La Gran Embajada de Pedro el Grande, Zar de Rusia, fue una misión diplomática a varios países de Europa Occidental entre marzo de 1697 y septiembre de 1698. El Zar estaba ardiendo en deseos de modernizar Rusia e implementar en su vasto país, los logros de los países occidentales, tales como la arquitectura, ingeniería o la ciencia. Entre las cosas que fascinaron a Pedro el Grande en su Grand Tour Occidental, se encontraba también la música. Ahí empezó la práctica de invitar a los compositores extranjeros, en su mayoría Italianos, a la Corte Imperial y de esa manera a partir del siglo 17, la austera música coral litúrgica ortodoxa empezó a integrar polifonías más desarrolladas, hasta entonces, en Occidente. Así nació el llamado estilo italo-eslavo en cuyos inicios, su principal exponente nativo fue Dmitry Bortnyansky.
Rumbo al este
FUERZAS CELESTIALES. Diletsky, Galuppi Sarti, Bortnyansky
15/03/2020
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