En estos programas os estoy hablando de Miguel de Castro y del libro sobre su vida, contada por él mismo.
Miguel de Castro es muy prolijo contando la cotidiana vida de los soldados acuartelados, donde los hechos de armas son riñas tabernarias y prosaicos lances de rateros. Durante una de sus estadías en Nápoles, relata cómo habiendo salido a traer la comida para los oficiales, le asaltaron tres ladrones con el propósito de robarle la vajilla de plata. Miguel defiende bravamente tan banal tesoro, que ni siquiera le pertenece en propiedad, pero ahí se observa cómo es un hombre valiente que no teme enzarzarse a cuchilladas.
Tras la intervención de las autoridades y aclarado el suceso, Miguel de Castro nos revela que los ladrones eran un soldado español, un jenízaro de padre español y madre napolitana y otro siciliano, pero de muchos años en Nápoles. También que al único reo que sobrevivió le dieron tormento y confesó el robo y otros delitos antiguos, en los que delató algunos soldados de su compañía. Fue condenado a diez años de galeras y Miguel tardó mes y medio en curar la herida del hombro.
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