El largo confinamiento al que se han visto obligados los cerca de 10 millones de alumnos españoles, ha hecho plantearse la necesidad de un cambio de modelo educativo, pensado hacia una educación híbrida presencial en los colegios y a distancia. Las videoconferencias o videollamadas, con las que se han seguido las clases, manifiestan la desigualdad o brecha digital; no todos los hogares, cuentan con dispositivos como ordenadores o tabletas suficientes, para atender las clases desde casa.
También dificultades económicas en cuanto a conciliar la vida laboral, y de familia, las condiciones laborales del profesorado y construcción de más aulas para poder albergar a todos los alumnos con la distancia de seguridad requerida. Entre las numerosas investigaciones destinadas a solucionar tantos retos, la de la UOC, la Universitat Oberta de Catalunya, propone un sistema mixto de educación presencial en los centros educativos con el seguimiento de las clases en línea, indicado, principalmente, para la educación secundaria o universitaria.
Albert Sangrà, con quien hablamos, es profesor de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de dicha universidad.
