En 2011, Etta James anunció con un álbum crepuscular ('The dreamer') su retirada de la música mientras la vida se le escapaba entre los dedos, aquejada de graves enfermedades (leucemia y Alzheimer). Y se fue con un trabajo hermoso y digno de su trayectoria, prologado por una dolorosa foto de portada, triste, dura, melancólica, febril. El repertorio es un homenaje a todos los géneros favoritos de esta diosa de la música negra, con versiones formidables de clásicas del soul sureño (Otis Redding, Johnny Guitar Watson, King Floyd) y el R&B más cool (Ray Charles, Bobby Bland), tormentosas baladas ("Misty blue", "In the evening") e incluso pasmosas recreaciones de rock metálico ("Welcome to the jungle", de Guns N' Roses) en clave de funk del pantano. Etta canta con su maravillosa voz ahumada y demuestra hasta el final por qué es una de las grandes del soul.
Píntalo de negro. El soul y sus historias
Etta James murió en 2011
29/09/2020
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