¿La Inteligencia Artificial constituye una amenaza?

En pleno siglo XXI la Inteligencia Artificial se encuentra presente en nuestra vida cotidiana, desde las aplicaciones móviles que se adelantan a los deseos de los usuarios a los asistentes virtuales, el diagnóstico médico, el reconocimiento de caras o en los coches autónomos. Lo que antes hacíamos sin ordenadores ahora lo hacemos de forma digital, incluso nuestras relaciones sociales. Pero ha llegado un punto en que estamos comenzando a digitalizar nuestra toma de decisiones y surgen preguntas sobre la autonomía que hay que otorgar a las máquinas o si esta inteligencia artificial no se convertirá en una amenaza para la especie humana. Anibal Figueiras, ingeniero de telecomunicaciones y miembro de la Real Academia de Ingeniería, admite que las nuevas tecnologías destruirán puestos de trabajo, pero también crearán otros nuevos. Y en cuento a los riesgos, asegura que depende de la autonomía e inteligencia que otorguemos a estas máquinas. La amenaza no son los algoritmos --asegura Figueiras-- sino el mal diseño o uso que hagan las personas. Según el académico, las máquinas carecen de ética, son los diseñadores y usuarios los que tienen que resolver estas cuestiones. Y en cualquier caso, es necesario establecer medidas de vigilancia y control.