Muy buenos y golosos días, pues tenemos muy reciente una Nochebuena en la que, por fin, hemos celebrar la Navidad con toda o parte de la familia y en la que, seguro que muchos de ustedes como un servidor, se han empachado a polvorones, mazapanes y turrón. Y estamos llegando ya al final de un año difícil, pero en el que de algo nos hemos dado cuenta: hay que dejar de lado las rencillas y trabajar para construir un mundo mejor.
Y por ello, querría dedicar este “Desayuno con diamantes” a todos los trabajadores y voluntarios que nos han ayudado tanto durante estos casi 10 meses desde que comenzó el coronavirus a hacer estragos. Médicos, enfermeros, barrenderos, informáticos, repartidores, militares, farmacéuticos, fuerzas de seguridad, trabajadores de los supermercados, periodistas, músicos, artistas en general, etc, etc, etc. No es que me olvide de nadie, sino que son tantos y tantos los héroes que han estado al pie del cañón todo este tiempo que no podríamos nombrarlos ni en una temporada entera. Bravo por todos ustedes, que también nos escuchan al otro lado de las ondas. Por eso, como digo, este programa es suyo y vamos a intentar hacerlo lo más ameno posible.
Comenzaremos cantando bajo la ducha con la Jota de Perico, de la zarzuela El Guitarrico. Seguiremos en Polonia tomándonos un dulce que, si les soy sincero, ni conocía ni sé si realmente merece la pena probar: el Waleski. Pero merece la pena porque viene acompañado de un sabrosísimo y aún hoy en día un tanto desconocido Gran Rondó de Concierto, más conocido como Krakowiak, de Frédéric Chopin. Y de Polonia, a la capital de Italia para dar un paseo por alguna de sus fuentes gracias a una petición de Sagrario. Si aún tienen apetito para más dulces europeos, pero esta vez serán canarios gracias a Gaspar Sanz. En nuestra sección de novedades discográficas, haremos un pequeño recorrido musical por las sonatas para cello y piano del siglo XX con Dan Sloutskovski e Irina Shkurindina. Otro disco que les traemos pero que, sin duda alguna, ya habrán escuchado porque lo estábamos esperando desde hace tiempo como agua de mayo, es “La Vanità del Mondo”, donde el contratenor Philippe Jaroussky despliega una vez más todo su abanico vocal con obras de Scarlatti, Chelleri, Händel, Caldara, Bononcini, Torri, etc, etc.
