Toma uno   Black Lives Matter 13/06/2020 58:48

Suponemos que en estas semanas de aislamiento, a todos nos ha dado tiempo de comprar papel higiénico como si no hubiera un mañana, llamar a la familia y a los amigos, encontrar esas fotos que parecían perdidas, limpiar los altillos, vaciar la nevera, y, por supuesto, ordenar los libros y los discos. Cuando te pones a esto último, lo de los discos, de pronto, aparecen algunas obras de arte que, con más o menos tiempo, te reencuentras hasta contigo mismo... Pues hoy hemos decidido recopilar algunas de ellas.

Si alguna vez quieres retroceder en el tiempo y revisar la historia cultural de lo que se llama Americana, no está de más remitirse a Dom Flemons, un historiador de la música. Es un folclorista de Phoenix, Arizona. Cantante y compositor, se ha convertido, además, en todo un experto en instrumentos tradicionales. Fue socio fundador de Carolina Chocolate Drops y dejó el grupo en 2014 para seguir en solitario. El cuarto de sus discos, Black Cowboys, formó parte de una de las múltiples series de las que edita Smithsonian. Está inspirado en sus raíces familiares y narra una buena parte de la rica y profunda historia de la música del oeste de Estados Unidos, a menudo ignorada. Las canciones incluyen estándares tan queridos como "Home On the Range" pero también hay espacio para temas originales del estilo de "He’s A Lone Ranger", un homenaje a la figura de Bass Reeves, crecido en la región de Texarcana y convertido en diputado.

Mirando a esos discos que de pronto aparecen, nos hemos encontrado con Stoney Edwards, un cantante de country con una presencia significativa entre los artistas más enraizados dentro de la música country. Nativo de Seminole, en Oklahoma, ha pasado a la historia por una canción como "She's My Rock", convertida en todo un éxito del año 1972 y más aún cuando Brenda Lee y George Jones la versionaron un par de años más tarde.

Y buscando y buscando… le ha tocado el turno a Charley Pride, que creció escuchando a algunos de los maestros como Ernest TubbEddy ArnoldHank Williams y George Jones. Desarrolló un estilo propio partiendo de ellos, pero incluyó a otros de sus favoritos, como Sam CookeB.B. King o Brook Benton. Y es que volvemos a remitirnos a esa frase de Nick Lowe en la que nos recordaba que si eres capaz de unir el country y el soul conseguirás la mejor de las canciones. Charley Pride siempre entendió que la música americana se construye desde el country, el gospel y el blues. Es muy posible que su canción más recordada sea "Is Anybody Goin' To San Antone?", que alcanzó la cima de las listas de country en Abril de 1970. A costa de un malentendido entre la editorial y los compositores -Glenn Martin y Dave Kirby-, el tema había sido grabado y publicado por Bake Turner, jugador del equipo de fútbol americano de los Jets de New York. Pride intento encontrar otros singles para sustituirlo, pero la grabación había quedado tan perfecta como acabamos de escuchar y decidieron editarla. La versión de Turner no tuvo la más mínima repercusión.

Ray Charles es un nombre antes el que hay que quitarse cualquier sombrero y cuando te reencuentras con alguno de sus Lps antológicos solo puedes estar agradecido. En 1952 se había mudado al sello ABC/Paramount para poder tener un mayor control sobre su música. Fue por entonces cuando decidió ensanchar el horizonte estilístico y adentrarse en caminos que hasta entonces no había experimentado. Eddy Arnold y Cindy Walker compusieron “You Don’t Know Me” y el primero de ellos grabó la versión original en la primavera de 1956. Pero seis años después, el músico invidente la llevó al segundo puesto de las listas generales de singles tras sorprender a la industria con un álbum convertido en fundamental para la historia de la música popular Modern Sounds In Country And Western Music.

En ocasiones, uno agradece tener cierto tiempo para permitir la reaparición de músicos y canciones que tenías durante demasiado tiempo en el olvido. Y estas fechas nos han traído al presente al tejano de Simonton Dobie Gray, cuya carrera abarcó el soul… y también el country. A mitad de los 60 dejó para el recuerdo "The 'In' Crowd", pero en 1973, el mismo año en que nació TOMA UNO publicó "Drift Away". Aquella canción que había compuesto Mentor Williams tres años antes y que había grabado en origen John Henry Kurtz fue la que marcó la carrera del artista de Texas.

Ted Hawkins siempre fue un personaje enigmático. Tocaba en la calle o en pequeños locales y era poco comunicativo. Muchos se arrogaron haberle descubierto a lo largo de los años, pero este artista de Biloxi, en Mississippi, era difícil de llevar a otros terrenos que no fueran el de su libertad personal. Sus grabaciones se repartieron de forma indiscriminada y algunas de ellas fueron ordenadas por Rounder en 1982, con una excelente aceptación por parte de la crítica, aunque con mínimas ventas. Ted Hawkins mezclaba gospel, folk y country con acento sureño y un acompañamiento casi minimalista, propio de los pioneros. Cuando te encuentras con un disco como The Next Hundred Years de 1994, editado poco menos de un año antes de su muerte, es su grabación emblemática. El cierre de aquel último disco en vida fue esta versión a “Long As I Can See The Light”, que también fue el último corte de Cosmos Factory para la Creedence Clearwater Revival, que en un mes cumplirá medio siglo de edición.

Darius Rucker tenía muy claro que en su álbum True Believers, iba a incluir una versión de “Wagon Wheel”, que sacaron a la luz Old Crow Medicine Show y que se convirtió en uno de los temas favoritos de su hija. La melodía y los coros de esta canción pertenecen a Bob Dylan, que la maquetó en 1973 durante las sesiones de grabación de Pat Garrett and Billy the Kid y aunque nunca se editó oficialmente, se pudo encontrar en algunos discos piratas de Dylan con el nombre de "Rock Me Mama". A pesar de que estaba inacabada, Ketch Secor escribió una letra adicional y convirtió "Rock Me Mama" en "Wagon Wheel", siendo incluida en el álbum O.C.M.S.  de 2004. Cuando en estos tiempos escuchas una canción que describe un viaje en autostop desde Nueva Inglaterra hasta Carolina del Norte, pasando por Virginia para llegar a Cumberland Gap y Johnson City, en Tennessee, para encontrarte con tu amor, supone todo una brisa alegre. Darius Rucker, el que fuera miembro de Hootie & the Blowfish, contó por entonces en las armonías vocales con los miembros de Lady Antebellum, que el pasado jueves anunció el cambio de su nombre por el de Lady A, mostrándose arrepentidos y avergonzados por no haber considerado la asociación del término "Antebellum" con la esclavitud, previo a la Guerra Civil de Estados Unidos.

A veces, mirando en los armarios, te encuentras con algunos discos que hacía tiempo que no escuchábamos. Esta vez nos hemos ido a 1974 y a un álbum como That's A Plenty. Fue una época en que las distribuidoras españolas de discográficas internacionales se preocupaban, y mucho, por editar una buena parte de las novedades de Gran Bretaña y Estados Unidos. Aquel disco de las Pointer Sisters fue toda una sorpresa, sobre todo cuando esta canción, se llevó el premio Grammy a la mejor canción de country. Trataba, como suele ocurrir en buena parte de los temas del género, sobre una ruptura, en este caso basada en la experiencia personal de Bonnie Pointer y tras escuchar a James Taylor.

Mavis Staples es una de las grandes veteranas a las que hay que rendir pleitesía de vez en cuando, porque suponen mantener viva la llama de la reivindicación de las raíces más profundas de la música norteamericana y la fusión de los géneros y de las formas. Mavis grabó hace 10 años un álbum como You’re Not Alone con la producción de Jeff Tweddy, consiguiendo un Grammy como mejor álbum de Americana. Aquel disco nos permitió recordar un Lp como Green River, el tercero de la CCR, cuyo nombre fue tomado del escrito de la etiqueta de una botella de jarabe, además de ser un lugar que John Fogerty solía visitar en Putah Creek, un río del norte de California. Cerrando la cara A de aquel vinilo encontramos “Wrote a Song For Everyone”, una canción que Fogerty elegiría en 2013 como título de su álbum de su noveno álbum en solitario en el que contó con un buen número de invitados pero que antes había versionado de esta forma la veterana vocalista.

Yola es una vocalista y compositora británica de Bristol descubierta por Dan Auerbach, miembro de los Black Keys, que la descubrió a través de un vídeo actuando en Nashville que le envió un amigo. Él mismo fue el productor de su álbum de debut, Walk Through Fire, publicado a finales de febrero de 2019 y convertido en uno de los favoritos de TOMA UNO. Desde entonces, se ha convertido en una de las voces más recurrentes del panorama de la Americana, participando en la última edición de Festival de Newport junto a las HighwomenSheryl Crow y Dolly Parton, por ejemplo. Su anticipo de su único álbum hasta el momento fue “Ride Out In The Country”, un tapiz sonoro lleno de sonidos tradicionales que unificaban fiddle, Steel guitar, cuerdas y una capacidad interpretativa poco común.

Carolina Chocolate Drops enamoró a los aficionados con su propuesta de poner al día la música del siglo XIX y la tradición de muchas décadas de la música de Estados Unidos. Esa formación acústica procedente de Carolina del Norte encontró en su álbum Leaving Eden a otro de los productores perfectos para mantener esa fórmula de contactar el pasado y el presente. Era Buddy Miller, que logró que aquel disco se percibiera como una fiesta de sábado por la noche. Dentro de aquel ramillete de canciones con ecos de siglos pasados, era inevitable destacar un tema propio como “Country Girl”. En aquel trío destacó la personalidad de Rhiannon Giddens, a quien hemos venido siguiendo desde hace tiempo y que nos ha dejado multitud de aventuras sonoras e incluso sus aportaciones como actriz a series televisivas como Nashville.

Mickey Guyton es una joven artista de Arlington, en Texas, que se ha convertido en una de las voces más populares de la escena del country en los últimos tiempos. Su más reciente novedad es un tema como “Black Like Me”, que vio la luz coincidiendo con el reciente Blackout Tuesday y que narra su experiencia personal en la vida cotidiana de Estados Unidos y en la industria del country, poniendo el énfasis en determinadas desigualdades muy evidentes. Sus diferencias con su sello discográfico son bien conocidas. Esa nueva canción tiene entre sus versos uno que dice, explícitamente, “Si piensas que vivimos en la tierra de los libres, deberías intentar ser negra como yo”.

Hoy queremos concluir con un artista que marcó un momento crucial en la historia de este género. Es DeFord Bailey. Él fue toda una estrella del country desde los años 20 hasta la llegada de la década de los 40. Tocaba varios instrumentos, pero era especialmente conocido como armonicista. El 10 de diciembre de 1927, tras un espacio de música clásica de la NBC llamado Music Appreciation Hour, la emisora de Nashville WSM comenzó su Barn Dance con un comentario de su gerente y locutor, George D. Hay, que ha pasado a la historia: "Durante la última hora, hemos estado escuchando música en gran parte de Grand Opera, pero a partir de ahora, presentaremos" The Grand Ole Opry ". La primera canción que sonó fue "Pan American Blues", que es la que hoy cierra el tiempo de TOMA UNO y nos cita para mañana en la sintonía habitual de cada fin de semana en Radio 3.

Hoy hemos reunido algunas de las canciones que hemos venido escuchando también en estas fechas de cuarentena. Hemos recorrido con ellas distintas etapas de la country music. Y, al final, resulta que entre todos los artistas que nos han acompañado había una coincidencia. Todos son negros… Black Lives Matter.

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