El órgano   Motu Proprio I 07/05/2017 58:32

Ya sabéis que los primeros domingos de cada mes los dedicamos a autores insignes para el repertorio organístico ibérico de todos los tiempos. Los próximos meses de mayo y junio los dedicaremos a una época en la que nace una generación marcada por una iniciativa papal. Se trata de la generación de organistas y compositores españoles llamada del Motu Proprio que surge como consecuencia del Motu Proprio acerca de la música sagrada que proclama el papa Pío X el 22 de noviembre de 1903, tres meses después de su exaltación al Solio, y que marcará el rumbo de la música en la iglesia católica durante la primera mitad del siglo XX, si se quiere, hasta el Concilio Vaticano II (1962-1965). Fue tal el impacto que causó esta reforma en el ámbito musical católico español, que generó lo que entendemos como una “revolución” musical cuyos frutos se cosecharon por cientos en la música de órgano, la polifonía, la edición musical, las revistas con sus suplementos musicales, los congresos, etcétera, etcétera, llegando a entenderse este periodo como una “Edad de plata” de la música en la iglesia española de todos los tiempos.

Resultaría inconmensurable el tratar de abarcar en dos programas todo este fenómeno, pero sí que queremos hacerles llegar, transmitirles, una idea de lo que realmente supuso para que así les genere interés, les “pique el gusanillo”, y busquen fórmulas para adentrarse en él y aumentar su conocimiento sobre él. En este primer programa nos vamos a Roma y nos fijamos en la figura del Papa Pío X, justo en el momento de su elección, en su ambiente musical traído de Venecia, en sus asesores y en su vida vaticana…, a la par que desde Valladolid, el Obispo Don José María Cos y Macho, luego cardenal de Pío X, recibe la noticia del nombramiento en su palacio rodeado de Florentino Asensio Barroso y del compositor Vicente Goicoechea, a la espera de la llegada de Nemesio Otaño, verdadero artífice en España de esta revolución musical… Roma y Valladolid, Pió X y José María Cos, Goicoechea y Otaño, binomios de este movimiento que genera tanto para el órgano.

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