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Los ministros de Finanzas de la zona euro han acudido a Bruselas conscientes de estar ante una jornada decisiva. El tiempo se agota y es necesario buscar una salida al rescate de Chipre.

En Chipre, llevan ya ocho días con los bancos cerrados y en principio no abrirán hasta el martes. Desde el sábado pasado los chipriotas sólo pueden acceder a su dinero a través de los cajeros y con restricciones. A esta situación los analistas económicos lo llaman "corralito", un término acuñado en Argentina, en una de sus peores crisis.

Día decisivo para el futuro de Chipre, que pasa hoy por Bruselas. El Presidente chipriota se reúne allí a esta hora con las autoridades de la Unión Europea, del Banco central y del Fondo Monetario Internacional. Una negociación de última hora sobre el rescate que estaría en un momento muy delicado, según el propio gobierno chipriota

La troika y Chipre no han logrado cerrar un acuerdo sobre la solución de la crisis en que se encuentra la isla mediterránea debido, según los medios chipriotas, a las nuevas exigencias planteadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), por lo que deberán continuar este domingo en Bruselas.

La economía de una pequeña isla como Chipre ha terminado por poner en jaque a la gigantesca estructura del euro. Y ha sido por culpa de una de las soluciones propuestas por sus gobernantes: la creación de un impuesto especial a los depositarios de fondos bancarios. Una medida que buscaba hacer pagar a las grandes fortunas rusas y, de rebote, a los ahorros del ciudadano medio. La desconfianza que la medida ha suscitado en el resto de ahorradores europeos, y el "efecto dominó" que podía provocar, han hecho finalmente rectificar a la Unión Europea. La situación es tan delicada para la isla que hasta la Iglesia Ortodoxa ha ofrecido su patrimonio como aval para solventar la posible quiebra del minúsculo país mediterráneo. Rusia quiere, a cambio de su ayuda, derechos sobre los yacimientos de gas que se han descubierto en las costas chipriotas y la lista de los evasores que han refugiado su dinero del fisco ruso en los bancos chipriotas. Y la UE está dispuesta a poner hasta diez mil millones de euros para el rescate. Informe Semanal profundiza en esta maraña chipriota desde el conocimiento de expertos en economía y política internacional.

  • La economía de Chipre supone el 0,2% del total de la eurozona
  • Los depósitos de la banca chipriota cuadruplican el PIB del país
  • Al aceptar gravar todos los depósitos, la eurozona alteró sus propias normas
  • Nicosia trata de preservar su actual estatus de paraíso fiscal
  • Esta crisis reabre la posibilidad de la salida del euro de uno de sus miembros

A la situación en Chipre se ha referido hoy la secretaria general del Partido Popular. María Dolores de Cospedal asegura que esta crisis no ha afectado tanto a España como otras anteriores porque el país es ahora más creible y genera, ha dicho, más confianza.

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha respondido este sábado a las palabras de la canciller alemana, Angela Merkel, en las advertía al pueblo chipriota de que a la Troika se le acababa la paciencia al asegurar que es a los jóvenes europeos que no tienen empleo a los que se les está acabando la paciencia y la esperanza.

Detrás de la crisis de Chipre está el fracaso de la supervisión de la Unión Europea. Durante los 9 años que lleva en la Unión, la isla ha desarrollado una economía basada en un sector financiero enorme y opaco: se creó una burbuja de depósitos bancarios. Pincharla requiere forzar al país a dejar de ser un semi-paraíso fiscal.

Chipre está hoy pendiente de la decisión del Parlamento sobre el impuesto a los depósitos, el punto más importante que falta por determinar para que Bruselas apruebe el rescate. Ha sido una mañana de intensas negociaciones entre los líderes políticos chipriotas y los enviados de la troika.

El Parlamento de Chipre ha aprobado este viernes por la noche un plan alternativo -en el que no se incluye un impuesto a los depósitos bancarios-, que debe presentar al Eurogrupo para desbloquear el rescate europeo de 10.000 millones. Entre las nueve leyes aprobadas están la creación de un Fondo Nacional de Solidaridad y la ley para restringir las transacciones financieras, dos de los pilares del plan B, cuyo objetivo es es recaudar 7.000 millones de euros (de los que 5.800 millones se pretendían recaudar con el impuesto a todos los depósitos rechazado por la cámara el pasado martes).