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Continúan las protestas en el Cairo contra el vídeo sobre la vida de Mahoma. Más de 200 personas han resultado heridas en esa ciudad durante los disturbios de este jueves frente a la embajada de Estados Unidos y en los alrededores de la Plaza Tahrir. En Libia, hay ya varios detenidos por su presunta relación con el asalto al consulado norteamericano en Bengasi, en el que murieron el embajador y otras 3 personas. Este viernes se esperan nuevas protestas coincidiendo con el día de la oración para los musulmanes.

Saná, la capital de Yemen vio como centenares de personas protestaban de nuevo por un vídeo sobre el profeta Mahoma que consideran blasfemo. La multitud ha entrado en el recinto y quemado varios coches, pero los marines y las fuerzas de seguridad yemeníes los han dispersado. Las protestas se han repetido este jueves en otros países musulmanes, como Egipto o Irak. Las embajadas estadounidenses están en estado de alerta y han aumentado sus medidas de seguridad.

Se extienden los ataques contra las embajadas de Estados Unidos en Yemen y Egipto tras el realizado contra el consulado de Libia en el que murieron cuatro norteamericanos, entre elloso el embajador.

Hablamos con Fernando Reinares, investigador principal de Terrorismo Internacional del Real Instituto Elcano.

Considera que "estos ataques son la expresión del potencial que han acumulado los movimientos salafistas en países afectados por la primavera árabe". Es un movimiento en auge desde hace años pero que en este momento al amparo de los convulsos procesos de cambio quieren hacer valer su situación para incidir en el proceso de cambio político y para ello aprovechan cualquier circunstancia

En cuanto al poder de "Al Qaeda en la zona, explica, que a día de hoy es una estructura terrorista global con muchos frentes" que durante el último año y medio se ha fortalecido en la Península Arábiga y el Magreb Islámico. Se trata de grupos, dice, que comparten ideología y ambición (13/09/12).

Estados Unidos y Libia investigan de forma conjunta el ataque contra el consulado norteamericano en Bengasi que el pasado martes causó cuatro muertos, entre ellos el propio embajador. Esto ocurre cuando se tienen noticias de que varios manifestantes habrían tomado al asalto la Embajada estadounidense en Sanaa, Yemen.

El presidente Obama ha ordenado el envío a la zona de dos buques de guerra cuyos marines proceden de la base de Rota en Cádiz.

Hablamos con Emilio González Ferrín, profesor de Historia y Pensamiento Árabe Contemporáneo.

Dice que está observando unas reacciones impecables por parte de la Administración norteamericana. También destaca la figura del embajador muerto, el único enviado en Oriente Medio, dice, al que ha visto saludar a la gente en árabe.

"Estas subidas y bajadas de tensión, dice, están perjudicando mucho la imagen del Islam". Entiende que las caricaturas del profeta Mahoma no justifican una reacción tan drástica.

Tendemos a pensar en las teorías conspirativas, añade, cuando en la mayoría de los casos la gente se echa a la calle por razones muy concretas que no puede canalizar de otra forma.

"El Salafismo está creciendo muy peligrosamente". No es, explica el mismo que gana en las urnas y que ha llegado al poder de forma legítima (13/09/12).

Centenares de manifestantes han logrado irrumpir este jueves brevemente en la Embajada de EEUU en Saná durante una protesta contra una película sobre el profeta Mahoma considerado blasfema por los musulmanes, que ha causado ya ataques violentos contra legaciones estadounidenses en Egipto y en Libia, donde fue asesinado el embajador.

Según ha podido constatar la agencia Efe, los manifestantes han derribado la puerta principal del complejo de la legación diplomática, donde también se ubica la residencia del embajador.

Dentro del recinto, solo han alcanzado el patio interior pero no han conseguido entrar en ninguno de los edificios del complejo, aunque sí han quemado varios vehículos diplomáticos y han roto los cristales de las ventanas de algunas oficinas.

Los marines de la embajada han disparado al aire para dispersar a los manifestantes, mientras la policía antidisturbios yemení lanzaba gases lacrimógenos y empleaba cañones de agua para echar a los participantes en la protesta.

En estos momentos, los agentes cercan la legación diplomática tras haber conseguido expulsar a los manifestantes, aunque continúan los choques en las inmediaciones.