El primer ministro etíope, Abiy Ahmed Ali, ha sido galardonado con el premio Nobel de la Paz 2019 por las negociaciones de paz con Eritrea. Ahmed sucede al doctor congoleño Denis Mukwege y la activista yazidí Nadia Murad, que recibieron el premio en 2018.
Etiopía y Eritrea libraron una guerra fronteriza entre 1998 y 2000, y restablecieron relaciones en julio de 2018.
El Comité Nobel de Noruega ha destacado "sus esfuerzos para alcanzar la paz y la cooperación internacional, y en particular su iniciativa decisiva para resolver el conflicto fronterizo con la vecina Eritrea".
La presidenta del Comité, Berit Reiss-Andersen, ha señalado igualmente la contribución de Ahmed a las negociaciones entre Eritrea y Yibuti, a la justicia social y a la mejora de la situación de la mujer en su país.
El Nobel de la Paz se entregará en Oslo el 10 de diciembre.
El Comité Noruego ha premiado con el Nobel de la Paz al primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, por su acuerdo de reconciliación con la vecina Eritrea. Abiy sucede en el palmarés al cirujano congoleño Denis Mukwege y la activista yazidí Nadia Murad, que lo recibieron 'ex aequo' en 2018.
Miles de personas se han desplazado de un lado a otro de manera constante entre las áreas de Gedeo y Guji en el sur de Etiopía durante los últimos 15 meses, después del estallido de violencia étnica en abril de 2018 y de los esfuerzos continuos de las autoridades para reubicarlos. Los campos donde se alojaban ahora han sido cerrados, pero muchas personas no pueden regresar a sus hogares y permanecen desplazadas en las comunidades de acogida o en sus áreas de origen. La mayoría sobrevive en condiciones difíciles con poca asistencia humanitaria, luchando para proteger a sus hijos de la desnutrición y otras enfermedades.
Zebanesh es una de las miles de personas desplazadas que viven en el área de Gedeo, al sur de Etiopía. Lamenta la falta de trabajo y de dinero, pero sobre todo, de alimentos. "Tenemos hambre, ya no distribuyen alimentos. Estamos sufriendo porque no tenemos comida", explica a Médicos Sin Fronteras (MSF). La ONG advierte de que la gente vive en "muy malas condiciones", que impulsan la propagación de enfermedades por falta de higiene.
Las serpientes venenosas muerden a cinco millones de personas al año, según el doctor de Médicos Sin Fronteras, Gabriel Alcoba. Al menos 100.000 personas mueren cada año por envenenamiento, una cifra que puede alcanzar las 300.000 víctimas mortales en zonas del África subsahariana. Alcoba denuncia que los antídotos son muchas veces de poca calidad y que el último lote polivalente caducó en 2016.
Unas 2,7 millones de personas son víctimas de mordeduras de serpientes venenosas cada año. Las serpientes matan a 40 veces más personas que las minas explosivas y dejan un número de discapacitados 60 veces mayor.
La investigación preliminardel accidente del Boeing 737 MAX 8 que se estrelló el mes pasado en Etiopía dejando 157 muertos atribuye el siniestro a un fallo técnico del avión. En concreto un fallo repetidoo en el software de control automatizado del vuelo de la aeronave.
Salen a la luz las denuncias de pilotos de Boeing en Estados Unidos en el mes de noviembre, que apuntaban a fallos de software y problemas graves en algunos vuelos.
En Cangas, Pontevedra, lloran por una de sus vecinas. Pilar Martínez Docampo tenía 32 años y trabajaba para una ONG en Etiopía. El Ayuntamientos ha decretado tres días de luto oficial y ha ordenado que las banderas luzcan a media hasta.
Luto y consternación también en e Granollers, en Barcelona, de donde era el otro pasajero español fallecido en el sinietsro. Jordi Dalmau, de unos 40 años, ingeniero químico que trabajaba para una empresa especializada en las infraestructuras de agua.
Ya han localizado las dos cajas negras. El accidente de otro avión del mismo modelo en Indonesia hace sólo seis meses ha despertado las sospechas sobre si el boeing 737 Max 8 tiene un defecto de fabricación. Igual que ocurrió entonces, el avión se estrelló poco después de que el piloto solicitara volver al aeropuerto por problemas.
En Etiopía, se analizan las cajas negras del Boeing 737 que se estrelló ayer con 157 personas a bordo, dos de ellas españolas.. Es un accidente similar al de hace menos de cinco meses en Java con una nave del mismo modelo.