Esto es ingeniería   Riego deficitario para ahorrar agua y mejorar el fruto 19/01/2021 06:27

En España hay 3,8 millones de hectáreas de regadío, un tipo de cultivo que genera entre 4 y 5 veces la riqueza y el empleo del secano, aunque también requiere de mayores inversiones económicas. Por este motivo, el objetivo durante años ha sido obtener el máximo rendimiento proporcionando el agua que fuera necesaria. Sin embargo, y aunque en nuestro país el 80 por ciento del agua se destina al riego, no es suficiente para cubrir la demanda, especialmente en los periodos de sequía por lo que resulta imprescindible su gestión eficaz. En las últimas décadas se ha desarrollado la técnica de riego deficitario, que consiste en reducir el aporte de agua influyendo lo menos posible en el rendimiento de la planta, en la calidad del fruto y, en definitiva, en la producción. Como explica Elías Fereres, ingeniero agrónomo y miembro de la Real Academia de Ingeniería, se conocen las necesidades hídricas de cada cultivo en todo momento. Hay periodos muy sensibles de la planta a la falta de agua como la floración o la germinación, pero en otros puede resistir su escasez sin que su vida se vea amenazada.
Cualquier disminución de consumo del agua de riego permite ampliar la superficie regada. Es lo que ha ocurrido en España con el olivo, el primer cultivo de regadío en nuestro país, cuya expansión ha sido extraordinaria con más de 700.000 hectáreas. Más allá del ahorro de agua, el riego deficitario proporciona frutos más sabrosos y con mejores cualidades. Sin embargo, no todas las especies son aptas. En cereales como el maíz, el arroz o el trigo la reducción del rendimiento no lo hace viable.

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