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Hamás ha liberado al rehén estadounidense-israelí Edan Alexander. En Israel se ha recibido la noticia con una mezcla de sentimientos. Alegría entre los familiares de los capturados porque algunos piensan que podría allanar el camino a la liberación de los 58 rehenes que Hamas mantiene en su poder pero también cierta amargura porque hay quien se pregunta si tener un pasaporte estadounidense beneficia a unos reehenes sobre otros. El presidente estadounidense, Donald Trump, se ha apuntado el tanto político en esta negociación —en la que no ha participado Israel. De hecho, Hamás ha dicho que esta liberación es un gesto de buena voluntad hacia Donald Trump. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha insistido en que Israel no ha participado en las negociaciones entre Hamas y Estados Unidos y que la liberación es fruto de la presión militar sobre la organización integrista que va a continuar en los próximos días.

El presidente, Pedro Sánchez, ha señalado ante el Congreso de los Diputados que el Gobierno presentará un "proyecto de resolución en la Asamblea General de Naciones Unidas para que se pronuncie sobre lo que está ocurriendo en Gaza". Según Sánchez, el objetivo es "proponer medidas urgentes para detener la matanza de civiles inocentes y asegurar la ayuda humanitaria". "La comunidad internacional no puede permanecer impasible ante lo que está sucediendo en Palestina, y nosotros, al menos, no lo vamos a hacer", ha declarado.

Israel bombardea el aeropuerto de Saná, además de zonas de la capital yemení, tras pedir su evacuación. Este ataque se ha producido como respuesta a los misiles lanzados por los hutíes sobre el aeropuerto de Tel Aviv, que causaron seis heridos leves y la suspensión de seis aerolíneas durante dos días completos.

El nuevo ataque del Gobierno de Netanyahu viene precedido de un bombardeo anterior israelí a una fábrica de cemento en el puerto de Hodeida que dejó cuatro muertos y 39 heridos. Las Fuerzas de Defensa de Israel dieron parte de ello y anunciaron el uso de 20 aviones de combate, además del lanzamiento de más de 50 proyectiles.

Como respuesta, los hutíes han señalado en un comunicado que "atacar puertos yemeníes, el aeropuerto de Saná o centrales eléctricas tiene como objetivo imponer un bloqueo al pueblo yemení". Precisamente, han querido insistir en que los ataques a Yemen "no quedarán impunes ni disuadirán al país de continuar su apoyo a Gaza".

La población gazatí lleva 65 días sufriendo el bloqueo de Israel que impide la entrada de ayuda humanitaria. El plan israelí para que los militares controlen su distribución y para ocupar definitivamente la Franja preocupa a la ONU, que dice estar alarmada por el plan de Netanyahu. La organización asegura que contraviene los principios humanitarios y pone a la población aun más en riesgo. Israel también ha lanzado nuevos ataques contra Yemen. El Ejército israelí ha bombardeado el aeropuerto de la capital en respuesta al mísil de los hutíes lanzado el fin de semana contra el aeropuerto de Tel Aviv y que ha obligado a muchas líneas aéreas a suspender sus vuelos a Israel.

El nuevo plan israelí de ampliar la guerra en Gaza, conquistar el enclave y controlar la ayuda humanitaria ha aumentado la desesperación entre los habitantes de la Franja. Naciones Unidas ha dado la voz de alarma porque la situación humanitaria para los gazatíes puede volverse aún más difícil. Llevan ya 65 días soportando el bloqueo de Israel, que impide la entrada de productos básicos. Ahora, el nuevo plan de Netanyahu quiere controlar la ayuda, dejándola en manos privadas y en zonas militares.