Expresionismo musical

Nos hacemos eco de la inauguración hoy mismo de la nueva exposición temporal del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid: "Expresionismo alemán", que se podrá visitar hasta el próximo 14 de marzo de 2021. Para ello, establecimos correlaciones pintura - música para ofreceros un café expresionista musical. Al igual que las pinturas, las obras musicales buscaban reflejar los estados anímicos y los sentimientos de su creador, pero siempre generando un sistema completamente nuevo, mediante otro lenguaje. Comenzamos con el "Pierrot Lunaire Op. 21" de Schoenberg sobre el ciclo de poemas homónimo de Albert Giraud que nos sitúa en la atonalidad y que utiliza el Sprechstimme. Continuamos con "El mandarín maravilloso" de Béla Bartók, autor también ligado al expresionismo que además fue un gran coleccionista de insectos y minerales, principalmente. Volvimos a la Segunda Escuela de Viena con Anton Webern que, además de coleccionista de cristales, nos dejó obras como los "5 Movimientos para cuarteto de cuerda Op. 5" en los que comprobamos una de las características más definitorias de su estilo: la concisión. Continuamos con la ópera "Elektra" de Richard Strauss, que representa con su música la furia, el odio y la cruda barbarie del mundo nocturno y subjetivo, y por último, nos ocupamos del tercer autor de la Segunda Escuela de Viena: Alban Berg, de quien escuchamos un fragmento de su ópera "Lulú", que pone sobre el escenario la escabrosa e indomable vida amorosa y sexual de la protagonista. En "Tazas con historia" visitamos el Café Griensteidl en Viena al que acudían a principios del s. XX, por ejemplo, Hugo von Hofmannsthal, Arthur Schnitzler, Arnold Schoenberg, Hermann Bahr, Friedrich Eckstein o Rudolf Steiner. El lied "Los dos", de Alexander Zemlinsky sobre texto de Hofmannsthal, nos sirve de cierre a este café austro-germánico.