Saeed Abdel pasea por las ruinas de Jan Yunis. Tiene 15 años y hace meses perdió la visión de un ojo al explotar una bomba entre los escombros."Estábamos jugando", dice, "no vimos nada raro y de pronto, una explosión y nos envolvieron las llamas".
A sus 13 años, Nezar Taufik tiene ya en el cuerpo restos de metralla. "Estábamos cerca de una excavadora y hubo una explosión. Algunos perdieron un ojo, otros las manos", cuenta. La ONU calcula que al menos 4.000 bombas sin explotar quedan entre los más de 50 millones de toneladas de escombros a los que ha quedado reducida Gaza.
Los influencers chinos están mostrando a través de TikTokcuánto cuesta realmente fabricar un producto de lujo a través de vídeos virales de TikTok que, en plena guerra de aranceles, se ha convertido en el nuevo campo de batalla. Esta ofensiva digital pone en jaque el valor de las marcas.
Estos creadores de contenido digital chinos explican que, si los consumidores compran directamente a las fábricas que producen los productos, podrían pagar tan solo una quinta parte de lo que cuesta el mismo producto en Estados Unidos.
Este tipo de vídeos llevan semanas circulando por Internet. Están dirigidos a los consumidores estadounidenses.
Manuel Moreno, director de Trecebits.com, explica que "China está utilizando su propia herramienta, su propia aplicación (TikTok), para llevar un mensaje a la ciudadanía del bando contrario".
Es una ofensiva en plena guerra arancelaria en la que la red social china se ha convertido en un arma propagandística.
Moreno aclara que "ni siquiera la elección de los propios influencers es casual, son personas que tienen influencia en China, pero que tienen muchos seguidores en Estados Unidos y en otros mercados".
Las firmas de moda internacionales son las víctimas colaterales de esta campaña que deja en evidencia que el coste del producto es marginal.
La guerra comercial entre Washington y Pekín hace inviable que los metaneros estadounidenses sigan vendiendo gas natural licuado (LNG por sus siglas en inglés) en China. Es por esto que, para evitar las tasas aduaneras, están revendiendo sus contratos a empresas europeas.
Víctor Fermosel, profesor de la EAE Business School, explica que "todos los contratos de larga duración que tiene suscritos con EE.UU, son 'free on board', es decir tiene un 'incoterm' por el cual puede depositar esa mercancía donde quiera del mundo".
Rafael Calleja, CEO de Optimize Energy, afirma que "China en lugar de cancelar esos contratos ha decidido, con un margen bastante ventajoso para ellos, revender toda esa cantidad energética, generando una sobreoferta que ha provocado que se hunda el precio del gas".
La cotización ha caído un 40% desde el pico de febrero, una oportunidad para que los Veintisiete (y de paso Ucrania) rellenen sus reservas estratégicas a buen precio, antes del próximo invierno. Los depósitos europeos están, de media, al 36%.
Saeed Abdel pasea por las ruinas de Jan Yunis. Tiene 15 años y hace meses perdió la visión de un ojo al explotar una bomba entre los escombros."Estábamos jugando", dice, "no vimos nada raro y de pronto, una explosión y nos envolvieron las llamas".
A sus 13 años, Nezar Taufik tiene ya en el cuerpo restos de metralla. "Estábamos cerca de una excavadora y hubo una explosión. Algunos perdieron un ojo, otros las manos", cuenta. La ONU calcula que al menos 4.000 bombas sin explotar quedan entre los más de 50 millones de toneladas de escombros a los que ha quedado reducida Gaza.
Los influencers chinos están mostrando a través de TikTokcuánto cuesta realmente fabricar un producto de lujo a través de vídeos virales de TikTok que, en plena guerra de aranceles, se ha convertido en el nuevo campo de batalla. Esta ofensiva digital pone en jaque el valor de las marcas.
Estos creadores de contenido digital chinos explican que, si los consumidores compran directamente a las fábricas que producen los productos, podrían pagar tan solo una quinta parte de lo que cuesta el mismo producto en Estados Unidos.
Este tipo de vídeos llevan semanas circulando por Internet. Están dirigidos a los consumidores estadounidenses.
Manuel Moreno, director de Trecebits.com, explica que "China está utilizando su propia herramienta, su propia aplicación (TikTok), para llevar un mensaje a la ciudadanía del bando contrario".
Es una ofensiva en plena guerra arancelaria en la que la red social china se ha convertido en un arma propagandística.
Moreno aclara que "ni siquiera la elección de los propios influencers es casual, son personas que tienen influencia en China, pero que tienen muchos seguidores en Estados Unidos y en otros mercados".
Las firmas de moda internacionales son las víctimas colaterales de esta campaña que deja en evidencia que el coste del producto es marginal.
La guerra comercial entre Washington y Pekín hace inviable que los metaneros estadounidenses sigan vendiendo gas natural licuado (LNG por sus siglas en inglés) en China. Es por esto que, para evitar las tasas aduaneras, están revendiendo sus contratos a empresas europeas.
Víctor Fermosel, profesor de la EAE Business School, explica que "todos los contratos de larga duración que tiene suscritos con EE.UU, son 'free on board', es decir tiene un 'incoterm' por el cual puede depositar esa mercancía donde quiera del mundo".
Rafael Calleja, CEO de Optimize Energy, afirma que "China en lugar de cancelar esos contratos ha decidido, con un margen bastante ventajoso para ellos, revender toda esa cantidad energética, generando una sobreoferta que ha provocado que se hunda el precio del gas".
La cotización ha caído un 40% desde el pico de febrero, una oportunidad para que los Veintisiete (y de paso Ucrania) rellenen sus reservas estratégicas a buen precio, antes del próximo invierno. Los depósitos europeos están, de media, al 36%.
El presidente de la República Popular de China, Xi Jinping, ha estado esta semana viajando por los países del sudeste asiático tratando de reforzar lazos comerciales con sus vecinos.
Así lo explica la corresponsal de TVE en Pekín, Yolanda Álvarez: "el presidente Xi Jinping pone fin a su gira por el sudeste asiático, este es su primer viaje al extranjero este año". Afirma que, estando en plena guerra comercial con Estados Unidos, el gigante asiático busca congraciarse con sus vecinos Vietnam, Malasia y Camboya, siendo estos los países que ha visitado.
Cuando comenzó la guerra comercial con EE.UU., hace más de siete años durante el primer mandato de Trump, China desvió parte de su producción a estos países para sortear los aranceles.
Estas naciones fueron algunas de las más castigadas por los "aranceles recíprocos" anunciados por el mandatario estadounidense el pasado dos de abril y pausados pocas horas después de entrar en vigor el nueve de abril.
A pesar de todo, la Administración de EE.UU. no retiró los gravámenes que pesaban sobre China, los aumentó. Para remediar la situación Xi Jinping apuesta por sus vecinos.
El mandatario tiene a su favor el hecho de que su país cuenta con un mercado de 1.400 millones de personas, que son la segunda mayor economía del mundo y les ofrece grandes inversiones a través de la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda.
La crudeza de la guerra desde el interior de un escuadrón estadounidense durante la invasión de Irak de 2003. Eso muestra Warfare, una película basada en los recuerdos de Ray Mendoza, veterano del conflicto y codirector de la película. Actores como Will Poulter o Joseph Quinn lideran la película que llega este viernes a los cines.
En la guerra comercialy arancelaría declarada por Trump a China, el mandatario estadounidense ha tenido que dar marcha atrás con una serie de productos tecnológicos. Entre estos, móviles, ordenadores o discos duros. Este paso atrás se debe a que muchos de estos bienes, o sus componentes, se fabrican en China.
Uno de los ejemplos más destacados es Apple, que fabrica sus iPhone en este país. Este es uno de los productos estrella la empresa estadounidenses.
En China, según muchos consumidores, comprar productos o servicios estadounidenses es símbolo de estatus, ya sea un móvil o un café. Otra de las grandes empresas de EE.UU. que producen en China es Tesla, que fabrica ahí la mitad de sus coches.
Mientras, el gigante asiático se prepara para hacer frente a la guerra comercial. Este miércoles ha nombrado a un nuevo jefe negociador comercial, Li Chenggang. Este hasta ahora representaba a China en la Organización Mundial del Comercio.
José Antonio Gurpegui es director del Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá y catedrático de Estudios Norteamericanos. En Las Mañanas de RNE ha asegurado que las relaciones entre Europa y Estados Unidos pasan por uno de sus peores momentos desde la Segunda Guerra Mundial. En este contexto, el ministro de Economía se ha reunido con el secretario del Tesoro estadounidense, y aseguró que tuvo una conversación "franca y útil" con Scott Bessent. Al respecto, Gurpegui considera que las reuniones bilaterales tienen que llevarse a cabo, "pero la situación es tan delicada que las negociaciones no pueden hacerse solamente bilateralmente, sino entre la UE y Estados Unidos".
El mercado industrial ocupa el 10% de la masa laboral de Estados Unidos y, sin embargo, el presidente Trump ha impuesto altos aranceles a China. Esa "obsesión" tiene que ver, a juicio del catedrático de Estudios Norteamericanos, con que China es la gran nación manufacturera del mundo: "Toda esta guerra arancelaria que lleva a cabo con otras naciones tiene como objetivo final China. Veremos si le sale bien o mal. Muchos analistas dicen que es probable que estos aranceles queden en nada en medio o largo plazo", ha valorado y ha añadido que "el problema de Trump es el tiempo y China no tiene ese problema. Xi Jinping tiene todo el tiempo del mundo".
Asimismo, José Antonio Gurpegui ha valorado, como profesor visitante en Harvard durante dos años, la situación de la prestigiosa universidad con el presidente Donald Trump. "No creo que se deje amedrentar como si lo ha hecho Columbia y esa será una lucha importante", ha apuntado sobre el último movimiento de la Administración estadounidense, que ha congelado 2.200 millones de dólares en fondos federales para la Universidad de Harvard.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, se ha reunido este martes en Washington con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, y otras autoridades empresariales e institucionales del país. Cuerpo ha recalcado que Bessent ha trasladado un "mensaje claro", y es que "ellos quieren llegar a un acuerdo con los principales socios comerciales, entre ellos la UE". Esto, según el ministro, "confirma esa puerta abierta a la negociación que ya se abrió la semana pasada con la moratoria de 90 días" establecida por Washington.