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La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha anunciado la propuesta del Gobierno para revalorizar las pensiones: "El nuevo indicador tendrá en cuenta la inflación, los ingresos y gastos del sistema cada año y los déficits o superávits del sistema". Báñez ha añadido que las pensiones no bajarán en ningún caso ya que van a tener un suelo y un techo: subirán como mínimo un 0,25% y como máximo, lo harán el IPC más un 0,25%".

La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha propuesto un nuevo sistema de revalorización de las pensiones que no se base sólo en la evolución del IPC, sino también en los ingresos y gastos del sistema, así como en su situación de déficit o superávit. Báñez ha explicado que el nuevo Índice de Revalorización de Pensiones -que espera consensuar con los agentes sociales y con los grupos en el Pacto de Toledo- entrará en vigor en 2014 y establecerá un suelo que evite la bajada o congelación de las pensiones, que será del 0,25%. De la misma manera, se establecerá un techo máximo de subida que será del IPC más el 0,25 %.

La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, busca este lunes alcanzar el consenso con los agentes sociales para reformar el sistema de pensiones introduciendo el factor de sostenibilidad y adecuándolo al aumento de la esperanza de vida.

Para calcular la revalorización, el grupo de expertos proponía tener en cuenta no solo el IPC, sino también la salud de las cuentas de la Seguridad Social y la situación económica del momento. Empleo podría suavizar las propuestas de los 12 expertos. Es partidario de que no haya ni congelaciones ni bajadas de las pensiones, por lo que podría añadir una cláusula suelo para que no las haya, informa TVE, lo que podría afectar tanto a pensionistas actuales como a los futuros.

Para el cálculo de las nuevas pensiones, Empleo coincide en que hay tener en cuenta que la esperanza de vida de los pensionistas se alarga y, en segundo lugar, la situación económica. Los sindicatos creen que la reforma es precipitada y piden al Gobierno que lo acuerde con ellos y la patronal.

La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha dicho que el Gobierno reducirá de 41 a cinco las modalidades de los contratos, con el objetivo de facilitar la contratación en un momento en que la reforma laboral empieza a cumplir sus objetivos. Izquierda Plural y los socialistas han criticado la reforma porque opinan que aumenta el desempleo y deteriora las condiciones de trabajo.

El Gobierno reducira a cinco los modelos de contrato, desde los 41 existentes ahora. Así lo ha anunciado este jueves la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, quien también ha señalado que los cinco tipos de contrato serán: indefinido, temporal, de relevo, en prácticas y de formación y aprendizaje. Durante la comparecencia en el Congreso, la ministra ha asegurado que el objetivo de esta medida, "que está muy avanzada", es aumentar la contratación. La ministra ha destacado que, además, el Ejecutivo revisará el "complejo sistema de bonificaciones" a la contratación que existe actualmente y que "supone en algunos casos una barrera para el pequeño empresario". Por eso, según Báñez, el Gobierno "trabaja para refundir los incentivos en materia de contratación". El objetivo, según la ministra, es mantener los incentivos existentes pero "presentarlos de forma más clara".

Fátima Báñez ha adelantado algunos datos del informe sobre la reforma laboral. Dice que ha evitado la destrucción de 225.000 puestos de trabajo y que está cumpliendo sus objetivos. Y todo, según Báñez, "pese a que se han acumulado siete trimestres de recesión, ha caído el crédito y se han reducido casi 400.000 empleos públicos, la reforma ha conseguido contener el incremento del paro, detener la destrucción de empleo, reducir la dualidad de nuestro mercado de trabajo y mejorar la flexibilidad laboral".

Más de 1 millón de trabajadores están desde hoy sin convenio colectivo. La reforma laboral daba un año a partir de su entrada en vigor para que empresas y sindicatos negociaran sus convenios caducados y ese plazo se cumplió ayer. La Ministra de Empleo ha pedido a los agentes sociales que sigan negociando y ellos confían en llegar a acuerdos.

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha desmentido en el Congreso que se haya dado la orden al Servicio Público de Empleo (SEPE) para que retire la prestación por desempleo a los parados cuando cumplan 61 años. Ha respondido así a una pregunta del PSOE, que asegura que una reciente instrucción dada al SEPE establece que los parados que cobran la ayuda especial para mayores de 55 años dejen de percibirla al llegar a los 61, con lo que -dadas las dificultades de ese colectivo a encontrar empleo- se arriesgan a quedarse sin ningún ingreso durante un mínimo de dos años, ya que la pensión de jubilación no se puede recibir hasta los 63 o 65 años, dependiendo de cada caso. Bañez ha insistido en que esa instrucción es solo un instrumento de verificación para que los servicios de empleo se coordinen con la Seguridad Social sobre la edad en que se jubilará cada parado.

En la reunión en Moncloa han participado los secretarios generales de la UGT, Comisiones Obreras, USO y la ministra de Empleo. Los sindicatos han pedido al presidente que en la cumbre del próximo jueves defienda que se adelanten los fondos para luchar contra el paro juvenil.