Fuera de emisión
En los años 30 Adolf Hitler y sus colaboradores se obsesionaron con el ocultismo. Convencidos de que la magia negra era la clave para dominar la Tierra, agentes nazis recorrieron el mundo en busca de vestigios ancestrales nórdicos llamados runas. Los símbolos grabados en estas piedras describían el camino hacia la inmortalidad.