Sábado a las 14.00 horas
Lo que no puede ser es que haya tíos
que piensen que necesites que te piten el claxon.
O que te digan: "¡Guapa!". -A mí lo que me pasa...
Yo siempre voy al gimnasio con mi mejor amiga.
Pasamos por una calle en la que, cuando salimos y cuando entramos,
sea la hora que sea,
siempre hay un grupo de hombres en un bar
que es insoportable.
Se hace insoportable. Cuando tú vas...
-Sí, es asqueroso.
-Yo iba al gimnasio y me pasaba lo mismo.
Al entrar y al salir, también. Porque es que...
me pasaba lo mismo. -Se hace insoportable
el estar tú por la calle, el estar caminando,
y que haya gente, que son todo hombres,
incluso de cincuenta años, que podría ser mi padre,
diciéndote tantas cerdadas, es como...
Yo soy persona, no soy un objeto.
No soy algo a lo que puedas hablar
y dirigirte como si fuera la última mierda.
Yo, cuando pregunté a mis amigas,
casi todas me dijeron: "Ayer".
La última situación de acoso, ayer.
El otro día, al salir de clase...
Yo soy una persona bastante concienciada con esas cosas,
pero, al final, si tú no lo vives,
no vas a saber qué está pasando a no ser que te lo cuenten.
Sí. -Claro.
Salimos a la calle con ese miedo
y todos los días nos pasa algo de esto.
Yo creo que los chicos no lo sienten
y si en casa no lo cuentas, no lo hablas con padres o hermanos,
con tus amigos, ellos no se van a poner en tu piel.
-A mí me gusta ir tranquila por la calle,
sin tener que aguantar cómo una persona...
Cómo notar que una persona se fija en mí
y se permite el lujo de tener que decirme algo.
Igual yo pienso que esa persona es la más guapa del mundo
o el más guapo del mundo,
pero no te voy a decir nada porque no sé cómo te sienta
que en la calle, cuando tú vas sola, que no tienes por qué aguantar...
Sí es verdad que me siento débil.
-Yo he llegado a pensar al ir de compras con mis amigas,
"no me voy a comprar esto, a ver si va a ser provocativo",
en vez de quererme yo como soy y enseñar lo que yo quiera.
Yo creo que si no llegas a faltarle al respeto a una persona,
tampoco hay que molestarse.
Yo, por ejemplo, si voy por la calle y a mí me dicen algún halago,
tipo "qué guapa" o cosas así...
-Hay un límite. -No es falta de respeto,
sino que es la forma en la que quieres llevar el dicho.
-Si pensamos que el hablar a una persona le puede molestar
todo el rato,
en ningún momento podríamos hablar con desconocidos.
Si yo pienso que hay una chica guapa,
lo suyo es acercarse: "Perdona, me has parecido guapa".
No es lo mismo en la discoteca, te vas,
estás con tus amigas o con tus amigos, quien sea,
estás pasándotelo bien y tener que aguantar
que pase un tío de largo y que te toque el culo.
Me parece muy desagradable. -Es que es asqueroso.
He llegado...
Paralizada y temblando
y mirarle con cara de asco y que se rían con sus amigos.
Que piense que esto es un juego.
"Mira, soy el más guay de todos por hacer esto".
-Yo voy por la calle y no voy tocándole el culo a las chicas,
no voy diciendo "guapa, te metía no sé qué".
E igual con los chicos, tampoco voy tocándoles el culo por la calle,
tampoco les voy siguiendo, les voy diciendo desde mi portal
"te comía todo". Es que me parecen cosas
que si yo, como persona, no las hago porque lo veo racional
y no lo veo como que sea algo respetuoso,
es esa rabia de "¿por qué lo hacéis con nosotras?".
Es que además, mucha gente, y el problema creo que radica ahí,
se calla. Y la gente va por el metro
y ve alguna agresión de este tipo y pasa de largo.
No pases de largo, porque van a seguir haciéndolo.
Que se den cuenta de que nos plantamos
y de que no puede seguir así.
-Yo lo veo como que quieren intimidarte y hacerte sentir sola.
Por quedarse a gusto.
-Sentirse superiores.
Alivio. -Alivio.
No me va a hacer nada. -Menos mal.
En mi cabeza lo primero es "menos mal".
-Cada persona puede ser buena o mala,
y puede hacerte daño
independientemente de si es mujer u hombre,
pero te sientes más segura.
-Yo he sentido...
casi indiferencia diría,
porque es una situación que sea un hombre o una mujer,
me afecta igual.
Es una sensación de alivio que nosotros, los hombres,
es muy difícil que experimentemos.
Te entra el chip de decir: "Me va a hacer algo".
Quizá es una persona maravillosa.
-Aunque luego el hombre sea supersimpático y superadorable,
lo ves y dices: "Cambia de acera, sal corriendo".
-Te entra miedo. -Claro.
-A no volver a casa, a que te pueda pasar algo.
-A mí me ha pasado ir caminando yo, había una chica delante
y yo a mi bola, yo con mis cascos...
Yo soy un hombre... inofensivo.
(RÍEN)
Y claro, he visto...
Yo estaba ahí y de repente veo que la chica
empieza a andar más rápido,
lo que has dicho, se cruza al otro lado.
Claro, yo me quedo en plan: "Ostras, ¿qué está pasando?".
Yo, en esas situaciones, que yo soy el chico
y voy detrás de una chica porque vamos en el mismo camino...
que esa persona tiene miedo,
pues me cambio de dirección para que ya no pase miedo.
Eso es lo que deberían hacer los demás
para que las mujeres no sientan miedo.
-A ver, yo es que... ¿Tienes que cambiarte de acera?
¿Por qué tienes que cambiarte? -Porque tiene miedo.
-Pero me refiero a por qué es tan injusto cambiarte de acera.
¿Por qué tienes que hacer eso?
¿Por qué una buena persona tiene que hacer eso
porque haya gente mala? -No es una solución.
Hay una cosa que se llama "masculinidad tóxica".
Esa masculinidad tóxica
es todo aquello que a la mayoría de los hombres
nos avergüenza sobre otros hombres. ¿Qué quiere decir esto?
La necesidad de ir en grupo, lo que hablábamos antes,
y mostrar que tú eres el más macho y que debes piropear a otra chica,
eso es masculinidad tóxica. La necesidad de sentirte superior.
Nosotros, como hombres, tenemos que combatir esa masculinidad.
Si estamos en un grupo que vemos que hay ese comportamiento
o que hay ese tipo de actitudes, por así decirlo,
combatirlo y decir: "Oye, ¿qué te pasa?".
para no sentirse un peligro o lo que has dicho
es la lucha.
Es luchar.
Hay muchos chicos maravillosos, pero muchísimos, sobra decirlo,
que apoyan esto, que son conscientes y se responsabilizan
de lo que muchos hombres hacen. Y dicen: "Oye, esto sí pasa.
Yo no lo soy, pero es que pasa. Lo hacen otros hombres".
En la ignorancia está la felicidad. Yo no sé...
ese chico o ese grupito que le acosa, le dice o lo que sea.
Prefiero no saberlo.
-Yo pienso que no se cuenta en casa, yo no lo cuento en casa
no porque lo vea innecesario.
A lo mejor está mal por nuestra parte,
pero damos por hecho que lo sabéis.
Yo a ti no te he dicho "me ha pasado esto", pero lo sabes.
-Que las piropeen, les digan, les llamen, les griten...
incluso, bueno, pueden hacer alguna cosa más.
Ese es el temor que tenemos los padres, el que lleguen a más.
Si se queda en algo verbal...
Se le ha dado la educación, lo hemos procurado su madre y yo,
esa educación para que ella pueda autodefenderse
en un momento determinado.
Si tiene que decirle cualquier cosa o contestar o callar,
que muchas veces es mejor callar y seguir
por evitar.
-Pero es educar más a las chicas de "haced esto si os pasa esto",
que a los chicos de "no se hace esto".
-El que tenga chicos tendría que hacer la labor con los chicos.
-A día de hoy está hecho al contrario.
Estamos nosotras educadas a lo que me has dicho siempre a mí.
-Exacto. -Hay días...
hay veces que te toca callar,
tira, corre o lo que toque. -Da la vuelta.
-O a lo mejor alguna vez sí puedes contestar algo, pero...
-Depende. -No suele pasar.
-Mejor no. Soldado que huye vale para otra guerra.
Hay muchos que, si no lo hacen, parece que no son chicos.
Ya por demostrar... -La masculinidad frágil.
-Exacto. -Sí.
-Yo lo he visto cuando era joven,
parecía que si no decías algo a alguna chica...
-¿Tú lo has hecho? -¿El qué?
Ni me acuerdo ya.
Ni quiero acordarme.
Y si lo he hecho, mal.
-Por lo menos ya sabes que está mal. -Sí, sí.
-Me gustaría que esta conversación que estamos teniendo
sirviera para que si vas por la calle y ves que a alguna chica
algún chico le está diciendo algo,
que puedas empatizar con ella
y puedas imaginarte qué está pasando por su cabeza.
Porque esa chica puedo ser yo perfectamente.
-Sí, o tu hermana.
-O mamá. -O mamá.
Es muy bueno.
No es necesario tener una hija o tener un hijo,
tienes que empatizar. Es que eso de decir
"yo soy X porque tengo hija o tengo hermana...". No.
Por esa regla de tres, una persona sola, que no tenga familia
o no tenga personas femeninas a su lado o en su vida,
sí es lícito que tenga unas conductas inapropiadas o machistas.
No concibo la idea de "hasta que no tienes una hija
o no tienes algo cercano a ti, un caso, no te das cuenta".
-A mí me ha pasado muchos años, hasta hace poco, relativamente,
que yo lo tenía muy normalizado.
Llegaba a casa y no se lo decía a mis padres
porque lo hablaba con un amigo siempre.
Llamaba a un amigo y le decía: "Me ha pasado esto".
Y el tío me decía que era culpa mía,
que yo lo había causado... -¿Tu amigo?
-Por cómo iba vestida. -Qué buen amigo.
-Llegó un punto que lo tenía tan metido
que estaba segura de que estaba provocando algo,
yo hacía algo.
Y no es normal, no quiero que la gente piense que es normal,
porque yo me he sentido muy mal muchos años.
-El problema es sentirse culpables las mujeres, no tenemos culpa.
Y muchos hombres tampoco.
El problema es el grupo de hombres que hace eso.
-Ese comportamiento. -Sí, eso.
-No sabes si tus padres te van a juzgar o te van a decir otra vez:
"Es que vaya horas". No, "es que vaya horas", no.
Ellos vuelven a la misma hora que yo y nadie les está diciendo nada.
-La cosa no es normalizarlo.
Una cosa que ayudaría un montón a empatizar es la educación.
-No, claro.
-Si en las escuelas se enseña...
-Sí, sí.
Se enseña como: "Si os pasa esto, denunciad".
Nunca he visto una charla donde pongan situaciones reales.
Y...
Que se digan las cosas claras, lo que pasa.
Reaccionamos cuando vemos que las cosas
están pasando. No son ninguna película, no es ficción
y es lo que estamos viviendo cada día.
Yo creo que la educación es la base de todo.
Pero veo igual de importante la educación en tu casa
como la educación escolar. -Sí.
-Yo hasta que no he llegado a 4 de la ESO,
que tuve suerte con la primera profesora que tuve,
que...
no tengo ni palabras para describirla,
que me ayudó a comprender
que lo que hacía yo también estaba mal.
Porque yo soy la primera que a mí me gustan las mujeres
y jamás se me ha ocurrido decirles nada,
pero he podido incomodarlas en algún momento.
Yo no sabía que eso estaba...
Y como en mi casa tampoco nunca se han parado a decirme:
"Esto no se lo puedes decir", "estas cosas no se pueden hacer".
Entonces, en mi clase, esa profesora sí que dijo:
"Estas cosas son las que incomodan a las mujeres".
Ahí dije: "He tenido comportamientos que no debería haber tenido".
Los he cambiado.
Yo necesitaba ver casos reales
y ver que yo también lo había hecho mal.
Por eso ahora sé lo que soy, sé quién soy, lo que quiero ser
y lo que no quiero volver a ser.
-Por ejemplo, los niños de 11 a 12 años
ya están en período de crecimiento y tal,
están experimentando,
ya empiezan a ver porno,
pero porno machista, porque ya, en todas las páginas web,
si pones "culo", te ponen vídeos de cómo azotar
a una tía, o sea...
Estos niños se educan y cuando tengan una pareja que sea una chica
y vayan a tener relaciones sexuales,
igual piensan que lo bueno es darle una hostia.
-Lo que estamos haciendo mal es educar
a las niñas pequeñas, mujeres,
que cuando les pase algo, lo denuncien,
en vez de educar a los chicos pequeños, desde temprana edad,
a que no hagan esas cosas.
Porque si ellos dejan de hacerlo, nosotras ya no tendremos...
Como que nos quitamos un peso de encima.
Si desde una temprana edad educamos a los niños
a "esto no se puede hacer, no hables así a las mujeres,
no puedes tratarlas así",
cuando vayan creciendo, verán que eso está mal.
Puede que llegue algún momento en el que ellos no lo hagan
y procuren que otros dejen de hacerlo.
Ahí va a ser cuando va a haber un cambio.
Si no cambiamos eso, no va a haber ninguno.
Procuro no hacerlo para no preocuparles.
Cuando les cuento algo que me ha pasado
de un hombre me ha hablado por la calle
o me ha pasado tal con una persona en la calle,
siempre se lo cuento de una manera más ligera
para que no se preocupen tanto.
Sí. -El acoso se da en todos lados.
Es donde quieras, donde quieras.
Eso pasa en todos lados.
Y ya en un sitio donde la gente se siente...
-Encima, como en las discotecas
las chicas entran gratis, normalmente...
-O pagan menos, depende de la hora.
-Hay muchos chicos que salen de fiesta a la caza.
Van a la caza. -Totalmente.
-Se meten en una discoteca
a ver cuál es la chica que más borracha está,
porque ellos presuponen
que el alcohol que tengan las chicas en su organismo...
Como estás borracha...
El alcohol no puede ser una excusa.
Puedes aprovechar cualquier situación.
Y sobre todo también con los bailes.
A cualquier chica le gusta bailar de determinada manera,
pero no es para que un chico...
como decís que salís de fiesta y veis a los tíos mirando.
Tampoco es para que miren.
Son las maneras. Si estás en una discoteca,
se te acerca un chico
y ve que tú quieres, porque es que eso se nota,
si una chica quiere o no, se nota en las formas.
Si ves que un chico se acerca a una chica
y está cansada o le dice: "Para ya, por favor", es que pares.
-El problema no es ir a las discotecas a ligar
o a bailar o lo que quieras, es cómo se liga.
-Si te acercas en un momento y la persona no quiere nada
y te dice que te has equivocado y que está tranquila, que la dejes.
Y ya está, y punto y final.
-A una discoteca se puede salir a ligar tanto chicas hacia chicos
como chicos hacia chicas, como chicos hacia chicos...
También se sale a ligar. No hay nada malo en salir a ligar.
No veo que sea una cosa negativa.
Lo que pasa es que una cosa es ligar con una persona
y otra cosa es ligar ante un objeto.
-No soy un trozo de carne con ojos.
Soy una persona y me quiero sentir como tal.
Muchas veces he dejado de vestir como quería
solamente por miedo... -Yo también.
-Simplemente por protegerme.
O mis padres, solamente por protegerme, como consejo, decían:
"Bueno, es mejor que no vayas así".
Y realmente, yo lo único que quería era apreciar mi cuerpo
porque me gustaba mi cuerpo.
-En muchos países, a mujeres tapadas enteras, también les sucede.
No tiene nada que ver la ropa.
No tienes que dejar... De verdad, si alguna chica me está viendo,
quiero decírselo y, si se lo está planteando,
no dejes nunca de vestir como tú quieras
porque te vaya a dar miedo
o se te vaya a responsabilizar por vestir así
y de que te hayas buscado algo. El problema no va a estar en ti.
Creo que es muy importante hacer ver a la gente
que la ropa que lleve
no va a determinar el respeto que yo merezco.
Y puedes ir con una minifalda, puedes ir en bikini, en sujetador
o puedes ir con un abrigo y unos pantalones hasta el tobillo,
no va a pasar nada porque cambies de ropa.
-¿Por qué yo no puedo enseñar lo que a mí me gusta?
¿Por qué yo no puedo ser como a mí me gusta
porque a un hombre se le vaya la pinza
y piense que quiero provocarlo?
Sí. -Sí.
Es la relación que tienes con la otra mitad de la población,
que son las mujeres,
y que te hace estar al mismo nivel. -Ganamos unidad.
-Ganamos igualdad, ganamos que no pasen miedo ahora.
-Claro. -Los chicos ganamos un montón,
que se quite ese miedo hacia nosotros.
-Claro.
-No todos somos de esa clase de personas.
Esa mujer va a sentir ese miedo de que seas un posible violador
o una posible persona que le vaya a decir algo o tocar.
No se nos está coartando en cuanto a libertad de hacer lo que sea,
pero nuestras acciones se ven con una connotación negativa,
acciones que se deberían de ver como algo normal
y que nadie tuviese que sentir miedo
ni tener problema en cuanto a ellas.
Ganamos menos presión social de la masculinidad tóxica que existe.
-En esa situación se juntan muchas cosas: el machismo,
la homofobia, se juntan unos temas horribles.
Está todo... Al final, lo he pensado muchas veces, está todo unido.
La homofobia, el machismo y todos los tipos de acosos.
Están todos unidos.
Creo que empatizo más con los acosos a las mujeres
porque yo los vivo todos los días
de una manera diferente. Yo cuando salgo de fiesta...
hace poco me echaron de una discoteca a gritos de "maricón de mierda".
Soy una persona que acompaña a amigas y tengo amigos que me acompañan a mí.
Tiene toda la razón. -La esencia.
-Es que todos tenemos debilidades y a todos nos duelen X cosas
y meterles en la cabeza a los chicos que si lloran son más débiles
es hacérselo pasar mal innecesariamente.
Dile a tu hijo que se sienta como se quiera sentir
y que viva como quiera vivir.
También están coartando su libertad.
-Yo veía las "Winx Club". ¿Sabéis lo que son? Del Clan TV.
Y no me atrevía a decírselo a mis amigos
por si se reían de mí
o me decían: "Hala, tío, qué mariquita".
En el mundo hay como una división muy fuerte.
Siempre la ha habido, por suerte se está cambiando.
Como que hombres y mujeres, y entre medias hay como un muro.
los hombres y las mujeres están a los máximos extremos.
Entonces, eso era lo que la sociedad quería, por así decirlo.
Pero cuando hay hombres que pasan al otro lado,
mujeres que pasan al otro lado,
hombres que están más cerca del muro, gente que quiere romper ese muro,
a esa gente, normalmente, se le invisibilizaba,
se le callaba, se le castigaba, se le mataba.
Me parece importante que le demos visibilidad
a esa gente que quiere que haya unos grises,
no que solo haya blanco y negro.
Eso es lo que podemos hacer para evitar...
Yo, a quien me esté viendo o lo que sea,
si está viviendo una situación así, me ve por la calle,
que por favor venga y me diga: "Ayúdame".
Si me ven por la calle, que me paren y me digan: "Ayúdame".
Al fin y al cabo, todas lo estamos sufriendo
y nos tenemos que apoyar y estar juntas.
Porque si nosotras no estamos juntas,
no nos queremos y no nos ayudamos como mujeres,
nadie nos va a proteger ni a ayudar.
-Yo diría, sobre todo a los chicos, un mensaje para todos, en general,
que esto es una lucha que tenemos que ejercer también nosotros,
que nosotros tenemos un papel muy importante,
que no vamos a perder ningún tipo de privilegio
por ayudar a las mujeres.
Al contrario, vamos a ganar en libertades también.
A las mujeres decirles que estén tranquilas,
que vamos a por ello y se puede conseguir.
-Cuando haya una injusticia, no callarnos.
Hay que seguir, seas hombre o mujer.
Cuando lleguemos a casa, que lo hablemos con amigas,
con nuestros padres... -Denunciarlo.
Luchar.
-En una conversación.
En tu día a día.
Además, ¿de qué sirve pensarlo si no lo pones en práctica?
¿Si no lo predicas?
Tú puedes pensar que las mujeres y los hombres son iguales,
pero si tu forma de actuar
no se corresponde con tus pensamientos, no sirve.
Hay que hablar. Al final las chicas siempre hemos estado muy calladas.
Por mucho que te puedan decir algo o que te puedan juzgar,
si sientes que algo te molesta o está siendo desagradable,
tienes voz suficiente
y tienes que confiar en ti misma y tener fuerza
de saber que estás haciendo lo correcto al protestar
y al hacerle ver que lo que hace no tiene sentido ni gracia.
Los jóvenes de hoy que viven en un mismo lugar no ocupan el espacio de la misma manera. Mientras ellos suelen andar tranquilos, ellas lo hacen deprisa, mirando hacia hacia atrás. Elsa Punset se reúne con un grupo de chicas y chicos para analizar su origen y juntos, buscar soluciones.
Contenido disponible hasta el 4 de octubre de 2021.