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En Libia, las tropas del Gobierno provisional han entrado por fin en Sirte, la localidad natal de Gadafi y uno de los pocos bastiones que conservaba el régimen. Los tanques rebeldes avanzan ahora hacia el centro de la ciudad con apoyo aéreo de la OTAN, aunque se están encontrando con fuerte resistencia de los gadafistas.

Desde el principio de la crisis en Libia, la comunidad internacional dejó claro que su objetivo no era derrocar a Gadafi, sino proteger a la población civil. Reino Unido y Francia han utilizado todos su potencial diplomático para que la ONU respaldace la misión de la OTAN. Ahora, la prensa se hace eco de los fuertes intereses económicos que estos países tienen en la zona. Por su parte, las autoridades chinas han pedido a los rebeldes que respeten los contratos anteriores a las revueltas.

El secretario general de la ONU Ban Ki-moon ha manifestado su intencion de pedir al consejo de seguridad el despliegue de una misión de paz en Libia. Asegura que el país está en una fase decisiva .Mientras, la OTAN despeja el camino a los rebeldes para la toma del último bastión del régimen.

El ministro de Defensa del Reino Unido ha confirmado que los aviones británicos de la Alianza Atlántica han bombardeado el que podría ser el cuartel general de la resistencia en Sirte. La totalidad de la capital ha caído aunque siguen los francotiradores.

En el operativo militar de la OTAN en Libia no ha participado, como recordarán, Alemania, que se abstuvo en el Consejo de Seguridad de la ONU. Y esa decisión sigue pasando factura al gobierno de Angela Merkel. El último en criticarlo con dureza ha sido el ex-Canciller Helmut Kohl.

Los rebeldes han movilizado a sus mejores tiradores para acabar con los hombres leales a Gadafi que resisten en algunas zonas de Trípoli. Pero ahora que han conseguido hacerse con el centro de operaciones del dictador, dicen que es cuestión de horas dominar toda la ciudad. Gadafi, asegura este combatiente, ha perdido la partida.