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Hoy los ministros de exteriores de la OTAN se reúnen para conmemorar su 75 aniversario. En Las Mañanas de RNE, hablamos con Francisco Gan Pampols, Teniente General retirado del Ejército de Tierra, que fue jefe del Cuartel General de Despliegue Rápido de la OTAN en 2017: “No existe una alternativa factible a la OTAN en Europa, pero sí una alternativa diseñada intelectualmente para reforzar ese pilar de defensa de la Unión Europea”.

La invasión de Rusia sobre Ucrania ha hecho que los países pongan el foco en la importancia de la OTAN. Desde el comienzo de la guerra, Finlandia y Suecia se han adherido a la Alianza Atlántica: ¿Hay un proyecto de ejército europeo común al margen de la OTAN? Para que esta intención de coordinación entre la Unión Europea y la Alianza funcionará necesitamos “una única voz unificada por parte de la Unión Europea, una voluntad decidida, un proceso de integración y un gasto común, más allá de los egoísmos nacionales y de los cálculos racionales sobre la industria del armamento de cada uno de los países. Se trataría de conseguir capacidades para todos”, explica Gan Pampols.

Uno de los problemas a los que se enfrenta la Alianza Atlántica es que la mayoría de las decisiones recaen sobre su inversor principal, Estados Unidos, ya que el 70% de su presupuesto proviene de este país. España, por ejemplo, no cumple el compromiso de inversión del 2% de su PIB en defensa: “Tenemos una deficiente cultura de defensa”, señala el Teniente retirado y añade que “para que no cayera todo el esfuerzo en Estados Unidos todos deberíamos asumir un compromiso extra y ser un poco más autónomos”.

¿Hay un riesgo real de guerra? Gan Pampols afirma que no: “Yo no veo un riesgo inminente de una confrontación armada de la OTAN con la Federación Rusa”, y explica que para que no exista este riesgo hay que aumentar la disuasión: “es decir, sembrar en la mente del adversario una duda razonable sobre el resultado de una acción que no conseguiría ni por fines ni por medios”.

El Informe Mundial de la Felicidad 2024 de la ONU analiza el bienestar y la felicidad de 143 países. El país más feliz del mundo es Finlandia y el que peor nota recibe es, otro año más, Afganistán. Precisamente se ha publicado el 20 de marzo, el Día Internacional de la Felicidad y, por primera vez, este documento ofrece clasificaciones separadas por grupos de edad. Desprende que la tendencia global positiva en la satisfacción vital entre las edades de 15 a 24 años acabó con la pandemia del coronavirus. De esta comparación entre generaciones, se deduce también que, de media, las personas nacidas antes de 1965, 'boomers' y sus predecesores, son más felices que aquellas que han nacido después de 1980, 'millennials' y generación Z.

En España, la percepción de una vida feliz ha descendido. En concreto, baja cuatro puntos hasta el puesto 36. Las cuestiones que analizan para hacer este ranking son el apoyo social, los ingresos, la ausencia de corrupción, la libertad o la salud, entre otros.

Primer día de tregua en Gaza, que durará cuatro días y durante la que se ha pactado un intercambio de rehenes en manos de Hamás por presos en cárceles israelíes. Estamos en Dublín para saber cómo está la ciudad tras los disturbios de anoche, también analizamos el auge de la ultraderecha en Europa, hablamos de inmigración y del cierre de los pasos fronterizos entre Finlandia y Rusia, recopilamos las cifras de la violencia contra las mujeres en Argentina y nos acompaña el presidente del Fondo Internacional de Desarrollo AgrícolaÁlvaro Lario.


 

El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha asegurado que el Gobierno va a insistir en Bruselas en que se introduzca en las instituciones europeas el uso de catalán, gallego y euskera. "No se trata de una propuesta nueva o inédita por parte de España. Hace casi 20 años que España viene solicitándolo", ha declarado el ministro. "No estamos hablando de lenguas minoritarias, las hablan millones de personas", ha añadido.

Por su parte, el ministro de Asuntos Europeos de Finlandia, Anders Adlercreutz, "soy un gran amigo de las lenguas de España, soy un gran amigo de la cultura catalan. Juntos hemos de defender la diversidad lingüística de la UE pero también hemos de conocer las consecuencias de nuestras decisiones", ha advertido, usando español, catalán y gallego.

Foto: EFE/Pablo Garrigós