"Nunca la luz del día, tanta luz"
Nuestra ventana se abre- en esta ocasión- desde la casa de Fernando Beltrán que días después de presentar en el Cervantes su último poemario, nos recibe para charlar sobre La curación del mundo (Hiperión). Un libro que el poeta y "nombrador" (como le gusta definirse) escribió convaleciente de Covid, y que demuestra (una vez más) el "poder terapéutico" de la poesía. Una vez curado de la enfermedad, hay una secuela de la que pocos hablan- dice Beltrán- y es la secuela de "la belleza"; la belleza de las cosas pequeñas pero esenciales, que no siempre sabemos valorar. "Todo tiene sentido, cuando se pierde..."
Profesor en varias instituciones académicas, fundador del Aula de las Metáforas y del estudio creativo El Nombre de las Cosas, a él le debemos más de quinientas designaciones de empresas y productos que escuchamos a diario: Faunia, Amena, La Casa Encendida. Además de una quincena de títulos como Ojos de agua, Hotel Vivir o El corazón no muere.
Antes de correr la cortina, seguiremos rindiendo homenaje a la palabra para hacernos eco de otro emotivo acto con el que el Cervantes iniciaba la semana: el homenaje al filólogo, escritor y jurista venezolano Andrés Bello, considerado por la instucion como el más grande humanista de Iberoamérica y figura esencial de la cultura en español. La Caja de las Letras del Instituto Cervantes atesora ya una primera edición de la obra más completa del autor: Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos.
