ¡No, por favor, mamá!
¡Noooo!
¡Madre!
-Vamos a comer. (EL BEBÉ LLORA)
-Ha entrado por aquí.
Ladrona, ¿qué más te has llevado?
-Piedad, mi niño se muere.
Sólo es un poco de leche, tenemos hambre.
Tenemos hambre. -¿Sabes lo que pasa por robar?
Vamos, la horca te espera. (LA MUJER LLORA)
-Piedad.
-¿Quién sois?
-Pero ¿habéis visto cómo me han dejado el carro?
-Pero ¿qué ha pasado, hombre de Dios?
-Nada, no pasa nada.
-Os echo una mano. -A ver.
-Quite eso de ahí que tengo que circular.
-No, iba yo primero aquí. (DISCUTEN)
-Y con broncas, señora marquesa. ¡Gañanes, apartad ese carro!
¡Dejad paso a la señora marquesa!
-¿Eso es todo?
-He dibujado al Águila Roja.
-Es verdad, nadie lo ha visto.
Dice que ayuda a la gente,...
...a lo mejor sabe quién mató a madre.
-Cipri. -Buenas, Floro.
-Dame un poco de aguardiente que le acabo de cortar...
...la oreja a uno, no veas cómo se ha puesto, oye.
-Te tengo dicho que no te pongas a trabajar...
...antes de tomarte dos vasos, te tiembla mucho el pulso.
-¿Estará fuerte esto, no?
-Es aguardiente. -¿Es bueno?
-Yo creo que va a servir.
-¡Ah!
-Oh, no, no, no.
Que no vengo a por eso, vengo a por esto.
-¡Cipriano!
(GRITA) ¡Cipriano!
(UN NIÑO LEE) Vendrá entonces...
...el día del juicio final.
(ALONSO) Querida tía Margarita, te escribo de nuevo.
Desde que murió madre padre está muy mal.
Yo sé que está triste y enfadado por lo que pasó en Navidad,...
...pero yo también he perdido a mi madre.
Padre necesita alguien que le ayude.
Madre siempre hablaba cosas buenas de ti.
Por favor, ven, te necesitamos.
(UN ALUMNO LEE) Trompetas y se abrirán...
(NIÑOS) ¡El Apocalipsis, el Apocalipsis!
-¡El fin del mundo! -Esto es el fin del mundo.
-Padre, no es lo que parece.
-¡Soooo!
(TITUBEA) -No...No... Yo no...
-Oiga, yo voy pa la villa, si quiere que le acerque...
-Oiga, señorita, que estoy casao con la Pascuala y bien casao.
-Pues nada, que usted lo disfrute, que a pie hay más de dos días.
-Pues claro, mujer, vamos.
-¡Vamos, eh... Vamos!
Ocho hembras, ahí es nada.
¿Y usted, cuántos?
-¡¡¡Eh, que hay comida!!!
-¿Has encontrado algo? -Nada.
Ni rastro del libro.
-Tenemos que dejar la ciudad.
Creo que empiezan a sospechar de mí.
No podemos volver a vernos.
Te acusan de matar a la mujer del maestro.
-Con el libro, la conjura contra el rey se destaparía.
-Han pasado tres meses, nunca lo vas a encontrar.
-¿No irás a abandonarme?
-No.
Pero se nos está acabando el tiempo.
-¿Habéis encontrado al capitán Rodrigo?
-Hace tres meses que escapó.
Sabe demasiado, tenemos que encontrarle y acabar con él.
-Quien ose traicionarnos, que se levante.
-Joder, las desgracias nunca vienen solas.
-¿Qué pasa? -Se derrumbó la escuela.
-¡Ay, mi Murillo! -Tranquila, que están bien.
El perjudicado fue Gonzalo.
-Hagamos algo con este hombre. Sale de una y se mete en otra.
-¿Y qué hacemos?
-Desde lo de su mujer, no levanta cabeza.
Creo que tiene mal de ojo.
-Calla, mujer, ni lo mientes.
-Posadero...
Más albóndigas y vino...
-Oye, pues lo de mal de ojo no es raro, ¿eh?
-Floro, por el Altísimo, las vergüenzas que me haces pasar.
Lo que tenéis que hacer como amigos suyos que sois...
...es arremangaros y echarle una mano.
Huevones, que sois unos huevones. Voy a por el aguador, ¿vienes?
-Sí.
-Puede que tu mujer tenga razón. -No, el huevón aquí eres tú.
-No, digo de ayudar a Gonzalo. -Ah, sí.
-¡Sí! -¡Entrégate, Águila Roja!
-¡Nunca, vas a morir!
Yo soy Águila Roja. -¡Ah!
-¡Moriste!
-Me has herido...
Eh, espera, aquí hay algo.
-¿Un libro? -¡Hala!
-Alonso, mira, papel para mis dibujos.
-Venga, vamos a jugar a subirle la falda a las monjas.
-Déjame, por favor.
-¿Te acuerdas de tu madre, verdad?
-Tendría que haberla acompañado a buscar a mi padre.
-Pues no estarías aquí con nosotros jugando, estarías en...
-¿En el cementerio? -No, el cielo.
Seguro que tu madre nos ve desde ahí arriba.
-No, a mi madre se la comen los gusanos.
-Bueno, al menos tienes padre.
-No.
Tampoco, mi padre es como si no estuviera.
Creo que ya no me quiere.
-Tú, al menos, tienes uno.
A mí me gustaría tener uno...
Aunque fuera malo.
-Es que ya... Casi no me acuerdo de su cara.
¿Crees que algún día me olvidaré de ella?
-Si quieres te la dibujo.
Ahora tengo papel de sobra.
-Estas albóndigas no están buenas. A ver esas.
-Es que ya van cinco, cuando pague les daré estas, son seis reales.
-Verá es que hay algo que...
Es que yo soy el Águila Roja.
-Encantado, Águila Roja, son seis reales.
-No, no, no... Esto no va así.
Mire, se supone que ayudo a los pobres.
Anoche salvé a unos cuantos y luego ellos me ayudan.
Así que... Nada, muy agradecido.
-¡Ni se te ocurra moverte! ¡Quieto ahí! ¡Floro, el jarabe!
-Aquí está.
-Quieto, ni te muevas, primero págame, luego come lo que quieras.
-Vale, vale... No soy el Águila Roja.
Pero tengo mucha hambre... Y estoy loco.
¡¡¡Ah!!!
¡Estoy muy loco!
(RÍE)
-No, gracias.
He comido mucho, no quiero postre.
-Qué hostia. -Gracias, comisario.
-Nada, tú sigue así...
Que te beberás el agua en los orinales.
Si parece esto Lepanto después de la batalla.
-Sí, aún puedes romper unos vasos.
Dale fuerte que es madera provenzal.
-¡¡¡Ah!!! Pues tendrás que poder porque sino pillaréis la peste.
Que esto parece una cueva y tu hijo un alma en pena.
¿No voy a saberlo?
Gonzalo, hiciste muy feliz a Cristina.
-No deberíamos entrar aquí.
-No te consiento que me repliques.
Tengo hambre y el palacio queda lejos.
Es un honor tenerle en mi posada, señor marqués.
Si puedo hacer algo por vos.
-Mejor si esto no oliera a cuadra, pero me conformaré...
...con una taza de chocolate y pestiños.
-Lo siento, suecencia, pero chocolate no nos queda.
Sufrimos escasez de alimentos, hay problemas de abastecimiento...
-No he venido a oír tus problemas, ¿qué tienes que calme mi apetito?
-Por su puesto, señor marqués.
Tengo los mejores choricitos de la villa...
...y unos torreznos para chuparse los dedos.
-Doy fe que no ha probado nada más sabroso en su vida.
-Guárdate estas porquerías para tus gorrinos o para ti.
No hay mucha diferencia. -Yo...
No sé qué más puedo ofreceros.
-¿Cómo dices? ¿Te niegas...
....a darle comida al marqués de Santillana, patán?
-Señor, por favor...
-Puedo matar a este plebeyo si se me antoja.
-Lo siento, señora marquesa,...
...no pude controlarlo...
-Gracias, madre, ese tutor...
-Gracias, señora marquesa, vuelva cuando guste.
A sus pies, señora marquesa.
Ese infante... ese infante necesita mano dura, está malcriado.
Alguien que le eduque con mano firme.
(MERCADER) ¡Tengo... tengo los tomates, tengo!
-¡Padre, padre! Un regalo, te va a encantar.
-Es madre, la ha dibujado Murillo para que esté entre nosotros.
¿Qué pasa que no te gusta?
-Pero, padre...
-Ustedes no saben a quién van a colgar.
Os va a caer la del pulpo.
-¡Por orden del comisario, por acto de latrocinio...
...y rapiña serán colgados por el cuello hasta que dejen de...
...respirar para escarnio público y ejemplo de comportamiento,...
...Alejandro de Valencia, César Ruiz de Diego...
...y el hombre que no quiso darnos su nombre.
-¿Qué les van a hacer, les van a matar?
¿Es que nadie les va a ayudar?
-Verdugo... si me la dejas un poco floja, la cuerda...
Sabré recompensarte, soy hombre de posibles. ¡Cabrón!
(EL PÚBLICO GRITA ASUSTADO) ¡¡¡Ah!!!
(EL PÚBLICO ABUCHEA Y GRITA)
¡Sálvame a mí! ¡Que me matan! ¡Estoy aquí, pájaro!
-¡Viva Águila Roja! (TODOS) ¡Viva!
-Yo lo digo por usted, vivir con la muerte...
...de un inocente sobre los hombros le va a ser duro.
Si no tiene aprecio por la vida ajena, pues no lo tiene,...
...qué se le va a hacer, todos tenemos nuestras cosas.
Está bien... pero ¿no me va a negar la última cena? ¿Eh...?
-Cállate, escoria... ¡Cállate, sigue adelante!
-Ese derecho no me lo va a negar, la última cena.
-¡Ahí! -El protocolo del ajusticiado.
La última cena antes de... palmar. ¿Eh...?
Apunte... mis deseos son unos percebiños gallegos.
De la Costa da Morte, es que soy de allí, ¿sabe?
-Que te vamos a matar mañana, desgraciado.
-¡Ah! Pues tampoco me voy a poner melindroso,...
...tiene usted razón.
Si tardan unas semanitas en hacer la gestión...
Pues unas semanas me espero, faltaría más.
Unos percebiños... (EL CARCELERO RÍE)
-Que no hay tutía. -No hay nada.
Ni tía ni nada... ¡al suelo! ¡Vamos!
(RIENDO) ¡Percebitos...!
-Madre... te echo de menos.
¿Sabes qué voy a hacer?
Voy a ir a Sevilla a buscar a la tía.
Necesitamos ayuda,...
...él está muy triste y no podemos seguir así.
Sólo te pido una cosa... que me des fuerzas.
No te preocupes, yo iré con cuidado.
No hablaré con desconocidos y todo eso;...
...pero tú ayúdame, ¿vale?
Gracias, madre.
-Pero has salvado a unos inocentes y le has devuelto...
...la esperanza al pueblo.
-¿Ya no recuerdas cómo estabas la primera vez que viniste?
Ahora tienes una misión, la gente necesita creer en algo.
Además, ni tú ni yo confiamos en ella.
-Controla tu ira.
Y úsala para ayudarme.
Hay fuerzas oscuras conspirando para hacerse el poder.
-Sospecho que está relacionado, como no es casualidad....
...que escaseen los alimentos.
Busca a los que mercadean...
Ellos te llevarán a sus amos.
-Padre, quiero confesión.
-Dime... hija.
-¿Tú estás segura de lo que estás haciendo?
-Yo... de lo que estoy segura es que esta noche dejo...
...de ser doncella en palacio.
-¿Por qué vas a perder tú tu trabajo en palacio, mujer?
¿Quién es la mujer de confianza de la marquesa? Pues tú.
Además, le estás haciendo un favor, ¿no ves...
...que el marquesito ese ha salido medio lelo...
...y Gonzalo lo va a espabilar? -Ya me estás liando otra vez.
-¿Cómo te voy a liar yo si tú eres más lista?
-Te está liando. -Ya lo sé, hija, ya lo sé.
-Somos hombres de mundo, hemos viajado.
Y bueno, pues, si la cosa se pone fea,...
...le cantamos a la marquesa la coplilla esa,...
...la de la marquesa esa con las... esas en la mesa. Verás cómo se ríe.
Que es broma.
-Como pierda el puesto de trabajo por vuestra culpa, mira.
Floro, por estas.
-Tranquila, mujer, no te preocupes. En peores plazas hemos toreao.
-¡Ay! ¿Qué habremos visto en estos para casarnos?
-Pues hija mía, dinero no tienen y guapos no son...
Lo mismo nos hacen gracia.
-Hola.
-Sólo te he podido traer esto para el viaje.
-Gracias. -Y yo esto
-¿Tú estás seguro de que te quieres escapar a Sevilla?
-Tan seguro como que eso de tu cabeza son piojos.
-¿Te has ido sin despedirte? -Sí.
-Pero tu tía te va a querer, ¿no? A ver si llegas y te vende.
-¿Venderme? Pero si mi tía es más rica que el Sultán de Damasco.
Pero yo no. Si yo tuviera dinero...
-Pues mira, un viejo con zurrón abierto. Perfecto para ti.
-¿Quieres que robe?
-No, sólo que coja dinero prestado.
Si de verdad quieres ir a Sevilla, muy fácil no lo vas a tener.
-¿Pero si me pillan? -Te cubrimos.
(SUSURRAN)
-Lo que es nadar en la opulencia. ¡Qué lujos!
¡Qué bonitas las pinturas estas! -Son frescos.
Hace más de 200 años que decoran así las paredes de los palacios...
...de casi toda Europa.
-Paredes pintadas, eso sí es decorar.
-¿Hay dinero? -Ven aquí, perro.
-¡No, por favor! -Tenga, buen hombre.
-¡Yo no he robado! -Vamos, ven aquí, ¡vamos!
(GRITANDO) -¡Ayuda! ¡Que me han obligado
¡Murillo, sácame de aquí, por favor!
-Se lo contaré a mi madre para que avise a tu padre.
-Vale. ¡Pero corre, corre!
-¿Y tú cómo sabes tantas cosas? -Porque leo mucho.
-¿Y no te duele la cabeza?
-¿Qué te pasa, Cipri? -¿Por qué?
-Señora marquesa, "tanto monta monta tanto".
-Sí, bueno, sobre todo por su hijo. Como presenciamos la disputa...
...con el tutor, entendemos que el puesto está vacante.
Nosotros tenemos un conocido que podría ocupar el cargo.
-Es maestro. Es el candidato perfecto, si usted lo precisa.
-Es el mejor. Es una persona que sabe leer, sabe latín,...
...sabe griego, sabe aritmética.
Y ha viajado mucho. Ha estado incluso en China.
-Posadero. En cierta ocasión, el conde-duque de Olivares vino...
-Suecencia, estará aquí en menos que canta un gallo.
Y si usted lo precisa.
-Vamos allá. ¡Que me empalan!
¡Que me empalan! ¿Pero cómo es posible? ¡11 cruces seguidas!
¿Cómo es posible?
-¡Eh, entra!
-¡Pero qué país! ¡Qué país, que ya ni se respeta a los niños!
¿Por qué te han trincado, muchacho?
-Robé una bolsa con dinero.
-Noble oficio el de ladrón. Sí, señor.
Aunque más te valdría haberlo aprendido mejor.
Que la pena por robar es la amputación de una mano.
Pero eso en el peor de los casos.
Con un poco de suerte, sólo te mandan un año a galeras.
-¿Un año a galeras? -Allí sólo tienes que remar.
-¿Qué pasa? -Nada, están...
Están torturando a un hombre.
Pero es como digo yo: mejor a él que a nosotros, ¿no?
-Por los mejores amigos del reino. Nosotros.
-Pues no ha sido tan difícil, los nobles son como nosotros.
A ellos les explicas las cosas y las entienden
Si es que todos los hombres somos iguales.
-Sí, unos más que otros; la marquesa tiene joyas pa parar...
...un carro y yo, mira, esta medallita.
De mi abuela, que si no...
-Lo contento que se va a poner Gonzalo cuando se lo digáis.
-Bueno, saltos va a dar.
-Estará jugando con mi Murillo.
-Espera, no te vayas, ven.
-No tienes que arreglar nada.
Sí, bueno, que ya te hemos ayudado.
Vas a cambiar la cabaña por un palacio
-Que te hemos conseguido trabajo en el palacio.
-Como mi señora marquesa no tiene tutor para su hijo...
...y tú no tienes escuela, pues...
-Catalina. -Mira...
¡El jolgorio que ha montao pa celebrarlo!
¡Le teníais que haber preguntao! Hacéis las cosas al tuntún.
-¡Aaaah!
-Hace meses que no sé nada de él.
-No sé de qué me habla.
-¡¡¡¡Aaah!!!
¡Aaah! -Ayúdame, debo ver lo que pasa.
-Chico. Chico, que lo que hacen ahí no es bonito de ver.
¡Demonio de crío!
Como veas una tortura, no duermes en tres meses. ¡Baja de ahí!
-¡Le digo que no conocía a esa mujer!
Nadie la conocía.
-¡Aaah!
-Madre, no me recuerdes que fuiste plebeya.
-No pienso ir a una escuelucha de pobres.
-Deja de escuchar, que con ese ya han terminado por hoy.
Hace rato que ni gime ni grita. -Tengo que saber quién es.
-Hijo mío, bastantes problemas tienes ya para preguntar por nadie.
Aquí todos tenemos el porvenir muy negro.
-Le preguntaron por mi madre. A lo mejor sabe por qué murió.
-¡Alonso de Montalvo!
-Muy pronto vienen a por ti, muchacho.
-¡Alonso de Montalvo!
-¡Qué me van a hacer? ¿Me van a ejecutar?
¡No, por favor! ¿Que me vas...? ¡No, no, no!
-Fortuna, muchacho.
-¡Al suelo! ¡Quieto ahí!
-¡Padre, padre, ha llegado allí un hombre...!
-Sí, sí, que ahí hay un hombre que...
Es que había un hombre que habló de madre y le preguntaron por ella.
Tenía un tatuaje.
-Así no.
La tía Margarita nos puede ayudar, ella...
-Ella también es de la familia.
-Vale, lo siento, no me he portado bien.
Había un hombre en la cárcel, al que estaban torturando,...
...y habló de madre.
-¿Qué te pasa, no me oyes? Hay un hombre que sabe...
...lo que le pasó a madre.
-¿No vas a hacer nada?
¿No te importa lo que le pasó a madre?
Tú eres un cobarde. ¡Cobarde!
Yo me enteraré de quién es el asesino de madre.
-¡So, bestia!
-Dese prisa en encontrar cobijo, no es bueno que le coja...
...la noche por estos andurriales.
Y deje ya de preocuparse tanto, ya verá como el crío...
...en cuanto la vea... se la va a comer a besos.
-Ale, con Dios.
-¡Me duele! ¡Ah! -¡Teniente!
¡Aah! ¡Suélteme!
No me mate, por favor,...
...sólo soy un niño.
-¡Aa... Águila Roja!
Tú... Tú puedes ayudarme.
A mi madre la mataron y allí... allí dentro...
...hay un hombre que sabe algo.
-¿No vas a hacer nada?
-Pero es que tengo que entrar en la cárcel.
-Me da igual, yo no soy un cobarde como mi padre.
-¿Cómo sabes eso?
-Entonces, ¿quién mató a mi madre?
-¿Cómo?
-Dicen que cuando te ahorcan se te pone dura.
Eso que se lleva uno al Cielo...
Si es que te dejan entrar con calentura, que no sé yo.
-¡Silencio en las celdas!
-Aquí poco tiene que hacer, padre, estos dos tienen...
...ya un pie en el Infierno.
-¡Ayúdeme, padre! Ayúdeme que yo he sido monaguillo.
Iba tanto a misa que casi me hacen cardenal, obispo...
...y una vez hasta papa.
Yo siempre he estado muy cerca de Dios.
Ayúdeme.
-¿Tú quién eres?
-¿Por qué iba a decirte nada?
-Ella murió porque tropezó con algo muy serio.
El Capitán sabe toda la historia.
Les he dicho que estaba muerto, pero no es verdad, está vivo.
-Tiene... un tatuaje... como el mío en la nuca.
Ellos... quieren matar a...
-A ese por mucho que le menees no le vas a sacar nada más.
Está más tieso que la suela de mis sandalias.
...de salvar a alguien, a mí me vendría bien salir.
Yo aguanto muy mal la tortura. Puedo servirte.
...criar animales,... molestar a quien está robando...
...la comida de la ciudad.
-A mí me interesa el negocio de las cuerdas...
¿Eh?
Hay hambre... porque están guardando... la comida...
...para que suban los precios...
Yo seré un ladrón, pero... los que roban de verdad...
...son de más alta alcurnia que la mía.
-Ave María purísima. -¡Sin pecado concebida!
(RÍE) ¿Ves cómo soy útil?
A la paz de Dios, hermanos.
¿Ha visto? Se lo han tragado.
Yo es que fui actor en Verona... Bah, menudo éxito tuvimos...
Si no llegan a ahorcar al director de la obra por sodomita...
...nos habríamos hecho ricos.
-Si me hubiera quitado las cadenas...
-¡Alto, se escapan los impostores!
-¡Ah!
-¡Ah!
-Yo he visto antes esa forma de luchar.
Pero entonces...
¡Eh!
¡Tú el que me ha salvado de la horca!
¡Tú eres el que salva a la gente!
Sí, claro... ¡Tú eres el Águila Roja ese! ¿Eh?
(RÍE)
-¿Matarme por qué?
Pero si acabas de liberarme. Para eso me hubieras dejado...
...dentro que yo aguanto mejor tortura que muerte.
Puedo ser tu criado, tu postillón,...
...tu paje de alcoba, tu mayordomo.
-¡Ya me has salvado cuatro veces!
(RÍE) ¡Voy a ser su sirviente para los restos!
¡Porque otra cosa no, pero agradecido!
(RONCA)
(SATUR RONCA)
(RONCA)
-¡Padre, un ladrón!
¡Padre, padre, que se escapa! (SATUR GRITA)
-¡Chico!
-¡Tenemos un criado!
-Decir criado es simplificar mi condición.
Yo te diría más bien que sólo...
Oh, un paje, un postillón, un cocinero.
Vamos, que... ordeno a las cosas...
...y también a las personas.
Se podría decir que soy un ordenador personal.
-Pero ¿tú eres el de la cárcel? -No.
Sí, bueno, era un error, ya me han soltado.
-¿A lavarme? Pero ¿qué estamos en verano?
-Habrá sido el chiquillo que habrá cenado algo...
...qué se le va a hacer.
Pero que no he sido yo, que conste.
-Padre.
Quería decirte una cosa.
Te he dado muy mala vida y...
Y a partir de ahora prometo hacer todo lo que me digas.
-Y que no... que pienso que seas un cobarde...
...porque... cuidas a una familia,...
...una escuela...
-¿Una aparición? ¡No, no, no!
Qué va, esto lo... lo he pensado yo con mi cabeza.
Como dices que tengo que pensar, mira, ya he empezado.
Y que...
Que... puedes parecer injusto, pero...
Que eres bueno.
-Menuda joya el chaval, eh.
-Ya me han trincado.
-Qué poco dura la alegría en la casa del pobre.
-Gonzalo de Montalvo.
-Sabía que iba a traer problemas.
-Vamos.
-Chaval, ¿dónde vas?
Que no, que no, que son amigos de tu padre,...
...que enseguida vuelven, ¿eh?
Vamos tú y yo a jugar por ahí.
Vamos a jugar y ahora me cuentas qué has cenado anoche.
-Comisario, es usted más mortífero que la peste.
Si fuera igual de eficaz consiguiendo información.
-No está usted para bravuconadas, no hace más que cometer errores.
¿Qué sabemos del capitán?
-Encuentra al capitán y acabe con Águila Roja...
...por nuestro bien y especialmente por el suyo.
-La marquesa ha recibido a Gonzalo...
...mientras tomaba su baño de leche de burra.
-¿Desnuda? -Como un pescado.
-Huy, cielo santo, qué desvergüenza.
-Además me han dicho que estuvo con él casi una hora.
-¿Una hora?
Pues qué envidia. -Yo no tengo tanto tiempo.
-No, esos son habladurías de comadres,...
...ni la que marquesa fuese Cleopatra.
-¿Y después del baño qué hace con la leche? ¿Se la bebe?
-¿Qué tal con la marquesa?
Nos tenías preocupados. -Cuenta, cuenta.
-Pero si no tienes dinero ni escuela.
-Ya. Pues en oro van a ser años.
-Si lo llego a saber no hablo con nadie.
-Claro, es que nos metes y...
-Me juego el puesto de trabajo y ahora le dice que no.
-¿Tú...? -Este es...
-No, no creo porque es la primera vez que vengo a esta posada.
-No, tú eres... -Tú eres el de los chorizos.
-Bueno, llamarme esclavo es simplificar mi condición,...
...yo diría más que bien que soy un... asistente,...
...un ayudante de cámara, un postillón...
-¿Que te ha regalado la marquesa un esclavo?
-Quien calla otorga, la marquesa le ha regalado un esclavo.
-12 años con ella y no me regala ni una cebolla.
¿Y a ti te regala un esclavo? -Ni los buenos días me ha regalado.
-Es que no me lo puedo creer.
-Señor, deberíais saber algo de...
-Catalina. -Todos los días entran...
...en la venta de Los Carabancheles más de cinco carros.
Tiene que haber miles de fanegas de trigo en el almacén.
...la ciudad por el camino de Alcalá, muy tapados.
El comisario manda a sus hombres...
...para que nadie se acerque.
-El comisario está metido en todo.
Oye, ¿y nadie más que yo lo sabe?
-Pues...
Lo tuyo.
Que tú eres...
Vamos, que el maestro y el aguilucho...
¡Misma cosa!
(SATUR) Que no lo voy a decir, se lo juro.
Ay... ¡Ay!
-¡Eh, mirad!
¡Es el Águila Roja que nos trae comida!
¡Quiere decirnos algo!
-¡Águila Roja nos trae comida!
-¡La guarida, que viene la guardia!
-Un tatuaje... Como en mío.
-Te equivocas de hombre, él está más cerca de lo que imaginas.
-Perdimos todo el cargamento. Le pido disculpas, comisario.
-Si hay que reconstruir esto habrá que empezar, ¿no?
-Espera que te ayudo. -Gonzalo...
El único hueco que no encontramos es ese de ahí, no lo vemos.
-Nosotros nos vamos a otro sitio. Antes sí era un sitio...
...para nosotros, pero... -Ahora nos vamos.
-Necesitarás más que tiempo para que esto no se caiga...
...en la cabeza de tus alumnos.
-Tres sacos de trigo que me han dado.
Nos vamos a poner de gachas que ni Carlos V.
Y gracias al Águila Roja.
-Pero sólo hacía cuentas, como no hay clase...
-Bueno.
-Difícil misión os habéis asignado.
Padre y héroe a un mismo tiempo.
¡Alonsillo!
-Majestad.
-Dime que traes buenas noticias.
-Así es, majestad. El problema de la comida...
...para el pueblo se soluciona. En unos días,...
...los almacenes clandestinos los desmantelarán los ciudadanos.
-Bien.
-Tuve que... -No quiero saber cómo lo hiciste.
Pero el pueblo no debe pasar hambre.
¿Algo más?
-No, majestad.
Puedes retirarte.
Agustín...
-¿Sí, majestad?
¿Sigues cuidando de mis hijos?
-Como si fueran los míos, majestad.
-Gracias.
-Un lugar confortable, buen fuego...
Ay, Satur, cómo has prosperado.
Gonzalo, un simple maestro de escuela, celebra la navidad junto a su mujer Cristina y su hijo Alonso. Mientras, un grupo de encapuchados asiste a una reunión secreta. Uno de sus miembros, el capitán Rodrigo, es acusado de traición pero consigue escapar. Perseguido por los hombres del comisario, se cruza con Cristina. Ésta es arrestada y torturada. Gonzalo encuentra a su mujer en la calle, que muere en sus brazos. Jura venganza y se convierte en Águila Roja para encontrar a los asesinos de su mujer y ayudar al pueblo.
Añadir comentario ↓
Hola, no puedo cargar los capítulos con subtítulos Por favor ayúdame para hacerlo con subtítulos en español, gracias todos.
Is there going to be a translation for this series, at least into english, if not in other languages.
El video no carga en ningun navegador.
Hola amigos, estoy tratando de ver Águila Roja que es uno de mis favoritos series de televisión, pero no puedo lograr ver ningún video. Por favor ayúdenme
El sonido va más adelantado que la imagen. Quiero verme todas las temporadas otra vez y así no se puede.