El bosque habitado   La inteligencia de las manos. Retorno al campo 19/04/2020 59:04

Bienvenid@s a un bosque habitado por la inteligencia de las manos. Como una especie más, la habilidad y el talento de nuestras manos para crear y cuidar la vida que nos sostiene, nos hace más autosuficientes, especialmente en la no dependencia de las cosas que hasta ahora nos parecían simples. Y es que la energía de algunas mujeres y algunos hombres valientes, visionari@s, convencid@s de decisiones para cambiar el mundo, les ha permitido tomar decisiones para llevar una vida más digna y reconocida en nuestra trastocada escala de valores. La vuelta al campo (que decimos los urbanitas), el retorno a la vida campesina, la reocupación de los pueblos es un tema que crea distintos puntos de vista… No hay un pensamiento único. No hay oportunidades ni retos iguales.

Hoy vamos nos ilustra con su testimonio experiencial y vital Carmen Briongos, a la que no le importa que la llamen neorrural, una mujer que hizo realidad su sueño de juventud, junto a su familia, en Escalera. Un pueblo de la comarca de Molina de Aragon y El Alto Tajo, en el que llaman el desierto humano más grande de Europa. Un pueblo que sufrió hace décadas el éxodo de sus habitantes. Bucear en la historia de Carmen, desde sus veinte años hasta el presente, es recorrer el mapa de una vida con sentido, es rescatar la esperanza de que sí que hay gente coherente con sus pensamientos y sus acciones porque eligieron la simplicidad y la verdad. Todavía la llaman hippy, pero Carmen es, sobre todo, una mujer neorrural, al frente de una familia rural, apegada a la tierra, al bosque, a los seres vivos y a lo que con sus manos pueden hacer con respeto.

Carmen y su pareja han conseguido hacer crecer en la piel de sus hijos el ADN de sus sueños y sus convicciones. Son los padres, entre otros hijos, de Ossián de Leyva (Ossian Desconocidos), nuestro integrante de la Comunidad del Bosque, representante de la Asociación Micorriza… Búscales en internet. Jóvenes preparad@s, activistas e ilustrad@s, que no dejan de sorprendernos con su sentido común y su apuesta del pasado, del presente y del futuro. Una unidad familiar donde tod@s saben de la importancia de la naturaleza para la supervivencia, que conciben la tierra como una familia, que consideran la vida tan sagrada, que encuentran esa relación armoniosa con los ritmos y pautas de la naturaleza, intelectual, emocional y artesanalmente.

Decía María, la de Pereda que si tienes una casa de tus padres o abuelos, aunque la tengas que arreglar, no hay problema. Que para empezar una nueva vida en el pueblo, primero saber que debajo de la tierra hay patatas. ¿Y si no tienes una casa desde donde empezar a construir, un huerto desde donde empezar a criar la tierra? Están las Ecoaldeas. Las pioneras y las de nueva factura. Y diferentes formas de aproximarse al imaginario del regreso al bosque, al campo, al humus…

Contamos con la ayuda de mentes y corazones micorrizados como Ignacio Abella, Masanobu Fukuoka, Fernando Fueyo Gómez, Jaime Izquierdo, Susana Corvillo Arroyo y Fernando Sabate. Y mecid@s por las mujeres valientes del grupo Voces Féminas, nos entregamos hoy a la tierra, al bien común natural, a las semillas de paz y de revitalización de nuestro planeta.Club de la Hojarasca: Julio Valverde García, Álvaro Soto, Marta Echeverria, Gustavo Adolfo, Santiago Bustamante y Pilar Socorro.

Respira profundo, mira tus manos, descubre su inteligencia y su creatividad, disponte a fundirte con la tierra que pisas y te da el alimento y levanta la mañana, como hace el sol… ¡Arriba las ramas!

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