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La doctrina islámica rechaza el fenómeno sobrenatural y la posesión demoníaca como causa de la enfermedad mental, considera que es producto de un desequilibrio mental debido a razones sociales y económicas.

Bajo el lema "Café de la innovación: libertad religiosa e inclusión", se han celebrado en la Universidad autónoma de Madrid estas jornadas en las que ilustres ponentes han hablado sobre este tema y sobre cómo son vistos los diferentes cultos por la sociedad a través de los Medios de comunicación.

A lo largo de los siglos, en el mundo arabo-islámico han convivido, dos tipos de medicina: una de carácter científico, y otra, la llamada medicina del profeta Muhamad.

La constitución de Medina fue elaborada de tal manera que proporcionó la oportunidad para que todas las creencias vivieran juntas con los musulmanes, de manera pacífica.

En el estatuto de Medina el Islam reconoce la libertad religiosa. En la sociedad islámica cualquier persona puede practicar otras creencias, al amparo de la legislación.

Muchos musulmanes europeos están hartos de la asociación entre islam y política o islam y terrorismo. En su mayoría, quieren seguir siendo musulmanes.

El Islam político es una realidad en el mundo árabe y musulmán, pero en Europa, no tendrá sentido, en sociedades totalmente democráticas y donde los musulmanes son minorías.

Hoy en día, para muchos es difícil imaginarse el mundo sin computadoras, móviles y otros nuevos inventos tecnológicos. La religión tampoco es ajena al avance de la tecnología.

Los Criterios Coránicos de la justicia transcienden las consideraciones de razas, religión, color y credo, ya que se les ordena a los musulmanes ser justos con sus iguales, con todos los seres humanos.

La obra de Ramón Sanchis, ''Al Ándalus, puerta del pensamiento en Europa'' analiza el desarrollo del conocimiento a lo largo de toda la Edad Media y en la que Al Ándalus fue clave en la conservación y recuperación de la cultura clásica.

En 1988, Salman Rushdie publicóLos versos satánicos, una novela que despertó la ira de los musulmanes chiíes, quienes la consideraron un insulto y una blasfemia. De hecho, fue prohibida en la India, Pakistán, Egipto, Arabia Saudí y Sudáfrica. En 1989, el ayatolah Jomeini emitió una fatwa que le condenaba a muerte por blasfemias y que le obligó a pasar años en la clandestinidad. Pese a que Rushdie se retractó públicamente, no fue levantada. Ganador del Premio Booker y eterno candidato al Nobel, el escritor reside desde hace unos 20 años en la ciudad de Nueva York.

Informa Ana Zurita.