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El Partido socialista tiene nuevo secretario general. Los 955 delegados que han votado en el Congreso han elegido a Alfredo Pérez Rubalcaba para liderar la nueva etapa que ahora se abre en el PSOE. Después de una intensa campaña, los dos candidatos llegaban a Sevilla convencidos de que serían los ganadores. Dicen que, cuando el resultado es incierto, el discurso de los aspirantes puede ser clave para inclinar la balanza de los indecisos. Lo cierto es que aunque esta mañana los dos candidatos han ofrecido experiencia y renovación, al final se ha impuesto el más veterano. Esta tarde, Alfredo Pérez Rubalcaba ha llamado a la unidad del partido y ha insistido en que será el Secretario General de todos los socialistas.

Alfredo Pérez Rubalcaba es desde las seis y media de la tarde el nuevo Secretario General del PSOE. Ha ganado por solo 22 votos a Carme Chacón y en su primera intervención ha pedido unidad.

Todo apuntaba a que el resultado sería muy ajustado. Y los discursos podían ser decisivos. El primero fue Rubalcaba, que les habló de cambio y unidad. Después intervenía Carme Chacón. Que defendía la necesidad de apoyar al ganador, fuera quien fuera.

El nuevo líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha prometido hoy que será el secretario general de todos los socialistas, ha asegurado que no pedirá a nadie salvoconductos ni pasará facturas y ha dejado claro que ya ha llegado el momento de la unidad tras la batalla sucesoria interna de estos días. En su primera intervención ante sus compañeros tras ser elegido para el cargo, con una estrecha diferencia de 22 votos sobre su contrincante, Carme Chacón, Rubalcaba ha señalado que "éste ya es el momento de la unidad, éste ya es un acto de la unidad". Además, ha mencionado a sus predecesores en la secretaría general del PSOE durante la democracia, Felipe González, Joaquín Almunia y José Luis Rodríguez Zapatero, para señalar que, cuando abandone el cargo, le gustaría irse con el mismo cariño que ellos. "Lo importante no es llegar, sino saber salir", ha remachado ante los delegados e invitados asistentes al 38 congreso de su partido, a quienes ha confesado sentir "un enorme orgullo y una gran responsabilidad" ante su nuevo cargo.

Alfredo Pérez Rubalcaba ha sido elegido secretario general del PSOE en el 38 Congreso del partido celebrado en Sevilla entre el 3 y 5 de febrero. Este cántabro de 60 años lleva cuatro décadas vinculado al partido socialista. Ha sido ministro con Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Fue el candidato a la Moncloa en las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011, en las que el PSOE consiguió los peores resultados de su historia.

"Soy el secretario general de todos" sin "facturas ni salvoconductos", ha dicho Alfredo Pérez Rubalcaba tras proclamarse secretario general del PSOE. Este es el momento de la "unidad" y el "cambio", pero sobre todo del primero, ha añadido. Asegura que en estos momentos siente "orgullo" y "responsabilidad".

"Fuerte, somos un partido fuerte. Por eso estamos aquí", ha dicho Rubalcaba al inicio de su discurso ante los militantes, el primero que ofrece como secretario general del PSOE. "Gracias a los que me habéis votado, y a los que habéis votado a Carme", ha añadido. Además ha dado las gracias a su rival, Carme Chacón.

Antes de votar, los delegados socialistas han escuchado los discursos de los dos candidatos. Han intervenido según el orden que les ha correspondido en un sorteo previo. Por eso, en primer lugar ha defendido su candidatura Alfredo Pérez Rubalcaba.

El candidato a la Secretaría General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha prometido este sábado que, si es elegido en el 38 Congreso del PSOE, será un "líder socialista fuerte" al que nadie conseguirá quebrar, en su intervención antes de las votaciones. Si gana, dice que "alumbrarán" su liderazgo dos palabras: "cambio y unidad". Rubalcaba ha señalado que no es momento de "liderazgos personalistas" porque nunca ha creído en "salvadores", en una referencia velada a su oponente, Carme Chacón, quien por su parte ha señalado en su turno que ella no se presenta para gestionar una "travesía en el desierto" porque no es momento de "interinidades". El exministro del Interior ha ofrecido, en un discurso con referencias a las elecciones andaluzas y asturianas como primera oportunidad para el PSOE, un "liderazgo colectivo" donde no haya "sectarismo" y donde no habrá "rubalcabismo".