La pandemia del coronavirus ha limitado el movimiento de personas y esto ha afectado a los flujos migratorios. En el caso de las personas que se dirigen de centroamérica hacia Estados Unidos, el cierre de fronteras prácticamente ha llevado a que no haya solicitudes de asilo. En el sentido inverso, sin embargo, las deportaciones se han seguido produciendo, en ocasiones, según apuntan algunas entidades humanitarias y han denunciado gobiernos de la región, sin las suficientes garantías para evitar la propagación del virus. Las causas que son origen de la migración siguen estando y están echando raíces otras nuevas por lo que, los expertos consideran que, una vez levantadas las restricciones, los movimientos migratorios volverán, incluso, con más fuerza. Lo analiza en en el siguiente reportaje Sara Alonso.
