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  • 'Afghan Woman On the Run' denuncia abusos y violencia contra las afganas
  • En el primer año de gobierno talibán llegaron a España más de 2000 refugiados afganos
  • En Objetivo Igualdad el domingo a las 14.25h en el Canal 24h

El gobierno talibán sigue borrando a las mujeres afganas cada día que pasa. Ya son dos años desde que llegaron al poder y no han parado de arrebatarles derechos. Tras su irrupción en Kabul, comenzaron su persecución contra aquellas que controlaban algún poder del estado como las mujeres juezas. Algunas han sido asesinadas, otras están escondidas, y las que pudieron salir de Afganistán, ahora están por algún país europeo. España ha sido uno de esos destinos de acogida gracias a la Asociación de Mujeres Juezas de España que hace dos años empezaron sus planes rescate. Actualmente hay ocho juezas afganas que intentan ganarse la vida en nuestro país. Hace un año hablamos con cuatro, y después de estos meses, su situación no ha mejorado. Barreras como el idioma o el racismo impiden a estas mujeres tener un perspectiva de vida. En este reportaje elaborado por María Aramendi escuchamos sus voces.
 

Estos días se cumplen dos del régimen talibán en Afganistán. Era la segunda vez que llegaban al poder y ya se sabía de lo que eran capaces.  Shabnam Rahimi, campeona de boxeo, refugiada afgana y actriz,  comparte en Las Mañanas de RNE cómo huyó con su familia por primera vez de su país hace 20 años y cómo es ahora mismo la situación en Afganistán: “Las chicas no pueden ni reír ni hacer nada.” Shabnam Rahimi siguió con el boxeo a pesar de la sombra de los talibanes en el país a principios de los 2000, pero no fue fácil porque “a los hombres les molestaba que las mujeres practicáramos este deporte”, asegura. Explica que no quiere volver a su país, pero sí “construir mi Afganistán.”

Se cumplen dos años de la vuelta de los talibanes al poder en Afganistán. Dos décadas de progresos en los derechos de las mujeres han sido liquidados en apenas dos años. La organización Netwomening ha ayudado a más de 80 mujeres y sus familias a salir de Afganistán. María José Rodríguez Becedas, abogada y presidenta de Netwomening, ha confesado en Las Mañanas de RNE que muchas mujeres con las que hablan viven amenazadas y en la clandestinidad. Asegura que “ya no se las está ayudando a salir legalmente” y que de forma ilegal “se juegan la vida. ” Explica que muchas mujeres siguen escondidas esperando una oportunidad.

Nuestro compañero de RNE, Fran Sevilla, ha sido galardonado con el Premio Internacional de Periodismo 'Cátedra Manu Leguineche': “Es una persona muy comprometida con este periodismo serio que transmite a todos los que participamos de la democracia”.

20 millones de personas tienen serias dificultades para alimentarse cada día en Afganistán. El regreso al poder de los talibanes ha acelerado el caos económico y el empobrecimiento de la población. Las familias se ven obligadas a medidas desesperadas como la venta de hijos o de órganos. Mientras, las mujeres siguen siendo borradas del espacio público.

En nuestro 'Prográmate' de esta semana, os informamos sobre la exposición '29 miradas' quiere difundir una protesta por la eliminación de derechos para las afganas. Profesionales de la fotografía, el periodismo, las letras, se unen en un grito común. Imágenes y textos evocan el sufrimiento de las mujeres bajo el régimen talibán. Se puede ver en el palacio Quintanar de Segovia y después recorrerá más ciudades.

Las juezas afganas dirimían delitos de terrorismo, asesinatos y violencia de género, condenando a talibanes por ellos. Estos integristas rechazan que las mujeres trabajen y mucho más que sean juezas y tengan esa autoridad. Un reportaje que aborda cómo los condenados amenazaron de muerte a estas juristas, y cómo ese peligro se tornó en abierta persecución al retomar el poder en agosto de 2021 el gobierno talibán porque liberó a esos presos. Una historia que retrata la lucha de las juezas afganas contra el integrismo y también ahora una nueva vida en España.    

Más de 2.000 refugiados afganos llegaron a España en la gran operación de hace un año, para sacar del régimen del terror de los talibanes a ex colaboradores de nuestro país y de la comunidad internacional. Muchos siguieron su camino, más de 1.300 decidieron rehacer su vida en España, lejos del Afganistán tomado por los talibanes. La mayoría pidió aquí protección internacional. Varios centenares más han llegado después. Todo era nuevo para ellos: un nuevo entorno, una nueva cultura, un nuevo país, un nuevo idioma. Zahra Khadija, exalcaldesa de Nidi, una ciudad del interior de Afganistán, nos muestra un tarro con tierra de su país que tomó en el mismo aeropuerto de Kabul. "Físicamente estamos aquí, pero mentalmente nuestro corazón y nuestra mente están en nuestro país con nuestra gente, nuestras voces son sus voces, y hay que intentar luchar contra ellos desde aquí todo lo que podamos", explica a ‘Informe Semanal’ Malalai Joya, exdiputada y autora del libro ‘Una mujer contra los señores de la guerra’. Muchos refugiados son antiguos colaboradores de la AECID y del ejército español y sus familias. Una parte ha llegado en los últimos meses desde Pakistán o Irán. Son sobre todo de la provincia de Badghis, donde estuvieron desplegadas nuestras tropas y nuestra cooperación.

FOTO: EFE/ZIPI ARAGÓN

Hace un año, el caos durante la retirada de las tropas de la OTAN supuso muchas críticas al presidente estadounidense, Joe Biden, y su popularidad empezó a hundirse. Sin embargo, él siempre ha defendido la decisión de salir de Afganistán y poner fin a una guerra de 20 años, la más larga que ha librado Estados Unidos.

Entretanto, muchos refugiados siguen luchando para llevar a sus familias a Estados Unidos.

Foto: EFE/EPA/STRINGER

Cuando se cumple un año del retorno de los talibanes a Kabul, nos interesamos por los que quedan dentro del país. Un aniversario "de la oscuridad y del dolor del pueblo afgano" sentencia Hamed Wahdat Ahmadzada, exdiplomático afgano y gestor de proyectos internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid. En el informativo 24 horasinformativo 24 horas, señala que muchos avisaron de que iba a ocurrir y critica que se intente hacer ver que el régimen talibán ha cambiado. Aun así, afirma que, a nivel interno los talibanes son mucho más frágiles que en 1996, al igual que la sociedad, que sigue manifestándose en contra del régimen, especialmente las mujeres. Aunque afirma que "nadie está protegido" tanto físicamente, como económicamente. "Son rehenes a manos de un grupo extremista y a su merced [...] Ni hay paz, ni hay pan", concluye.

El exdiplomático se muestra confiado con el diálogo de la comunidad internacional pero opina que "la mayoría de las conversaciones no han tenido el fruto que se esperaba". Pide que siga la presión a nivel internacional y que no haya reconocimiento del régimen. Avisa, además, de que recluir a los talibanes en Afganistán y no tomar medidas, puede ser un arma de doble filo para el resto del mundo. "El terrorismo, el fanatismo y el extremismo no se pueden contener a largo plazo y tarde o temprano esto explotará", avisa. Sobre la Unión Europea, agradece el trabajo de gestión de la evacuación de los afganos pero reclama que no se olviden de ellos. "El sentimiento de abandono de hace un año sigue vigente dentro de nuestro pensamiento", lamenta Ahmadzada.

En el terreno de la igualdad y los derechos de la mujer, declara que se las está tratando de "encarcelar" dentro de sus hogares y pone en valor su lucha por sus derechos en el país. "Si hay un ejemplo de voluntad, de fuerza, de coraje, ha sido la mujer afgana [...] ¿Qué más pueden perder? Están poniendo todo a riesgo para poder conseguir la mínima libertad", declara y pide que se siga su estela.

"Siempre he dicho que lo último que pierde un afgano es la esperanza y veo a muchos sin esperanza. Ya no tienen fuerza para luchar", sentencia Ahmadzada y añade que de momento no tienen ninguna alternativa política y que su única opción es salir del país a la espera de un cambio.

Los talibanes y sus simpatizantes celebran su primer año en el poder en Afganistán, pero la retirada de la ayuda internacional y el aislamiento del régimen han deteriorado gravemente la economía y la política del país.

Amnistía Internacional acusa a los talibanes de desmantelar los reducidos avances logrados en los últimos 20 años y asegura que las violaciones de los derechos humanos y el acoso contra la prensa o la oposición, así como la tortura, van en aumento.

Los atentados no han cesado y, además, tras la retirada estadounidense, Pakistán, Rusia y sobre todo China pugnan por llenar el vacío dejado por Washington en un país con un régimen sin reconocimiento internacional que intenta presentarse como moderado y confiable a punto de pasar a engrosar la lista de conflictos olvidados.

FOTO: Wakil KOHSAR / AFP

Un año de la llegada al poder de los talibanes en Afganistán. En Las Mañanas de RNE realizamos un retrato del país y analizamos su situación 365 días después de la caída de Kabul con Andrés Zaragoza, portavoz Sobre Afganistán de Amnistía Internacional, con Chema Gil, profesor colaborador del Centro Universitario ISEN de Cartagena y Co director del Observatorio Internacional de Seguridad y con Mohhammad Hamed, refugiado afgano que vive en España.

Andrés Zaragoza definiría este año para Afganistán como “el incumplimiento de las promesas de los talibanes.” Desde Aministía Internacional explican que el país se encuentra en una crisis de Derechos Humanos sin precedentes y una crisis humanitaria donde se calcula que el 90% de la población está pasando hambre. Zaragoza asegura que las ayudas se han reducido porque el “Gobierno de Afganistán no está reconocido y los donantes no dan dinero.” Además, explica que la gente está huyendo porque las represalias son tremebundas y lo usan como arma para atemorizar a la población. En relación con las mujeres, pone de manifiesto que 9 de cada 10 mujeres han denunciado violencia machista, hay 30 leyes sobre las mujeres y los talibanes utilizan la violencia sexual también como arma.

Chema Gil considera que los talibanes y Al Qaeda son indisolubles y que la situación es de inseguridad total. Sobre los refugiados afganos que han llegado a España, Gil considera que España se comprometió a sacarlos y ha cumplido. Mohhammad Hamed ha explicado que la situación era muy mala y que tuvo que salir del país porque en “Afganistán ya no hay futuro.” Ha contando su historia, era juez en su país, pero que ahora muchos se han ido porque ahí ya no cumplen las leyes que había. Además, ha asegurado que los talibanes no han dejado una buena situación ni a hombres ni a mujeres.

Se cumple un año de la caída de Kabul y del regreso del régimen talibán a Afganistán. Se calcula que unas 3.900 personas han llegado a nuestro país desde Afganistán en los últimos 12 meses y en Las Mañanas de RNE conocemos cómo es la situación actualmente con Áliva Díez, coordinadora de Acogida de CEAR, que explica que es un poco más lenta de lo que se esperaba porque también “el conflicto en Ucrania ha movido un poco el foco de visibilidad y de preocupación con la población afgana”. Y asegura que cuando "colisionan varios eventos internacionales todo ese foco político se mueve y parece que lo demás está solucionado."

Sobre la acogida de los afganos que han llegado a España, Áliva Díez explica que lo que más está costando es que consigan una autonomía real y que para ello necesitan encontrar trabajo y que la principal barrera suele ser el idioma. Díez asegura que llegan a espacios de acogida donde todas sus necesidades básicas están cubiertas y están acompañados por un equipo multidisciplinar. El sentimiento de las personas que llegan desde Afganistán, afirma la coordinadora de Acogida de CEAR, es de culpa por los que se han quedado en el país y al mismo tiempo de privilegio por poder salir.

El día a día de las profesoras afganas se ha vuelto cada vez más complicado. Deben usar hijab negro largo y una mascarilla para impartir las clases. Tampoco pueden beber agua mientras dan clase. Los talibanes han cerrado los colegios para niñas mayores de 13 años y ejercen un fuerte control para que se cumpla. Sin embargo, hay profesoras que se juegan la vida en zonas rurales, menos vigiladas, para dar acceso a la educación a las niñas. 

Foto: niñas afganas leen el Corán en la Mezquita Noor en las afueras de la ciudad de Kabul, Afganistán. Photo/Ebrahim Noroozi.