Música y significado   BRAHMS: Concierto para violín 13/12/2013 57:56

¿Puede haber bosques, montañas, lagos o pueblos colmados de melodías?... Pues eso decía Brahms de Pörtschach, junto al lago Worth: que uno se tropezaba con ellas. Allí "encontró" la Segunda Sinfonía en 1877, la Sonata "Riegenlied", y este hermoso Concierto en 1878. Puede que Brahms recibiese sus melodías de lo alto, pero luego las pulía y las cincelaba hasta convertirlas en seres que combatían contra su escenario neo-barroco, contra esas estructuras que se retuercen colosalmente. Un tema apacible como una mañana tranquila abre este monumento, luego se torna eufórico, y después aparecen los "personajes" secundarios: el tema implorante, el elegíaco, el batallador, y se hace esperar el gran Tema B, elemento "femenino" y amoroso. ¿Un Adagio para oboe?... (ver Sarasate). Y el Giocoso final: una canción ruda y heroica de tintes húngaros impulsa un rondó casi bacanal. Hasta lo dionisíaco en Brahms tiene barbas...

 

 

 

 

 

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