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Una enorme lona se extiende frente a las casas de cemento de Yibrín. El pan que sobra cada día se seca al sol, y será la comida de los gallos. Nada se tira en este campo de desplazados, plagado de familias que conocieron el hambre y la escasez durante los años de guerra en el este de Alepo.

Al menos 94 personas han muerto, casi 300 han resultado heridas y varios edificios se han hundido en la región indonesia de Aceh a causa de un terremoto de magnitud 6,5 en la escala abierta de Richter. Fuentes militares elevan la cifra a los 97 fallecidos. El distrito de Pidie Jaya es la zona más afectada de esta región del norte de la isla de Sumatra. De momento no se ha decretado ninguna alerta de tsunami.

El balance provisional de muertos, facilitado por la Agencia Nacional de Gestión de Catástrofes de Indonesia, podría aumentar ya que aún hay personas atrapadas entre las ruinas. "Nos estamos centrando en buscar a las víctimas y posibles supervivientes", ha declarado Sutopo Nugroho, director de la Agencia. En las labores de rescate participan más de 1.000 personas, incluyendo militares y voluntarios.

"2016 es el año en el que la guerra ha hecho más daño a la infancia". Así lo ha asegurado en una entrevista en el Canal 24 Horas de TVE David del Campo, director de Cooperación Internacional de la ONG Save The Children España

Más de ocho millones de niños sufren violencia, desplazamientos forzados y escasez de recursos básicos en el Día Universal del Niño, que se celebra este 20 de noviembre.

Del Campo ha criticado duramente a los países de la Unión Europea que no registran ni garantizan el asilo a los menores refugiados, pese a que les obliga la legislación internacional. "Cuando los estados no cumplen las leyes o se inventan otras, tenemos un problema muy grave", ha advertido.

Sobre España, Del Campo ha señalado que "la pobreza infantil está cerca de nuestros barrios y comunidades". "Lo importante es que el Gbierno mire esos datos de pobreza infantil e igual que hace cosas para que la economía vaya mejor, diga qué va a hacer para que la situación cambie". "Si hay un Pacto de Toledo por las pensiones, si cuidamos de los mayores, ¿por qué no lo hay por los niños?", ha añadido.

La desesperación se extiende entre la población de Haití que ha comenzado a asaltar los camiones con ayuda humanitaria, y ha obligado a la intervención de los cascos azules. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que visitó el sábado el país, se ha mostrado decepcionado por la pobre respuesta que ha dado la comunidad internacional a esta tragedia.

Las últimas cifras provisionales divulgadas por Protección Civil de Haití indican que Matthew causó 473 muertos y 75 desaparecidos, dejó 339 heridos y obligó el desplazamiento de 175.000 personas, alojadas en 224 refugios. 100.000 niños están sin escuela.

Sin embargo, fuentes de organismos de socorro y autoridades locales aseguraban el viernes pasado que el número de víctimas mortales llegaba al millar.

Tras la devastación causada por el huracán MatthewHaití se enfrenta ahora a un rebrote de la epidemica de cólera, presente en el país desde 2010. Al menos 20 personas han muerto por esta enfermedad en la región sur y suroeste, según el Ministerio de Salud Pública.

La ONU ha hecho un llamamiento para recoger 120 millones de dólares (casi 109 millones de euros) para ayuda humanitaria, y países como EE.UU., Francia y España ya han enviado material.

Javier Martos, director de Unicef España, cree que la comunidad internacional debe ayudar a "nuestros hermanos haitianos" tras el paso del huracán Matthew, que ha dejado oficialmente más de 300 muertos (un millar, según fuentes no oficiales) y a 100.000 niños sin escuela. Así lo ha explicado en una entrevista en Los desayunos de TVE.

Unicef ha hecho un llamamiento para reunir 5 millones de euros mientras la comunidad internacional cuantifica en 120 millones la ayuda inmediata para asistir al sur del país, la zona más afectada. No obstante, Martos ha pedido un "compromiso sólido" para que la ayuda sea "estructural".

La prioridad de las autoridades de Haití es llegar hasta las localidades más golpeadas y dar respuesta a los miles de afectados de la catástrofe, para evitar un eventual brote de cólera, como el que afectó al país tras el terremoto de 2010, lo que agravaría aún más la crisis humanitaria.

Haití tiene uno de los niveles de incidencia de cólera más altos del mundo y se estima que uno de cada tres afectados es niño. La amenaza de otras enfermedades que se transmiten a través del agua también es muy alta.

El último balance de fallecidos asciende a más de 1.000, según fuentes locales citadas por la agencia británica de noticias Reuters. Las autoridades haitianas solo han confirmado hasta la fecha la muerte de 336 personas.

Haití necesita ayuda. El devastador huracán Matthew ha matado a cerca de 900 personas y un millón y medio de haitianos se han visto afectados. Muchos se han quedado en la calle. Según datos de naciones Unidas unas 350.000 personas están pendientes de recibir ayuda con urgencia y eso en un país que aún no se había recuperado del terremoto de 2010. Varias organizaciones se han puesto ya a trabajar para recaudar fondos.