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Convocadas por organizaciones ecologistas y con el apoyo del gobierno de canarias, miles de personas han mostrado su rechazo a los sondeos previstos por Repsol a unos 60 kilómetros de Fuerteventura. Y han pedido que se detenga el proyecto porque, aseguran, perjudicará el medio ambiente y el turismo. 

Pemex está presente en el accionariado de Repsol desde el principio, con un 5% del capital que duplica en 2011, año en el que estalla el conflicto. La petrolera mexicana se alía con Sacyr y su entonces presidente, Luis del Rivero, para controlar la española, presidida por Antonio Brufau. La jugada les sale mal. En 2013, el grupo mexicano se ofrece a mediar con el Gobierno argentino por la expropiación de YPF pero presenta una oferta de compensación que Repsol rechaza. En marzo y ante un nuevo intento de Pemex de tomar el control, Brufau logra que la Junta de Accionistas blinde los estatutos para así evitar la división del negocio como pretendían los mexicanos, según fuentes de Repsol.

El secretario de Estado de Industria apunta que tras la decisión de Medio Ambiente "no hay ningún impedimento" para realizar los sondeos en busca de petróleo en aguas cercanas a las islas canarias de Lanzarote y Fuerteventura. El comienzo de los trabajos, han añadido, dependerá de las empresas petrolíferas.

 El parlamento de Baleares aprueba una iniciativa para pedir al Gobierno español que se reforme la Ley de Hidrocarburos para prohibir buscar petroleo o gas en el mar en zonas protegidas o de interés turístico.

Esta Semana Santa, de media en todo el país, los carburantes están ligeramente más caros que hace una  semana, pero cuestan un 3% menos que la Semana Santa del año pasado.