Durante 37 días, los que hay entre el asesinato del heredero al trono Austro-Húngaro y la declaración de guerra, las cancillerías de los países que se verán involucrados en la 1ª Guerra Mundial ponen sus sofisticadas diplomacias a trabajar, unas para evitar la guerra y otras para provocarla.
Contenido disponible hasta el 15 de septiembre de 2020.