Entre todos los maestros de los tiempos antiguos hubo uno cuya fama en vida siguió extendiéndose aún muchos años después de su muerte. Este maestro fue Josquin Desprez, el primer compositor cuya reputación póstuma no fue tan sólo una exaltación casi mística carente de contenido. Con Josquin encontramos por primera vez a un músico cuyas obras siguieron y siguieron interpretándose, copiándose e imprimiéndose durante años y años tras su muerte. Su estilo fue imitado, sus obras sirvieron como punto de partida para numerosas composiciones y su fama se asentó sólidamente entre los artistas que le sucedieron.
Hoy nos acercaremso a la música de Josquin y a la de algunos de sus sucesores, como Gombert, Willaert, de Rore, Crecquillon, Morales y Cabezón.