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Las subastas de deuda y los movimientos bursátiles son seguidos por un grupo de jubilados que cada día acuden a la Bolsa de Madrid. Sentados en viejas sillas de madera, mirando a las pantallas del IBEX 35 o compartiendo con los amigos los chascarrillos para comprar o vender acciones. Una imagen mítica que tiene los días contados. A partir de septiembre no se les permitirá entrar porque cada vez se realizan más eventos en el parqué.

Los bancos griegos abren por primera vez desde el  pasado 29 de junio y se preparan para largas colas, aunque se espera que la jornada transcurra con normalidad, ya que en realidad siguen  en vigor la gran mayoría de las restricciones impuestas antes del  referéndum y la posterior negociación con los acreedores. La principal novedad es el fin del límite de 60 euros diarios de disponibilidad en efectivo, que pasará a ser de 420 euros por semana. Además, los clientes podrán acceder a las cajas de seguridad y  retirar efectivo sin necesidad de tarjeta de crédito. Las demás  restricciones, como la que prohíbe las transferencias al extranjero, siguen en vigor. 

La historia de Giorgos Chatzifotiadis se ha hecho viral. Este jubilado de 77 años rompía a llorar desconsolado tras recorrer varios cajeros de Tesalónica intentando cobrar sin conseguirlo la pensión de su mujer. La noticia la dio a conocer un empresario australiano de origen griego, quien descubrió que el jubilado había sido compañero de estudios de su padre. La campaña de solidaridad que puso en marcha ha convertido a Giorgos en un icono de la crisis griega. Mucho más anónimos son los miles de jubilados que hoy han acudido a cobrar su paga semanal de 120 euros. La decisión de alargar hasta el próximo lunes el corralito está provocando muchas dificultades en todas las capas sociales. Los alcaldes de 20 municipios se han reunido en Atenas para coordinarse ante la falta de liquidez, porque aseguran que se enfrentan a graves dificultades económicas. Especialmente graves son los problemas que afectan al tejido productivo del país. El control de capitales perjudica tanto a los fabricantes como a los distribuidores y muchas empresas han optado por dar excedencia a sus trabajadores. El gobierno niega que exista escasez en productos de primeras necesidad pero el Defensor del Consumidor  ya ha pedido a las empresas de agua, gas y electricidad que no corten el suministro a los hogares mientras dure el cierre de bancos.